miércoles, 30 de diciembre de 2009

TAMAÑA INFAMIA LA DEL IMPERIO.


Por Gustavo de la Torre Morales

Desde hace mucho se vienen avizorando las nefastas consecuencias que acarrean los cambios climáticos producidos por el calentamiento global, los cuales afectan indistintamente a todos los sistemas naturales de nuestro planeta. Las concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera supera la cifra natural de los últimos 650 mil años, lo cual lacera la capa de ozono, genera rangos de temperaturas en determinadas zonas donde el calor supera el promedio mundial y el deshielo del Ártico crea cambios en el nivel de los mares. El resultado es la aparición de fenómenos climatológicos de carácter irreversibles. A las causantes anteriores se suman la desforestación indiscriminada, el sobreuso de químicos y la conversión de extensos terrenos, se inunda la tierra con desechos sin procesar debido al sobreconsumo, la sobreexplotación de los recursos marinos y la contaminación de las aguas conllevan a la pérdida de la biodiversidad.

La supervivencia futura del planeta se intentó debatir en la Cumbre Climática de las Naciones Unidas, en diciembre, en Copenhague, Dinamarca, pero se deslumbró evidentes contradicciones entre un mundo aposentado en el poderío económico frente a otro que por siglos ha sufrido conquistas y explotación; contraposición expresada por el Presidente Venezolano Hugo Chávez en dicho evento: “Hay un grupo de países que se creen superiores a nosotros los del Sur, a nosotros el Tercer Mundo, a nosotros los subdesarrollados, o como dice el gran amigo Eduardo Galeano, nosotros los países arrollados como por un tren que nos arrolló en la historia”.(1)

El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, pasó con aires de supremo por la Cumbre, y con un escogido grupo de mandatarios y representante de algunos países, de forma muy selecta, conspiró un documento donde se sanciona el futuro avance de los países subdesarrollados y dejando a los verdaderos culpables de la actual catástrofe climatológica fuera de responsabilidades. El látigo de la desvergüenza venía ya orquestado por el llamado primer mundo y subvalorando indignamente al resto y mayoritario de la comunidad internacional.

Sin embargo, Obama, en su brevísimo discurso, no tuvo la valentía de exponer los datos sobre la mesa; pero el canciller cubano Bruno Rodríguez sí lo hizo y cito sus palabras:

“…desde el Protocolo de Kyoto hasta la fecha las emisiones de los países desarrollados se elevaron 12,8%… y de ese volumen el 55% corresponde a Estados Unidos.”

“Un estadounidense consume, como promedio, 25 barriles de petróleo anuales, un europeo 11, un ciudadano chino menos de dos, y un latinoamericano o caribeño, menos de uno.”

“Treinta países, incluidos los de la Unión Europea, consumen el 80% del combustible que se produce.” (2)

Aún cuando Estados Unidos ha sido reacio a firmar el Protocolo de Kyoto y a la vez ser el mayor contaminante de nuestro planeta, ahora intenta ponerse como salvador al comunicar que se compromete a reducir sus emisiones en solo un 2%, como si eso lo exonerara de todo el desastre causado hasta el momento. ¿Hasta dónde llega el cinismo? No tiene límite la deshonrosa actitud de Obama, incluso cuando, poco después de su fugaz pase por la Cumbre, se atrevió a anunciar a la prensa lo siguiente: “Hemos producido un sustancioso acuerdo sin precedente aquí en Copenhague. Por primera vez en la historia, las mayores economías hemos venido juntas a aceptar responsabilidades.” (2) ¿Cuál sustancioso acuerdo? ¿El que ha llevado al fracaso esta Cumbre? Cuando se hizo evidente que su farsa se convirtió en ineptitud frente a la comunidad internacional, quiso auto justificarse planteando públicamente por la televisión CBS que al menos la situación se mantenía al mismo nivel donde estábamos.

Sí, eso es más que evidente que nos mantenemos y vamos a empeorar por el sistema desigual que impera en nuestro planeta. La especie humana tiene un inmenso desbalance al valorar los niveles de vida en las diferentes latitudes, lo cual expuso con datos indiscutibles el presidente venezolano Hugo Chávez en la Cumbre:

“Señor Presidente, el cambio climático no es el único problema que afecta hoy a la humanidad; otros flagelos e injusticias nos acechan, la brecha que separa a los países ricos y pobres no ha dejado de crecer, a pesar de todos los Objetivos del Milenio, la Cumbre de Monterrey sobre financiamiento, todas esas cumbres -como decía aquí el Presidente de Senegal, denunciando una gran verdad, promesas y promesas y promesas incumplidas, y el mundo sigue su marcha destructiva.

