miércoles, 30 de marzo de 2011

REFLEXIONES SOBRE EL NUEVO ORDEN DEL SAQUEO INTERNACIONAL

Tomado de Blog de Luis Britto
http://luisbrittogarcia.blogspot.com/2011/03/reflexiones-sobre-el-nuevo-orden-del.html
Por  Luis Britto García

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Resulta entonces que tanta ONU, tanto Consejo de Seguridad, tanta OTAN, tanto tratado internacional, tanto Tribunal de la Haya, son coartadas para que los poderosos saqueen a los débiles. Sucede pues que tanta libertad de expresión, tanto Nobel de la Paz, tanta cultura funcionan como pretextos para matar en nombre del humanismo, llamar agresor a quien se defiende y bombardear a las víctimas para salvarlas. Acontece que el capitalismo vive robando a sus propios pueblos con el fraude financiero y a los de la periferia con el pillaje armado. Aparte de repetir una y mil veces más lo que todo el mundo sabe ¿qué hacer?

2
Si no puedes vencerlos, úneteles, reza el catecismo del sicario. Un repertorio de ejemplos desaconseja este connubio. Marcos Pérez Jiménez, quien sirvió a las políticas de Estados Unidos, terminó extraditado por éstos a un calabozo en Venezuela. Manuel Noriega, quien aparentemente alguna vez colaboró con la DEA, pasó a ocupar el calabozo de un reo que cambió cadena perpetua por acusarlo. Alberto Fujimori, quien ahogó Perú en un mar de sangre, languidece en la misma celda donde antes hundió a Abimael Guzmán. Los talibanes, creados, equipados, financiados y adiestrados contra los soviéticos por la CIA, son ahora inmolados en la Guerra Santa de ésta. Sadam Hussein, quien llevó a Irak a una guerra contra Irán que sólo convenía a los estadounidenses, concluyó ejecutado por el gobierno títere de éstos. Así paga el diablo a quien le sirve.

3
Si no puedes unírteles, obedéceles, dicta el breviario del servil . Otro rosario de experiencias desventuradas marca este sendero. Quitar al pueblo para dar al extranjero indigna al primero y hace desagradecido al fuereño. El rey Idris de Libia vendió su país y fue derrocado por una sublevación nacionalista. El Shah Reza Palevi de Irán lo regaló y fue depuesto por otro alzamiento nacionalista. Las monarquías sauditas debieron ceder su territorio para bases militares extranjeras y regalar su petróleo a precios cercanos a 8 dólares por barril. Carlos Andrés Pérez entregó la soberanía al FMI y tras una rebelión popular a escala nacional fue juzgado y depuesto. Mubarack, peón de los intereses de Estados Unidos, cayó sin que éstos movieran un dedo para salvarlo. Así paga el pueblo a quien sirve al diablo.

4
Si no puedes obedecerlos, congráciate, sugiere el relacionista público. Nunca esfuerzos fueron más perdidos que los de simpatizarle a tu verdugo. Estados Unidos sin previa declaratoria de guerra contra Libia le destruyó unidades navales y sistemas de radares y bombardeó Trípoli y Bengazi asesinando cerca de un centenar de personas, entre ellos una hija de Kadafi. En lugar de condenar a los estadounidenses, el Consejo de Seguridad condenó a Kadafi, y éste bajo protesta pagó indemnización por más de dos mil millones de dólares en daños por supuesta participación en la voladura de un avión por libios, a quienes también entregó a tribunales internacionales. Diversas concesiones le permitieron restablecer en 1999 relaciones diplomáticas con Londres, obtener la revocatoria de restricciones comerciales impuestas por la Unión Europea y en 2003 el levantamiento de las sanciones de la ONU. Kadafi además se desarmó entregando cinco misiles de largo alcance y centenares de alcance medio. Desde entonces lo visitaron efusivamente Tony Blair, Schröeder, Jacques Chirac y Berlusconi, a quien financió la campaña electoral, y lo recibieron triunfalmente el presidente de la Comisión Europea Romano Prodi, Aznar y el rey Juan Carlos de Borbón y el primer ministro Rodríguez Zapatero y Sarkozy, a quien también financió la candidatura: todos los que posteriormente se agavillarían para bombardearlo y confiscarle las cuentas en el exterior. Agradeció estos festejos con costosas compras de armamentos y abriendo el petróleo libio a asociaciones estratégicas con la inglesa BP y la española Repsol y la italiana ENI y las estadounidenses Conoco Phillips, Exxon Mobil y Chevron Texaco. Por si tantos esfuerzos por apaciguar a los saqueadores no fueran suficientes, instruyó a la Autoridad de Inversiones Libia para que invirtiera 70.000 millones de dólares en Europa, y a pesar de tener una insignificante deuda pública de 5.000 millones de dólares, menos del 0,50% de sus reservas internacionales, aceptó un Paquete del FMI en virtud del cual retiró los subsidios a seis bienes de consumo básico y privatizó numerosas empresas públicas, dejando un saldo de desempleados que quizá engrosaron las manifestaciones en su contra que sirven de pretexto para la criminal invasión en curso. La oligarquía con la que intentes colaborar será la que te venderá. El Fondo Monetario al que dejes dirigir tu economía será quien te arruinará. El tratado que aceptes como supraconstitucional te depondrá. El organismo internacional cuya intervención aceptes será el que te intervendrá. El juez extranjero al cual entregues la soberanía de jurisdicción será el que te condenará. El árbitro foráneo al cual cedas la decisión sobre tus contratos de interés público será el que te embargará. La transnacional a la cual exoneres de pagar impuestos financiará con ellos los aviones que te bombardearán. La diferencia étnica o regional que fomentes será la que te dividirá. La empresa mixta a la que entregues el control de tu industria petrolera será la que paralizará tu sistema informático y te saboteará. Quien entrega al enemigo la llave de su marcapasos garantiza el paro cardíaco.

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Si no puedes saquear, hazte la vista gorda. Con astucia conmovedora, Rusia y China omitieron vetar en el Consejo de Seguridad el plan de Estados Unidos de saquear el petróleo del mundo valiéndose del sicariato de la OTAN. La Liga Árabe y la Unión Africana, clubes de próximas víctimas, han sido ambiguas. Según lo revelan palmariamente la “Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos de América”, formulada por George W. Bush en Washington el 17 de noviembre de 2002, y planes como el New American Century, los estadounidenses no están dispuestos a ceder un ápice en su arremetida para confiscar violentamente los recursos del mundo y liquidar a los restantes países negándoselos. Su guerra con Japón comenzó cuando para aniquilarlo como potencia le impuso un bloqueo energético. Ilusorio es pensar que el león respetará las tajadas ofrecidas a quienes no supieron oponérsele. Si se confisca la energía es para primero ahogar a China, la gran competidora de la hegemonía estadounidense. Después de China seguirá Rusia, buena parte de cuyas reservas quedaron en los países separados de la antigua Unión Soviética. En fin, la Unión Europea y Japón tocarán el fondo del vasallaje por gotas de energía fósil. Cuatro guerras han arrancado por la ejecución de ese plan: la de Irak, la de Afganistán, la de Libia, la de Bahrein. Ha comenzado el conflicto planetario para garantizar el monopolio de la energía fósil por menos del cinco por ciento de la población global. El resto de las potencias deberán oponerse o desaparecer. Quienes dejaron hacer, perecerán sin poder hacer nada. Postergar la confrontación sólo la agravará.

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Si no puedes unírteles ni obedecerles ni congraciarte ni hacer la vista gorda, resiste. Cinco por ciento de la población del globo en la peor crisis económica de la Historia no puede condenar a muerte al 95% restante sino contando con la desunión, la desorientación o el autoengaño de ésta. ¿Qué condiciones reúnen los pueblos que hasta ahora resistieron exitosamente las invasiones imperiales? En primer lugar, han afirmado y defendido su especificidad cultural. En segundo lugar, han evitado que diferencias étnicas o culturales internas los dividan o secesionen. En tercer lugar, han asumido a plenitud y sin medias tintas un proyecto alternativo al del capitalismo. En cuarto lugar, han logrado consolidar a las bases populares en torno a dicho proyecto. En quinto lugar, han entrenado y armado a las bases para la defensa del mismo. En sexto lugar, jamás han cedido soberanía ni posiciones para complacer a transnacionales, medios de comunicación ni organismos internacionales. En séptimo lugar, han consolidado alianzas bilaterales, regionales, continentales o mundiales con países o bloques que presentan afinidades ideológicas, económicas o de situación periférica. La amenaza de todos los bloqueos y todos los bombarderos del mundo no pueden contra un pueblo ideologizado, orgulloso de su cultura, compenetrado con su propio proyecto social y político y armado. No han podido contra Vietnam, contra Cuba. Todavía se empeñan en vano contra la resistencia en Irak, Pakistán y Afganistán. Se elige como blanco a la mínima Libia y no al poblado Irán. Son lecciones que quizá aprovechen los próximos en la lista: todos los habitantes del planeta.

martes, 29 de marzo de 2011

Los soldados que luchan por la "democracia (norte)americana" se jactan de asesinar: así se proclaman con derechos a intervenciones militares como en Libia


Capitán del ejército norteamericano Jeremy Morlock posa sonriente mientras sostiene por el pelo la cabeza de un campesino afgano asesinado por el "Kill Team". Una de las fotos que publicó Der Spiegel

Las pruebas del barbarismo, el sadismo y la prepotencia con la que actúa el ejército de la mayor potencia: Estados Unidos; se ven día a día en sus actos "humanitarios", los cuales le cuesta la vida a miles de seres humanos en diversas partes del mundo.

