domingo, 26 de mayo de 2013

Bolivia: La conspiración prosigue

Neonazis en Bolivia, subvencionados por los enemigos del pueblo y de su presidente, Evo Morales
Neonazis en Bolivia, subvencionados por los enemigos del pueblo y de su presidente, Evo Morales

Tomado de CubaSí.
Por  Arnaldo Musa

Hay mucho más que decir, y se dirá, acerca de los planes para derribar a Evo, que se han intensificado luego del fallecimiento del líder venezolano Hugo Chávez, celebrado con júbilo por los enemigos de los pueblos. 
 
Hay fechas y fechas. Pero hay una que no se borra de mi memoria: 10 de marzo de 1952. Pero no solo porque ese día el después dictador Fulgencio Batista encabezó un golpe militar en Cuba contra el gobierno constitucional de Carlos Prío, con el visto bueno, por supuesto, de Estados Unidos; sino también porque las masas mineras bolivianas protagonizaron el movimiento nacionalista que depuso al régimen de turno e hizo vivir a la nación suramericana andina el sueño no duradero de verse libre del yugo explotador.

Precisamente, el movimiento minero fue el factor aglutinante de la Confederación Obrera Boliviana que hoy, sin embargo, forma parte de la acción opositora all gobierno de Evo Morales, con exigencias laborales descabelladas –como esa de recibir el 100% del salario a la hora de jubilarse-, que perjudicarían los planes económicos del país, y luego de haber sido beneficiados sus miembros con medidas de provecho que jamás obtuvieron en regímenes anteriores.

La acción se produjo poco antes de que el mandatario Evo Morales recibiera el respaldo constitucional, para ser candidato de nuevo a la presidencia en los comicios del 2014, y se sospecha que la dirección de la COB esté jugando un importante papel en los planes desestabilizadores de los enemigos del proceso revolucionario.

Evo, mesuradamente, llamó al diálogo y logró un acuerdo que logró el cese de la huelga general y evitó un nuevo pretexto al enemigo, que recibió un duro golpe hace pocos días con la expulsión de la USAID, una agencia norteamericana que, bajo la cobertura de ayuda al desarrollo, tiene toda una historia de fechorías contra Bolivia y los países donde se encuentre representada.

La USAID, el Instituto Republicano Internacional (IRI) y el National Democratic Institute (NDI) son  instituciones estadounidenses que, bajo la orientación general de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), están especializadas en subversión, desestabilización de gobiernos y acciones separatistas, por lo cual conviven en contubernio con las oligarquías bolivianas y sus organizaciones de la derecha fascista como el Comité Cívico y la Unión Juvenil Cruceñita.

El plan contrarrevolucionario para derrocar al gobierno de Evo Morales es ambicioso, al explotar la ignorancia y situaciones chovinistas, a fin de crear pequeñas repúblicas independientes para servir a las clases dominantes y a los intereses geopolíticos de Estados Unidos y las transnacionales que hasta hace poco saqueaban los recursos naturales de los departamentos de Santa Cruz de la Sierra, Beni, Pando, Tarija y Cochabamba.

Hace algún tiempo la inteligencia boliviana ya había arrestado a agentes extranjeros y locales implicados en la Operación Media Luna, que incluía acciones violentas, sin importar el número de víctimas.

Para ese entonces la CIA hizo un pormenorizado estudio de la situación política boliviana y se infiltró en los movimientos sociales y partidos que apoyan a Evo Morales, y luego se concentró en los entes opositores. En la primera fase recurrió también a los medios de comunicación social para plasmar una guerra mediática antigubernamental, contando con que las empresas de comunicación están en manos de los sectores dominantes.

Así, con técnicas de guerra sicológica, difundió toda clase de rumores, mentiras, etcétera, mediante la tergiversación, manipulación y desinformación. Con ello pretendía confundir a la población indígena y a la blanco-mestiza que apoya a Evo, quien, no obstante, volvió a ganar ampliamente la reelección presidencial. También con hechos y no solo palabras, con el aval jurídico y constitucional, subrayo, el actual mandatario puede volverse a postular el próximo año, por lo que la CIA ha renovado la segunda fase de su plan desestabilizador, concentrándose en los sectores de oposición y en las oligarquías, a fin de incrementar el odio al Presidente indio. En esta etapa han jugado un papel especial las organizaciones norteamericanas antes mencionadas, principalmente la recién expulsada USAID, que financió el viaje de los Prefectos de Santa Cruz, Tarija, Cochabamba y Beni a Estados Unidos, y concedió todo tipo de apoyo, particularmente financiero, a los procesos de autonomía separatistas departamentales.

Hay mucho más que decir, y se dirá, acerca de los planes para derribar a Evo, que se han intensificado luego del fallecimiento del líder venezolano Hugo Chávez, celebrado con júbilo por los enemigos de los pueblos.

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