“El ingreso total de los 500 individuos más ricos del mundo es superior al ingreso de los 416 millones de personas más pobres. Los 2 800 millones de personas que viven en la pobreza, con menos de dos dólares al día, y que representan el 40% de la población global, ¡ese cuarenta por ciento de la población global!, obtiene solo el 5% del ingreso mundial.

“Hoy mueren al año unos 9,2 millones de niños antes de alcanzar el quinto año de vida, y el 99,9% de estas muertes ocurren en los países más pobres. La mortalidad infantil es de 47 muertes por 1 000 nacidos vivos; pero es de solo 5 por cada 1 000 en los países ricos. La esperanza de vida en el planeta es de 67 años, en los países ricos es de 79, mientras en algunas naciones pobres es de solo 40 años.

“Adicionalmente existen 1 100 millones de habitantes sin acceso al agua potable; 2 600 millones sin servicio de saneamiento; más de 800 millones de analfabetos y 1 020 millones de personas hambrientas. Ese es el escenario del mundo”. (1)

Independientemente del escenario anterior, el capitalismo continúa haciendo propaganda con lentejuelas sobre las expectativas e ilusiones a encontrar en su sistema político-económico; pero con ello sigue engañando solamente a los ilusos. Es un sistema que exacerba las diferencias y su individualismo encarnizan la competencia, donde el sostén se basa en la economía bursátil y especulativa en vez de la producción planificada y necesaria; donde se incrementa el negocio ilícito, el tráfico de personas y de órganos, donde el mercado negro de estupefacientes y narcos crea toda una red mercantil, donde la desideologización es el factor para enajenar la sociedad y solamente el dinero es la palanca de poder.

El imperio presume y pulula engañosamente un discurso de democracia y libertad, sin embargo dispone de millones de dólares para incentivar la industria más destructiva del planeta: la armamentista. Chalmer Johnson, escritor norteamericano y profesor de la Universidad de California, en su libro “Blowback: Costes y Consecuencias del Imperio Americano”, escribió lo siguiente: “El gobierno (norteamericano) emplea a unas 6.500 personas sólo para coordinar y administrar sus ventas de armas en un programa donde participan altos funcionarios de las embajadas estadounidenses en todo el mundo, que pasan la mayor parte de su carrera diplomática profesional como vendedores de armas.” (3)

Los impuestos de los ciudadanos norteamericanos van dirigidos mayoritariamente a los gastos de guerras que a proyectos de la salud, educación y el bienestar de sus propios ciudadanos. Según datos de Wikipedia, el presupuesto total para lo que el Pentágono llama “defensa” en el año fiscal 2010 será de al menos 880 mil millones dólares y podría llegar a un máximo de $ 1 billón…

Joseph Henchman, director de proyectos estatales de la Tax Foundation, afirmó que combinados todos los gobiernos locales de EEUU (ciudades, condados, etc.) reúnen cerca de $ 500 millones en impuestos. Si a eso se añade la contribución estatal podrían obtener algo más de $ 1,3 billones. Esto significa que el Pentágono dispone casi tanto dinero como todos los estados, condados, ciudades y otras dependencias gubernamentales para garantizar el gobierno del país. (3)

La industria armamentista de los Estados Unidos conforma la cuarta parte del PIB de dicho país. ¿Cómo un país que afirma luchar por la democracia y contra el terrorismo, dedica tanta inversión en hacer guerras? Las botas norteamericanas han pisoteado tierras de Cuba, Panamá, Santo Domingo, Guatemala, Nicaragua, Granada, El Salvador, Chile, México, Haití, Puerto Rico, Indonesia, Irak, Afganistán y tantos otros.

Las ansías de ejercer una dominación económica mundial ha hecho que los gobiernos norteamericanos dediquen esfuerzos y fondos, no solo a la producción de armas, sino también a la creación de centros de desestabilización política en otros países.

