Delegación cubana en la ciudad española de Valencia, a la izquierda David Rodríguez Fernández, Presidente de la Asociación valenciana de amistad con Cuba José Martí |
Tomado de la Jiribilla. Revista de Cultura Cubana.
Yinett Polanco • La Habana, Cub.
Colocar la voz de Cuba en los espacios tradicionalmente copados por
una información manipulada sobre la Isla es un reto arduo. Vale la pena
intentar, aunque sea de vez en vez y ello implique riesgos, lograr un
espacio que ofrezca a las audiencias de los grandes medios de
comunicación una perspectiva diferente sobre la realidad cubana. Eso fue
lo que hicieron, en un viaje reciente a España, Mirtha Rodríguez, la
madre de Antonio Guerrero, uno de los cubanos antiterroristas presos en EE.UU.; Hugo Pons, vicepresidente de la Asociación de Economistas y Contadores de Cuba, e Iroel Sánchez creador del blog La pupila insomne.
Numerosos medios alternativos como Cubainformación, Rebelión, Tercera información y Mundo obrero, diarios como Público, La Vanguardia, El Levante, El Diario Vasco, El diario.es,
e incluso agencias de prensa como EFE y Europa Press y el Canal 24
Horas de Televisión Española se hicieron eco y ofrecieron cobertura a
esta visita sobre la cual conversó con Iroel Sánchez La Jiribilla.
¿Cuáles eran las expectativas con este conjunto de presentaciones?
España se ha convertido en una especie de segundo Miami. Allí circula una importante cantidad de dinero que EE.UU.
ha dedicado a financiar publicaciones digitales o agrupaciones de una o
dos personas que, de cara a los medios, se presentan como
organizaciones o plataformas y secuestran la voz de los cubanos, incluso
la de los cubanos residentes en España. Por ejemplo, recientemente Luis
Pérez, presidente de la Federación de Asociaciones de Cubanas y Cubanos Residentes en España, fue amenazado de muerte por estos grupos,
precisamente porque había intentado exponer su opinión en uno de los
foros donde fue uno de esos personajes que anda de gira por ahí.
Hay, como diría el presidente de Ecuador Rafael Correa,
una opinión pública y una opinión publicada. Entre una y otra está el
escamoteo de las voces de la mayoría de los cubanos, incluso de quienes
no residen en nuestro país. De cara a ese fenómeno, un grupo de
instituciones de la Isla organizaron esta experiencia de intercambio con
instituciones y organizaciones de solidaridad, con medios de
comunicación y parlamentos españoles. Es algo que se hizo también el año
pasado, había un compañero de la cancillería, Alberto González; estaba
Mirtha Rodríguez, la madre de Antonio Guerrero, uno de los cubanos antiterroristas presos en EE.UU.;
un Vicepresidente de la Asociación de Economistas, Hugo Pons, para
abordar un tema muy manipulado, el de los cambios económicos en Cuba, y
yo.
Los llamados grandes medios refirieron la visita de esta
delegación de Cuba de un modo menos hostil al que suelen hacerlo
habitualmente. ¿En qué momento está el tema Cuba en los medios de
comunicación españoles?
Hay una saturación del relato que le da voz a estas posiciones fabricadas con el dinero del gobierno de los EE.UU. Hasta los mismos periodistas te lo dicen off the record,
que están cansados de oír lo mismo. Además, estas personas, a su paso
por España, se han asociado a lo que hoy representa el sector más odiado
de esa sociedad, porque son quienes están lanzando a la calle a los que
no pueden pagar su casa, y mantienen desempleados a la mitad de los
jóvenes y a más de un cuarto de la población. Han recortado los
servicios de salud y de educación de manera brutal. Me contaron una
anécdota espeluznante acerca de un muchacho en Asturias que llegó a un
servicio de emergencias, le pusieron una prótesis de rodilla y cuando se
enteraron que él no la podía pagar, lo regresaron al quirófano y se la
quitaron. Eso va contra el sentido más elemental del respeto a la
humanidad. Estos otros personajes que van allí desde Cuba se retratan y
se abrazan con los defensores de esas políticas.
Uno se da cuenta de que quienes están pasando penurias no tienen el
acceso a los medios de comunicación controlados por accionistas y
anunciantes, una minoría. Pero cuando llegas a una universidad o a uno
de los espacios donde están los sectores perjudicados por estas
políticas, hay un rechazo y un desprecio absoluto por esas alianzas.
