Por Monica Tilves
Fenómenos como la fundación de WikiLeaks o las filtraciones aportadas 
por Edward Snowden sobre la NSA han puesto a los programas de vigilancia
 de diferentes Estados en el punto de mira. Y, sobre todo, han hecho que
 los ciudadanos se cuestionen ciertos derechos.
Lejos de perder fuelle, WikiLeaks quiere seguir por este camino y ha decidido revelar las entrañas del software de espionaje que utiliza la empresa FinFisher.
Asentada en Alemania, no es la primera vez que las actividades de 
FinFisher salen a la luz, vinculadas a varios sistemas operativos y a 
diversas agencias gubernamentales. Pero parece que había material 
inédito que ahora cualquiera puede descargar para intentar revertir sus 
operaciones, hasta llegar a inhabilitarlas.
Así lo da a entender el propio Julian Assange, que confía
 en que esta publicación ayude “a la comunidad técnica a construir 
herramientas para proteger a la gente de FinFisher, incluyendo la 
localización de sus centros de comando y control”.
“FinFisher continúa operando descaradamente desde Alemania vendiendo 
malware armado para vigilancia a algunos de los regímenes más abusivos 
del mundo”, dice Assange. WikiLeaks aporta una lista de antiguos y actuales clientes de esta compañía, en la que aparecen citados países de diferentes continentes.
“El Gobierno de Merkel pretende estar preocupado por la 
privacidad, pero sus acciones dicen lo contrario. ¿Por qué continúa el 
gobierno de Merkel  protegiendo a FinFisher?”, se pregunta el periodista australiano.
Una de las cosas que está desvelando WikiLeaks con esta filtración es contenido vinculado al spyware
 FinFisher FinSpy PC utilizado para infectar equipos que corren Windows y
 robar todo tipo de datos privados de sus usuarios, incluyendo emails y 
llamadas de voz. Esto es, sin dejar rastro del ataque.
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