No hay rincón sobre la tierra que no esté mancillado con la brutalidad imperial bajo la hipócrita excusa de "reponer derechos humanos".

Pero otros aliados a la fiera del norte brutal americano se comportan con igual cinismo y descaro. La prueba la vivimos otra vez más con la situación actual de Libia.

Se aprovecha el empuje de movimientos populares en el área árabe, se manipulan estratégicamente sus direcciones, se incentiva la fragmentación interna, se motivan o "generan" conflictos que se tornan oportunidades, se maneja la opinión pública con (des)informaciones tipificadas y se plantea una resolución contundente por la "democracia": la intervensión militar.

¿El resultado?

La "paz" termina en más conflictos que necesitan la jugosa participación de la industria belicista, la democracia se instaura con negocios y trasnacionales foráneas manejando lo que dejan de ser recursos nacionales, se exponen contratos de estabilidad por medios de bases militares para el control del área y se logra una soberanía que se encuentra supeditada al visto bueno imperial (a través de instituciones internacionales "humanitarias" como la OTAN).

Sólo los topos y los avestruces son capaces de obnubilar las contundentes pruebas y vivencias que aportan las páginas de la historia y se doblegan a la muestra "angelical" que intenta propagandizar el imperialismo a través de los monopolios mediáticos bajo sus servicios.

Menuda actitud humanista han mostrado las tropas intervensionistas en Irak, Afganistán y ahora en Libia.

Aquí les dejo la muestra angelical de esa fuerza "solidaria". Y aún algunos llamados de izquierdas se quedan pasivos y crédulos frente a la ignominiosa propuesta surgida desde la Casa Blanca.

¡Qué lástima y repugnancia me dan!

Más fotos del “Kill Team” de EEUU en Afganistán.

El ejército responsable de actos como estos ahora bombardea Libia en nombre de los derechos humanos. Se advierte que los enlaces de este artículo contienen imágenes altamente repulsivas.

La semana pasada, la revista alemana Der Spiegel fue la primera en publicar tres fotografías de un grupo de soldados estadounidenses que, entre juergas y drogas, posó con los cádaveres de afganosinocentes que habían matado.

El artículo de Der Spiegel era ya suficientemente inquietante, con fotos de varios soldados de EE.UU. que sostienen la cabeza de un cadáver, y otra foto de dos hombres afganos muertos, encubriendo los rostros de las víctimas.

17 fotos más han sido publicadas por la revista Rolling Stone este domingo (esta vez sin borrar los rostros de las víctimas) llevando el terror a un nivel superior.

El artículo de la revista Rolling Stone que acompaña las fotos se titula “The Kill Team Photos” (Las fotos del equipo de matar).

Una foto muestra a soldados de la 5 ª Brigada Mixta Base de Lewis-McChord de Stryker siguiendo el protocolo militar y cortando la ropa de Gul Mudin, un campesino afgano.

Un sonriente Capitán Jeremy Morlock y el soldado Andrew Holmes aparecen mostrando la cabeza de Mudin sostenida por el pelo, y posando con su cadáver en otras imágenes.

Otra foto muestra a un afgano que había sido apuñalado por el “Kill Team”.

La revista también señaló que el Ejército ha estado tratando de eliminar las pruebas de mala conducta del Tercer Pelotón. Una foto que puede haber sido tomada por otro pelotón muestra a dos hombres afganos muertos amarrados y colocados junto a una carretera.

Un cartel en el cuello de un cadáver dice: “los talibanes están muertos.”

Los fiscales del Ejército insisten en que la culpa de las muertes corresponde a Calvin Gibbs, jefe de escuadra en el Tercer Pelotón. Morlock, junto con otros cinco soldados, se declaró culpable la semana pasada de delitos menores a cambio de su testimonio.

Morlock ha sido condenado a 24 años de prisión. (Tomado de The Raw Story, traducción de La pupila insomne)

viernes, 25 de marzo de 2011

LIBIA: EL TRÍO DE LA MUERTE

Tomado de La Jornada
por Angel Guerra Cabrera,


Estados Unidos, Francia e Inglaterra despedazan Libia con la venia del Consejo de Seguridad(CS) de la ONU y la cínica complicidad de la Liga Árabe(LA). Aunque, téngase en cuenta, votaron por la abstención Rusia, China, Brasil e India. El todo caso, el CS, encargado, según la Carta de la ONU, de velar por la soberanía, la autodeterminación, la independencia, la integridad territorial de las naciones y la solución pacífica de los conflictos internacionales otra vez pisotea desfachatadamente esos principios.

La propuesta de Hugo Chávez, esa sí acorde con la Carta de la ONU y que Kadafi apoyó, para que una comisión de países buscara una solución política mediante el diálogo entre las partes fue satanizada de inmediato por las bocinas mediáticas en ambos márgenes del Atlántico. El trío franco-anglosajón no quiere discusiones ni oír a nadie. Por ejemplo a Noam Chomsky, entre otros observadores agudos, cuando argumenta una razón principalísima que hace de la intervención militar un grave error: lo que hay es Libia es una guerra civil y, nos guste o no, Kadafi cuenta con apoyo.

¿Pero quiénes componen la LA? En su inmensa mayoría los regímenes que están siendo sacudidos por la ola revolucionaria desde Marruecos hasta el Golfo de Adén. ¿Y quiénes cortan allí el bacalao? Principalmente Arabia Saudita y demás satrapías del Consejo de Cooperación del Golfo, todas estrechas aliadas de Estados Unidos, corruptas y antidemocráticas, furiosas enemigas de los pueblos árabes y -por viejos rencores- de Kadafi. Pero también aterradas de enfurecer más a sus pueblos si se involucran en los bombardeos, posponen enviar contra Libia ni uno de los cientos de costosísimos aviones comprados a Estados Unidos. En suma, el veteado barniz de legitimidad de la “coalición de los dispuestos” se derrite. La dirección de las operaciones, se supone, pasará de Estados Unidos(que no quiere aparecer al frente) a la OTAN, es decir, de un general yanqui a otro general yanqui, pero con el disgusto de Sarkozy que quiere toda la gloria para sí, aunque hasta ahora las dos terceras partes de las acciones han sido realizadas por aviones estadunidenses -sin contar la lluvia de misiles Tomahawk- y sólo el 18 por ciento por aparatos galos. La OTAN se resquebraja. La grieta abierta por Turquía se une a la de Alemania, ambas negadas a involucrarse en la operación Odisea del Amanecer.

A escasos cuatro días de haberse iniciado, es tan ostensiblemente criminal la aventura del trío franco-anglosajón que el ministro de defensa ruso Anatoli Serdiukov, recién concluida una entrevista con su homólogo estadunidense Robert Gates reclamaba un alto el fuego y añadía … en (Libia)… han sufrido instalaciones no militares y han muerto civiles. Eso es algo que no se puede permitir. Mientras, la vocera de la cancillería china afirmaba: La resolución de la ONU de establecer una zona de exclusión aérea sobre Libia tiene como objetivo proteger a los civiles. Nos oponemos a que el abuso de la fuerza cause más muertes civiles y desastres humanitarios más graves. Por su parte el primer ministro turco Recyp Erdogan reiteraba su vigorosa oposición a una intervención de la OTAN en Libia: no nos imaginamos a nuestros aviones enviando bombas sobre civiles libios. No queremos que Libia se convierta en un segundo Irak. Una civilización colapsó en Irak…fueron muertos más de un millón de personas. Y Mourad Medeci, canciller de Argelia, país que se opuso a que la LA pidiera la zona de exclusión: los bombardeos son desproporcionados y amenazan con agravar la crisis.

En Brasil, desde donde el Nobel de la Paz Obama dio el sábado 19 la orden de fuego contra Libia, recibía de nuevo el martes 22 la condena de su presidenta Dilma Rousseff: La intervención militar está teniendo un efecto contrario al deseado y, en lugar de proteger a los ciudadanos libios, provocará más muertes. Recordaba que esta es la posición de Rusia, China e India, también integrantes del BRICS. En América Latina se han opuesto, además, a la intervención Argentina, Uruguay y, por supuesto, los integrantes de la ALBA, solidarios con la postura de Chávez. Cabe recordar que tan temprano como el 23 de febrero de este año Fidel Castro alertó sobre la amenaza de esta intervención en Libia no sólo -argumentó-para apoderarse de su petróleo sino con la intención de frenar la ola revolucionaria árabe. Como mi estimado amigo Adolfo Gilly, invito a leer todas las Reflexiones de Fidel sobre este tema.

martes, 22 de marzo de 2011

Los revolucionarios cubanos estamos dispuestos a pelear y a morir por los pueblos árabes.

Tomado de La Isla Desconocida:
http://la-isla-desconocida.blogspot.com/2011/03/los-revolucionarios-cubanos-estamos.html

Por Enrique Ubieta Gómez


Alegremente se preparan para matar. Matar, dicen, para evitar la muerte. Matar selectivamente, allí donde peligran los intereses de los que matan, de los que venden armas, de los que sostienen la corrupción y la muerte. Se instauran asesinos “buenos”, se deponen asesinos “malos”, ya inservibles. ¿Quiénes tienen ese poder? Los asesinos injuzgados, de frac y sonrisas, los que juzgan: Obama, el falso negro; Zapatero, el socialista farsante; Cameron, Sarkozy y Berlusconi, los fascistas posmodernos. O quizás, sea mejor mencionar a quienes se esconden tras las cortinas del teatro. Hay rebeliones que obtienen el silencio de los medios, y el rechazo discreto pero firme de los poderosos. Hay rebeliones que se zanjan rápidamente, a sangre y fuego, sin titulares de prensa. Hay expertos pirómanos que saben cómo incendiar la pradera conveniente, azuzar el fuego, para controlarlo según convenga.

