Por Gustavo de la Torre Morales
¡Gran indignación se siente!
Lamentablemante, el Golpe de Estado en Bolivia se ha consumado con la renuncia de Evo Morales.
La violencia generada por la oligarquía nacional y sus nexos con el imperialismo yanqui, ha dado al traste con el repliegue de la policía (que permite el vandalismo en las calles), a que el ejército renuncie a sus funciones esenciales de defender el país, a que líderes obreros y de otros sectores prefieran la renuncia de Evo a la organización y la confrontación a los grupúsculos criminales, cuando hay suficiente consciencia de que sirven a los grupos de poder económico que llevan 10 años pujando por derrocar al gobierno boliviano de Evo.
El miedo ha calado en las Fuerzas Armadas, la Policía y líderes sociales... el miedo hizo que la policía se encerrara en sus estaciones y desamparar a la población que reclamaba por seguridad. El miedo hizo que Williams Kaliman, Comandante del Alto Mando Militar y Juan Carlos Huarachi, líder de la Central Obrera de Bolivia, solicitaran a Evo la renuncia, como si eso fuera a detener la violencia que dirigen Carlos Mesa y Luis Fernando Camacho. Ellos no retrocederán en el uso de la violencia, porque les ha funcionado el crear caos, el meterles el miedo en la piel al pueblo para alcanzar su objetivo: el Golpe de Estado.
Los cabecillas de la violencia en Bolivia: Luis Fernando Camacho y Carlos Mesa_Foto del sitio web Infodiez |
Evo Morales sacó de la pobreza a una amplia masa olvidada, que no gozaba de derechos antes de su mandato, que era reprimida y represaliada, hundida en la desigualdad y la pobreza: la indígena.
Los señoritos(as) de la ciudad, que se acostumbraron al consumismo al salir de la pobreza, quieren ahora convertirse en burgueses... no se quieren ver mezclados con las comunidades indígenas y se sienten distantes de éstas.
En algo tiene razón Evo: "Ser indígena y de izquierda es nuestro pecado" y la derecha, la oligarquía, el imperialismo, nunca verá como iguales a la clase obrera, al campesinado, al indígena y, mucho menos, a la izquierda que busca un mundo más justo y mejor.
Sin embargo, la violencia no se detendrá porque lo único que conoce la burguesía es el uso de la barbarie cuando ven en peligro sus intereses económicos, acuden a la violencia cuando sienten el respaldo de instrumentos colonialistas como la Organización de Estados Americanos (OEA) y del imperialismo, con su inminente amenaza de intervencionismo militar.
Solo cabe un simple análisis, renunciar a la izquierda en Argentina y darle el poder a la derecha que representa Macri no detuvo la violencia, darle el poder a Piñeira en Chile no detuvo la violencia, mantener en el poder a narcomilitares en Colombia no detuvo la violencia; incluso, entregarle el poder a Lenín Moreno (vendido a la derecha e intereses imperiales) en Ecuador y darle el poder a Bolsonaro en Brasil, más bien ha traído la violencia fascista a ambos países.
Si los líderes sociales y políticos de Bolivia creen que con la renuncia de Evo se detuvo la violencia, es que no aprendieron ¡NADA! de su entorno cercano y las amargas experiencias que viven pueblos hermanos que todavía tienen a la derecha en sus gobiernos.
Ahora, esa gentuza violenta que obligó a la renuncia de Evo, seguirá en sus maquinaciones para manipular al Tribunal Superior Electoral (más si se elige uno nuevo), impondrá las nuevas reglas del juego que sí provocará el fraude que los lleve nuevamente al poder... y la mano del imperialismo yanqui, como sus millonarios fondos para subvertir, entrarán directamente en ese juego.
El imperialismo yanqui quiere los recursos naturales de Bolivia y la oligarquía mantener su poder económico y político para seguir enriqueciéndose a costa de la clase obrera y el campesinado de las comunidades indígenas_cocaleras fundamentalmente.
Duele mucho ver que la traición empuje a la renuncia a un presidente dedicado enteramente al pueblo.
La historia le ajustará cuentas, algún día a traidores y golpistas... mientras tanto será el pueblo el que sufrirá la violencia y la explotación que se avecina, si la derecha se sienta en el poder.
El Capitalisme es dictatura criminal, aun que se vota, però si los votos no son a su favor, el pueblo està amenazat a vivir con el miedo a la reació violenta del capitalisme criminal, el capitalisme no es compatible con la Democracia de verdá, ni con los derechos Humanos, ni con la paz, ni por la egualdá de los derechos Sociales, el capitalisme ni es compatible con la Naturaleza con el capitalisme, nada es Sostenible. El Capitalisme es Barbaries.
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