jueves, 27 de mayo de 2010

¿A quién engaña?_ ¡A quién se deja engañar!

Los cañonazos de titulares contra Cuba aparecen como ráfagas en los monopolios mediáticos al servicio del capitalismo. Por un lado se ensalzan las carencias existentes en la Isla, con algunas líneas que llegan a extremos impensables y sin ápice de raciocinio; pero con vano análisis la culpabilidad recaen siempre en la aparente disfunción del sistema socialista como principal problema, según estos medios, y el gobierno de “los Castros” como los culpables de esta desgraciada desadquisición de productos necesarios para darle “oportunidades de riquezas” y “libertades” al pueblo cubano.

El bloqueo económico_ ¡Na! Esa minucia_ los Castros no desean que se quite, según las palabras de Hillary Clinton, como si el humilde gobierno norteamericano, “tan benévolo”, deseara atender las necesidades del pueblo cubano y Fidel o Raúl Castro pudieran interferir contra esa "voluntad angelical" imponiendo voluntades al ese gobierno_ ¡Vaya! “por el simple masoquismo de seguir viviendo de privaciones y de continuar pintando al gobierno norteamericano de enemigo de Cuba por tal simpleza”. Por lo tanto, es más fácil utilizar a las grandes compañías de comunicación en desinformar al mundo con “que el sistema económico socialista es incapaz de crear riquezas y priva de la adquisición de productos y/o servicios, lo cual lleva a que la población se vea atrapada en medidas con limitaciones y con imposibilidad de vivir con plenas libertades”.

Entonces, con la manipulación de la verdad se logra anular la magnitud de incidencia que tiene verdaderamente el bloqueo económico y comercial sobre la vida económica del país.

Esto puede quedar obnubilado para quienes se dejen arrastras por las noticias manipuladas de los grandes medios monopolizados a los intereses del imperialismo; para quienes evidentemente sufren las consecuencias del bloqueo, no.

El bloqueo económico y comercial impuesto contra Cuba no es de reciente implementación; sino que ya se aplica por más de 10 administraciones norteamericanas, en los 50 años de Revolución cubana. El presidente norteamericano Eisenhower fue quien aplicó las primeras medidas de este tipo, a principios de los años 60, como prepotente respuesta al camino de independencia y soberanía de todo un pueblo.

Pero el verdadero objetivo no era, ni es aún hoy en día, solamente derrocar al gobierno revolucionario, sino de continuar con el dominio de la Isla, como casino y traspatio de su hegemonía. Para ello, no podían aplicar la política de diezmar a cañonazos (aunque con los Estados Unidos no se descarta nada alocado), pero sí por medio del hambre y las necesidades. Es hacer factible la política de la fruta madura de Monroe: “Pero hay leyes de gravitación política (en este caso influenciada por la gravedad económica)… (Cuba) es incapaz de sostenerse por sí sola, tiene que gravitar necesariamente hacia la Unión Norteamericana”. Resumiendo, esto quiere decir que bajo la acción del férreo bloqueo y acrecentando las medidas hasta alcanzar la penuria, el pueblo cubano entero no tenga más alternativa que rendirse y oscilar bajo el dominio norteamericano, nuevamente.

Sin embargo, para los que no alcanzan a comprender esa actitud genocida y criminal del gobierno norteamericano y cuánto incide el bloqueo en la gestión y vida cotidiana del país, hacemos la siguiente pregunta: ¿Qué situación se le crearía a cualquiera, de fuera de Cuba, si un agente externo y sin consentimiento dispusiera por arbitrariedad de parte de sus fondos bancarios e ingresos, o con hegemonismo e injerencia saboteara cualquier negocio a realizar, obligando a utilizar terceras vías más costosas para la precaria economía que ya se le va creando? ¿Cuál sería la opinión y conducta que optaría esta persona, de ser usted?

Pongamos ejemplos concretos para hacer la imagen de la situación mucho más clara.