Hoy, quizá el sector más activo en la lucha social en España es el
conformado por aquellos que han sido afectados por la hipoteca. Durante
los días de la visita, estaba desarrollándose el debate del proyecto de
ley acerca de las hipotecas. Desde Andalucía, el gobierno local pidió un
momento en el Parlamento español para exponer una alternativa en el
tema y no le dieron espacio casi al mismo tiempo que recibían a uno de
estos personajes fabricados por la propaganda de EE.UU. contra Cuba.
Para colmo, coincidió que a una de las familias de las personas que
decidieron irse a vivir a España luego de los procesos de negociaciones
del año 2011 entre el Estado cubano y la Iglesia, como se le había
acabado el presupuesto porque no trabajan fue lanzada a la calle. No
solo fue lanzada a la calle, sino que intentaron protestar y fueron
reprimidos de manera brutal por policías antimotines. Eso provocó una
reacción muy indignada de estas personas que ya están conociendo al
capitalismo.
En ese contexto tan convulso de lucha social no tiene cabida ningún
planteamiento político que se apoye en quienes están implementando esas
medidas aunque controlen un sector importante de los medios de
comunicación. Estuve en una facultad de comunicación en Barcelona, con
estudiantes de Periodismo y no encontré la menor simpatía por estos
personajes fabricados a fuerza de dinero y tecnología por la propaganda
norteamericana contra Cuba. También estuve en la facultad de Geografía
e Historia, en la Universidad de Valencia, con un grupo de estudiantes
que organiza estas manifestaciones, que se llama Acontracorrent, y lo
que encontré fue simpatía por los procesos de Cuba y Venezuela,
curiosidad e interés por el caso de los Cinco. O sea, que una cosa es
esta alianza de elites y otra cosa es el sentido de la realidad de lo
que ocurre en los sectores populares.
Es muy representativo que a uno de estos personajes del guiñol
anticubano de visita por España, que salió por televisión le
preguntaron: “¿No te vas a reunir con el 15-M?, ¿no te vas a reunir con
la plataforma de los afectados por la hipoteca?” y respondió: “Ah, no.
No me han invitado”. ¿Cómo lo van a invitar si esta persona representa
todo lo contrario a la causa por la que ellos luchan?
Y en efecto, esta vez nos dieron espacio. Las agencias de prensa como
EFE y Europa Press fueron bastante objetivas y sus despachos fueron
reproducidos por otros medios. También reflejaron nuestra visita diarios
como Público, que tiene un posicionamiento más interesante,
menos dogmático en el análisis de estos temas. Incluso otros medios de
prensa que tienen una posición editorial, generalmente hostil a Cuba, en
aras de su propia credibilidad nos abrieron un espacio tratando de
imponer ciertos condicionamientos, manipular las imágenes, asociar
nuestras declaraciones a determinadas posturas. Lo hicieron porque
sienten que con eso ganan legitimidad y rompen una saturación que saben
han creado sobre este tema. De todos modos, fue útil y rompió un
discurso monocorde sobre Cuba.
Está el ejemplo concreto de la entrevista en el Canal 24
Horas de TVE sobre el cual comentabas que si se quería analizar el tema
de la manipulación y el condicionamiento de la imagen era un material de
estudio perfecto.
Ese video es para estudiarlo, porque es cierto que nos dieron un
espacio en vivo (creo que fue de siete minutos), pero nuestra entrevista
estaba precedida por un reportaje sobre Cuba donde se insertaban todos
los lugares comunes de la propaganda: términos como “régimen”,
“bancarrota económica”, “falta de libertades”. Después, las preguntas
partieron de lo dicho en esa introducción y cuando nosotros
respondíamos, nos ponían en una esquina de la pantalla y en el centro
iban todas las imágenes sórdidas, oscuras y más estereotipadas de
nuestra realidad que estaban en aquel reportaje. Esas fueron las reglas
del juego. Uno puede sonreírse y explicar, pero es difícil, sobre todo
si no tienes acceso al monitor para ver en tiempo real lo que el
televidente está recibiendo en vivo.
