El cónsul de primera de Venezuela en Barcelona, Antonio Martínez Uzcátegui, en su despacho.GUILLE SANS | 
Por Álex Gil Lara.
Desde hace dos meses se suceden en Venezuela las manifestaciones de 
la oposición y denuncias cruzadas entre ésta y el gobierno por los 
continuos episodios de violencia vividos. Los llamamientos al diálogo 
chocan de momento con la falta de voluntad política. Para el cónsul de 
primera de Venezuela en Barcelona, Antonio Martínez Uzcátegui -que 
denuncia "el cerco mediático" que sufre el gobierno venezolano- la falta
 de un liderazgo claro en la oposición y los desacuerdos entre sus 
miembros entorpecen una salida consensuada a la crisis iniciada con las 
marchas del 12 de febrero. "La oposición está financiada por un gobierno
 extranjero y ha recibido ya 5 millones de dólares de la administración 
Obama, más otros 15 millones más previstos por el Congreso de los 
Estados Unidos", resalta el diplomático venezolano.
_El
 gobierno venezolano viene denunciando desde el inicio de las protestas 
una campaña de desinformación sobre lo que ocurre realmente en el país, 
un sesgo informativo que sólo da voz a la oposición.  
Más
 que un sesgo informativo lo que hay es una tergiversación. No solamente
 no hay una información veraz y fidedigna sobre lo que realmente ocurre,
 sino que los hechos se cambian y adaptan a los intereses de 
determinados grupos de comunicación. Hay una falsa imagen que toda 
Venezuela está ardiendo. Venezuela tiene 355 municipios, sólo en tres de
 ellos se están produciendo protestas: en Chacao (Área Metropolitana de 
Caracas), en Libertador (Mérida), y en San Cristóbal (Táchira). En el 
caso de Libertador, el foco de violencia es específicamente la Avenida 
de las Américas, y lo digo con propiedad, porque yo soy de allá. Llama 
la atención que esos tres municipios sean gobernados por alcaldes de la 
oposición y no hayan tomado medidas para impedir el estallido de brotes 
de violencia en sus localidades. Los medios de comunicación sólo sacan 
noticias negativas sobre lo que ocurre en Venezuela. Tenemos que ser 
críticos con las noticias y confrontarlas desde todos los ángulos 
posibles.
_¿Ese análisis no se hace desde los medios de comunicación? 
Según
 los medios de comunicación extranjeros la libertad de expresión está 
coartada. Dice Eduardo Galeano que es extraño utilizar la libertad de 
expresión para reivindicar la falta de libertad de expresión. En 1998, 
existían en Venezuela 587 estaciones de radio y televisión, el 92,5% de 
ellas privadas y el resto públicas. En estos momentos, hay 938, de las 
cuales el 70% son privadas, el 25% comunitarias -de barrios y 
municipios- y el 5% públicas. Un aumento del 29% en 15 años. Cada día, 
muchos  de esos medios de comunicación hacen llamamientos directos al 
golpe de estado y a ejercer la violencia como forma de presión contra un
 gobierno democrático. Y aún así, no se ha clausurado ningún medio, 
quisiera ver si ese tipo de llamamientos lo hiciesen medios como "The NY
 Times", "The Times" o "Il Corriere della Sera", qué pasaría con esos 
periódicos y con sus editores.
_La administración Obama
 está considerando imponer sanciones a Venezuela y no muestra demasiada 
disposición a dialogar con el presidente Maduro.
Inicialmente,
 el presidente Chávez estaba mucho más abierto al diálogo con los 
Estados Unidos e incluso llegó a mantener diversas conversaciones 
privadas con el presidente Obama, aunque es obvio que existían 
desacuerdos ideológicos importantes, pero se pensó que habría un respeto
 mutuo, que es lo que busca Venezuela. Un respeto al derecho a tomar sus
 propias decisiones y un respeto al principio de no injerencia en los 
asuntos nacionales, pero lo que estamos viendo es que Obama está siendo,
 en muchos aspectos, peor que la presidencia de George Bush, hijo. Es 
curioso que un premio Nobel de la Paz tenga más guerras y muertos encima
 que muchos presidentes aparentemente más agresivos. 
_¿Qué sucede con las llamadas guarimbas?
