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martes, 6 de marzo de 2012

La mujer en el mundo

Las mujeres también son actoras importantes en los cambios sociales. Si ellas luchan, qué esperan los demás.

Hay que indignarse junto a ellas.

La indignación contra el capitalismo recorre varias naciones.



Por Mariela Pérez Valenzuela

Pese a la represión de los uniformados, el movimiento internacional de los indignados continúa su lucha a nivel mundial este año, y desde ahora los de Estados Unidos convocaron a una asamblea general en julio en Filadelfia, Pennsylvania, mientras el llamado M/15 de España prepara una marcha a nivel mundial el próximo 12 de mayo.

El M-15, en el que se reconoce a los manifestantes pacíficos, nació el 15 de mayo del pasado año, celebrará así el primer aniversario del movimiento conocido como el de los indignados por las políticas de reformas económicas de las autoridades peninsulares, que afectan a una alta cifra de la población.

En el 2011, la convocatoria fue realizada por la plataforma ciudadana “Democracia Real Ya”, pero en estos momentos la corriente de los inconformes se extiende a numerosos países europeos y a Estados Unidos, donde la violencia policial es calificada de terrorista, dada las golpizas dada a los pacíficos manifestantes.

Mientras, en varios estados de la Unión, y con énfasis en Washington, la capital federal, el llamado Grupo de Trabajo de la Declaración del 99 por ciento (cifra de ciudadanos que se considera afectada por el sistema capitalista) confirmó que serán 876 los delegados a la reunión de julio, con sede en la histórica ciudad de Filadelfia, donde se firmó el acta de independencia de las 13 colonias británicas devenidas luego la Unión de Estados Americanos (USA) el 4 de julio de 1776.

El periódico San Francisco Chronicle confirmó que los estadounidenses exigirán al gobierno de Barak Obama “una reparación de agravios” a la que es sometida la gran mayoría de la población del llamado país de la democracia. El Grupo de trabajo, encargado ahora del cónclave de julio, forma parte del gran movimiento Ocupa Wall Strett (OWS), que surgió el 17 de septiembre del pasado año en la calle donde radican los grandes emporios financieros estadounidenses.

Mujeres: mil y más razones para estar indignadas

Las mujeres se han integrado de manera masiva al movimiento internacional de los indignados/as afectados por la crisis capitalista global, ya que son ellas las más golpeadas en el orden laboral y social, amén del sufrimiento originado por el negocio de las guerras, las cuales impulsan a la industria armamentista con saldo económico positivo.

Ellas y sus hijos han sufrido históricamente los resultados de las crisis cíclicas del capitalismo. En estos primeros meses de 2012, esa crisis por primera vez se manifiesta de manera simultánea en los grandes centros de la economía mundial. Y, una vez más, el sector femenino es golpeado – desde las jóvenes que no encuentran un primer empleo, hasta aquellas que los han perdido debido a las políticas de recorte exigidas por los acreedores internacionales.

La población femenina, que siempre ha dado el ejemplo en las grandes batallas que ha librado la Humanidad, también se hace sentir con fuerza en el movimiento de los indignados –llamado así de manera genérica- en ciudades de Europa y Estados Unidos, donde reclaman sus derechos y se enfrentan a las políticas neoliberales de sus gobiernos.

En Italia, luego de la caída del gobierno de Silvio Berlusconi, el nuevo gabinete de Mario Monti, ha recrudecido la llamada terapia de choque, medidas que ahogan aún más las economías personales, en especial las femeninas.
Por ello, las italianas continúan llenando las plazas y calles del país. En la romana Plaza del Pueblo se reunieron más de 20 mil mujeres, y en otras 20 ciudades, también en las vías públicas, adhirieron la protesta del Comité “Si no ahora, ¿cuándo?”, creado en medio de las protestas populares en la nación europea, quebrada por la crisis capitalista.

Medios de prensa en Roma, la capital, indicaron que entre las indignadas reconocieron a actrices, cantantes, profesionales, estudiantes, periodistas y amas de casa, que exponían la humillación a que son sometidas por el nuevo Ejecutivo.

“Ha cambiado el gobierno, queda por cambiar el país”, era el lema de las indignadas de una nación en la que una de cada dos mujeres no trabaja, una de cada tres se ve obligada a abandonar el empleo al tener su primer hijo, por ser demasiadas extensas las filas en las guarderías para ocupar un espacio, y pagar una empleada es imposible por el alto costo.

Luisa Rizzitelli, del comité organizador de las italianas sumadas a las protestas, señaló que las italianas trabajan 60 horas por semana, más que ninguna otra europea. “Estamos aquí, afirmó, para decir que no nos vamos. Queremos trabajar, queremos tener niños, queremos estar en el centro de un plan para el crecimiento del país”.

En España, donde hay más de 5,2 millones de desempleados, también las mujeres están asentadas en Madrid, junto a la Puerta del Sol.

Durante meses, las mujeres españolas han tomado las calles, se han asentado en el piso, pasado noches en vela, en protestas pacíficas pero firmes por la devolución de sus empleos para ellas y sus familiares.

