Apertura de la Feria Internacional del Libro. Fotos R. A. Hdz. |
La Revolución cubana, desde sus inicios, desplego diferentes campañas a nivel nacional destinadas a crear cultura en la población cubana (iniciada con la campaña de alfabetización) y consecutivamente a nivel internacional como medio de intercambio entre Cuba con otros pueblos y viceversa; siempre bajo principios de respeto, solidaridad y el deseo de ampliar horizontes culturales.
Dentro de la amplia gama de proyectos culturales, que ha tomado mayor fuerza representativa de carácter nacional e internacional, es la Feria Internacional del Libro, desde su primera presentación en 1982 hasta la actual vigésima edición, con la máxima “Leer es crecer”, inaugurada el 11 de febrero en Ciudad de La Habana, en la Fortaleza de San Carlos de La Cabaña. Evento considerado el más significativo dentro del movimiento editorial cubano. El mismo se extenderá hasta el 20 de febrero en la Capital y en el resto de las provincias hasta el 6 de marzo.
Esta nueva edición va dirigida a brindar distinción al Bicentenario de la primera independencia de América Latina, a los 220 años de la Revolución Haitiana y a la primera declaración de la abolición de la esclavitud.
También rendirá homenaje a los autores Jaime Sarusky, Premio Nacional de Literatura 2004, y Fernando Martínez Heredia, Premio Nacional de Ciencias Sociales 2006. Además de las culturas de los pueblos integrados a el ALBA: Antigua y Barbuda, Bolivia, Cuba, Ecuador, Mancomunidad de Dominica, Nicaragua, San Vicente y las Granadinas y Venezuela.
Se tienen previstos cerca de 500 espacios para la realización de coloquios, mesas redondas, conferencias, lecturas, presentaciones, premiaciones y homenajes, con presentaciones públicas de diversos géneros musicales, espectáculos danzarios y muestras de cine; incluyendo un espacio para la más joven generación con la apertura del Pabellón Infantil “Tesoro de Papel”.
Zuleica Romay. Fotos R. A. Hdz. |
Las palabras de apertura de la Feria estuvieron a cargo de la Presidenta del Instituto Cubano del Libro, Zuleica Romay, mencionando el trabajo emancipador y creador de la Revolución con la universalización de la cultura en el pueblo_ el cual se puede decir se extiende más allá de las fronteras de la Isla caribeña con la colaboración solidaria del proyecto “Yo sí puedo”, programa de alfabetización aplicado en más de una treintena de países.
Jaime Sarusky, en su discurso, dio una rápida panorámica de la Cuba antes de 1959, exactamente a fines de los años 40 y en los primeros de la década de los 50 del siglo XX, con las vicisitudes que atravesaba la cultura, mencionando a escritores como los ya, hoy, famosos José Lezama Lima o Alejo Carpentier y dibujando en una frase aquellos tiempo donde “las miserias de la realidad cultural, convertían al escritor en un don nadie, en aspirante a una realización imposible.”
Jaime Sarusky, escritor, junto a Esteban Lazo, Vicepresidente del Consejo de Estado de la República de Cuba. Fotos R. A. Hdz. |
La Revolución le dio vuelta a esa página para crear cultura al alcance de todos por igual.
Sin embargo, otros países han hecho suyos el sueño de los cambios, apoyados en la realidad cubana, con su tenaz resistencia frente a la férrea agresión imperialista y los lacayos europeos, y en la integración solidaria de los pueblos del área.
Las palabras de la nueva ministra de Cultura de Ecuador, Erika Sylvia Charvet, fueron precisas al dar la valoración sobre el espacio creado por la ALBA, la cual constituye una respuesta inédita en estos tiempos, de gran importancia para el desarrollo de los pueblos en el nuevo camino de cambios que se están trazando (con sus propios pasos, no con los pasos impuestos por potencias extranjeras ni por la capa burguesa aun existentes en estos países al servicio del imperio).
Me tomo la libertad de terminar este espacio con un indiscutible fragmento del discurso pronunciado por el Comandante Fidel Castro en conmemoración del Aniversario 47 del Asalto al Cuartel Moncada, 29 de julio de 2000, en el cual deja claro la importante transcendencia de la revolución cultural en la Revolución cubana.
“Hemos desarrollado nuevas y eficientes formas para transmitir al pueblo y al mundo nuestras verdades. El arte y la palabra hablada, la cultura artística y el mensaje revolucionario se han unido de forma casi inseparable en nuestro proceso histórico. Los conocimientos, la cultura general y la conciencia política se profundizan aceleradamente.”