Ante todo, hay que señalar que, según diferentes encuestas, más del 80% de la población está en contra de las guarimbas
 -protesta organizada en zonas residenciales y con cierre de calles-, de
 que se mantengan las barricadas. Se está produciendo una violación 
continua de los derechos humanos. Se limita el acceso a la salud, al 
libre tránsito, a la alimentación, a la educación. En las protestas se 
han quemado centros de salud, de atención primaria, bibliotecas, 
universidades, sedes de organismos públicos, autobuses, vagones de 
metro... En general se han atacado los servicios y los medios de 
transporte usados por las clases populares. Se han arrancado más de 600 
árboles para levantar barricadas. En el caso de los centros de salud, se
 les ha atacado también con la excusa que estaban, o aún están, 
atendidos por médicos cubanos. Hay un odio a Cuba, a todo lo cubano, 
generalizado entre los más radicales. El gobierno tiene documentado 
varios casos ya de personas que han fallecido por no poder llegar a esos
 centros de salud... Se quemó también la sede del ministerio de la 
Vivienda. La política de vivienda fue uno de los estandartes del 
presidente Chávez en sus inicios, garantizar a las personas el acceso a 
una vivienda digna. Se han querido destruir las redes de distribución de
 alimentos para luego lanzar acusaciones de carestía. Es una cuestión 
extraña porque es una de las principales quejas de la oposición es la 
supuesta falta de alimentos en Venezuela. Los grupos que subvierten el 
orden constitucional tienen elementos provenientes de organizaciones 
paramilitares.  
_El movimiento de protesta se ha alentado
 desde las redes sociales, desde donde se impulsa la organización de 
grupos de resistencia.
Se habla que la población 
joven está contra el gobierno. En Venezuela, el 60% de la población  
tiene menos de 25 años. Es el quinto país del mundo en número de 
matrículas universitarias y cuenta con dos millones de estudiantes 
universitarios, estos son datos ofrecidos por Unesco. La educación en 
Venezuela es gratuita desde preescolar hasta los estudios de posgrado, 
total y absolutamente. También el transporte público para estudiantes 
está subvencionado. Es paradójico pensar que todos esos estudiantes 
están en contra de un gobierno que está realizando un esfuerzo tan 
importante en educación. Además con una demografía como la de Venezuela,
 sin el apoyo de la juventud, ni Chávez ni Maduro difícilmente hubiesen 
ganado las elecciones. Es interesante puntualizar que buena parte de los
 estudiantes que participan en las protestas pertenecen a las clases más
 pudientes de la sociedad venezolana. Son estudiantes de centros 
privados, como la Universidad Católica, la de Santa María, o los 
Institutos Universitarios de San Cristóbal. Son estudiantes que parecen 
no estar de acuerdo con la inclusión de otros en la enseñanza 
universitaria.  
En la Constitución está consagrado el derecho de
 huelga. Todos tenemos ese derecho. Cuando yo estudiaba también 
participé en huelgas, igual que creo que lo han hecho todos los 
estudiantes de una manera u otra. Hemos protestado para reivindicar 
situaciones o condiciones vulneradas, pero no para pedir la salida de un
 gobierno elegido de forma democrática porque sí.
_Entre
 el gobierno y la oposición hay un debate entre distintos modelos de 
nación, ¿existe la posibilidad de alcanzar una posición común?  
Sí,
 estoy totalmente seguro de la viabilidad del diálogo y de que existen 
muchos elementos comunes. Se ha querido mostrar una Venezuela muy 
polarizada. Las últimas elecciones -las municipales de 2013- dan fe que 
esa polarización y ese país dividido en dos bandos no existe más que en 
la imaginación de algunos. Hay una mayoría clara por el cambio, como se 
evidenció en las pasadas municipales. Unos comicios que la oposición 
quiso convertir en una especie de plebiscito  abriendo la "caja de 
Pandora" y quedando a once puntos porcentuales del Gran Polo Patriótico.
 Por eso, esta oposición está buscando salidas no democráticas porque se
 han dado cuenta que con los votos y con el apoyo de la mayoría no van a
 lograr alcanzar el poder. Desde el gobierno, y el presidente Maduro ha 
sido claro en esto, siempre se ha apelado al diálogo con el que se puede
 lograr cualquier acuerdo, aunque partamos de ideologías contrapuestas, 
pero no para el objetivo señalado por algunos: la salida de un 
presidente democráticamente electo. El presidente Maduro fue claro 
cuando llamó al consenso y a ejercer los liderazgos colectivos, por ahí 
irá la acción política.  Es obvio que el que no quiere diálogo es porque
 tiene otros intereses diferentes. La oposición busca la ruptura del 
hilo constitucional y llevar al pueblo a un enfrentamiento en las 
calles, pero el diálogo es nuestra lucha. No tienen que buscar una 
salida violenta, ni inconstitucional. En 15 años, se han producido 19 
elecciones. 
_¿La ausencia de Chávez sirve a los propósitos de la oposición?  