Estados Unidos es otro foco de las protestas femeninas, en el llamado movimiento Ocupa Wall Street, corazón del sistema financiero capitalista. Justamente en esa nación es donde el gran movimiento de los indignados y las indignadas ha sufrido la mayor represión, pues, según informan los medios, han sido detenidos y golpeados mujeres y hombres por las fuerzas policiales al servicio del gobierno del demócrata Barack Obama.

Aunque residen en la sede de la mayor economía mundial, que no ha logrado salir aún de una recesión iniciada en el 2008, exigen a Obama que –tal como prometió en su campaña electoral pasada- mejore los principales medidores sociales y revierta el desempleo que atañe a más de 12 millones de personas en la llamada nación de las oportunidades.

La crisis, que golpea más fuerte a Estados Unidos y a la Unión Europea, pero que se hace sentir también en Asia y América Latina, atañe a las esferas financieras, alimentaria, energética, medio ambiental, cultural, de credibilidad, ideología y gobernabilidad.

El informe anual de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de 2010 afirmó que para esa fecha existían 200 millones de personas sin empleo en el mundo, una cifra que –aunque todavía no se difunden los números oficiales del pasado año- debe ser mucho más alta ahora, debido al quiebre de varias naciones europeas y la propia cuna del capitalismo mundial.

Es en ese contexto que aparece la figura femenina como la más perjudicada en el orden laboral, ya que especialistas consideran que ha subido de manera considerable el desempleo, a nivel mundial, en sectores como la industria manufacturera, maquila y textiles – en las que se observa una considerable presencia femenina- turismo y empleo doméstico.

Con el cierre de un altísimo número de negocios en Europa y Estados Unidos –que empleaba mano de obra de emigrantes femeninas a bajo costo- se ha eliminado las posibilidades no solo de la sobrevivencia personal, sino también la familiar, pues las remesas enviadas a sus parientes en naciones subdesarrolladas ha mermado.

La OIT estimó, en el 2010, que la tasa de desempleadas a nivel mundial, subió del seis por ciento en el 2007, a siete por ciento en el 2009, mientras el empleo masculino lo hizo un poco menos, de 5.5 por ciento a 6.3 por ciento.

La organización consideró también que si bien los dos sexos están afectados por la pérdida de sus empleos, el verdadero impacto de género aún no ha llegado, pues cuando se produzca una recuperación económica – previsible para el 2016- las mujeres tardarán mucho más que sus opuestos en encontrar un nuevo trabajo, aún cuando estén más capacitadas.

En estos tiempos comienzan a surgir o fortalecerse fenómenos de distinto tipo que atañen a las mujeres y sus hijos. Las guerras fomentadas por Estados Unidos con el apoyo de sus socios capitalistas de la Unión Europea han dejado miles de mujeres y niñas y niños fallecidos, huérfanos, mutiladas/os, adoptados y llevados a países lejanos de los propios. Miles de familias resultaron asesinadas mientras dormían en lugares como Palestina, Libia, Afganistán, Iraq. Las mujeres son víctimas de la paranoia guerrerista capitalista, que destruyen sus hogares, sus negocios informales, sumiéndolas en un deterioro físico y psicológico, sin posible recuperación médica para la mayoría de ellas.

Por eso, es común observar en las grandes manifestaciones de las masas indignadas por el saqueo capitalista de sus economías a las mujeres que reclaman, con justeza, la devolución de su modo de vida, de sus conquistas, de sus empleos.

Europa caliente

Pese a la fuerte temporada de invierno en Europa, los residentes en España, Grecia, Portugal, Reino Unido y los últimos días en Francia, han resistido las bajas temperaturas en las calles para expresar su indignación por los grandes recortes exigidos a esos países por los grandes grupos financieros mundiales para tratar de salvar sus economías golpeadas por la crisis capitalista global.

Más de mil personas, en su mayoría jóvenes, cumplen ahora en el Reino Unido un año de cárcel por ser considerados culpables de crear disturbios callejeros. Ellos fueron apresados en las manifestaciones pacíficas realizadas en varias ciudades británicas en el 2011.

En ese sentido, el primer ministro británico, el derechista David Cameron, ordenó el aumento de las fuerzas policiales en las calles londinenses y luego pidió tolerancia cero contra personas implicadas en los incidentes.

En las fotos que circulan en Internet es visible el ataque furibundo que las fuerzas del orden han desarrollado contra los indignados en Londres, capital del Reino Unido, y otras ciudades de esa nación aliada a Estados Unidos en sus campañas guerreristas en el Medio Oriente.

Los pueblos afectados por los recortes presupuestarios, que afectan a las familias, la juventud y la ancianidad, realizan protestas pacíficas, pero que casi siempre terminan con la acción desenfrenada de los uniformados que siguen órdenes de sus respectivos gobiernos.

Las manifestaciones pacíficas contra las políticas económicas oficiales continúan en Grecia y Portugal, que junto a España cuentan en su conjunto con el mayor desempleo juvenil de la Unión Europea.

La indignación contra el capitalismo recorre varias naciones, en un movimiento que, lejos de extinguirse, sigue captando personas descontentas con un sistema que sólo les trae infelicidad.

La acción desmedida policial no repara en sexos. Las mujeres también son maltratadas por indignarse contra el sistema que hunde al mundo en la crisis y despoja a los pueblos de sus derechos.




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