jueves, 17 de enero de 2013

Sin paternalismo ni indulgencia. No son meros disidentes. ¡Son Gusanos!

“Si quisiéramos medir el mérito de nuestra Revolución y el valor de nuestra Revolución, bastaría observar el odio que contra ella sienten los grandes intereses reaccionarios del mundo; bastaría observar el odio que contra ella siente el peor y más explotador de los imperialismos modernos; bastaría observar el odio que contra ella siente la prensa más reaccionaria del mundo, la campaña tremenda de calumnias que se comenzó a realizar desde el primer día contra ella, para comprender, para satisfacción de nuestro pueblo, que nuestra Revolución pasará  también a la historia como una gran revolución." (1)


La llamada “disidencia” cubana no nació en la década de los 90 del siglo pasado por lucidez emancipada de determinado sector de la población cubana, debido a errores cometidos en la gestión constructiva de un modelo socio-político de características típicamente cubano, ni por inconformidad social por la supuesta conducta impropia de los históricos líderes del proceso revolucionario de la Isla.

La contrarrevolución se creó desde el mismo triunfo rebelde en enero de 1959, como engendro diabólico del imperialismo yanqui, quien no aceptaba el logro de un proceso de liberación en su propia cara, a sólo 90 millas de sus garras.

La CIA programó cada paso que pudiera bloquear la incipiente Revolución y la propaganda imperialista desplegó toda una arácnida red con el objetivo de desacreditar los pasos que daba Cuba. La maniobra estaba encaminada a sembrar dudas y miedo en la población hacia el nuevo proceso. El Macartismo fue una oda lacerante contra el Comunismo y una fragua ideológica de manipulación que ayudó el logro de satanización al proceso revolucionario popular, acusado de ser satélite comunista de la URSS.

Se socavó a dirigentes provenientes de la burguesía cubana, incluyendo algunos oportunistas, que  se habían integrado a las filas rebeldes, para que se convirtieran en cabezas de turco y volcaran a la población contra la Revolución. Ejemplo de éstos últimos se pueden nombrar a Pedro Díaz Lanz  y a Hubert Matos Benítez. El primer caso, Díaz Lanz, fue en un principio Jefe de las Fuerzas Aéreas de Cuba, desertó y complotó con el dictador dominicano Trujillo para llevar a cabo una invasión a Cuba para derrocar la Revolución, pilotó un avión que sobrevoló La Habana para soltar panfletos y disparó contra la población cubana para crear pánico. También participó en operaciones especiales para asesinar al líder Fidel Castro (el desvalijo económico que enfrentaba en los últimos años, la muerte de varios familiares, y quizás la pesadilla de su traición, lo llevó al suicidio en Miami en el año 2008_aunque la verdad de su muerte no se sabe). El segundo ejemplo, Hubert Matos, logró fugazmente los grados de Comandante, por una coyuntura de urgencias, intentó (con simples ínfulas de superioridad y buscador de protagonismo inmerecido) establecer su propia jefatura junto a otros de sus seguidores en Camagüey. Fue encarcelado después de haberse sometido a un proceso judicial por traidor y al cumplir su condena viajó a los Estados Unidos, donde se incorporó a organizaciones anticubanas y aún mantiene su activismo contrarrevolucionario.

Pero también se usaron a expropiados latifundistas, esbirros y asesinos batistianos para crear el caos y la desestabilización mediante el bandolerismo: las bandas de alzados, infiltradas en Cuba, operativas en diferentes zonas montañosas del país, sirvieron para sembrar el terror con el asesinato a campesinos y alfabetizadores, la violación a mujeres de las zonas rurales y el robo de los escasos bienes de los pobladores. A lo anterior le acompañó las agresiones con constantes incursiones aéreas y marítimas desde territorio estadounidense hacia dentro del espacio nacional cubano; ametrallamiento a la población civil cubana de costas, zonas rurales y centrales azucareros, quemas de campos de caña, entre otras.