¿En qué mundo vivimos? En el de los cínicos, hombres y mujeres convencidos de que no existe la verdad o la justicia, que mienten y matan sin cargos de conciencia; hombres y mujeres convencidos de que las palabras son frascos vacíos, y que pueden rellenarse de contenidos opuestos: masacre, por ejemplo, define el efecto de un misil “malo”; intervención humanitaria, el de un misil “bueno”; dictadura, es el epíteto de un gobierno “malo” que se elige y se reelige en las urnas o que concita el apoyo mayoritario de su pueblo; demócrata es el gobierno “bueno” que está dispuesto a vender su país, y a matar a los que se opongan, no importa si es un poder monárquico o simplemente fraudulento. La cúpula imperialista está eufórica, porque a diferencia de lo sucedido en Iraq, esta vez logró el consenso de los socios y la indiferencia cómplice de los que temen: la guerra ha sido bendecida. No es para liberar a los sauditas o a los marroquíes, a los palestinos o a los saharauíes: los muertos de esas naciones no concitan la solidaridad imperial; es, desde luego, para rescatar un territorio rico, para rellenar un frasco apresuradamente rotulado con el membrete de “democracia”, que sustituya al verdadero. La confusión, el desconocimiento en torno a las realidades del mundo árabe –complejas, es cierto, pero siempre enmascaradas por los medios trasnacionales, cómplices de la muerte--, han desarticulado la resistencia internacional. Incluso allí donde la rebeldía era genuina, no escuchamos la voz del pueblo --¿acaso podríamos escucharla siguiendo las “noticias” de las trasnacionales de la desinformación?--, sino la de los mercenarios que “piden” ser intervenidos.

¿Por qué la Revolución cubana no puede ser incendiada según la voluntad imperial? Tenemos, es cierto, a nuestros mercenarios, a nuestros sietemesinos, como calificara José Martí a los que “no les alcanza al árbol difícil el brazo canijo, el brazo de uñas pintadas y pulsera, el brazo de Madrid o de París, y dicen que no se puede alcanzar el árbol”: a los Hernández Busto, a las Yoani Sánchez, a las teatrales “Damas de Blanco”, a los Dagoberto Valdés, atentos a la voz del amo, como la vieja ilustración de la RCA Víctor, dispuestos a simular golpizas, expertos en el género de la ciencia ficción política, milimétricamente seguidos por la prensa trasnacional acreditada en Cuba, y por los agentes de la Oficina de Intereses del imperio en La Habana. Pero, ¿qué hacer con un pueblo que recibe como héroes –sin manipulaciones mediáticas o escenarios construidos--, a los agentes revelados de la Seguridad del Estado? Se supone, según las miles de páginas escritas y los millones de minutos filmados sobre sus similares del este de Europa –por supuesto, nunca sobre los cuerpos represivos del oeste, sobre la CIA, sobre la Red Gladio o la Operación Cóndor, sobre los programas de la USAID--, que los cubanos temamos a los agentes de la Seguridad del Estado. ¿Por qué la admiración, el cariño espontáneo, el orgullo de vecinos, de viejos compañeros y familiares? Es el agujero negro en el que se pierden los analistas del imperio. Los mercenarios cubanos trasmiten las “noticias” pactadas, las agencias trasnacionales las difunden, pero el pueblo cubano actúa según sus propias convicciones. Yerran al decir que es por falta de información, porque no pueden acceder a otras fuentes. Éste, probablemente, a pesar de las limitaciones tecnológicas a las que nos someten, es el más informado de los pueblos. En un mundo descreído, los cubanos respetan el heroísmo, no el de los super-héroes del imperio, inimitables reformistas, sino el de los sencillos combatientes que los medios silencian, el de los cinco presos políticos que permanecen en cárceles norteamericanas. Convóquense a los cubanos para combatir en defensa de los pueblos árabes ahora mismo, y se enrolarán millones. Porque Cuba es el mundo, el mundo es Cuba. Por eso –¡qué definición más abstracta para los analistas de la CIA!--, la Revolución cubana no puede ser socavada con estrategias incendiarias, a pesar de que existan mercenarios dispuestos a mentir por dinero y a pedir la intervención extranjera. Por eso, hoy me siento tan agredido e indignado, tan antiimperialista, como cualquier libio, como cualquier árabe, como cualquier revolucionario, sea de la nacionalidad que sea. ¡Solidaridad con el pueblo libio, con los pueblos árabes!

sábado, 19 de marzo de 2011

A propósito de la entrevista a Modesto Emilio Guerrero, una reflexión de contexto.

Comparto en cierto grado lo que comenta Emilio en sus respuestas a la entrevista realizada por Mario Hernández y reproducida en Rebelión, pero sin la nebulosa ceguera de minimizar la manipulación imperialista a través de todos sus hilos, tendidos incluso en los movimientos populares, para convertir una posible fuerza popular cohesionada en un verdadero rompecabezas y sin que encaje al final.

La CIA o el gobierno norteamericano no necesita, obligatoriamente, que los hilos sean movidos por agentes secretos de su país; con que los infiltrados en dichos movimientos trabajen para el gobierno de turno dictatorial del país en conflicto y éste último responda a los intereses de los EUA, es suficiente. El gobierno norteamericano o la CIA emite sus orientaciones a través de sus oficinas consulares o tras-nacionales enclavadas en el país del gobierno lacayo y/o subyugado... y éste utiliza sus esbirros.

Como mismo dijo Richard Crossman: "la mejor manera de hacer propaganda es que no parezca que se está haciendo propaganda". De igual manera funciona para motivar al cambio en los movimientos sociales. Se aprovecha la creación del caos y la confusión y colocan en la cabecera a quienes trabajen psicológicamente mejor el manejo de las ideas para motivar el cambio.

Pero para no fallar en datos históricos, me remito a dos ejemplos solamente, aunque hay montones que se pudieran citar.

Cuando la Alemania nazi es derrocada, la campaña de penetración cultural americana en los estados aliados europeos fue sin precedente alguno. Muchísimos intelectuales europeos terminaron plegados a la iniciativa norteamericana de "liberar la cultura", aunque la susodicha libertad estuviera atada por el férreo feudo del anticomunismo. Esto era el segundo kulturkampf; pero orquestado desde EUA y que dio en la creación del Congreso por la "Libertad" Cultural, en el mismo Berlín.

Así mismo, con la creación de diferentes publicaciones en Inglaterra, Francia y Alemania sirvieron a tales propósitos la demonización al comunismo y de acercamiento a diversos intelectuales; los cuales fueron enamorados con tonos de libertad de expresión, aunque la línea de edición era estrictamente acerada al anticomunismo: Der Monat, Encounter, Tribune, New Stateman, Twentieth Century, Partisan Review, Perspective y New Leader, entre otras; pero todas con financiamiento desde Estados Unidos a través de empresas tapaderas. De ejemplos están La Fundación Ford , la cual financió a De Monat, la Fundación Fardfield se encargó de Encounter o la Fred Lazarus quien también hizo llegar a Encounter financiamiento a través de la Fardfield.

Estas mismas publicaciones, como Encounter, influyeron en el cambio de opinión al rechazo inicial que se tuvo en Europa por el enjuiciamiento a los esposos Rosenberg, a quienes el gobierno norteamericano le atribuían la venta de información secreta a los comunistas. Un verdadero crimen fue cometido con el asesinato de esta pareja, ejecución excusada por el simple hecho de "salvaguardar" la democracia americana, la cual realmente ya estaba manchada de sangre con el macartismo.

¿Alguien se atrevería a contradecir que el senador McCarthy debe estar aun rebosando de alegría por la cacería humana que todavía se realiza sobre la tuba tildada de comunista de nuestro planeta y no sólo en los Estados Unidos?

En la década de los 40, en Cuba, el movimiento obrero lograba una de las organizaciones sindicales más fuertes en la lucha contra la dictadura de Fulgencio Batista, en su primer período de mandato. Sin embargo, para afrontar al movimiento obrero cubano no necesitó de intervenciones militares, sino de un sólo personaje que sirvió para lograr el fraccionamiento: Eusebio Mujal.

Eusebio Mujal fue un catalán que llegó a Cuba a los cinco años a Santiago de Cuba, que logró entrar en el Partido Comunista por poco tiempo, aunque militó en otros partidos. Con su ligera verborrea logró escalar hasta la dirección de la Confederación de Trabajadores de Cuba (CTC) y desde allí fragmentar la fuerza trabajadora... después de ser expulsado, creó otros sindicatos ramales de la CTC, los cuales trabajaron como chivatos al servicio de Batista para la cacería de los líderes progresistas y de inclinación marxistas.

Los mujalistas, como se llamaron estos miembros al servicio de Eusebio Mujal y testaferros de Batistas, quemaron locales sindicales, del partido comunista, de los socialistas y de todo aquello que estuviera fuera del control del gobierno batistiano; el mismo que a su vez se arrodillaba a los mandatos del imperialismo y Mujal lo sabía.

En nuestra gran América del Sur también hemos tenido a estos mujalistas (pero con otros nombres) mellando la integridad de los movimientos sociales y aprovechándose de la incultura de tantos.