En
 un principio se jugó un poco con la tristeza. Todavía me cuesta aceptar
 la muerte del comandante Chávez, su desaparición física, porque está en
 nuestra mente y nuestras acciones. Su ausencia ha creado un discurso 
muy curioso que convierte a Chávez en bueno y a Maduro en malo. Igual 
pasará con todos los líderes fallecidos y el malo es el que está de 
turno... Quizás sí que se intentó aprovechar su ausencia, pero se 
encontraron con un gobierno y un pueblo políticamente muy consciente y 
muy activo. El liderazgo del presidente Maduro es incuestionable para la
 mayoría del pueblo venezolano. Las clases populares han dado un sí a la
 Revolución Bolivariana. El problema para la oposición es que no cuenta 
ni con un liderazgo claro ni con un programa común. Una semana fue la 
diputada Machado, otro Leopoldo López. Es un liderazgo semanal. Es muy 
peligroso que la oposición no tenga un liderazgo claro.
_¿Ese diálogo de paz puede iniciarse con el Vaticano como mediador?  
Puede
 ser el inicio, pero también tiene que crearse una Comisión de la Verdad
 que investigue los crímenes cometidos desde el inicio de las protestas.
 Hay 39 fallecidos y tienen que existir, como mínimo, 39 asesinos. Deben
 ser detenidos, juzgados y condenados, sean quiénes sean y vengan de 
donde vengan. No puede haber ni mano suave ni tolerancia para estos 
crímenes.
_Un reciente informe de Amnistía 
Internacional señala casos de tortura a opositores por parte de miembros
 de las fuerzas de seguridad. 
Es un 
informe surgido hace poco que el Gobierno respeta, pero hay que recordar
 que la mayoría de las acusaciones de torturas no se han probado y se 
han denunciado ante los medios opositores y no ante la Justicia. Ni el 
presidente Maduro ni ningún miembro del gobierno ha dado órdenes de 
reprimir las manifestaciones. Es cierto que funcionarios públicos han 
transgredido la ley, han sobrepasado sus funciones y obligaciones y han 
reprimido con violencia a los manifestantes. Esos funcionarios, miembros
 de la Policía o la Guardia Nacional, han sido apartados, cesados y van a
 ser juzgados con todo el rigor de la ley. Y me atrevería a decir con 
más. Porque ellos tienen una formación y unas obligaciones y no deberían
 haber actuado como lo han hecho.
_Se ha ligado el 
movimiento opositor venezolano a las "Revoluciones de colores",  por su 
desarrollo similar a los procesos de protesta impulsados por el 
Instituto Albert Einstein.  
Es muy malo que se haya 
utilizado el nombre de un científico, de un sabio, un hombre progresista
 y de izquierdas para nombrar un instituto que se encarga de elaborar 
directrices para llevar a cabo "golpes blandos". Es evidente que en 
Venezuela se sigue un guión y nada es casual. Es un programa repetido en
 varios países. Pero creo que el pueblo venezolano sabiendo de dónde 
podían venir estas acciones, no ha respondido de manera violenta. El 
gobierno tampoco ha sacado el Ejército a las calles para reprimir las 
protestas. Las manifestaciones se han ido agotando por el cansancio y la
 falta de apoyo popular. La oposición está financiada por un gobierno 
extranjero y ha recibido ya 5 millones de dólares de la administración 
Obama, más otros 15 millones más previstos por el Congreso de los 
Estados Unidos, como cualquiera puede comprobar en su web. Mientras, los
 organismos internacionales latinoamericanos han manifestado estas 
semanas su apoyo al gobierno venezolano.
_Venezuela es un país importador de alimentos desde 1935 y la oposición critica la carestía de productos básicos.
Uno
 de los logros de la revolución bolivariana es la erradicación del 
hambre, como confirma la FAO, que no es ningún organismo gubernamental 
venezolano. En Venezuela se ha reducido de una forma importante las 
desigualdades sociales en los últimos 15 años y se come cinco veces 
mejor que hace 15 años. Un escritor colombiano, William Ospina, dice en 
referencia a este cambio que "los ricos protestan porque los pobres son 
felices". En mi país, se sufría desnutrición y eso lo he visto con mis 
propios ojos en las zonas más humildes de Caracas y Mérida, donde había 
gente que comía "perrerina" -pienso para perros-, que salía más barato, o
 que les daba a los niños el agua de hervir los espaguetis, que era algo
 que, según ellos, se podía equiparar a la leche materna. Esa 
generación, en torno a la treintena y mayores, sufren ahora carencias 
por no haber tenido suficientes nutrientes para un buen desarrollo 
físico e intelectual. Una de las grandes críticas hechas a las políticas
 impulsadas por el comandante Chávez son las misiones, que no son más 
que la aplicación práctica de los derechos humanos. Derecho a la 
vivienda con la Misión Hábitat, derecho a la educación con la Misión 
Robinson, derecho a unas pensiones dignas, etc. Al presidente Chávez se 
le criticaba que el gobierno abasteciese los comedores escolares con el 
argumento "A la persona no le des un pez, enséñale a pescar", pero 
Chávez respondió que aún estando de acuerdo, era muy difícil pescar con 
el estómago vacío. Actualmente, en esos comedores escolares se 
proporciona a los alumnos desayuno y comida, también porque ese dinero 
que destina el estado a la alimentación pertenece al pueblo.
