| Dibujo de un archivo confidencial de Alan Gross | 
Por Tracy Eaton.
Alan Gross previó la creación de conexiones a Internet por satélite para judíos cubanos en La Habana
 y otras seis provincias, y luego ampliar su esfuerzo por incluir  a no 
menos de 30 mil masones en más de 300 sedes en todo el país.
Los Judíos cubanos tenían “valor estratégico” en el proyecto debido a sus lazos religiosos, financieros y humanitarios a los Estados Unidos, según dijo Gross en una nota de octubre de 2008 archivada este mes en una Corte de Distrito Federal.
Las sinagogas judías eran “un trampolín 
seguro por el cual la diseminación de información será ampliada”,  
escribió Gross en la nota de 27 páginas a su antiguo empleador, la Development Alternatives Inc (DAI), un contratista federal en Bethesda, Md.
La nota y otros documentos archivados 
este mes en una Corte de Distrito Federal de EEUU dan nuevos detalles 
sobre el alcance original del proyecto multimillonario, que fue diseñado
 para ir lejos más allá de ayudar a judíos a conectarse a Internet como 
el Departamento de Estado ha sugerido repetidamente.
Gross, de 63 años, y su esposa, Judy, 
demandan a la DAI por 60 millones de dólares, alegando que el 
contratista falló en la preparación de Gross para su arriesgada misión, 
provocando su captura en 2009. La DAI ha negado la acusación y dice que 
no es culpable del encarcelamiento del subcontratista.
Las autoridades cubanas detuvieron a 
Gross en diciembre de 2009. Fue declarado culpable de crímenes contra el
 Estado y condenado a 15 años de prisión.
En su nota de 2008 dijo que sedes de 
organizaciones humanitarias  de Estados Unidos que llevan computadoras y
 otras provisiones a judíos en Cuba podrían ser útiles en el proyecto  democracia
 de DAI. Una implicación posible es que estos grupos podrían ser 
utilizados, quizás sin saberlo, para trasladar equipos de conexión a 
Cuba, aunque Gross no explica en detalles lo que tenía en mente.
Él escribe que judíos cubanos y masones 
podrían ser útiles a la DAI para establecer un punto de apoyo de 
información y tecnologías de comunicaciones:
“Estos grupos son objetivos probables para establecer con éxito un punto de apoyo de bajo perfil en cuanto a las TICs.
 Ambos han ampliado las redes de organizaciones y comunidades en toda la
 isla y ambos están conectados y/o tienen fuertes relaciones 
institucionales con organizaciones estadounidenses religiosas y 
humanitarias que con frecuencia patrocinan misiones en la Isla.”
En su oferta a DAI, Gross propuso 
establecer sitios de Internet en 12 sinagogas judías en las provincias 
de La Habana, Villa Clara, Cienfuegos, Guantánamo,
 Granma, Camagüey y Santiago de Cuba. Aproximadamente 1,800 hombres, 
mujeres y jóvenes eran miembros de las sinagogas. Ellos eran el objetivo
 inicial del proyecto democracia. Gross escribió:
“Los miembros del grupo
 objetivo primario serán capaces de ayudar a capacitar a miembros del 
grupo objetivo secundario en caso de seguir en el proyecto.”
El grupo secundario – o el que le sigue –
 tenía como objetivo miembros de 319 Logias Masónicas en Cuba. Una 
infografía que presentó Gross a la DAI también incluía a “juventud, 
mujeres y afro-cubanos”.
Gross dijo en documentos de la corte que 
él coordinaba algunas de sus actividades con la Fundación de Desarrollo 
Panamericano, o FUPAD, otra organización que había recibido fondos del 
gobierno estadounidense para tratar de apresurar la transición de Cuba a la democracia.
Agentes cubanos alcanzaron la 
infiltración en la operación de de FUPAD en Cuba. Uno de los contactos 
principales de la organización, José Manuel Collera Vento, la antigua 
cabeza de los Masones, organización fraternal en Cuba, resultó ser un 
informante para la Seguridad de Estado Cubano (Ver la entrevista con Collera, también conocido como el Agente Gerardo).
