El alma moral de la Revolución

Martí y la noche, de José Luis Fariñas. Foto: Juventud Rebelde

Clausurado Consejo Nacional del Movimiento Juvenil Martiano, con una jornada de debate sobre el enfrentamiento a la subversión ideológica.

Tomado de Juventud Rebelde
Por Susana Gómes Bugallo.

Informar, educar y convocar fue el concepto fidelista de trabajo político-ideológico que evocaron Raúl Capote (ex agente Daniel), el periodista Enrique Ubieta y las muchachas y muchachos del Movimiento Juvenil Martiano en una jornada en la que debatieron sobre el enfrentamiento a la subversión ideológica.

Los jóvenes reunidos en la clausura del Consejo Nacional de esta organización, coincidieron en que el pensamiento martiano es el alma moral de la Revolución y en que las nuevas generaciones deben empeñarse en llegar a él mediante la acción. Echar la suerte con los pobres de la Tierra fue un verso que sintetizó la praxis política del Apóstol y que conduce hoy la ideología del socialismo que se construye.

El ex agente Daniel presentó el fragmento de un documental que aborda la guerra psicológica, o de cuarta generación, e ilustra cómo el capitalismo intenta sobrevivir simulando realidades y vendiendo imágenes e ilusiones.

Los ciberguerreros tienen el poder en la información —comentó Capote—, y aseveró que los imperios comerciales estadounidenses acaparan gran parte de la prensa internacional y son capaces de hacer desde un libro hasta un arma para garantizar la reproducción de su imagen y hegemonía.

El periodista Enrique Ubieta insistió en la importancia de definir al enemigo para trazar la estrategia de enfrentamiento. La cultura del tener por encima del ser, que es la que proclama el capitalismo, no concuerda con la martiana utilidad de la virtud, que es la que debemos defender, razonó.

En la tarde, los miembros del Movimiento Juvenil Martiano se dieron cita en el centro cultural librería Alma Mater para celebrar las Jornadas Martianas, ocasión en la que compartieron con intelectuales como Luis Toledo Sande y Fernando Vecino Alegret. Además, comentaron sobre libros imprescindibles y se integraron al taller teatral Contarte.