Una vez que se habla de Cuba, los monopolios mediáticos se enconan al vals de la orden (imperial) y asechan con sus orientados ataques. En las últimas décadas uno de los flancos que se plantean en la agenda es acusar a Cuba de carencia de “Libertad de Expresión”, la cual es proclamada con un objetivo consabido, blandeando banderitas con carácter injerencista y en post del añejado anexionismo proclamado por el imperialismo norteamericano. Cada nota escrita por los mass media apunta a lacerar la opinión pública en referencia al supuesto expolio que es sometido el pueblo cubano en su razón de expresar opiniones libremente.
Sin embargo, esa “santísima cruzada” al cual se somete al proceso socialista cubano, asquea de tanta injusticia, de falta de respeto y mezquindad interesada de destruir la obra de la Revolución, construida con el pueblo cubano, por el pueblo y para el pueblo.
¿Cuándo y cómo el pueblo cubano comenzó a pensar y a expresarse?
Antes del triunfo revolucionario, la prensa imperante estaba dominada por los gobiernos neocoloniales y la dictadura que más cruel se manifestaba contra toda declaración que no se basara en sus intereses fue la de Fulgencio Batista, la cual hacía sentir su represalia con persecución, encarcelación y hasta en algunos casos con la tortura y la muerte. Las manifestaciones del pueblo contra la situación imperante eran apaliadas o acribilladas sin clemencia alguna.
El triunfo rebelde se logró por el apoyo del pueblo al movimiento revolucionario libertador, continuador de las gestas independentistas, buscando un cambio del contexto histórico precario en el que vivía Cuba bajo los gobiernos de turnos que se deponían al servicio del imperialismo.
Cuba llegó a 1959 con un 57% de población analfabeta y un pésimo sistema educacional matizado por la doctrina neocolonial, donde el promedio de escolarización era de 3 grados (1). Sin embargo con la llegada de la Revolución al poder, el primer proyecto social de emancipación cultural para el pueblo fue la Campaña de Alfabetización, la cual se extendió a todo lo largo del país, tanto en sectores urbanos como rurales. A éste se han sumado miles de nuevos proyectos en diversos campos que siguen fortaleciendo los valores cualitativos y cuantitativos del cubano en cuestiones culturales, profesionales, sociales, políticas, económicas e ideológicas; pero también humanistas y solidarios.
Cuba durante todos estos años de Revolución le ha dedicado a la Educación un promedio del 10,6% del PIB.
La máxima de la Revolución fue decirle al pueblo que no creyera, sino que leyera; así cada ciudadano podría, por su propio desarrollo cultural, alcanzar a percibir la realidad de Cuba y el mundo. El proceso de culturalización engendró una transformación social emancipadora, la cual dio cauce de infinitas posibilidades de conocimientos a la población, que estuvieron vetados históricamente hasta el momento.
La educación en Cuba aporta la necesaria capacidad de raciocinio para abrirse pasos en el análisis participativo de ir adecuando, desarrollando y transformando a la propia Revolución en cada momento necesario.
Sin embargo, se pudiera repasar diferentes momentos de la historia revolucionaria, después de 1959, para constatar como el pueblo cubano es parte esencial de conformación y desarrollo del proceso social socialista.
El pueblo cubano aprobó tanto la Primera Declaración de La Habana, el 2 septiembre de 1960, en rechazo a las falsas acusaciones yanquis de que Cuba era un artífice de los intereses de China y la otrora Unión Soviética para quebrantar la unidad continental; como también aprobó la Segunda Declaración de La Habana, el 4 de febrero de 1962, cuando la Organización de Estados Americanos (OEA) siguiendo órdenes imperiales expulsó a Cuba de dicha organización.
Debido a las consultas realizadas a la población y en análisis a las políticas sociales, en diciembre de 1973, en el XII Congreso Obrero, se aprobó la revisión de la legislación vigente; lo que conllevó a que en 1979 se promulgara la Ley 24/79 de Seguridad Social (2), a la cual posteriormente se le adosaron modificaciones en respuesta al desarrollo económico del país y de los nuevos requerimientos de la población.
En 1976, en referéndum popular, contando con una participación del 98% de los electores, se aprobó por el 97,7% la Constitución Socialista, lo cual dio origen a los órganos del Poder Popular. Dicha Constitución proporcionó la participación directa del pueblo en la elección de sus dirigentes, desde la base de la sociedad hasta el máximo órgano de poder del país: el Parlamento (Asamblea Nacional del Poder Popular).