En el marco de la Guerra Fría y bajo la excusa de la Doctrina de Seguridad Nacional, en 1946, en Port Amador, Panamá, nació el centro: “Latin American Training Center. Ground Division” (en inglés, “Centro de Entrenamiento para Latinoamérica. División de Tierra”), denominado después, en julio de 1963, como “United States Army School of the Americas” (USARSA), o más popularmente conocido como “Escuela de las Américas”. Centro creado por el gobierno norteamericano con la misión de establecer y definir determinadas acciones de política exterior de los EE. UU para combatir aquellas ideologías, organizaciones o movimientos que dentro de los países de América Central y del Sur favorecieran o apoyaran al comunismo. De esta manera legitimaron por la fuerza armada la violación sistemática de los derechos humanos en la zona.

Gobiernos totalitarios y militares que impusieron dictaduras sangrientas nacieron de la “Escuela de las Américas”. El asesinato, la tortura y la opresión fueron el resultado de lo que implementaron en los países de América del Sur y fueron validados, amparados y respaldados económicamente por los gobiernos norteamericanos.

A finales de los años 70, por los tratados Torrijos-Carter, se decidió trasladar dicho centro a suelo norteamericano. Años después y debido a tantas polémicas, por la mala imagen creada por este centro, se decidió cerrarlo para abrir uno nuevo. Solo una cuestión de cosmética que sigue chupando los impuestos de los norteamericanos; el nuevo centro, inaugurado el 17 de febrero de 2001, está ubicado en el mismo lugar, con los mismos edificios, los mismos instructores y los mismos programas. Ahora este centro se llama "Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación de Seguridad" (Western Hemisphere Institute for Security Cooperation (WHISC)).

Otros aparatos son La Agencia del Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID) por las siglas en inglés) y la National Endowment for Democracy (NED), fachadas de la CIA, las cuales destinan fondos a subvencionar económicamente a sus aliados opositores en Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador. Sólo en Venezuela, invirtieron más de 50 millones de dólares en ese tiempo para alimentar a los grupos de la oposición, promoviendo adicionalmente la creación de más de 400 nuevas organizaciones y programas para filtrar y canalizar esos fondos. A diferencia de Cuba, Washington tenía entrada directa dentro de Venezuela, y así comenzaron a ampliar las redes de penetración e infiltración dentro de las comunidades populares, intentando debilitar y neutralizar a la Revolución Bolivariana desde adentro.

Del 2005 al 2006, la USAID reorientó más de 75% de sus inversiones en Bolivia a los grupos separatistas que buscaban socavar el gobierno de Evo Morales. Para el año 2007, el presupuesto de la USAID en Bolivia llegó a casi 120 millones de dólares. El financiamiento a los partidos políticos de oposición y los movimientos separatistas era su trabajo principal.

(…) El golpe de estado en Honduras el pasado 28 de junio de 2009 es un claro ejemplo. Honduras ha sido el centro de operaciones de la CIA y el Pentágono en Centroamérica desde los años cincuenta. Las inversiones multimillonarias que ha realizado Estados Unidos en la base militar de Soto Cano (Palmerola), ocupada desde el 1954, la ha convertido en el punto de lanza para las distintas operaciones y misiones de desestabilización en la región. El golpe de estado contra Jacobo Arbenz en Guatemala en 1954, la invasión a Playa Girón en Cuba
(1961), y el entrenamiento de la Contra para neutralizar y destruir a la Revolución Sandinista en Nicaragua y aplastar cualquier otro movimiento izquierdista en la región, fueron planificados y realizados desde Soto Cano. La ocupación militar y el control político y económico de Honduras garantizaban a Washington la imposibilidad del regreso del socialismo en Centroamérica, hasta que llegó Manuel Zelaya a la presidencia.
(4). Como maniobra más reciente y para reforzar el golpe contundente que Estados Unidos prepara contra el ALBA, el gobierno de ese país destina fondos a la construcción de 7 bases militares en Colombia y cercanas a la frontera con Venezuela.

Estados Unidos, como parte del anterior gobierno de George W. Bush, también destina fondos y supervisa la construcción del muro de hierro de 11 Km de longitud que se levanta en las fronteras de Egipto con la Franja de Gaza. Dicho muro tiene como objetivo obstaculizar los túneles que enlazan ambas naciones, los cuales posibilitan el tránsito de "una amplia gama de materiales, incluyendo alimentos, bebidas, ganado, medicamentos, combustible, cemento, papel, piezas de repuesto y otros bienes”. (5)

Es increíble que con la profunda crisis económica mundial, nacida en los Estados Unidos, éste país continúe gastando tantos millones en guerras y espionajes.