Desde los primeros años de Revolución, se bloqueó la venta de equipamiento de repuesto para las industrias cubanas (mayoritariamente de tecnología norteamericana) y la cancelación de la compra de azúcar, de esta forma se detendrían las producciones y la venta del renglón fundamente quedaría estancada y sin su mercado principal.

A lo anterior se suma la agresión de Girón, que conllevó a paralizar parte del país y realizar gastos en función de la defensa.

Después se incentivó la escalada de atentados contra objetivos económicos (bombas en comercios, industrias y hoteles; la quema de cañaverales, guerra bacteriológica contra la producción porcina, cafetalera y otros cultivos, etc.; conllevando a gastos millonarios en la recuperación, sin acceso a créditos bancarios internacionales y engrosando la deuda de Cuba.

Solamente en el sector tabacalero, las pérdidas entre 1961 y 1998 ascendieron a 1 111,3 millones de dólares (en cálculos conservadores) por la reorientación del mercado y el desembolso financiero para combatir la plaga del moho azul en la cosecha de 1979-80.

Con los gobiernos de los Bush se incrementó la política anticubana y se recrudeció el bloqueo económico con la aplicación de las leyes Torricelli (en 1992, con carácter extraterritorial) y la Helms-Burton (1996).

Los perjuicios a la banca y las finanzas cubanas se han visto afectadas por el corte radical de las fuentes de financiamientos dentro y fuera de los Estados Unidos. Desde la década de los 60 hasta 1998, los daños ascendieron a un monto de 7 720 400,00 de dólares por concepto de fondos congelados, movimiento cambiario del dólar en el Comercio Exterior y afectaciones vinculadas a precios, tasas de interés, entre otras. Ya para el 2005 había ascendido a 268 300 000,00 de dólares, incrementándose en 260 579 600.00 dólares sobre la cifra anterior, en sólo 7 años.

Para citar, uno de los fondos congelados se encuentra en el Chase Manhattan Bank, el cual asciende a 127 millones de dólares procedentes de litigios resueltos a favor de entidades cubanas; pero mientras a Cuba se le prohíbe el uso de ese dinero (sin la previa autorización de quien lo dictaminó arbitrariamente), 1,2 millones de dólares fueron ilegalmente extraídos para indemnizar a familiares de cuatro pilotos de la organización terrorista “Hermanos al Rescate”, que fallecieron por el derribo de sus avionetas, después de haber violado reiteradamente el espacio aéreo cubano en clara provocación y a sabiendas con anterioridad del gobierno norteamericano que no se permitiría más este tipo de acciones si no se tomaban medidas adecuadas desde ese territorio. Por tanto, esas muertes son culpa del propio gobierno yanqui.

Además, las pérdidas en la economía cubana se acrecientan por la prohibición de emplear directamente el dólar en las transacciones comerciales, lo cual obliga a realizar estas operaciones en la moneda de terceros.

Desde la administración de J. F. Kennedy, la CIA desplegó una batalla campal secreta contra la economía cubana y, posteriori, con la aprobación de la Ley Helms-Burton (dirigida principalmente a los inversionistas extranjeros) se vieron afectadas importantes oportunidades para Cuba; ya que en dicha legislación figura impedir el acceso a financiamientos para la creación de empresas mixtas, provocar incumplimientos en los planes de exportación de productos cubanos y provocar la retirada de empresas extranjeras por la adquisición de las mismas por cadenas norteamericanas. Sea el ejemplo más reciente el de la compañía de cruceros Pullmantur (que pertenecía a España) y que fue adquirida por la Royal Caribbean bajo la única condición de que se prescindiera de los contratos con la Isla, afectando así la entrada de divisa por servicios turísticos.

Para asegurar el desestímulo de negocios en Cuba o de servicios a la misma, entidades financieras extranjeras ha recibido amenazas desde Estados Unidos de recibir sanciones severas si intentan llevar a cabo inversiones con la Isla. Ejemplo de ello fue (en el 2005) el cese de los servicios en cuenta corriente en dólares y francos suizos por parte de la Union Bank Switzerland (UBS) y el rechazo a toda operación posterior, por el temor a nuevas sanciones norteamericanas.