¿Libia está exenta de que sus movimientos populares no sean filtrados y fragmentados? El propio autor del artículo se contradice cuando al final reconoce que "Una parte de la oposición rebelde es pro yanqui". Si andas con el diablo, no esperes que te lleve a vivir al paraíso.

Fidel tendrá sus buenas razones para haber dicho que Carter, hoy en día, es un amigo de Cuba. Por lo que conozco, no hace muchos años, el expresidente Carter viajó a Cuba y reconoció que la política norteamericana contra la Isla era un absurdo e innecesaria, así como reconoció los avances médicos de Cuba y su disposición de colaborar con el gobierno cubano, desde su Centro de Investigación contra el Cáncer, en los estudios contra los diferentes tipos de cáncer.

Como primer paso, el exmandatario norteamericano cumplió la aceptación de invitación ofrecida por Cuba en varias ocasiones.

En el discurso de recibimiento a Jimmy Carter, el expresidente Fidel Castro expresó:

"Ambos hemos compartido, en un mismo lapso de tiempo, la responsabilidad de dirigir los destinos de nuestros países.

"Usted, en una inmensa y poderosa nación; yo, en una pequeña Isla, a 90 millas de su país.

"No es un secreto para nadie que durante casi medio siglo las relaciones entre los dos Estados no fueron óptimas y aún siguen sin serlo.

"Deseo, sin embargo, dejar constancia de que en los cuatro años de su Presidencia, usted tuvo el valor de realizar esfuerzos por cambiar el curso de aquellas relaciones. Por ello, su nombre es visto con respeto por todos aquellos que fuimos testigos de su actitud.

"Una prueba palpable de que aquel propósito no fue inútil, es que a pesar de dificultades, incomprensiones y desacuerdos al parecer insuperables, durante sus cuatro años de Gobierno tuvieron lugar, entre otros, tres hechos importantes: se abrieron las Oficinas de Intereses en Washington y en La Habana; se delimitaron las fronteras marítimas entre Cuba, México y Estados Unidos; y fue reconocido el derecho de los ciudadanos norteamericanos de viajar a Cuba, lo que más tarde fue lamentablemente suspendido de nuevo por otros."

Y con la misma cortesía el exmandatario norteamericano respondió:

"Rosalynn (su esposa) y yo estamos encantados de nuevamente estar en Cuba después de 47 anos, y muy agradecidos por la invitación para visitar a este orgulloso país.

"Hemos llegado como amigos del pueblo de Cuba, y tenemos la esperanza de conocer a cubanos de diversas vertientes de la vida.

"Estamos deseosos de ver personalmente sus logros en salud, educación y cultura. También apreciamos la oportunidad de reunirnos con el presidente Castro, otros miembros del gobierno y representantes de grupos religiosos y otros, y así examinar las ideas que son importantes para Rosalynn y para mí, principios que constituyeron los cimientos cuando establecimos el Centro Carter hace 20 años. Estos son: paz, derechos humanos, democracia y el alivio del sufrimiento humano. Comprendemos que sobre algunos de estos temas tenemos diferencias, pero agradecemos la oportunidad para intentar identificar algunos puntos comunes y algunas áreas de cooperación."

Como dice el autor, Modesto Emilio, las personas cambian... algunas por suerte para bien, como en este caso Carter con el tema Cuba. Quien como presidente de los EUA se vio presionado a una conducta beligerante contra Cuba y se le trató consecuentemente como se debía, hoy en día Jimmy Carter prefiere como ciudadano estadounidense optar por una conducta meramente amistosa con la Isla y los cubanos.

Recordemos que por esta visita, Carter fue atacado de vender su alma al endemoniado comunismo, patético planteamiento que no encaja con la realidad: respetar diferencias y buscar puntos comunes de trabajo.

Estimo que Chávez tendrá también sus buenas razones para sus afirmaciones sobre Gaddafi.

Por tanto, para lo que me ha mostrado la historia y las vivencias que tengo en mi buena tierrita de Cuba, mientras más alguien me intenta dar explicaciones que conduzcan directa o indirectamente a la presunta inocencia del imperio norteamericano en los conflictos del mundo, menos creo en quienes me hablan de ello.


Discurso del Presidente Fidel Castro en bienvenida al exmandatario Jimmy Carter: http://www.analitica.com/bitblio/fidel/fidel_carter.asp

Discurso del exmandatario Jimmy Carter a su llegada a Cuba: http://www.analitica.com/bitblio/fidel/carter_fidel.asp

viernes, 18 de marzo de 2011

DISCURSO DEL CACIQUE MEXICANO GUAICAÍPURO CUAUHTÉMOC ANTE LA REUNIÓN DE JEFES DE ESTADO DE LA COMUNIDAD EUROPEA.

Aunque es un hecho que se cita como ocurrido el 8 de febrero de 2002, vale la pena reproducirlo nuevamente. No tengo la certeza de su veracidad, pero de lo que sí tengo certeza es del su valor ideológico, el cual muestra la realidad vivida por nuestra América; no la de los gringos, sino la América colonizada por la vieja Europa y liberada del yugo por las gestas independentistas de Simón Bolívar y José Martí.

Este texto me llegó a través del Consulado de la República Bolivariana de Venezuela en Barcelona.

Discurso del cacique mexicano Guaicaipuro Cuatemoc ante la reunión de Jefes de Estado de la Comunidad Europea.



Con lenguaje simple, que era trasmitido en traducción simultánea a más de un centenar de Jefes de Estado y dignatarios de la Comunidad Europea , el Cacique Guaicaípuro Cuauhtémoc logró inquietar a su audiencia cuando dijo:

"Aquí pues yo, Guaicaipuro Cuauhtémoc he venido a encontrar a los que celebran el encuentro.

Aquí pues yo, descendiente de los que poblaron la América hace cuarenta mil años, he venido a encontrar a los que la encontraron hace solo quinientos años.

Aquí pues, nos encontramos todos. Sabemos lo que somos, y es bastante. Nunca tendremos otra cosa.

El hermano aduanero europeo me pide papel escrito con visa para poder descubrir a los que me descubrieron.

El hermano usurero europeo me pide pago de una deuda contraída por Judas, a quien nunca autoricé a venderme.

El hermano leguleyo europeo me explica que toda deuda se paga con intereses aunque sea vendiendo seres humanos y países enteros sin pedirles consentimiento.

Yo los voy descubriendo.

También yo puedo reclamar pagos y también puedo reclamar intereses.

Consta en el Archivo de Indias, papel sobre papel, recibo sobre recibo y firma sobre firma, que solamente entre el año 1503 y 1660 llegaron a San Lucas de Barrameda 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata provenientes de América.

¿Saqueo? ¡No lo creyera yo! Porque sería pensar que los hermanos cristianos faltaron a su Séptimo Mandamiento.

¿Expoliación? ¡Guárdeme Tanatzin de figurarme que los europeos, como Caín, matan y niegan la sangre de su hermano!

¿Genocidio? Eso sería dar crédito a los calumniadores, como Bartolomé de las Casas, que califican al encuentro como de destrucción de las Indias, o a ultrosos como Arturo Uslar Pietri, que afirma que el arranque del capitalismo y la actual civilización europea se deben a la inundación de metales preciosos!

¡No! Esos 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata deben ser considerados como el primero de muchos otros préstamos amigables de América, destinados al desarrollo de Europa.

Lo contrario sería presumir la existencia de crímenes de guerra, lo que daría derecho no sólo a exigir la devolución inmediata, sino la indemnización por daños y perjuicios.

Yo, Guaicaipuro Cuauhtémoc, prefiero pensar en la menos ofensiva de estas hipótesis.

Tan fabulosa exportación de capitales no fueron más que el inicio de un plan ""MARSHALLTESUMA"", para garantizar la reconstrucción de la bárbara Europa , arruinada por sus deplorables guerras contra los cultos musulmanes, creadores del álgebra, la poligamia, el baño cotidiano y otros logros superiores de la civilización.

Por eso, al celebrar el Quinto Centenario del Empréstito, podremos preguntarnos:

¿Han hecho los hermanos europeos un uso racional, responsable o por lo menos productivo de los fondos tan generosamente adelantados por el Fondo Indoamericano Internacional?

Deploramos decir que no.

En lo estratégico, lo dilapidaron en las batallas de Lepanto, en armadas invencibles, en terceros reich’s y otras formas de exterminio mutuo, sin otro destino que terminar ocupados por las tropas gringas de la OTAN, como en Panamá, pero sin canal.

En lo financiero, han sido incapaces, después de una moratoria de 500 años, tanto de cancelar el capital y sus intereses, cuanto de independizarse de las rentas líquidas, las materias primas y la energía barata que les exporta y provee todo el Tercer Mundo.

Este deplorable cuadro corrobora la afirmación de Milton Friedman según la cual una economía subsidiada jamás puede funcionar y nos obliga a reclamarles, para su propio bien, el pago del capital y los intereses que, tan generosamente hemos demorado todos estos siglos en cobrar.

Al decir esto, aclaramos que no nos rebajaremos a cobrarles a nuestros hermanos europeos las viles y sanguinarias tasas del 20 y hasta el 30 por ciento de interés, que los hermanos europeos les cobran a los pueblos del Tercer Mundo.

Nos limitaremos a exigir la devolución de los metales preciosos adelantados, más el módico interés fijo del 10 por ciento, acumulado solo durante los últimos 300 años, con 200 años de gracia.