_La escasez que se denuncia, ¿es ahora culpa del gobierno?  
El
 70% del sector productivo se encuentra en manos privadas. En los 
últimos años ha aumentado el consumo de alimentos, de servicios y de 
bienes de equipo y la empresa privada no ha logrado suplir ese aumento. 
De todas formas, las importaciones han disminuido un 35% y el PIB se ha 
triplicado en la última década. La tarjeta, considerada por la oposición
 de "racionamiento", se impone para evitar el acaparamiento de productos
 básicos y su posterior reventa en el mercado negro con la especulación 
subsiguiente en los precios.
_Pero la inflación sigue sin ser controlada.  
Si,
 se ha producido un aumento de la inflación. Hasta hace poco existía un 
control de cambio y una organización llamada Cadivi, encargado de 
ofertar divisas a  tasas preferenciales para la importación de bienes. 
El cambio con el dólar oficial está fijado en 6,30 bolívares y en el 
mercado paralelo alcanza los 60. Sucede que muchos empresarios traen la 
mercancía y la venden con márgenes comerciales que alcanzan el 3000%. 
Obviamente eso crea una inflación en los precios. También reciben 
dólares a precios preferenciales y luego venden los productos con el 
dólar paralelo, que llegó a alcanzar los 100 bolívares. Se ha sustituido
 este sistema por una banda de fluctuación con cuatro tipos de cambio 
para el dólar.
_¿Qué relación hay entre petróleo y nacionalismo en Venezuela?  
Es
 evidente que la evolución de PDVSA -Petróleos de Venezuela- es una 
parte importante de la política venezolana. Con la reforma 
constitucional se declara el petróleo como un bien público y no 
privatizable, con lo cual los ingresos provenientes del petróleo deben 
dedicarse al beneficio común. Cuando llega Chávez al gobierno, el 100% 
de la renta petrolera beneficiaba a un 1% de la población. Las ganancias
 iban a manos del Banco Mundial, del FMI, de PDVSA, que no rendía 
cuentas a nadie y que funcionaba como un estado dentro del estado-. Con 
la nueva Constitución se produce un cambio y el 60% de la renta 
petrolera se dedica ahora a gasto social. El petróleo sirve al pueblo 
venezolano y no al revés. Este cambio afecta también a una cuestión 
geopolítica. Venezuela decidió ser libre y soberana y ésta es una 
posición incómoda para los poderes económicos tradicionales a los que se
 les dice: "no entras en mi país, sino te invito". La insistencia en el 
ataque al poder popular es un "golpe suave" que avisa que no hay 
alternativa al sistema actual, pero Venezuela demuestra que sí, que hay 
una alternativa factible y un pueblo consciente de esta oportunidad y 
que luchará por ello.
_A finales del próximo mes de 
julio se celebrará el I Congreso Ordinario del PSUV que tratará sobre la
 transición al socialismo y la transformación del Estado. ¿Qué balance 
se puede hacer de este proceso de cambios iniciado en 1999?
El
 1er. Congreso del PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela) servirá 
para analizar la coyuntura actual y pensar sobre el crecimiento del 
país. El camino hacia el socialismo del siglo XXI se está transformando,
 es un camino que no es fácil de recorrer tras 40 años de 
pseudodemocracia, estamos preñados de neoliberalismo, pero hay ya una 
nueva generación que quiere trabajar en esa trayectoria. Ese socialismo 
hay que adaptarlo a las realidades de Venezuela, del pueblo venezolano, 
porque no podemos ser copia ni calco de ningún sistema. La línea de 
trabajo es esa, seguir con el empoderamiento popular, con las comunas. 
El balance de 15 años es que estamos inmersos en un proceso en 
desarrollo y como todos los procesos, y eso es lo bueno y positivo, 
inacabado y en continua evolución. La finalidad sigue siendo acercarnos a
 las metas y propósitos propuestos, en especial seguir con el Plan de la
 Patria y sus cinco objetivos.
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