Tomado de Pupila Insomne.
Por Omar Pérez Salomón
Un amigo me ha repetido varias veces que 
los poderosos entienden el mundo al revés. Será por eso que dos días 
antes del ataque terrorista a las torres gemelas en New York, el 9 de 
febrero de 2001, Cuba se convierte en el  primer Estado acusado de planear ataques cibernéticos contra Estados Unidos; cuando en la audiencia del Comité selecto del Senado
 sobre Inteligencia, que trató el tema de “la amenaza mundial”, el 
entonces director de la Agencia de Inteligencia de Defensa, Almirante 
Thomas R. Wilson, identificó a la Mayor de las Antillas como un posible 
país “ciberatacante”.
 
También Cuba aparece asociada al surgimiento de Internet según nos explica el profesor Juan Fernández González
 en su artículo “La crisis de octubre y el secreto mejor guardado de 
Internet”, donde los acontecimientos que pusieron al mundo al borde de 
una guerra nuclear en 1962, fueron en parte responsables de la aparición
 de la red de redes.
Resulta significativo que el 14 de abril 
pasado, fecha de las elecciones en Venezuela fueran atacados varios 
sitios de ese país en Internet, incluyendo el del Consejo Nacional 
Electoral (CNE); hackeados las cuentas en Twitter de Nicolás Maduro
 y la del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Pero más 
revelador es que el 18 de abril varios sitios cubanos en Internet 
recibieran un ataque de denegación de servicio que los afectó por varias
 horas.
¿Qué se pretende con estos ataques cibernéticos que no sea acallar la palabra y la información veraz de medios alternativos a los monopolios al servicio del imperialismo? No es muy difícil suponer que las mismas fuerzas que estimulan los actos vandálicos que llevan a cabo sectores de la derecha venezolana contra los colaboradores cubanos que trabajan en los Centros de Diagnóstico Integral de Salud de ese país, están detrás de los ataques a las redes cubanas.
Actualmente, Cuba y Venezuela son los 
principales blancos de la maquinaria imperialista. Que nadie dude que 
tras las bestiales campañas mediáticas y agresiones cibernéticas contra 
ambos países están los planes de intervención armada al estilo de Libia o Siria; los que a lo largo de la historia han olvidado o minimizado este tipo de hechos han sido aplastados.
Uno de los sitios afectados fue el Portal CubaSí
 que divulga con una visión revolucionaria y descolonizadora los 
acontecimientos nacionales e internacionales y permite comprender el 
mundo más allá de Europa y EE.UU. Según el indexador Alexa – abril de 
2013 -,  CubaSí está entre los sitios cubanos más consultados en Venezuela y su posicionamiento  en la red tiene una tendencia creciente.
Recuerdo que hace 23 años por estos días 
los técnicos y especialistas cubanos se enfrentaban con éxito – como lo 
hicieron en esta ocasión los técnicos y expertos en informática -  al 
intento de imponernos una señal de televisión que agredía nuestro 
espacio radioelectrónico y que ha sido batida día tras día en estos años
 a los pocos minutos de su salida al aire. Como mismo osaron nombrar “Simón Bolívar” al comando de campaña de la derecha venezolana, a la televisión anticubana la mal llamaron “José Martí”.
El  ataque a sitios cubanos en la red, en
 medio de una guerra mediática gigantesca, es un acto muy peligroso que 
tiene que tener una respuesta rápida en el restablecimiento de los 
daños, para seguir informando y divulgando la verdad de nuestros 
pueblos.
El 19 de abril se conmemoró el 52 
aniversario de la primera gran derrota del imperialismo estadounidense. 
Las pretensiones imperiales de destruir el ejemplo y la política de 
principios de la Revolución Cubana continúan presentes a través de 
operaciones encubiertas y otras acciones del gobierno de Estados Unidos.
 La situación actual no es la misma que hace 52 años; varios gobiernos 
revolucionarios en el continente – Venezuela, Bolivia, Nicaragua, 
Ecuador -  se enfrentan abiertamente al imperialismo y otros desconocen 
el tutelaje yanqui en la conducción de la política y la economía de 
nuestros países.
Playa Girón asombró al mundo, pues en 
menos de 72 horas se logró derrotar a la poderosa maquinaria bélica 
gringa. Los círculos políticos y la Administración yanqui buscaron una 
explicación al desastroso fracaso de Bahía de Cochinos; pero 
desestimaron el elemento decisivo y que definiría la victoria de las 
fuerzas cubanas: El apoyo a la Revolución y a su líder Fidel Castro por parte del pueblo cubano, que ya había hecho suyas las ideas de justicia social, dignidad y soberanía nacional.
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