El enemigo no descansó, sino que llevó la acción de la contrarrevolución a la ciudad, con actos de sabotajes a objetivos sociales y económicos. “El imperialismo se convirtió en jefe de la contrarrevolución…” (1)

La creación de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) y la preparación de la población en la vigilancia tuvo como objetivo inicial el desarticular los grupúsculos que tenían como misión realizar atentados contra la economía cubana, descubrir las infiltraciones de mercenarios por costas cubanas y la introducción de armamentos para las bandas contrarrevolucionarias alzadas en las montañas del Escambray (Villa Clara) y la sierra de los Órganos (Pinar del Río) y combatir las bandas de contrarrevolucionarios financiadas por EUA que operaban en la ciudad (La Habana, Pinar del Río, Santiago de Cuba y Camagüey, principalmente).

Sin embargo, la Revolución tuvo la respuesta acertada en el apoyo de la población a las medidas tomadas, las cuales ayudaron a la liquidación de dichas bandas alzadas.

El Comandante Fidel Castro alertó sobre la posición que adoptaría el enemigo de la Revolución: La minoría privilegiada y los grandes intereses afectados por la Revolución se han esforzado extraordinariamente para conseguir que los propios beneficiados de la Revolución, que los hombres y las mujeres liberados por la Revolución, conspiren contra la Revolución; que el pueblo libertado por la Revolución se ponga contra su Revolución.” (1)

También, fue el primero en definir con un acertado epíteto toda la despreciable actitud de quienes prefirieron prestarle servicios al mayor enemigo del pueblo cubano: La contrarrevolución cuenta con todos los parásitos y con toda la escoria social…
“(…)

“Quizás ese sea el mayor mérito de nuestra Revolución; quizás ese sea el mayor mérito que la historia reconozca a nuestra Revolución; que no se enfrenta a un enemigo pequeño, sino a un enemigo muy poderoso, y ese enemigo poderoso (se refiere a Estados Unidos) ha sido el encargado de “revolver la gusanera” aquí en nuestro país agitado.  Y los gusanos se han removido, los gusanos se han agitado. (1)

El triunfo de la Revolución cubana fue un directo y duro golpe a los ojos del imperialismo yanqui (la potencia más fuerte del mundo) y éste no pudo detener el nacimiento de un nuevo sistema que liberó a la Isla de continuar siendo una neocolonia del control y dominio del Tío Sam. El proceso de transformación de Cuba hacia un sistema político-económico diferente enalteció el miedo del vecino del norte, porque el ejemplo de la Isla se podía convertir en un haz de luz para otros pueblos (como así ocurrió). A noventa millas, no solo se fraguaron estrategias de cómo derrocar la Revolución militarmente, incluyendo el apoyo de todo tipo a grupos de infiltrados; sino que la guerra sucia sostenía todo tipo de pérfidas estratagemas, incluyendo leyes hostiles como la Torricelli, la Helms-Burton o la de Ajuste Cubano y el amparó a criminales como Luis Posada Carriles y Luis Orlando Bosch.

El imperialismo comprendió que la Revolución no podía ser detenida, a no ser que fuese desangrada desde dentro, utilizando a la escoria social para cumplir sus fines; para eso la asesora, los financia y los apertrecha de todo lo que fuese necesario; incluso, les provee del guión a ser utilizado para atacar los posibles puntos vulnerables de la Revolución.

Ha sido el pueblo revolucionario quien ha hecho suyo el calificativo de ¡Gusanos! para denominar a esa lacra social. Con superficial facilismo se ha criticado al pueblo cubano cuando levantó el lema: ¡Pim Pom Fuera, abajo la gusanera! (cuando sancionó con gritos a los que se fueron por el Mariel).