A pesar de eso, las respuestas que salieron en Twitter
a la entrevista fueron muy positivas, tuvo buena acogida, fue como un
rayo de sol que penetró en esa oscuridad, porque son espacios con
discursos muy cerrados sobre Cuba y pusimos en ellos una visión
distinta, aunque sea por unos segundos.
¿Y la presentación de tu libro Sospechas y disidencias?
La presentación de Sospechas y disidencias
en Casa de América, de Madrid tuvo repercusión en las agencias y en
algunos medios de comunicación, no así la que se hizo en Valencia que
solo fue reflejada por medios alternativos. Uno de los medios que
asistió se mantuvo en silencio durante dos días sobre el evento, pero
cuando se percató que ya no se podía silenciar el tema, lo asoció a que
—entre los varios intelectuales presentes— estaba Willy Toledo, el actor
español que ha sido casi linchado por su posición solidaria con Cuba, y
se refirió entonces a que allí estaba Toledo, y lo convirtieron en otro
motivo para su acoso y para descalificar a los profesores
universitarios que presentaron el libro: Ángeles Diez y Carlos Fernández
Liria. De todos modos, hay que aprovechar todos los espacios y confiar
en la inteligencia de las personas que conforman la audiencia de esos
medios que bombardean tanto a Cuba.
Uno de los integrantes de la delegación cubana fue Mirtha Rodríguez, la madre de Tony Guerrero, ¿cómo es la percepción del caso de los Cinco? ¿Cuán informados están los españoles sobre ese tema?
Hay distintos niveles. Por supuesto que en las organizaciones de
solidaridad con Cuba, están totalmente informados. En los medios de
comunicación, uno se da cuenta de que, aunque no hablen de eso, tienen
una idea bastante general del tema y el periodista a nivel personal
hasta llega a emocionarse por el contacto con Mirtha y lo que ella le
cuenta. Si después ellos no lo reflejan en sus medios, es diferente y
uno se imagina por qué.
Me llamó particularmente la atención que en los Parlamentos que
visitamos en Cataluña y en Valencia, las fuerzas políticas que nos
recibieron —bastante diversas en ambos lugares— conocían el tema; pero
en Barcelona, por ejemplo, nos contaron de la oposición feroz del
Partido Popular a que hubiera alguna moción o posicionamiento sobre ese
asunto, como ha ocurrido en otros Parlamentos del mundo.
El trabajo que se ha hecho en relación con la denuncia de la
injusticia cometida contra los Cinco es conocido. Las personas, incluso
los políticos y los parlamentarios, se identifican con el tema, a pesar
de que, lógicamente, no asumen nuestras posiciones y te digan que no
pueden hacer nada porque hoy son minoría, pero de todas maneras expresan
su solidaridad.
España está en un momento en que se han destapado muchos escándalos
de corrupción desde el poder, y hay legislaciones que recortan más y más
los derechos del llamado Estado de Bienestar, que fue en determinado
momento un paradigma social desde Europa. Todo eso está ocupando la
agenda política de manera muy intensa; pero a la vez, uno percibe en
todos los lugares donde estuvimos una admiración y una simpatía con los
Cinco, con Mirtha y con sus familiares, muy grande, por ello uno le
encuentra más sentido a lo que nuestro pueblo y mucha gente en el mundo
está haciendo por su liberación.
En tu post “Valencia republicana” llamas la atención sobre el tema del borrado de la memoria histórica en España…
En España ha sido escamoteada la memoria histórica relacionada con la
República. Hubo 40 años de dictadura franquista, luego una llamada
transición que no resolvió —como se está viendo hoy con todo lo que está
ocurriendo— la expresión democrática del pueblo español. En el caso
particular de Valencia uno no encuentra, con excepción de una tarja en
un hotel que recuerda que ahí estuvo la Casa de la Cultura, ninguna
alusión a este pasado republicano. Algo parecido a lo que pasa en París
con la Comuna. La derrota de estos procesos implicó también el barrido
total de la memoria histórica y la imposición de un relato que busca
excluir a una parte importantísima, no solo de la historia de un país,
sino de la historia de la humanidad.
Durante la República española, pasaron por Valencia una gran parte de
los intelectuales más importantes de ese momento en el mundo, figuras
de primera línea como Ernest Hemingway,
André Bretón, Robert Capa. Desde muchos lugares llegaron las brigadas
internacionales, incluso se dice que hubo más de mil cubanos.