Es nauseabundo tanta destrucción del planeta con bombardeos, aniquilación de especies bajo el fuego de las guerras (incluyendo el propio ser humano) no haga reaccionar concienzudamente al gobierno de los Estados Unidos en adoptar una posición pacifista, de cooperación conjunta y de salvar al planeta donde todos vivimos. Simplemente que el ansia de convertirse en el gendarme mundial y dictador de leyes es enfermizo.

El presidente Obama ha engañado hasta a sus propias hijas Malia y Sasha, cuando en los primeros días de su mandato les escribió las siguientes palabras: “Quiero forzar las fronteras humanas para ir más allá de las divisiones de raza y región, género y religión que nos impiden ver lo mejor en cada uno; ya que lo mejor que ha mostrado de sí mismo para con el resto de la humanidad, no es más que la continuidad del proceso de destrucción y dominación impuesto por el imperialismo norteamericano al mundo con su prepotencia económica y guerrerista.

En la medida con que se va degradando el planeta, en el 2050 las consecuencias serán irremediables. Para esas fechas las hijas de Obama tendrán 47 y 50 años de edad, seguramente con descendencias. ¿Cuál será el futuro que su propio padre ayuda a dejarle a sus hijas y posibles futuros nietas(os)? Por supuesto que será el mismo que le depara al resto de la humanidad de seguir por ese camino de destrucción; por tanto, debería sentir vergüenza.

Tamaña infamia la del imperio norteamericano que Obama ayuda a consolidar por encima de la existencia de la humanidad y a expensas del futuro. El presidente de los Estados Unidos debería de aprender de esos soldados que han ganado conciencia, como el caso de Mike Prysner, que hace su arrepentimiento público, mientras denuncia la barbarie de su gobierno. (Vídeo más abajo).

Pero Europa no escapa de igual actitud denigrante por su posición de cómplice. Las principales potencias del área también tienen culpas que deberían enmendar. Para empezar con actitud digna, España debería corregir el divagar de la Ministra Española de Medio Ambiente, Elena Espinosa Mangana, que en declaraciones al diario “Público” intenta volcar la culpa del fracaso de la Cumbre en Venezuela, Bolivia y Cuba; lo cual pone en claras aguas el total despiste de la Ministra Española sobre lo verdaderamente ocurrido en la cita de Copenhague o simplemente desea hacer el papel de servilleta del mandatario norteamericano.

Lo más sensato hoy en día es frenar toda esta locura y sentar acuerdos con la participación de todos, sin exclusión alguna como se hizo en Copehnague. Solo así, con la participación de todos, podremos hacer verdad los siguiente sendos mensajes, el del presidente Hugo Chávez: “… seamos capaces de hacer de esta Tierra no la tumba de la humanidad, hagamos de esta Tierra un cielo, un cielo de vida, de paz y de hermandad para toda la humanidad, para la especie humana” (1) y el expresado desde hace mucho por el compañero Fidel Castro: “Un mundo mejor es posible”. (6)

jueves, 17 de diciembre de 2009

"No cambien el clima, cambien el sistema"



Discurso pronunciado por Hugo Chávez Frías, presidente de la República Bolivariana de Venezuela, en la Cumbre Climática de las Naciones Unidas, en Copenhague, Dinamarca, el 16 de diciembre de 2009

Señor Presidente; Señores, señoras; Excelencias; amigas y amigos:

Les prometo que no voy a hablar más que el que más ha hablado esta tarde aquí.

Permítanme un comentario inicial, que hubiera querido hacer como parte del punto previo que fue ejercido por la delegación de Brasil, de China, de India, de Bolivia -nosotros estábamos allá pidiendo la palabra, pero no fue posible tomarla.

Dijo la representante de Bolivia -saludo, por cierto, al compañero presidente Evo Morales, quien está por allí (Aplausos), presidente de la República de Bolivia-, entre otras cosas, lo siguiente -tomé nota por aquí-: “El texto presentado no es democrático, no es inclusivo.”

Yo venía llegando apenas y estábamos sentándonos cuando oímos a la Presidenta de la sesión anterior, la Ministra, decir que venía un documento por ahí, pero que nadie conoce. Yo he preguntado por el documento, aún no lo tenemos; creo que nadie sabe de ese documento, top secret. Ahora, ciertamente la camarada boliviana lo dijo: “No es democrático, no es inclusivo.”