La prensa extranjera capitalista nunca dio los verdaderos elementos que llevaron a ese éxodo ni a esa condena que el pueblo dio a esos emigrados. Pero fueron villanos y traidores quienes participaron de forma violenta en la toma de la embajada del Perú. No fue una sola vez el intento de penetrar la embajada del Perú por parte de escorias, sino varias y siempre fue el gobierno revolucionario de Cuba quien resolvió el problema. Siempre se alertó a dicho país sobre las posibles nefastas consecuencias por el sostenimiento de actitudes indulgentes de la embajada hacia los agresores. Dichos personeros no eran trabajadores, ni intelectuales o campesinos honestos; sino escorias eran los únicos que se atrevían a dichos allanamientos. Sí, las consecuencias finales fueron desastrosas en toda su expresión. 

Como bien expresó Fidel en su discurso del primero de mayo: “Nosotros sabíamos que cuando se retirara la custodia, tan pronto el lumpen supiera que no había custodia se llenaba la embajada de lumpen. Y así ocurrió exactamente. Podría decirse que el lumpen hizo lo que se esperaba que hiciera”. (2)
Lo peor es que junto al lumpen, también se aprovecharon todos aquellos solapados que se sumaron para lograr la salida del país a través del puerto del Mariel, en La Habana, sin reparar que la excusa utilizada había sido vil.

La medida de apertura del Mariel dio al traste que se descorcharan los simuladores, los tapaditos, los que hasta ese momento llevaban una doble vida política; esos fueron los que más irritación provocaron a la población revolucionaria, porque no tuvieron el valor de ser sinceros ni consigo mismo. Se dejaron empujar por las promesas de lentejuelas, por el mundo de las oportunidades del mercado y donde las ansias de enriquecimiento hacen al hombre individualista, convirtiéndolo en el propio enemigo del hombre.
Los privilegios promulgados en la Ley de Ajuste para los cubanos que llegan a las costas estadounidenses, motivaron mucho más a la delincuencia a cometer fechorías de todo tipo, como las vividas antes de la famosa crisis de los balseros de 1994: secuestros de aviones, barcos de pesca, ferrocementos, remolcadores; ninguno exento de poner en peligro vidas humanas (incluyendo niños y mujeres) y donde se llegó hasta el asesinato: de ejemplo está el suboficial de la policía Gabriel Lamonth Caballero, quién intentaba impedir el rapto de una embarcación y es ultimado por los delincuentes.

¿Cómo llamar a esos personeros con conducta belicosa, irresponsable, antisocial, individualista, agresiva, que se lanzaron al secuestro con la exposición al peligro de niños, mujeres y hombres? ¿Cómo llamar a esos oportunistas con ansias de riquezas prometidas desde el extranjero, más cuando la riqueza se prometía a cambio de actos vandálicos o la promulgación de mentiras? Por supuesto: ¡GUSANOS!

El imperialismo continuó respondiendo con campañas difamatorias a través de los monopolios mediáticos, se omitió la verdad de los hechos y se manipuló con un diluvio de calumnias para trastocar la opinión pública internacional.
¿Con cuántos tipos de pérfidos cotilleos y difamaciones contra la Revolución cubana y sus líderes la prensa capitalista ha estado engatusando? Con miles de miles. Se puede recordar el chismorreo que sostuvieron hasta hace pocos años atrás, a través de la revista Forbes (una de las vías difamatorias) donde adjudicaban a Fidel Castro la propiedad de fortunas que nunca se atrevieron a probar porque la maledicencia descansaba sólo en puras especulaciones. La lección dice que quien tiene sucia el alma, anda siempre retorciendo”.
La política hostil contra Cuba está para desdibujar en la opinión pública las conquistas sociales alcanzadas por la Revolución, puestas todas en función del beneficio de todos. Para eso era necesario sobredimensionar algún epifenómeno y el más posible a manejar era una “existente división en la sociedad cubana”, dada por el descontento a la labor desarrollada por sus líderes y demandas existentes a la carencia de bienes materiales. La única manera de lograr el objetivo era dándole mayor protagonismo a la contrarrevolución interna, financiándola y haciéndoles mayores promesas.