A la vez, Gross encabezaba una pequeña 
compañía llamada JBDC. Él se preocupó por los esfuerzos de 
contraespionaje del gobierno cubano y estuvo sobre todo preocupado por 
el destino de sus contactos en la comunidad judía de Cuba.
La nota 2008 subraya la necesidad de mantener el secreto:
“Toda la información en
 esta página es considerada altamente confidencial y no debe ser 
divulgada o reproducida para su distribución sin la autorización expresa
 por escrito de JBDC, LLC. El incumplimiento de esto podría causar un 
daño irreparable a ciertas partes de la isla.”
En documentos de la corte, el abogado de 
Gross dijo que la mayor preocupación de la DAI fue averiguar quién lo 
reemplazaría si ya no podía llevar a cabo el proyecto. Un memorando de esta organización a Gross decía:
“Considerando sus 
preocupaciones en cuanto a su capacidad de permanecer a la isla, por 
favor indique por escrito su plan de contingencia en el caso que usted 
sea incapaz de seguir trabajando en la isla por cualquier razón. ¿Quién 
asumirá el proyecto hasta su finalización?”
Gross contestó que si él llegara a ser 
“persona non grata” en la isla, su compañía, JBDC, volvería a escoger un
 nuevo líder. Él escribió:
“Tenemos varios (3) 
candidatos excelentes con quien hemos trabajado durante más de cinco 
años en proyectos de información sobre el terreno. En caso de que el 
director del proyecto se haga PNG, JBDC tomará una decisión acerca de 
quién reanudará el liderazgo con la confianza que DAI aprobará la 
elección. Un aspecto clave en esta decisión implicará principalmente la 
disponibilidad.”
La Agencia de EE.UU. para el Desarrollo 
Internacional (USAID) había adjudicado un contrato por valor de $28 
millones para llevar a cabo el proyecto de la democracia en 2008. La empresa pidió a Gross unirse al esfuerzo y le dijo que era subcontratista top del proyecto.
Gross y otros transportaban equipos para 
la conexión a Internet vía satélite a Cuba y los instaló en sinagogas en
 La Habana, Camagüey y Santiago de Cuba. Él nunca llegó a su objetivo de
 crear sitios de Internet en 12 comunidades en siete provincias. Tampoco
 hay evidencia de que él amplió su proyecto para incluir a los masones.
Gross viajó realmente a Cuba para comenzar la segunda fase del proyecto, pero fue detenido cuando trataba de dejar la isla.
Alan Gross viajaba solo en ese momento y su compañía era en gran medida una operación de un solo hombre.
Sin embargo, persiguiendo el subcontrato 
de DAI en 2008, Gross dijo que “un socio de desarrollo de la comunidad’ 
le asistiría en el principio del proyecto. Gross escribió que William 
Recant: ...
“es considerado 
confiable por la comunidad. Él tiene un entendimiento excelente de los 
matices en cuestiones de vida política y organizativa de la Isla, así 
como un asimiento penetrante sobre cómo hacer cosas allí.”
Recant es asistente del vicepresidente 
ejecutivo del Comité de Distribución Conjunto Judío- americano, o JDC, 
conocida como “la principal organización de ayuda humanitaria judía del 
mundo.”
*Nota del editor: Dejé un mensaje a JDC solicitando opiniones y no aún no he recibido respuesta de la organización.
La biografía de Recant dice que él:
“sirve como 
funcionario superior con respecto a todos los programas de socorro de 
JDC no sectarios y desastres. En esta función, coordina proyectos 
relacionados con el rescate, alivio y renovación de las comunidades 
judías de todo el mundo y el desarrollo no-sectario de programas. Will 
es también el Director de Información para el desarrollo de América 
Latina y Europa en la sede de la Comunidad JDC en Nueva York, que lo 
involucra en un esfuerzo por aliviar la comunidad Argentina en crisis.”
Extractos  de las 27 páginas del memo de Alan Gross (en inglés) se encuentran en el blog de Tracey Eaton.
(Traducción La pupila insomne)
No hay comentarios:
Publicar un comentario