Atentar contra José Martí es hacerlo contra Cuba

Pintura de la colección “Per molt anys Revolució” Autor: Gustavo de la Torre Morales

Tomado de Facebook de la FACRE José Martí

Hace unos días atrás, algunos bustos de José Martí e imágenes del apóstol, aparecieron en las redes manchadas de una tinta roja.

Elementos desafectos a la Revolución y totalmente anticubanos han querido “justificar” estos actos de vandalismo como si fuesen “actos de reclamo de libertad”… de rechazo al gobierno revolucionario… de “acusación” al sistema político socialista (dicho sea de paso, aprobado por más de 8 millones de cuban@s en la aprobación de la nueva Carta Magna).

 

Esa minoría, que se dedica a este tipo de actos, son los piden el bloqueo económico contra Cuba, son los que piden la intervención militar extranjera, son los que aplauden la injerencia imperialista, son los que esperan los dólares provenientes del presupuesto destinado por EEUU a la subversión y la indisciplina social dentro de Cuba.

 

José Martí expresó en la Revista Universal, el 31 de diciembre de 1875, que “Arte es huir de todo lo mezquino, y afirmarse en lo grande”.

 

¿Qué de grande tiene mancillar a Martí? ¿Qué “arte” es ese que intenta incendiar los corazones del pueblo con odio? ¿Qué clase de “libertad” puede promulgarse con este tipo de actitud que más que consciencia sólo atiza a la traición, por preferir un gobierno foráneo antes que el que nace del propio pueblo?

 

A esos pueblos que realmente viven bajo una dictadura, como Chile, Palestina, Ecuador o Colombia, habría que preguntarles si mancillarían “artísticamente” a sus héroes y heroínas para mostrar disconformidad… seguramente que no… todo lo contrario, buscarían toda forma de dignificarles, respetarles, engrandecer sus ideales.

 

Por tanto, el acto de mancillar los bustos e imágenes del apóstol de NO ES ARTE es ofender a la Patria, es ofender nuestra historia, es ofender al propio pueblo… aunque dentro de éste existan personas que se sientan o no revolucionarios.

 

La Facre José Martí condena estos actos, porque no son muestra alguna de cubanidad y mucho menos son actos de cubanía: son pérfida traición a la imagen y obra del maestro… y a Cuba.

 

Mancillar un busto o imagen de José Martí no hará desaparecer su legado, su patriotismo, sus ideales fortalecidos en la Revolución cubana a lo largo de estos 61 eneros de victorias; todo lo contrario, su ejemplo y obra será mucho más nuestra y nos reafirma en defender la Patria de estos bandidos mercenarios.

 

Como dijo el apóstol, ¡con Cuba para todos los tiempos!; por eso, junto al pueblo, el gobierno y la Revolución ¡Vamos por más!