Ahí radicó el gobierno de la República, y se efectuó el Congreso de Intelectuales Antifascistas donde estuvieron Alejo Carpentier, Nicolás Guillén, Félix Pita Rodríguez...
Uno recorre la Calle de la Paz, los refugios… y allí no queda nada, no
hay una tarja ni nada que lo diga. Me contaron que el Partido Popular,
que está gobernando en esta ciudad desde los años 90, no ha dedicado un
centavo para eso.
¿Qué líneas de trabajo quedaron para el Iroel periodista, bloguero, tras ese recorrido por España?
Uno no se representa solo a sí mismo. De alguna manera, al estar allí
se es privilegiado por acceder a ese escenario y, por tanto, es un
deber llevar las ideas de muchos otros que no pueden hacerlo. Es muy
estimulante, porque ves que el esfuerzo que haces tiene un sentido,
porque ves también gente que se desplaza desde lugares lejanos para compartir, escuchar, conversar con nosotros.
En segundo lugar, te permite comprobar que muchas personas conocen o leen lo que uno publica en el blog
y esto reafirma el sentido de lo que venimos haciendo, reafirma la idea
de que también quienes luchan ahí son nuestros aliados. Muchas veces,
desde mi blog he divulgado noticias del 15-M, en Valencia,
Madrid o Barcelona, ellos recordaban textos que compartí sobre las
represiones en esas ciudades o de manifestaciones que ocurrieron el año
pasado; y uno se siente acompañado, porque también acompaña a otros.
Tuve la suerte de conocer a quienes hacen los videos en Cubainformación basados en los post del blog, y algunos hasta están desempleados y lo hacen con un enorme esfuerzo, sin pedir nada a cambio. Es de mucho aliento saber eso.
Hay necesidad de acceder a una Cuba diferente a la que los medios de
comunicación pintan. Eso no quiere decir que la gente quiera ver una
Cuba edulcorada, sin contradicciones, pero sí distinta a lo que siempre
les dicen. Lo que más me llamó la atención es la conciencia de lo que
Cuba sigue significando. En la televisión vimos a una señora de la
derecha española, que cuando unos manifestantes le reclamaban sanidad
pública respondía insultando a Fidel. Aparentemente es una cosa loca
pero revela por qué necesitan demonizar a Cuba.
Carlos Fernández Liria lo decía en la presentación de mi libro: “Cuba
es el punto de partida, aquí se nos han confundido los problemas y las
soluciones. En Cuba todavía los problemas son problemas y las soluciones
son soluciones”. En un momento como este, de mucho retroceso en las
conquistas sociales, la gente ve en Cuba una referencia de que aún
acosada y con todos los problemas que tenemos, es posible otro tipo de
sociedad donde los seres humanos ocupen el centro de las decisiones. Por
eso nos atacan tanto.
Tradicionalmente, a la izquierda la ha debilitado la falta de
estrategias conjuntas. ¿Salieron o se reforzaron alianzas de trabajo en
este sentido con medios como Cubainformación o Tercera información que de algún modo estuvieron al tanto de este periplo de ustedes por España?
Ese periplo fue de apenas cinco días pero muy intenso. Uno de los
logros de la derecha ha sido fragmentar y construir la idea de la
soledad y, por tanto, de lo absurdo de luchar. En el caso de las ideas,
de los intelectuales, pues mucho más. Si lo único que te queda es
venderte, qué sentido tiene resistir la corriente. Desde esa
perspectiva, pude reencontrarme con muchos amigos, con intelectuales,
con escritores que sobreviven allí y que siguen teniendo una posición
muy crítica y muy aguda sobre lo que ocurre, y nos han acompañado
durante todos estos años.
Se reforzó la idea de ocupar y articular estos espacios en Internet y
las redes sociales, que muchas veces se ve como algo frívolo, pero son
un escenario donde también está la percepción sobre Cuba. Hay cientos de
blogs, sitios, espacios de comunicación y de lo que se trata
es de articularlos. Todos estos contactos van reforzando esa
articulación y construyendo alianzas. Si nosotros somos referentes para
ellos, también ellos lo son para nosotros porque hoy, y cada vez más, la
defensa de las ideas adquiere un carácter global.
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