Sobre esta base, y aplicando la fórmula europea del interés compuesto, informamos a los descubridores que nos deben, como primer pago de su deuda, una masa de 185 mil kilos de oro y 16 millones de plata, ambas cifras elevadas a la potencia de 300.

Es decir, un número para cuya expresión total, serían necesarias más de 300 cifras, y que supera ampliamente el peso total del planeta Tierra.

Muy pesadas son esas moles de oro y plata. ¿Cuánto pesarían, calculadas en sangre?

Aducir que Europa, en medio milenio, no ha podido generar riquezas suficientes para cancelar ese módico interés, sería tanto como admitir su absoluto fracaso financiero y/o la demencial irracionalidad de los supuestos del capitalismo.

Tales cuestiones metafísicas, desde luego, no nos inquietan a los indios americanos.

Pero sí exigimos la firma de una Carta de Intención que discipline a los pueblos deudores del Viejo Continente, y que los obligue a cumplir su compromiso mediante una pronta privatización o reconversión de Europa, que les permita entregárnosla entera, como primer pago de la deuda histórica. Dicen los pesimistas del Viejo Mundo que su civilización está en una bancarrota tal que les impide cumplir con sus compromisos financieros o morales. En tal caso, nos contentaríamos con que nos pagaran entregándonos la bala con la que mataron al Poeta.

Pero no podrán.

Porque esa bala es el corazón de Europa.."

Cuando el Cacique Guaicaipuro Cuauhtémoc dio su conferencia ante la reunión de JEFES DE ESTADO DE LA COMUNIDAD EUROPEA , no sabía que estaba exponiendo una tesis de Derecho Internacional para determinar LA VERDADERA DEUDA EXTERNA. Ahora solo resta que algún gobierno, latinoamericano tenga el valor suficiente para hacer el reclamo ante los Tribunales Internacionales.

lunes, 14 de marzo de 2011

La historia se repite: pero ahora toca “ABRA-MACABRA” des-información sobre Libia.

La manipulación de la información no es una estrategia que nació con la llamada “Guerra Fría”, ya que fue, desde siglos pasados, piedra angular donde se limaba la opinión pública norteamericana para deslizar fácilmente la aceptación del establecimiento de la política exterior de dicho gobierno; tanto en su época de expansionismo con el destierro de tribus aborígenes, el robo de los terrenos de México y la ejecución de invasiones militares, como con la implementación de la misma “Guerra Fría”.

Con los objetivos puestos en detener las ansias coloniales de las potencias de entonces (España, Francia, Inglaterra, incluso Bélgica), ya comenzaron los pronunciamientos para apoderarse de nuevas tierras del sur del Continente. John Adams le escribió a Robert R. Livingstone, en 1783: “las isla del Caribe constituían un apéndice natural del continente americano y que era casi imposible resistirse a la convicción de que la anexión de Cuba a la República Federal era indispensable para la constitución de la Unión y el mantenimiento de su integridad”.

En el año 1889, en la búsqueda de crear en la población norteamericana una apatía con cierta carga de responsabilidad política, pero dotada de alto grado de discriminación racial hacia los nacionales de Cuba, The Manufacturer, de Filadelfia, publicó un el artículo “¿Queremos a Cuba?” en el cual caracterizaba al cubano como incapaz de crear una sociedad y de sostenerse a sí mismo, siendo Cuba un país que de esta forma se inclinaba a ser un peligro para la “angelical nación” norteamericana en el futuro. El periódico The Evening Post se hizo eco del artículo, exponiendo la opinión de los que ejercían el poder en los Estados Unidos. Aunque el apóstol José Martí dio respuesta contundente en una carta que se publicó con el título “Vindicación de Cuba”.

Éstas como otras tantas se convirtieron en más justificaciones de anexión que dieron al traste, un siglo después, a su intervención en el conflicto hispano-cubano y medio siglo de ignominias y gobiernos títeres en la Isla; amén de todo un derroche de agresiones y un férreo bloqueo económico que existe en la actualidad, sólo para derrocar una Revolución hecha por el pueblo.
Así también se presentaron las ambiciosas esperanzas de dominar la iniciativa de construcción de una vía comunicacional entre el Océano Atlántico con el Pacífico, como el construido en Panamá; dicha iniciativa de construcción había sido planteada por Simón Bolívar en el Congreso de Angustura.

Pero la comunicación interoceánica tomo fuerza con la presidencia de Theodore Roosevelt (1901) y puso en movimiento sus fichas hegemónicas. Todas las tretas urdidas terminaron en la intervención de este país en Panamá y el establecimiento de un acuerdo (el tratado de Hay-Bunau-Varilla), a costa de una titulada “independencia” en 1903, donde el imperio se hizo cargo de una gran brecha del canal del Istmo hasta la firma del Tratado Torrijos-Carter (1977), el cual devolvió a Panamá el control total del canal.

Pero no conforme Estados Unidos, años después involucró al presidente Manuel Antonio Noriega Moreno, formado en la famosa Escuela de las Américas, en las acostumbradas operaciones sombrías del norte y cuando el momento lo requirió dio dos disparos de un solo viaje: Invadió Panamá (1989), llevando a Noriega a juicio por “tráfico de drogas” (ya que no era más útil a la CIA) y al mismo tiempo dejó caer un mensaje de poderío militar cercano a la Revolución Sandinista, la cual estaba presta a elecciones en meses posteriores.

Ejemplos de otras intervenciones norteamericanas escudadas en excusas y con la participación de la manipulación desinformativa hay en casi todos los países de Latinoamérica:

En 1953, bajo la excusa de que Guatemala estaba en peligro de caer en manos soviéticas, preparó a través de la CIA el golpe de estado al presidente democrático Jacobo Albenz; pero la realidad era para asegurar las inversiones norteamericanas en eses país, como la United Fruit Company, y evitar que otros gobiernos de la región se contagiaran con pasos de transformación social. Demás está decir que la intervención dio paso a 40 años de escuadrones de la muerte, torturas, desapariciones y ejecuciones masivas.

El presidente de Brasil Joao Goulart fue derrocado por un golpe de estado en 1964, con la escurridiza participación de la CIA, también culpado de crímenes y demonizado por la prensa imperial y capitalista; pero la razón principal era porque este país no se dejó imponer condiciones y no rompió sus relaciones con Cuba (que ya había triunfado la Revolución rebelde en 1959). Por tanto, era otro ejemplo peligroso necesario a eliminar. Una vez impuesta la bota imperial sobre Brasil, éste rompió relaciones con Cuba y fue aceptado como un “aliado” especial de Washington.

El gobierno de John F. Kennedy quiso utilizar el mandato de Juan Bosch, de la República Dominicana, como intento de objeto para ridiculizar al Comandante Fidel Castro, el cual había planteado que Estados Unidos sólo apoyaba dictaduras militares. Sin embargo, cuando el mandatario dominicano comenzó con reformas y cambios como reforma agraria y nacionalizaciones, objetivos alejados de los intereses imperiales, también fue víctima de una trama “interna” que lo llevó obligadamente al exilio en 1966. Meses después, cuando un levantamiento popular intenta restablecer a Bosch, las botas militares del ejército norteamericano entraron en territorio dominicano para sofocar tal deseo.

Desde 1964 hasta 1973, el gobierno de Salvador Allende, en Chile, se había convertido en una inmensa molestia para el gobierno norteamericano. Amén de las diferentes intentonas de desestabilización al mismo y no lograrlo, quedó el último recurso arduo para la “luchadora por la democracia” (CIA): el asesinato. La culpa de Allende era su posición marxista, apegado al cumplimiento de la Constitución y con gran vínculo popular. Pero la propaganda era que el comunismo gobierna aterrorizando jactanciosamente a la población y lavaba el cerebro, por tanto, había que salvar la democracia de Chile. Dicha democracia norte-americana dio a luz más de tres mil ejecuciones, miles torturadas, cientos de desaparecidos y un gobierno bajo el mando del “angelical” asesino de Augusto Pinochet, muy abrazado y aplaudido por los Estados Unidos.
El próximo turno latinoamericano correspondió a Granada, en 1983, la cual la prensa satanizó como la posible segunda Revolución cubana o de la posible ocupación de la pequeña Isla por Cuba, cuando realmente nuestro país prestaba un servicio solidario con trabajadores en la construcción de un aeropuerto internacional. Pero el juego de des-información estaba en práctica, y en el mismo se aplicaban cantidades de sucias argucias.

Teniendo en cuenta los conflictos internos en el gobierno granadino, que terminaron con el asesinato de Maurice Bishop, presidente de ese país, el imperio aprovechó la oportunidad para la ocupación militar con la aerotransportada 72 y el 1er y 2do batallón de Rangers, entre otros. En el circo propagandístico para justificar la invasión, las declaraciones de Ronald Reagan fueron: “Llegamos apenas a tiempo para evitar la ocupación de Granada por los cubanos”… ¡Vaya burdo montaje y aparataje militar para enfrentar a simples trabajadores cubanos!

Pero el interés era sembrar una fuerza militar frente a las costas de Venezuela, país con grandes recursos petrolíferos.

Haití, la tierra más expoliada y explotada colonialmente del mundo también entró en la agenda de la CIA con el apoyo a la dictadura de Duvalier por treinta largos años, asesorando escuadrones de la muerte y condicionando el tráfico de drogas. Pero cuando Jean-Bertrand Aristide cambió ese panorama, el golpe militar al mismo se comenzó a fraguar desde el norte brutal, el cual se realizó en 1991. Debido a las declaraciones acusatorias contra los antecedentes de Duvalier y el rechazo al golpe de estado, la administración de Clinton se vio forzada a darle un pretendido apoyo a Aristide y forzar a su restauración bajo condiciones.

