lunes, 3 de junio de 2013

¿El gobierno de Estados Unidos se estará mirando así mismo en un espejo?




Desde el triunfo de la Revolución, Cuba nunca se ha prestado para amparar, apoyar, asesora o financiar ningún acto de terrorismo. Todo lo contrario, siempre ha sido una tribuna de denuncia y un bastión de combate contra este flagelo.

Es paradójico que el gobierno de los Estados Unidos intente hacer denuncia contra Cuba, cuando ha sido la Isla quien ha sufrido directa e indirectamente todo acto terrorista complotado por organizaciones anticubanas ancladas en ese país y que las mismas han recibido asesoramiento y financiamiento de instituciones estatales norteamericanas, como es la CIA.

Lo que Estados Unidos no nos perdona es haber hecho una Revolución en su propia cara. Aquí dejo 10 ejemplos podemos de cómo el gobierno de Estados Unidos manifiesta su “política antiterrorista”.

 (1) Infiltración de bandasmercenarias, financiadas, entrenadas y apertrechadas de armamentos desde el mismo suelo de los Estados Unidos, quienes asesinaron a campesinos, maestros alfabetizadores, mujeres y niños.

 (2) Incendio de centros comerciales y productivos por parte de contrarrevolucionarios alentados y pagados por Estados Unidos, así como el ametrallamiento de poblados costeros, por embarcaciones procedentes desde Estados Unidos, provocando muertes inocentes y heridos.

 (3) Manipulación de otros gobiernos para desprestigiar a la Revolución y sus dirigentes con la divulgación de calumnias y mentiras.

 (4) Puesta en marcha de campañas propagandísticas para crear caos y confusión en la población cubana: no olvidemos de entre tantas a la “Operación Peter Pan”, que llevó a miles de niños cubanos al extranjero y cientos de ellos sin la custodia de sus padres, empujados por las mentiras imperiales sobre el proceder del gobierno revolucionario.

 (5) La implantación de un genocida bloqueo económico, financiero y comercial contra Cuba, el cual se ha visto endurecido por leyes como las llamadas “Torricelli” y “Helms-Burton”; entre otras fórmulas ilegales, como la congelación de fondos cubanos en bancos extranjeros, adquiridos por transacciones comerciales y las violaciones de derechos de marcas cubanas; así como la amenaza o el chantaje a empresas extranjeras para que desistan de sus intensiones de invertir en la Isla.

 (6) El silencio y el encubrimiento de actividades vandálicas contra Cuba y sedes cubanas en el exterior, llevadas a cabo por organizaciones paramilitares ancladas en Estados Unidos (EAS, Comando-F4, Alpha 66, FNLC, Omega 7, FNCA, entre otras) y el amparo de terroristas  como Orlando Bosch, Luis Posada Carriles, quienes han sido apoyados y financiados por la misma Agencia Central de Inteligencia (CIA) y con la indulgencia del gobierno de ese país.

 (7) Un amplio espectro de guerra bacteriológica : “Operación mangosta” (1961-62) para hacer enfermar a trabajadores de la caña; la Fiebre Porcina Africana (1971), la Pseudodermatosis Nobular Bovina, Mamilitis Ulcerina, la Hemorragia Viral del Conejo, la Varroasis y la Viruela (1987). Otras fueron el Dengue Hemorrágico (1981), Conjuntivitis Hemorrágica, Moho del Tabaco, Broca del Café y el Trips-palmis (1996).

 (8) Intentos de asesinatos a los dirigentes de la Revolución, siendo el principal objetivo el comandante Fidel Castro, con un récord mayor a los 600 intentos contra su vida.

 (9) Campañas de rapiña donde se manifiesta el patrocinio de la injusticia, como el absurdo teatro de El Paso con el caso de Posada Carriles frente a la injusta encarcelación de cinco cubanos que simplemente penetraron las organizaciones terroristas ancladas y amparadas en los Estados Unidos para evitar monstruosos actos contra el pueblo de la Isla.

 (10) Financiamiento de la contrarrevolución interna, la cual se intenta santificar como disidencia o periodismo independiente; pero que el objetivo fundamental es crear campañas de difamación, manipulación y tergiversación de la realidad cubana. De esta manera y en contubernio con los monopolios mediáticos, crear una imagen distorsionada de la Revolución en la opinión pública, lo cual no promueva condenas contra las hostilidades de ese gobierno contra la Revolución, el gobierno y población cubanas.

Los actos terroristas cometidos contra Cuba han dado un saldo de 3 478 muertos y 2 099 discapacitados. 

Por tanto, es muy legítimo que el Gobierno cubano no reconozca en el Gobierno de los Estados Unidos ningún indicio de autoridad moral para incluir a Cuba en lista alguna.

No se puede olvidar que cinco valerosos cubanos fueron arrestados, encarcelados y despojados de sus derechos por el simple hecho de infiltrarse en esas organizaciones terroristas basificadas en Estados Unidos, con el único objetivo de impedir que se siguieran cometiendo genocidio contra la Patria. Sin embargo, aun cuando las autoridades cubanas pusieron en manos de la estadounidense la documentación necesaria para impedir nuevos actos contra Cuba y los propios Estados Unidos, la respuesta fue la de acogerse a la guerra sucia contra Cuba.

En más de una ocasión el gobierno cubano ha reiterado la disposición de establecer acuerdo de lucha contra el terrorismo y ha sido el gobierno de los Estados Unidos quien ha ignorado las propuestas cubanas.

Cuba ha suscrito todos los tratados internacionales en esta materia y tiene, además, el Parlamento cubano aprobó la Ley Nº 93 (LEY CONTRA ACTOS DE TERRORISMO), la cual establece bien claro la posición y actuar de la Isla en esta material.

Si alguien debiera hacer lista alguna para declarar los culpables del terrorismo mundial, el gobierno de los Estados Unidos debería ser el primero en ser enlistado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...