Teniendo en cuenta que Cuba debe buscar mercado para la adquisición de alimentos básicos (leche en polvo, pollo, trigo, soya y otros) gasta 57 millones de dólares por encima de lo necesario por concepto de transportación marítima desde lugares distantes, cuando por naturaleza geográfica y cercanía, podría adquirirlos en Estados Unidos.

Cuba ha sufrido la negativa, desde diversos lugares del mundo, de adquirir equipamiento y tecnología de punta para los sectores sanitario, alimenticio, científico, educacional e industrial, porque los mismos poseen igual o mayor al 10% de sus componentes producidos en Estados Unidos.

Dos meros ejemplos en el sector sanitario son los programas denominados de Tecnología de Avanzada tales como trasplantes, cirugía cardiovascular, nefrología y genética, continúan afectados por inestabilidad de los suministros. Muchos de sus componentes son de producción norteamericana, y en varias ocasiones las autoridades de ese país no otorgan el permiso para adquirirlos, o simplemente prolongan indefinidamente los trámites necesarios. También se ha afectado el programa para la atención a los niños que necesitan trasplante hepático, por la ausencia de respuesta de los Laboratorios Abbot, a la solicitud de adquisición del equipo dosificador del inmunosupresor Tracolimus (FK506), producido únicamente por ese laboratorio norteamericano y que es imprescindible para vigilar los niveles sanguíneos, cuyas variaciones pueden traer complicaciones por infecciones y tumores secundarios.
De similares formas se comporta en el resto.

Pero el gobierno norteamericano no deja espacio, ni a la solidaridad humana, interceptando hasta la ayuda humanitaria que le llega a Cuba. Como ejemplo, en el 2005, funcionarios del Departamento de Aduana y Protección de Fronteras, confiscaron 43 cajas con equipamientos de computación que estaban destinados como donativo a los niños de cuba por parte de Pastores por la Paz. Igualmente, en el mismo años, fue denegada la licencia solicitada por la ONG norteamericana USA/CubaInfomed al Departamento de Comercio de EE. UU para donar 126 ordenadores para actividades docentes.

En el Informe de Cuba al Secretario General sobre la Resolución 59/11 de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los estados unidos de América contra Cuba, se puede leer los siguientes párrafos:

“Durante los dos mandatos de la administración del presidente George W. Bush, escaló la hostilidad anticubana a niveles sin precedentes. El Informe elaborado por la llamada Comisión para la Asistencia a una Cuba Libre en mayo de 2004 y la adición de julio de 2006 – que incluye un capítulo secreto de acciones agresivas -, ponen al descubierto las pretensiones de las autoridades en Washington: imponer un “cambio de régimen” en contra de la voluntad del pueblo cubano, sin excluir el uso de la fuerza militar con ese fin”.

Entre los más conocidos y repudiados componentes del bloqueo aparecen las llamadas leyes Torricelli de 1992 y Helms-Burton de 1996. Sus disposiciones son contrarias a la Carta de las Naciones Unidas y violatorias del Derecho Internacional. Desde su imposición —hace prácticamente 50 años — hasta mayo del 2008, el daño económico directo causado al pueblo cubano por la aplicación del bloqueo económico, comercial y financiero de los EE.UU. contra Cuba, superaba los 93 mil millones de dólares. Teniendo en cuenta el efecto de la devaluación del dólar y las fluctuaciones de su valor a lo largo del tiempo, a los precios actuales del dólar, esas afectaciones equivalen a 224 600 millones de dólares”.

La política de hostilidad, bloqueo y agresiones de sucesivos Gobiernos estadounidenses. El bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos contra Cuba califica como un acto de genocidio, en virtud del inciso (c) del artículo II de la Convención de Ginebra para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, de 1948 y, como un acto de guerra económica según la Conferencia Naval de Londres de 1909. Durante casi cinco décadas, esta guerra económica ha sido una constante en la política de Estados Unidos contra Cuba. Su objetivo, definido desde abril de 1960, ha sido “causar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno cubano".