En 1992, después de los análisis realizados con la participación de todo el pueblo, se ejecutaron reformas constitucionales y al sistema electoral. Este último posibilitó la elección mediante el voto directo y secreto de los Diputados a la Asamblea Nacional y Asambleas Provinciales.
En el año 2002, entre el 15 y 18 de junio, con la participación de 8 198 237 electores, casi la totalidad de la población laboral, firmaron la confirmación de todas las partes de la Constitución de la República de Cuba, declarando irrevocable el carácter socialista del sistema político y social de la Isla.
Durante los diferentes períodos electorales realizados en la Cuba revolucionaria, el promedio de participación de la población se sitúa en un promedio de más del 95%, cifra jamás alcanzada por la mayoría de los países que se doblegan duplicar las falacias del imperialismo, incluyendo a los propios Estados Unidos.
La población cubana tiene en la propia cuadra un podio de expresión inigualable: las asambleas de circunscripción; en las cuales se debaten los problemas inherentes al barrio como de interés para todo el país; donde dirigentes de diferentes niveles de empresas y organismos van a rendir cuentas de sus gestiones y de las de sus entidades para resolver las diferentes problemáticas que afectan a la población.
En los centros laborales se crearon las asambleas de producción, donde la fuerza laboral (los dirigentes de los diferentes departamentos incidentes en la producción o los servicios y trabajadores elegidos por la masa trabajadora), aprueba o rectifica los planes de producción de la entidad, en correspondencia con las posibilidades de la empresa y los objetivos trazados por el país, los cuales se someten a la aprobación de toda la fuerza laboral de la entidad. La dirección del país hace hincapié para que en cada entidad productora los trabajadores tengan conocimiento del presupuesto y de los indicadores económicos fundamentales del centro laboral. Pero también están las reuniones sindicales, donde los trabajadores discuten los problemas internos, exponen sus preocupaciones y también debaten sobre las vías posibles de solucionarlos.
En el 2008, en un proceso de 85 301 asambleas, con un total de 3 millones 57 mil 568 trabajadores, se aprobó la extensión de la edad laboral y jubilación. En total, se recogieron 905 642 planteamientos, tanto entre los 99,1% que estuvieron de acuerdo con dicha resolución, como del 0,9% que disintió.
Además de las consultas y escenarios sociales descritos anteriormente, la población cubana se ha abierto escenarios en sus organizaciones de masas, sean políticas, sociales o culturales. La Federación de Mujeres Cubanas, la Asociación Nacional de Agricultores de Cuba, la Asociación Hermanos Saiz, Unión de Periodistas y Escritores de Cuba, Unión de Escritores y Artistas de Cuba, Federación de Estudiantes Universitarios, Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media, Organización de Pioneros José Martí, entre otras.
En el propio Órgano Oficial del Partido Comunista de Cuba (el periódico Granma) hay un espacio: Cartas a la Dirección de la Editorial (sale en las emisiones de los viernes); donde la población escribe de sus preocupaciones y recibe respuesta a las mismas, pero también polemizan, analizan, critican y asienten con las diversas opiniones que ahí se vierten. (3)
Ejemplos hay miles para enumerar la participación del pueblo cubano dentro de su proceso social para manifestarse con la razón que le asiste por derecho. Por lo tanto ¿Quién dice que el pueblo cubano no se pronuncia con libertad de expresión?
Claro está, la prensa sensacionalista del cotilleo y la farándula no puede hablar de los logros de Cuba, pues lo tienen prohibido, como se evidenció por la NBC TV Nation que le declaró a Michael Moore de que Cuba no podía ganar en el documental donde se ponían a prueba los servicios sanitarios de Estados Unidos, Canadá y Cuba; aun cuando la Isla demostró mayor eficiencia, calidad, rapidez e igualdad en el servicio que los restantes competidores. (4).
Pero el ataque de los monopolios de la información no es la única vía que utiliza el enemigo de la Revolución cubana para intentar desacreditarla con difamaciones y/o tergiversaciones; también está el uso de esos personeros naturales de la Isla, sobre los cuales me remito a las palabras del cantautor Silvio Rodríguez: “Muchos de los que hoy atacan la Revolución, fueron educados por ella. Profesionales emigrados, que comparan forzadamente las condiciones ideales de “la culta Europa”, con la hostigada Cuba. Otros, más viejos, quizá alguna vez llegaron a "ser algo" gracias a la Revolución y hoy se pavonean como ideólogos pro capitalistas, estudiosos de Leyes e Historia, disfrazados de humildes obreros.” (5).