Como reza el proverbio: “Roma paga a los traidores, pero los detesta”. Fidel ha sido capaz de alertar sobre la manipulación imperialista y los sueños de poderío de la contrarrevolución: “Y los gusanos han llegado a creerse, de veras, que algún día sus amos imperiales los pondrán aquí otra vez con una banderita que pretenda ser enseña nacional, con un himno que pretenda ser himno de la patria, y con un colorcito en el mapa para alentar la ficción de que los gusanos gobiernan y de que los gusanos mandan.” (1)

Hoy en día, la fórmula postiza de la disidencia en su monomanía de cumplir las órdenes del imperialismo es hacer creen que son escuchados en la sociedad cubana y que la Revolución tienen sus días contados.

Esta minúscula “disidencia”, erigida por los monopolios como los “patrióticos héroes que se levantan estoicamente contra el régimen castrista”, puede contar con asistencia financiera desde la Oficina de Intereses de Estados Unidos y otras embajadas europeas en La Habana; pero la realidad cubana demuestra que no son más que infladores de telarañas, tergiversando los problemas fácticos de Cuba, para enarbolar campañas contrarrevolucionarias por el ciberespacio y los medios internacionales.

¿Quiénes son los “disidentes”? Las Damas de Blanco, Cuba Independiente y Democrática (CID), el Movimiento Cristiano de Liberación (creado por Osvaldo Payá, fallecido en el accidente provocado por el líder del Partido Popular, Ángel Carromero), FLAMUR, el Movimiento Independiente Opción Alternativa (MIOA) o el Movimiento Nacional de Resistencia Cívica Pedro Luis Boitel (la mayoría formados por cuatro-en-un-sofá), entre otros sueltos de la camada (como Yoani Sánchez, Antunez, Darsy Ferrer, etc,  son la tan cacareada mediáticamente oposición. Simples personeros que han puesto precio (en moneda dura extranjera) a sus melodramas de “combatientes por la libertad y la democracia en Cuba”.

La contrarrevolución somete, como vulgares ambiciosos, el amor patrio al interés personal. A estos gorrones le diremos como dijo José Martí: “… a linderos, o a olimpos, y a alzacolas, -les diremos:- "Mienten". (3)