Pero en el mundo del poder hegemónico de la fuerza, no sólo Estados Unidos acopló el manejo de la información a sus intereses, ya que puede ser que la Alemania nazi, haya aprendido de la hipocresía gubernamental norteamericana.

Bajo el mandato de Adolf Hitler, y en su práctica de guerra de exterminio, se apoyó en la satanización del gobernante Stalin para reorientar favorablemente la opinión de alemanes, aliados al eje y hasta de ciudadanos procedentes de los países invadidos por Alemania. Con la excusa de «defender la civilización occidental contra el bolchevismo de subhumanos», por las marcadas “atrocidades” del líder de la otrora Unión Soviética, se llevó a cabo la expansión del dominio del tercer Reich.

Sin embargo, la manipulación surtió su efecto, la cual llevó a muchos ucranianos, bálticos y soviéticos “desilusionados” a alistarse a las divisiones de la Waffen-SS y combatir al lado de las tropas alemanas.

En esa época, el gobierno de Estados Unidos, viéndose económicamente y militarmente como centro de poder, se alió con Francia y Gran Bretaña, aceptando la entrada de la Unión Soviética al pacto para combatir al ejército nazi. Pero para alcanzar esa “alianza” con el ejército soviético, lo primero que el gobierno de Estados Unidos puso en práctica fue una ardua campaña propagandística dentro de su propio territorio, la cual fuera favorable a la figura de Jossif Vissarionovich Stalin.

El gobierno norteamericano para lograr el alistamiento al ejército de jóvenes de su población, los manipuló con las ideas de “América te necesita”. El General del Cuerpo de Infantería de Marina de los Estados Unidos, Smedley Butler, dio a conocer en su libro “War is a racket” (1935) todo el manejo y endulzamiento con el cual se llevó a Estados Unidos a la guerra:

“En la Primera Guerra Mundial, se utilizó la propaganda para que los jóvenes acepten la conscripción. Se les hace sentir vergüenza si no se unían al ejército.

“Tan viciosa esta propaganda de guerra que hasta Dios fue presentado en ella. Con pocas excepciones, nuestros sacerdotes se unieron en el clamor de matar, matar, matar. “Para matar a los alemanes. Dios está de nuestro lado. . . es su voluntad que los alemanes sean asesinados.

“Y en Alemania, los buenos pastores exhortaron a los alemanes a matar a los aliados. . . para favorecer el mismo Dios. Esa fue una parte de la propaganda en general, construida para hacer consciente la guerra popular y consciente el asesinato.

“Hermosos ideales fueron pintados por nuestros muchachos que fueron enviados a morir. Esta fue la "guerra para acabar todas las guerras." Esta fue la "guerra para hacer al mundo seguro para la democracia".”_ (¿Terminaron las guerras promovidas por Estados Unidos?)

Una vez lograda la rendición del ejército alemán y la amenaza nazi eliminada, la cacería de los oficiales del alto mando alemán se emprendió con una campaña publicitaria a nivel mundial; aunque por detrás del telón el gobierno norteamericano refugió bajo nuevas identidades a muchos de estos oficiales que formaron parte en la campaña antisoviética. Entonces, era la hora de la cruzada contra Stalin, el sistema socialista soviético y su influencia en la Europa occidental, manifiesto sombrío y cauteloso incorporado en el famoso Plan Marshall (o más bien llamado European Recovery Program o ERP, por sus siglas en inglés).

La “Guerra Fría” concebía la convención de todos los frentes ideológicos de batalla, tanto los de derecha, centro izquierda, como los de izquierda no comunistas contra el frente comunista de la Unión Soviética, pero sin declarar abiertamente un intencionado enfrentamiento a este último y su cultura; sino que dejaba en sí la puerta abierta, principalmente a los intelectuales europeos, a la “libre” expresión de sus manifestaciones; aunque siempre dicha libertad estuviera tensada por un finísimo hilo conductual de intereses.

La política de norteamericana en aquel entonces era corregir la opinión europea sobre Estados Unidos y su “in”-cultura; además, que la misma sobredimensionara los “beneficios” de inclinarse hacia la americanización de la democracia en el continente Europeo. Por supuesto la CIA fue un artífice donde nacieron las maquinaciones estratégicas de ideologización y los fondos de financiación a través de empresas tapaderas.

Sin embargo, esto demostraba que la América Latina no había sido el único escenario a los ensayos militares intervencionistas y de hegemónica conducta injerencista de los Estados Unidos. Otros continentes también han servido de laboratorio, donde países como Italia, Grecia (2 ocasiones), Filipinas, Albania, Alemania, Irán, Indonesia, Vietnam, Corea del Sur, Camboya, el Congo (Zaire), Irak, Afganistán, Yugoslavia y Libia (década de los 80s, con el asesinato de la hija de Gaddafi en un bombardeo autorizado por Reagan, sin haber declaración previa de guerra) han sido intervenidos y difamados bajo el golpe directo de la desinformación a la opinión pública.

El propio General del Cuerpo de Infantería de Marina de los Estados Unidos, Smedley Butler dice en su libro la Diplomacia de Cañonero de su propio gobierno:

“He servido durante 30 años y cuatro meses en las unidades más combativas de las fuerzas armadas estadounidenses: en la Infantería de Marina. Tengo el sentimiento de haber actuado durante todo ese tiempo de bandido altamente calificado al servicio de los grandes negocios del Wall Street y sus banqueros.

Nos ha ido bastante bien con Luisiana, Florida, Texas ,Hawái y California y el Tío Sam puede tragarse a México y Centroamérica, con Cuba y las islas de las Indias Occidentales, por vía de postres y sin intoxicarse".

En una palabra, he sido un pandillero al servicio del capitalismo. De tal manera, en 1914 afirmé la seguridad de los intereses petroleros en México, Tampico en particular. Contribuí a transformar a Cuba en un país donde la gente del National City Bank podía birlar tranquilamente los beneficios. Participé en la "limpieza" de Nicaragua, de 1902 a 1912, por cuenta de la firma bancaria internacional Brown Brothers Harriman. En 1916, por cuenta de los grandes azucareros estadounidenses, aporté a la República Dominicana la "civilización". En 1923 "enderecé" los asuntos en Honduras en interés de las compañías fruteras estadounidenses. En 1927, en China, afiancé los intereses de la Standard Oil.

Fui premiado con honores, medallas y ascensos. Pero cuando miro hacia atrás considero que podría haber dado algunas sugerencias a Al Capone. Él, como gánster, operó en tres distritos de una ciudad. Yo, como marine, operé en tres continentes. El problema es que cuando el dólar estadounidense gana apenas el 6 por ciento, aquí se ponen impacientes y van al extranjero para ganarse el ciento por ciento. La bandera sigue al dólar y los soldados siguen a la bandera.”

Hoy en día, Estados Unidos, como otras potencias con expedientes colonialistas, impone en sus agendas de supervivencias el dominio de los recursos, aun cuando esto vaya a expensas de la vida de otros pueblos.

La crisis económica también tiene su reflejo en la crisis energética. El capitalismo, promotor de los ciclos sistémicos de trance y aprieto a nivel mundial, necesita mantenerse en el banquillo del poder y armarse, de cualquier forma posible, con el cetro que sella autoritariamente cualquiera de sus mandatos y exigencias.

Con cada crisis el imperialismo yanqui, como líder del salvaje capitalismo, pierde credibilidad en su gestión auto declarada de gendarme del mundo, endiosada idea que se ha adherido en tejido de dicha sociedad motivada por la diaria praxis de los gobiernos de Estados Unidos, sembrado sutilmente en la opinión mundial; por lo tanto, ha de hacerse algo para recuperar la “confianza” tanto interna como externa, lo cual implica el cavilar alguna estratagema para alcanzar los objetivos: el cambio de opinión y, por ende, el afianzarse por cualquier medio sobre el trono.

Para esto, independientemente de las acciones beligerantes que llevan a cabo, tiene otra vertiente que encierra el trabajo psicológico de la población inculta o confusa, disponiendo de la sutileza de la manipulación, haciendo uso de la información según los intereses del momento, aunque esto enlace la tergiversación y/o el engaño.

Ahora se impone un nuevo toque mágico que alimente la industria bélica, el consumismo y el despilfarro del primer mundo, dando la oportunidad a que la fuerza brutal y despiadada se adueñe de los recursos ajenos: “Abra macabra”, desinformemos sobre Libia.

Muchos sitios y medios de la prensa capitalista han puesto sus trampas en sus artículos noticiosos o de opinión con referencia a Libia y su mandatario Gaddafi.

En mi valoración personal sobre el caso y sin perder la memoria de quién es verdaderamente el enemigo en este conflicto que se presenta en Libia, después de ver los sufrimientos que afligen al mundo, de una lectura minuciosa de varias reflexiones del compañero Fidel Castro y de leer el artículo de Luis Britto García, publicado en varios sitios (incluso Cubadebate), repito mis palabras, reproducidas en el sitio web de la Brigada Vallesana Simón Bolívar:
“No hay nada más certero que los refranes que nacen en la sabia popular. Por algo existen y perseveran en el tiempo. Todos vamos a ellos porque son aplicables en los contextos del tiempo infinito.... y en lo más profundo, no dicen más que la verdad. Buen artículo de Britto... lo que me lleva a la convicción de que prefiero adherirme a las palabras de Fidel y Chávez, que llevarme por la precipitación y convertirme en acérrimo verdugo del <> patíbulo condenatorio al presidente libio.