Sin embargo, el puntal de lanza que hoy en día se levanta para difamar a Cuba con la presunta lapidación de la Libertad de Expresión, es la ¿reprimida? disidencia, autotitulados periodistas independientes (más bien por contrato de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana (SINA)) que han llenado la red de blogs. Cosa contradictoria con lo que tanto cacarean de la limitación de acceso a internet y la represión policial a la libertad de expresión. (6).
Los blogs de los disidentes, como el de Yoani Sánchez (Generación Y), son un amplio exponente de la expresión de la que ellos mismos atropellan mientras mienten sobre la falta de libertad. Como las numerosas tertulias ofrecidas por Guillermo Fariñas a la prensa extranjera, mientras aparentemente se encontraba en huelga de hambre.
Hace pocos días, como corderitos, se dejaban ver Elizardo Sánchez, Darsi Ferrer y las Damas de Blanco saliendo de las oficinas de la SINA, portando bolsitas con las instrucciones para el show mediático del día 10 de diciembre, declarado Día Internacional de los DDHH. (7).
Ahora, mientras las contratadas Damas de Blanco, la multipremiada por la derecha Yoani Sánchez y demás del coro se despluman en sus respectivos escenarios para balbucear por los Derechos Humanos, los llamados medios de información del capitalismo ignoran las vejaciones cometidas sobre la población mapuche, de los crímenes que comete Israel con los palestinos, de los abusos que se cometen en la Europa culta con los recortes sociales y las políticas de beneficio a las bancas, de los desmanes que ha cometido Estados Unidos en Irak y Afganistán o de las torturas en la Base Naval de Guantánamo; como también se olvidan que la aplicación de un bloqueo ilegalmente extraterritorial y genocida es también una violación de esa parte de los derechos humanos que tiene un pueblo para trazarse su propio curso y sin la acción hegemónica del imperio yanqui.
Mientras estos monigotes de la disidencia pueden manchar con gritos, por las calles de la Habana, la palabra “Libertad”, en las cárceles de los Estados Unidos hay cinco hombres que se les han violados sus derechos bajo un proceso judicial amañado por los intereses políticos de una casta ultraderechista y proimperial que comete cualquier barbaridad por sumir a Cuba en el pasado neocolonial nuevamente. (8).
Por estos mismos días, mientras los monopolios orquestan y/o sobredimensionan las adversidades económicas que enfrenta Cuba (muchas como consecuencia del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por EUA), el pueblo de esta Isla se enrola en un proceso de renovación y actualización de su estructura económica para salvaguardar su proceso social humanista y socialista; el mismo que sigue luchando junto a Haití para salvar las vidas de ese pueblo hermano y el que ha mandado contingentes de médicos, instructores culturales, asesores deportivos y maestros a diversos países del mundo para colaborar con el desarrollo de los mismos.
El Partido Comunista de Cuba ha entregado al pueblo cubano, sin distinción de ser o no miembro de sus filas, el Proyecto de Lineamientos para que sea debatido, criticado y analizado, así como para ratificar o rectificar su contenido. ¿Puede haber mayor muestra de libertad de expresión que esa?
La mayor libertad de expresión se muestra en la creación gratuita de cultura en la población. Cuba es un ejemplo para el mundo.
1- Según datos estadísticos de Pérez de la Riva (1975). La república neocolonial. Anuario de estudios cubanos. Tomo I, Editorial de Ciencias Sociales, Ciudad de La Habana, Cuba.
2- La Ley No. 24 de Seguridad Social que se mantuvo en vigor durante casi treinta años y que introdujo nuevos cambios al sistema ya existente, como por ejemplo, la inclusión como beneficiarios de la protección, además del trabajador y su familia, de aquellas personas cuyas necesidades básicas no se encontraran aseguradas, insertando el régimen especial de asistencia social mediante el cual se han venido desarrollando diferentes programas de atención a sectores vulnerables como son los casos de los ancianos y personas discapacitadas.
3- http://www.granma.cubaweb.cu/ : algunos de los ejemplares donde se muestran estas participaciones del pueblo en la sección del Granma, se pueden descargar en los siguientes enlaces:
Viernes, 18 de junio del 2010:
Viernes, 1 de octubre de 2010:
6- ¿Cuántos disidentes hay en Cuba?
“Firmemente unidos, seremos consecuentes con el legado de la larga historia de lucha de nuestro pueblo, las enseñanzas de Fidel y el compromiso eterno con los caídos”.
Fragmento del discurso pronunciado por Raúl Castro en el Tercer Período Ordinario de Sesiones de la VII Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en el Palacio de Convenciones, el 1º de agosto de 2009, “Año del 50 aniversario del triunfo de la Revolución”
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