Lo que enerva la rabia imperial es que Cuba ya no es su traspatio para el lavado de dinero en casinos, que en el sistema socialista cubano no se prolifera la euforia de nacionalismo con dotes de superioridad universal como el caso de Estados Unidos y en segundo plano Europa (los cuales siguen viendo a los continentes de América, Asia y África como poblaciones residuales que solo existen para proveerles de los recursos necesarios para fetichizar sus sistemas consumistas y de explotación). Tampoco, el proceso cubano de enseñanza ni de programación cultural son prisioneros de la competencia del mercado, ni se privatizan dichos sectores para satisfacer el enriquecimiento de pocos. Además, dentro de la formación cultural no se proclaman como válidos los actos vandálicos, agresivos; ya que nunca ha creado una política intervencionista, hegemonista, injerencista, guerrerista, xenófoba o discriminatoria donde las naciones subdesarrolladas solo son vistas como laboratorios de guerra, para golpes de estados y/o zonas francas para el lavado de dinero por el tráfico de narcos y seres humanos. En Cuba no se montan operativos de espionajes a otros países con aviones de vigilancia (SR-71), ni se condena la economía de otros países al fracaso por medio de la guerra bacteriológica. Tampoco ha instalado una ofensiva radial difamatoria, ni fomenta la marginalidad cultural con el desarraigo de las autóctonas para fertilizar las exógenas (creando conflictos culturales entre naciones y/o generaciones).
En Cuba la salud del pueblo no es un negocio privado; ni la policía responde a los intereses de inversionistas o políticos amasados en la corrupción, ni propina golpizas con porras o balas de goma.
En Cuba no se confunde la libertad ciudadana con la venta lícita de armas o drogas, ni con el tráfico de órganos humanos ni con el negocio de la prostitución, donde la agresividad en escuelas e institutos es política de subsistencia individual o de aniquilamiento en los Estados Unidos. Tampoco es práctica la proliferación de enfrentamientos de grupos políticos o sectores con el objetivo de reducir la participación de los actores sociales; sino que tiene constituido la integración de todos los pobladores en el desarrollo del sistema como forma de incorporar a cada ciudadano en la búsqueda de soluciones a las dificultades que afronta la sociedad y la dirección del país: dentro del proceso electoral cubano, hasta un disidente tiene la posibilidad de ser elegido en una asamblea para precandidato o candidato a delegado del Poder Popular y el Parlamento Nacional, si éste adquiere la votación necesaria de los electores en cada escaño, (pero solo ellos mismos con sus conductas se excluyen).
La política del gobierno estadounidense es utilizar a su beneficio a todo aquel que se venda con tal de cavilar complots, que muy bien manipuladas por la prensa, ofrezcan a la vista internacional un ámbito de irregularidades en Cuba y su proceso social socialista, exponiendo a sus actores en situaciones de confrontación con la sociedad y el gobierno, es crear “héroes y sacrificios” falsificados.
Pero la piedra angular que han encontrado en su camino el imperialismo y la contrarrevolución es el pueblo unido, así lo dijo Fidel: “Era imposible que los gusanos y los parásitos pudieran moverse si el pueblo, el pueblo, que sabe demasiado bien quiénes son los gusanos y quiénes son los parásitos, los vigilaba por sí mismo. Y eso era con lo que no había contado el imperialismo, eso era con lo que no había contado la Agencia Central de Inteligencia yanqui. Con lo que no había contado es que frente a sus propósitos criminales, frente a sus propósitos contrarrevolucionarios, iba a encontrarse un pueblo vigilante. Y esa es otra de las lecciones que el pueblo de Cuba le ha dado al imperialismo” (4)
Tanto los contrarrevolucionarios que vinieron de mercenarios en Girón, creyéndose que serían esperados con los brazos abiertos y glorificados como patriotas, como la contrarrevolución actual, no logra comprender la gran diferencia entre el antes y el después de 1959 para Cuba. Ni la contrarrevolución ni sus amos comprenden que nuestro camino no está en copiar o seguir las fórmulas de la cuestionada “democracia” del Tío Sam. Cuba tiene su propio camino y su democracia se encamina con el pueblo, por el pueblo y para el pueblo. La contrarrevolución no logra comprender ni entender el significado martiano de “con todos y para el bien de todos” y creen los cantos imperialistas sobre la imposibilidad de construir un mundo diferente, nuevo. Les han hecho creer en la filosofía del capital, sin posibilidad de otro futuro, como expresó el comandante Fidel: [.....] Eso no lo saben los gusanos, porque ellos creen que una sociedad es algo dividido entre gente infeliz y destinada a ser siempre infeliz, y gente privilegiada, gente inteligente, gente “bicha”, destinada a vivir bien, sin importarles un comino cuántos se acuestan sin comer, cuántos son analfabetos, cuántos están muriéndose sin tener un médico. (5)
En Cuba nunca se ha tenido miedo a disentir y el compañero Raúl Castro siempre ha estimulado a la práctica de la crítica constructiva y sincera. Diferir no es sinónimo de engañar. No es manipular diversas situaciones para transformarlas en conflictos. 
La ambición y la intriga abusan de la credulidad y se empuja sublimemente a que otros adopten como posibles realidades los cantos de sirenas del capitalismo, a tomar la licencia por libertad, a confundir la traición por patriotismo o la venganza por la justicia. Por tanto, ¿Quién es el manipulador, Cuba con la trasmisión generacional de defender su independencia y autodeterminación (aun con las dificultades de acceso a internet) o ese sistema al cual los Yoani, Escobar, Antúnez y otros pocos se pliegan por percibir remesas metálicas a cambio de engañar a sus coterráneos y resto del mundo?

