Por Fernando Buen Abad
Tomado de Rebelion.org
Suele ser contraproducente, e ingenua (cuando no sospechosa) la fe que algunos y algunas depositan en las estrategias mercantiles de propaganda política predominante. Abunda la cursilería, el chantaje y la banalidad en los estereotipos propagandísticos burgueses que suelen pecar de costosos e ineficaces porque muchos de los clientes son, a su vez, superfluos, cursis, chantajistas y oportunistas. Y les gusta lo mismo. Incluso el engaño.