“Sin que esto me muestre como simpatizante de sus errores ni tampoco adulador a los méritos que una vez alcanzó con hechos tiempo atrás; prefiero centrarme en un enemigo mayor, que es el enemigo de los pueblos del mundo: el gobierno de los Estados Unidos con sus maquiavélicas intervenciones; y luchar por quitarle esas ínfulas de señor, gendarme y juez del universo terrenal con las que actúa siempre ... creo que si las revueltas contra el presidente libio fueran sinceras, bañadas en un sentimiento de beneficio popular para Libia y con el objetivo de derrocar tiranías, se están equivocando de lleno quienes desde la oposición se están aliando al imperio y sus secuaces.

“Pero eso desea el imperio, demonizar por la prensa al presidente libio y que todos, desde cualquier podio ideológico, se pronuncien de esa misma manera para darle más leña al fuego que se prepara. Por tanto, invito a todos aquellos, de la izquierda constructora del socialismo, a que versen sus esfuerzos en no darle cabidas al imperialismo para que monte sus teatros, marañas, complots. A que sea el pueblo libio quien encuentre soluciones a sus problemas, sin que nadie venga a poner condiciones al juego y después se aproveche para sus monopólicos intereses.

“No permitamos otro golpe como el de Honduras, otra Palestina, otro Irak, otro Afganistán, que nacieron de una mesa de intereses desde el norte brutal. No es Obama ni Hillary Clinton quienes tienen que pronunciarse para resolver los conflictos de Túnez, Egipto, Libia y demás... ya que sería como hacerle el juego al imperio en sus creencias de jugar a Dios. Son los pueblos quienes deben pronunciarse por la búsqueda de una solución interna para salvaguardar la integridad de un pueblo en conflicto.”

A esto agrego:
No permitamos más intervenciones, no más guerras de rapiña, no más gobiernos coloniales auto titulados jueces del mundo.

Salvar a un pueblo a través de la paz, es salvarnos todos con dignidad y vergüenza.

viernes, 11 de marzo de 2011

La OTAN, la guerra, la mentira y los negocios

Tomado de CubaDebate:
http://www.cubadebate.cu/reflexiones-fidel/2011/03/10/la-otan-la-guerra-la-mentira-y-los-negocios/

Como algunos conocen, en septiembre de 1969, Muammar al-Gaddafi, un militar árabe beduino de peculiar carácter e inspirado en las ideas del líder egipcio Gamal Abdel Nasser, promovió en el seno de las Fuerzas Armadas un movimiento que derrocó al Rey Idris I de Libia, un país desértico casi en su totalidad y de escasa población, situado al norte de África, entre Túnez y Egipto.

Los importantes y valiosos recursos energéticos de Libia fueron descubriéndose progresivamente.

Nacido en el seno de una familia de la tribu beduina de pastores nómadas del desierto, en la región de Trípoli, Gaddafi era profundamente anticolonialista. Se asegura que un abuelo paterno murió luchando contra los invasores italianos cuando Libia fue invadida por éstos en 1911. El régimen colonial y el fascismo cambiaron la vida de todos. Se dice, igualmente, que el padre sufrió prisión antes de ganarse el pan como obrero industrial.

Incluso, los adversarios de Gaddafi aseguran que se destacó por su inteligencia como estudiante; fue expulsado del liceo por sus actividades antimonárquicas. Logró matricularse en otro liceo y después graduarse en leyes en la Universidad de Bengasi a los 21 años. Ingresa después en el Colegio Militar de Bengasi donde creó lo que se denominó el Movimiento Secreto Unionista de Oficiales Libres, concluyendo posteriormente sus estudios en una academia militar británica.
Estos antecedentes explican la notable influencia que ejerció después en Libia y en otros líderes políticos, estén hoy a favor o en contra de Gaddafi.

Había iniciado su vida política con hechos incuestionablemente revolucionarios.

En marzo de 1970, tras manifestaciones masivas nacionalistas, logró la evacuación de los soldados británicos del país y, en junio, Estados Unidos desalojó la gran base aérea cerca de Trípoli , entregada a instructores militares egipcios, país aliado a Libia.

En 1970, varias compañías petroleras occidentales y sociedades bancarias con participación de capitales extranjeros fueron afectadas por la Revolución. A fines de 1971, la famosa British Petroleum corrió la misma suerte. En el área agropecuaria todos los bienes italianos fueron confiscados, los colonos y sus descendientes expulsados de Libia.

La intervención estatal se orientó al control de las grandes empresas. La producción de ese país pasó a disfrutar de uno de los niveles más altos del mundo árabe. Se prohibió el juego y el consumo de alcohol. El estatus jurídico de la mujer, tradicionalmente limitado, fue elevado.

El líder libio se enfrascó en teorías extremistas que se oponían tanto al comunismo como al capitalismo. Fue una etapa en la que Gaddafi se dedicó a la teorización, que no tiene sentido incluir en este análisis, aunque sí señalar que en el artículo primero de la Proclama Constitucional de 1969 se establecía el carácter “Socialista” de la Jamahiriya Árabe Libia Popular.

Lo que deseo enfatizar es que a Estados Unidos y sus aliados de la OTAN nunca le interesaron los derechos humanos.

La olla de grillos que tuvo lugar en el Consejo de Seguridad, en la reunión del Consejo de Derechos Humanos con sede en Ginebra, y en la Asamblea General de la ONU en Nueva York, fue puro teatro.

Comprendo perfectamente las reacciones de los líderes políticos envueltos en tantas contradicciones y estériles debates, dada la urdimbre de intereses y problemas que deben atender.

Todos sabemos muy bien que el carácter de miembro permanente, el poder de veto, la posesión de armas nucleares, y no pocas instituciones son fuentes de privilegios e intereses impuestos por la fuerza a la humanidad. Se puede estar o no de acuerdo con muchas de ellas, pero jamás aceptarlas como medidas justas o éticas.

El imperio pretende ahora hacer girar los acontecimientos en torno a lo que hizo o no Gaddafi, porque necesita intervenir militarmente en Libia y golpear la ola revolucionaria desatada en el mundo árabe. Hasta ahora no se decía una palabra, se guardaba silencio y se hacían negocios.

Promovida la latente rebeldía libia por los órganos de inteligencia yanki, o por los errores del propio Gaddafi, es importante que los pueblos no se dejen engañar, ya que muy pronto la opinión mundial tendrá suficientes elementos para saber a qué atenerse.

A mi juicio, y así lo expresé desde el primer momento, había que denunciar los planes de la belicosa OTAN.

Libia, igual que muchos países del Tercer Mundo, es miembro del Movimiento de Países No Alineados, del Grupo de los 77 y otras organizaciones internacionales, a través de las cuales se establecen relaciones independientemente de su sistema económico y social.

A grandes rasgos: la Revolución en Cuba, inspirada en principios Marxistas-Leninistas y Martianos, había triunfado en 1959 a 90 millas de Estados Unidos, que nos impuso la Enmienda Platt y era propietario de la economía de nuestro país.

Casi de inmediato, el imperio promovió contra nuestro pueblo la guerra sucia, las bandas contrarrevolucionarias, el criminal bloqueo económico, y la invasión mercenaria de Girón, custodiada por un portaaviones y su infantería de marina lista para desembarcar si la fuerza mercenaria obtenía determinados objetivos.

Apenas año y medio después nos amenazó con el poderío de su arsenal nuclear. Una guerra de ese carácter estuvo a punto de estallar.

Todos los países latinoamericanos, con la excepción de México, participaron del criminal bloqueo que todavía perdura, sin que nuestro país jamás se rindiera. Es importante recordarlo para los que carecen de memoria histórica.

En enero de 1986, esgrimiendo la idea de que Libia estaba detrás del llamado terrorismo revolucionario, Reagan ordenó romper relaciones económicas y comerciales con ese país.

En marzo, una fuerza de portaaviones en el Golfo de Sirte, dentro de aguas consideradas nacionales por Libia, desató ataques que ocasionaron la destrucción de varias unidades navales provistas de lanzamisiles y de sistemas de radares de costa que ese país había adquirido en la URSS.

El 5 de abril, una discoteca en Berlín Occidental, frecuentada por soldados de Estados Unidos, fue víctima de explosivos plásticos, en el que tres personas murieron, dos de ellas militares norteamericanos y muchos fueron heridos.

Reagan acusó a Gaddafi y ordenó a la Fuerza Aérea que diera respuesta. Tres escuadrones despegaron de los portaaviones de la VI Flota y bases en el Reino Unido, atacaron con misiles y bombas siete objetivos militares en Trípoli y Bengasi. Alrededor de 40 personas murieron, 15 de ellas civiles. Advertido del avance de los bombarderos, Gaddafi reunió la familia y estaba abandonando su residencia ubicada en el complejo militar de Bab Al Aziziya, al sur de la capital. No había concluido la evacuación cuando un misil impactó directamente en la residencia, su hija Hanna murió y otros dos hijos resultaron heridos. El hecho recibió un amplio rechazo; la Asamblea General de la ONU aprobó una resolución de condena por violación de la Carta de la ONU y el Derecho Internacional. Igual hizo en términos enérgicos el Movimiento de Países No Alineados, la Liga Árabe y la OUA.

El 21 de diciembre de 1988, un Boeing 747 de la compañía Pan Am que volaba de Londres a Nueva York se desintegró en pleno vuelo por el estallido de una bomba, los restos cayeron sobre la localidad de Lockerbie, y la tragedia costó 270 vidas de 21 nacionalidades.