Erika Sylvia, Ministra de Cultura de Ecuador. Fotos R. A. Hdz. |
Discurso pronunciado por la Ministra de Cultura de Ecuador, Erika Sylvia, en representación de los países del ALBA en la inauguración de la Feria Internacional del Libro de La Habana.
Tengo el honor de dirigirme a ustedes en representación de los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos. El ALBA-TCP constituye una iniciativa organizativa inédita que varios gobiernos latinoamericanos y caribeños han impulsado a inicios del siglo XXI como una respuesta a la globalización capitalista y al dominio imperial sobre la región. Hace 20 años, cuando el neoliberalismo campeaba por el continente de la mano de gobiernos convertidos en modernos "Felipillos" por su servilismo y obsecuencia con el "Consenso de Washington", la iniciativa ALBA-TCP hubiera sido impensable. Por ese entonces, Cuba se enfrentaba sola a su destino heroico y cada pueblo de Nuestra América vivía su drama en soledad.
Pero, como en una vuelta de tuerca de la historia, el siglo XXI se ha abierto con un hambre de cambios de esos mismos pueblos que han decidido, casi simultáneamente, elegir y reelegir gobernantes con agendas contrarias al neoliberalismo, agendas que pugnan contracorriente por promover nuevos modelos de desarrollo, de vida, basados en la idea socialista de redistribución, equidad y solidaridad. Por ello, Venezuela y Cuba decidieron crear el ALBA el 14 de diciembre de 2004, a la que luego se sumarían Bolivia, Nicaragua, Dominica, la Honduras de Zelaya, Ecuador y Antigua y Barbuda, San Vicente y las Granadinas.
El ALBA-TCP recupera el sueño de próceres, héroes y heroínas y de los más preclaros intelectuales latinoamericanos y caribeños, hombres y mujeres, de construir la Patria Grande, de integrarnos, de unirnos como único camino para el desarrollo de todas nuestras potencialidades, de respuesta frente al acoso de los imperios y de garantía de continuidad histórica de nuestros pueblos. Bolívar, Sucre, Martí, Manuela Sáenz, Sandino, Eloy Alfaro, Fidel son algunos de nuestros máximos referentes que expresaron y siguen expresando ese sueño en sus discursos y prácticas y nos han enseñado y enseñan que no debemos desmayar en la lucha hasta su consecución.
El ALBA-TCP, además, promueve originales modos de cooperación entre sus estados miembros, basados en la solidaridad y la soberanía. Es el caso del mecanismo de compensación económica denominado SUCRE. En situaciones de crisis como la de Haití, por ejemplo, la respuesta solidaria del ALBA-TCP ha rebasado en mucho la de poderosos países y organismos internacionales. Ahí está, por ejemplo, la presencia de miles de médicos y médicas cubanos que se han movilizado generosamente a cuidar la vida y la salud del pueblo haitiano y cuya entrega incondicional quiero esta noche resaltar y aplaudir. Otro ejemplo emblemático del comportamiento ALBA se evidenció hacia Ecuador, en el intento de golpe de Estado contra el gobierno del Presidente Rafael Correa, el 30 de septiembre de 2010. En esa crisis, la respuesta soberana del ALBA fue inmediata, resonando también en otro importante espacio regional, la UNASUR, respuesta que incidió positivamente en el desarrollo de los acontecimientos y que hoy también quiero agradecer profundamente a nombre del gobierno y el pueblo ecuatorianos.
El ALBA-TCP, por otro lado, promueve un espacio de integración cultural, de expresión de la rica diversidad cultural de nuestros pueblos una de nuestras mayores potencialidades y orgullos, y de la necesidad de compartirla, conocerla y vivirla. Justamente, eso es lo que hoy Cuba hace en la 20a. Feria Internacional del Libro de La Habana al haber designado a las culturas del ALBA como invitadas de honor de esta prestigiosa Feria. Esa honrosa designación posibilita visibilizar nuestra rica realidad multicultural y multiétnica; evidenciar nuestros talentos; estimular el diálogo y debate de ideas entre nuestros escritores, cientistas sociales y filósofos; aproximarnos a las problemáticas específicas de cada país y sus respuestas originales; ponernos de cara a la creatividad e innovación de nuestras industrias editoriales; y, finalmente, compartir la cultura viva de nuestros pueblos expresada en la música, la danza, el teatro y otras manifestaciones culturales que el público asistente tendrá la oportunidad de disfrutar durante los días de la Feria.
Quiero agradecer, a nombre de los países del ALBA-TCP esta honrosa designación y felicitar a Cuba por su tesón por fortalecer este espacio de integración, interculturalidad e intercambio intelectual que constituye siempre la Feria Internacional del Libro de La Habana.
Gracias
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