En todo este juego genocida, la vieja Europa se pliega a los deseos del imperialismo y también participa con la aplicación de medidas como el Acuerdo 96/697/PESC, denominado “Posición Común de la Unión Europea sobre Cuba”, adoptado por el Consejo de la Unión Europea, el 2 de diciembre de 1996, en Bruselas.

Conclusiones.

Si realmente usted ha interiorizado cuánto le afectaría de ser usted el que estuviera en lugar de Cuba, se daría cuenta de la crueldad que despliega el gobierno norteamericano y de la heroicidad del pueblo cubano de resistir y alcanzar avances reconocidos por organizaciones internacionales en el bienestar de la sociedad cubana; de igual manera, de la solidaridad desplegada por los cubanos por el bienestar de los pueblos del mundo.

Sin embargo, muy a pesar de todas las pérdidas generadas por el bloqueo y la constante política de agresión aplicada por los gobiernos de Estados Unidos contra Cuba, organizaciones y entidades internacionales hacen justo reconocimiento de los avances alcanzados por la Isla caribeña y su sistema socialista.

En el mes de abril del presente año, la revista Science, en un artículo de su sección “Policy Forum”, elogió los avances de Cuba, destacando que “en el campo de salud es superior al de los países latinoamericanos y sólo comparable al de las naciones industrializadas”, también mencionó que poseía la mayor densidad de médicos per cápita (59 facultativo por 10 000 personas), cubriendo toda la población, y la menos mortalidad infantil (5,0 por cada mil nacidos vivos) y el gasto promedio en salud es de 355,00 dólares per cápita (7,1 % del PIB), por aplicar uno de los mejores sistemas de salud preventivas; mientras que los propios EE. UU se gasta 6 714,00 dólares (el 15,3% del PIB) y cuenta con más de 30 mil ciudadanos sin cobertura sanitaria.

En dicho artículo, Paul Drain y Michele Barry, profesores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Standford (California) sugieren que ahora que se intenta mejorar el sistema de salud de Estados Unidos se debería buscar apoyo en las valiosas lecciones cubanas acerca del verdadero desarrollo del sistema sanitario.

Igualmente, Marcio Porto, representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), resaltó el programa de desarrollo porcino que implementa Cuba para garantizar la soberanía alimentaria en los venideros años. Durante el Seminario Internacional sobre Porcicultura Tropical, que sesiona en esta capital, Porto dijo que la estrategia está basada en la aplicación de la ciencia y la técnica y en el desarrollo de las fuerzas productivas existentes en el sector campesino y cooperativo.

Con tantos avances alcanzados por el sistema socialista cubano, con la dirección de los Rebeldes y contando hoy con la participación de nuevas generaciones, y todo el pueblo junto a ellos, queda preguntarse: 
¿Se pudiera cree ahora que el sistema económico socialista cubano es incapaz e ineficiente?

¿Si se vocifera tanto de la incapacidad del sistema socialista cubano, por qué los gobiernos de los Estados Unidos no cesan de una vez con su política hostil contra Cuba?

Esto sólo muestra que ellos, el capitalismo salvaje con el líder imperialista de Norteamérica, sí tienen miedo de que Cuba siga demostrando su alta capacidad y aún más sin la acción del bloqueo.

Entonces, ¿a quién engaña toda la maquinaria desinformativa de los monopolios mediáticos?_ ¡A quién se deje engañar!

¡Cese el genocida bloqueo norteamericano contra Cuba!

http://www.cubavsbloqueo.cu/
http://www.finanzas.com/noticias/cuba/2010-04-29/276258_science-destaca-avances-cuba-terreno.html
http://www.radiorebelde.cu/boletin/destaca-fao-esfuerzo-cubano-soberania-alimentaria-20100527/

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