En un principio el Gobierno de Estados Unidos sospechó de Irán, como represalia por la muerte de 290 personas por el derribo de un Airbus de su línea estatal. Las investigaciones, según los yankis, implicaban dos agentes de la inteligencia Libia. Imputaciones similares contra Libia se hicieron por un avión de la aerolínea francesa en ruta Brazzaville-N’Djamena-Paris, implicando a funcionarios libios que Gaddafi rechazó extraditar por hechos que negó categóricamente.

Una leyenda tenebrosa se fabricó contra él con la participación de Reagan y Bush padre.

Desde 1975 hasta la etapa final del gobierno de Reagan, Cuba se había consagrado a sus deberes internacionalistas en Angola y otros países de África. Conocíamos de los conflictos que se desarrollaron en Libia o en torno a ella por lecturas y testimonios de personas muy vinculadas a ese país y al mundo árabe, así como por las impresiones que guardamos de numerosas personalidades de distintos países con los que tuvimos contactos en aquellos años.

Muchos conocidos líderes africanos con los que Gaddafi mantenía relaciones estrechas se esforzaron por buscar soluciones a las tensas relaciones entre Libia y el Reino Unido.

El Consejo de Seguridad le había impuesto sanciones a Libia que comenzaron a superarse cuando Gaddafi aceptó someter a juicio, con determinadas condiciones, a los dos acusados por el avión que estalló sobre Escocia.

Delegaciones libias comenzaron a ser invitadas a reuniones intereuropeas. En julio de 1999 Londres inició el restablecimiento de relaciones diplomáticas plenas con Libia, después de algunas concesiones adicionales.

En septiembre de ese año, los ministros de la Unión Europea aceptaron revocar las medidas restrictivas al comercio tomadas en 1992.

El 2 de diciembre, Massimo D’Alema, primer ministro italiano, realizó la primera visita de un jefe de gobierno europeo a Libia.

Desaparecida la URSS y el campo socialista de Europa, Gaddafi decidió aceptar las demandas de Estados Unidos y la OTAN.

Cuando visité Libia en mayo de 2001, me exhibió las ruinas del traidor ataque con que Reagan asesinó a su hija, y estuvo a punto de exterminar a toda la familia.

A inicios del 2002, el Departamento de Estado informó que estaban en curso conversaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Libia.

En mayo se había vuelto a incluir a Libia en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo, aunque, en enero, el presidente George W. Bush no había mencionado al país africano en su célebre discurso sobre los integrantes del “eje del mal”.

Al iniciarse el año 2003, en virtud del acuerdo económico sobre indemnizaciones alcanzado entre Libia y los países demandantes, Reino Unido y Francia, el Consejo de Seguridad de la ONU levantó las sanciones de 1992 contra Libia.

Antes de finalizar el 2003, Bush y Tony Blair informaron de un acuerdo con Libia, país que había entregado a expertos de inteligencia del Reino Unido y Washington documentación de los programas no convencionales de armas, así como misiles balísticos con un alcance superior a 300 kilómetros. Funcionarios de ambos países ya habían visitado diversas instalaciones. Era el fruto de muchos meses de conversaciones entre Trípoli y Washington, como reveló el propio Bush.

Gaddafi cumplió sus promesas de desarme. En pocos meses Libia entregó las cinco unidades de misiles Scud-C con un alcance de 800 kilómetros y los cientos de Scud-B, cuyo alcance sobrepasaba los 300 kilómetros en misiles defensivos de corto alcance.

A partir de octubre de 2002 se inició el maratón de visitas a Trípoli: Berlusconi, en octubre de 2002; José María Aznar, en septiembre de 2003; Berlusconi de nuevo en febrero, agosto y octubre de 2004; Blair, en marzo de 2004; el alemán Schröeder, en octubre de ese año; Jacques Chirac, en noviembre de 2004. Todo el mundo feliz. Poderoso caballero es don dinero.

Gaddafi recorrió triunfalmente Europa. Fue recibido en Bruselas en abril de 2004 por Romano Prodi, presidente de la Comisión Europea; en agosto de ese año el líder libio invitó a Bush a visitar su país; Exxon Mobil, Chevron Texaco y Conoco Philips ultimaban la reanudación de la extracción de crudo a través de joint ventures.

En mayo de 2006, Estados Unidos anunció la retirada de Libia de la lista de países terroristas y el establecimiento de relaciones diplomáticas plenas.

En 2006 y 2007, Francia y Estados Unidos suscribieron acuerdos de cooperación nuclear con fines pacíficos; en mayo de 2007, Blair volvió a visitar a Gaddafi en Sirte. British Petroleum firmó un contrato “enormemente importante” según se declaró para la exploración de yacimientos de gas.

En diciembre de 2007, Gaddafi realizó dos visitas a Francia y firmó contratos de equipamientos militares y civiles por valor de 10 000 millones de euros; y a España, donde se entrevistó con el presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero. Contratos millonarios se suscribieron con importantes países de la OTAN.

¿Qué es lo que ahora ha originado la retirada precipitada de las embajadas de Estados Unidos y los demás miembros de la OTAN?

Todo resulta sumamente extraño.

George W. Bush, el padre de la estúpida guerra antiterrorista, declaró el 20 de septiembre de 2001 a los cadetes de West Point “Nuestra seguridad requerirá [...] la fuerza militar que ustedes dirigirán, una fuerza que debe estar lista para atacar inmediatamente en cualquier oscuro rincón del mundo. Y nuestra seguridad requerirá que estemos listos para el ataque preventivo cuando sea necesario defender nuestra libertad y [...] nuestra vidas.”

“Debemos descubrir células terroristas en 60 países o más [...] Junto a nuestros amigos y aliados, debemos oponernos a la proliferación y afrontar a los regímenes que patrocinan el terrorismo, según requiera cada caso.”

¿Qué pensará Obama de ese discurso?

¿Qué sanciones impondrá el Consejo de Seguridad a los que mataron más de un millón de civiles en Irak y a los que todos los días asesinan hombres mujeres y niños en Afganistán, donde en días recientes la población enardecida se lanzó a las calles a protestar contra la matanza de niños inocentes?

Un despacho de la AFP procedente de Kabul, fechado hoy 9 de marzo, rebela que: “El año pasado fue el más letal para los civiles en nueve años de guerra entre los talibanes y las fuerzas internacionales en Afganistán, con casi 2.800 muertos, un 15% mas que en 2009, indicó el miércoles un informe de la ONU, que subraya el costo humano del conflicto para la población.”

“…la insurrección de los talibanes se intensificó y ganó terreno en estos últimos años, con acciones de guerrilla más allá de sus bastiones tradicionales del sur y del este.”

“Con 2 777 exactamente, el número de civiles muertos en 2010 aumentó en 15% con respecto a 2009, indica el informe anual conjunto de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán…”

“El presidente Barack Obama expresó el 3 de marzo su “profundo pesar” al pueblo afgano por los nueve niños muertos, y también lo hicieron el general estadounidense David Petraeus, comandante en jefe de la ISAF, y el secretario de Defensa, Robert Gates.”

“…el reporte de la UNAMA destaca que el número de civiles muertos en 2010 es cuatro veces superior a los soldados de las fuerzas internacionales caídos en combate en ese mismo año.

“El año 2010 ha sido, de lejos, el año más mortífero para los soldados extranjeros en nueve años de guerra, con 711 muertos, confirmando que la guerrilla de los talibanes se intensificó pese al envío de 30.000 soldados estadounidenses de refuerzo el año pasado.”

Durante 10 días, en Ginebra y en Naciones Unidas, se pronunciaron más de 150 discursos sobre violaciones de los derechos humanos que fueron repetidos millones de veces por televisión, radio, Internet y la prensa escrita.

El Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, en su intervención del pasado 1º de marzo de 2011 ante los Ministros de Relaciones Exteriores reunidos en Ginebra, expresó:

“La conciencia humana rechaza la muerte de personas inocentes en cualquier circunstancia y lugar. Cuba comparte plenamente la preocupación mundial por las pérdidas de vidas de civiles en Libia y desea que su pueblo alcance una solución pacífica y soberana a la guerra civil que allí ocurre, sin ninguna injerencia extranjera, y que garantice la integridad de esa nación.”

Algunos de los párrafos finales de su intervención fueron lapidarios:

“Si el derecho humano esencial es el derecho a la vida, ¿estará listo el Consejo para suspender la membresía de los Estados que desaten una guerra?”

“¿Suspenderá a los Estados que financien y suministren ayuda militar empleada por el Estado receptor en violaciones masivas, flagrantes y sistemáticas de los derechos humanos y en ataques contra la población civil, como las que ocurren en Palestina?

“¿Aplicará esa medida contra países poderosos que realicen ejecuciones extrajudiciales en territorio de otros Estados con empleo de alta tecnología, como municiones inteligentes y aviones no tripulados?

“¿Qué ocurrirá con Estados que acepten en sus territorios cárceles ilegales secretas, faciliten el tránsito de vuelos secretos con personas secuestradas o participen de actos de tortura?”

Compartimos plenamente la valiente posición del líder bolivariano Hugo Chávez y el ALBA.

Estamos contra la guerra interna en Libia, a favor de la paz inmediata y el respeto pleno a la vida y los derechos de todos los ciudadanos, sin intervención extranjera, que solo serviría a la prolongación del conflicto y los intereses de la OTAN.

Fidel Castro Ruz


Marzo 9 de 2011
9 y 35 p.m.

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