La prensa capitalista invierte su tiempo en llenar la mente con las falsedades que conviertan en borregos a los confusos. Perdiendo toda dignidad humana arman sus campañas con omisiones de verdades y sobredimensionando sus calumnias.
El apóstol de Cuba dijo en 1890: “Las palabras deshonran cuando no llevan detrás un corazón limpio y entero…” y aún se mantienen vigentes para catalogar la pobreza de vergüenza que estos medios capitalistas muestran en su manipulación de la realidad cubana; como la de los lacayos que se venden denigrantemente al enemigo.
¿En quiénes se apoyan estos medios? En los delincuentes, en los traidores, en los vendidos al imperio que hoy se postran frente a las cámaras para seguir engañando. Se creen libres para mentir, para engañar, para confundir; pero en la realidad se vuelven verdaderos presos de quienes los manipulan en estas tierras extrañas para que sigan vomitando un odio mezquino que está marcado por el interés individual.
Estos llamados presos de ¿conciencia? no perdieron su tiempo para proclamar la continuidad de sanciones perversas contra su propio país; medidas que inciden directamente sobre sus coterráneos porque generan adversidades económicas. ¿Qué amor, entonces, sienten por Cuba y el resto de los cubanos?
Tanto los manipuladores como los manipulados se descubren por sí mismos. El imperialismo hace su trabajo en los flojos, con el apoyo de sus lacayos. Todos convertidos en hienas para salvaguardar simplemente sus intereses.
Aquí les va la muestra de ello.
Tomado de Cubainformación: De La Habana a Madrid: ¿presos de conciencia o mercenarios a conciencia?
I Parte:
II Parte:
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