Las mentiras pululadas por la contrarrevolución han sido fabricadas desde el exterior o desde la propia SINA (Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana); incluso, se ha conocido a través de Wikileaks todos los treque manejes armados en este último lugar y que exponen bien claro quienes son los que conforman la llamada “disidencia”.

Lo que intenta desvirtuar la prensa capitalista es la existencia del pueblo cubano como producto de la consciencia revolucionaria, condenando a los mohatreros procreados por el imperialismo en algunos miembros de nuestra propia sociedad. Por eso, esta actitud denigrante, servil, oportunista y mercenaria de esta minúscula caterva no merece que se le llame con paternalismo ni indulgencia. No son meros disidentes. ¡Son Gusanos!

La traición la emplean únicamente aquellos que no han llegado a comprender el gran tesoro que se posee siendo dueño de una conciencia honrada y pura. (6)

(1) DISCURSO DE FIDEL DADO EN LA PLAZA DE LA REVOLUCIÓN “JOSÉ MARTI”, EL 2 DE ENERO DE 1961
(2) DISCURSO PRONUNCIADO POR EL COMANDANTE EN JEFE FIDEL CASTRO RUZ, PRIMER SECRETARIO DEL COMITE CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA Y PRESIDENTE DE LOS CONSEJOS DE ESTADO Y DE MINISTROS, EN EL ACTO CONMEMORATIVO DEL PRIMERO DE MAYO, EFECTUADO EN LA PLAZA DE LA REVOLUCION "JOSE MARTI", EL 1º DE MAYO DE 1980, "AÑO DEL SEGUNDO CONGRESO".
(3) Intervención de José Martí, cuando fue invitado por el Club Ignacio Agramonte de Tampa, para tomar parte en una gran fiesta de carácter artístico literario a beneficio del Club, Martí llegó por primera vez a Tampa a medianoche del 25 de noviembre, y el día 26 pronunció en el Liceo Cubano de esa ciudad el discurso que es conocido por Con todos y para el bien de todos. El discurso fue tomado taquigráficamente por Francisco María González, lector del taller de Eduardo H. Gato, do Cayo Hueso. Reproducido en hoja suelta con el título Por Cuba y para Cuba, el discurso provocó el conocido incidente entre Enrique Collazo y Martí. (Nota publicada en las Obras Completas).
(4) DISCURSO DE FIDEL, COMO PRIMER MINISTRO DEL GOBIERNO REVOLUCIONARIO, EN LA PRIMERA GRAN ASAMBLEA DE LOS COMITÉS DE DEFENSA DE LA REVOLUCIÓN, EN LA PLAZA DE LA REVOLUCIÓN “JOSÉ MARTI”, EL 28 DE SEPTIEMBRE DE 1961.
(5) EL SEGUNDO ANIVERSARIO DE LA VICTORIA DE PLAYA GIRÓN, EN EL TEATRO “CHAPLIN” DE MIRAMAR, EL 19 DE ABRIL DE 1963.
(6) Vicente Espinel (escritor y músico español del siglo XVI).
Enlaces a webs:
http://www.cuba.cu/gobierno/documentos/1999/esp/e040399e.html ¿Quiénes son los disidentes y presos políticos en Cuba?
http://wikileaks.org/cable/2008/07/08HAVANA613.html Cable de la SINA revelado por wikileaks sobre las Damas de Blanco.
En Cuba no se “va a representar a ningún interés particular, sino de la sociedad". http://cubainformacion.tv/index.php/economia/46562-en-cuba-no-se-va-a-representar-a-ningun-interes-particular-sino-de-la-sociedad

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