Ahora, señoras, señores, ¿acaso no es esa precisamente la realidad de este mundo? ¿Acaso estamos en un mundo democrático? ¿Acaso el sistema mundial es inclusivo? ¿Podemos esperar algo democrático, inclusivo del sistema mundial actual? Lo que vivimos en este planeta es una dictadura imperial y desde aquí la seguimos denunciando: ¡Abajo la dictadura imperial y que vivan los pueblos, la democracia y la igualdad en este planeta! (Aplausos.)

Esto que aquí vemos es reflejo de ello: exclusión. Hay un grupo de países que se creen superiores a nosotros los del Sur, a nosotros el Tercer Mundo, a nosotros los subdesarrollados, o como dice el gran amigo Eduardo Galeano, nosotros los países arrollados como por un tren que nos arrolló en la historia.

Así que no nos extrañemos pues de esto, no nos extrañemos: No hay democracia en el mundo, y aquí estamos, una vez más, ante una poderosa evidencia de la dictadura imperial mundial.
Aquí subieron dos jóvenes; afortunadamente, los agentes del orden han sido decentes, algún empujón por ahí, y ellos colaboraron, ¿no?

Allá afuera hay mucha gente, ¿saben?; claro, no caben en este salón. He leído por la prensa que hubo algunos detenidos, algunas protestas intensas ahí en las calles de Copenhague, y quiero saludar a toda esa gente que está allá afuera, la mayor parte de ella jóvenes (Aplausos). Claro, son jóvenes preocupados, creo que con razón, mucho más que nosotros, por el futuro del mundo.


La mayoría de los que estamos aquí tenemos el Sol a la espalda; ellos tienen el Sol al frente y están muy preocupados.

Uno pudiera decir, señor Presidente, que un fantasma recorre Copenhague, parafraseando a Carlos Marx, el gran Carlos Marx. Un fantasma recorre las calles de Copenhague, y creo que ese fantasma anda en silencio por esta sala, por ahí anda entre nosotros, se mete por los pasillos, sale por debajo, sube. Ese fantasma es un fantasma espantoso, casi nadie quiere nombrarlo. ¡El capitalismo es el fantasma! (Aplausos); casi nadie quiere nombrarlo, es el capitalismo. Ahí rugen los pueblos, ahí afuera se oyen.

Yo venía leyendo algunas consignas que hay en las calles pintadas, y creo que esas consignas de estos jóvenes algunas de ellas las oí cuando iban el joven y la joven allá. Hay dos de las que tomé nota, se oyen, entre otras, dos poderosas consignas: Una: “No cambien el clima, cambien el sistema” (Aplausos), y yo la tomo para nosotros: No cambiemos el clima, cambiemos el sistema y, en consecuencia, comenzaremos a salvar el planeta. El capitalismo, el modelo de desarrollo destructivo está acabando con la vida, amenaza con acabar definitivamente con la especie humana.

El otro lema llama a la reflexión, muy a tono con la crisis bancaria que recorrió al mundo y todavía lo golpea, y la forma como los países del Norte rico auxiliaron a los banqueros y a los grandes bancos; solo Estados Unidos…, bueno, se perdió la cifra, es astronómica, para salvar bancos. Dicen en las calles lo siguiente: “Si el clima fuera un banco, ya lo habrían salvado”, y creo que es verdad (Aplausos). Si el clima fuera un banco capitalista, de los más grandes, ya lo habrían salvado los gobiernos ricos.

Creo que Obama no ha llegado, recibió el Premio Nobel de la Paz casi el mismo día que mandaba 30 000 soldados más a matar inocentes en Afganistán, y viene ahora a presentarse aquí con el Premio Nobel de la Paz el Presidente de Estados Unidos.
Estados Unidos tiene la maquinita de hacer billetes, de hacer dólares y ha salvado…, bueno, creen haber salvado los bancos y el sistema capitalista.

Bien, esto, comentario al margen, que yo quería hacerlo allá, porque estábamos levantando la mano para acompañar a Brasil, a India, a Bolivia, a China en su interesante posición, que Venezuela y los países de la Alianza Bolivariana comparten con firmeza; pero, bueno, no nos dieron la palabra, así que no me cuente estos minutos, por favor, Presidente, eran para eso (Aplausos).

Bueno, fíjense, por ahí tuve el gusto de conocer a este escritor francés, Hervé Kempf. Recomiendo este libro, lo recomiendo, se consigue en español -por ahí está Hervé-, también en francés, en inglés seguramente, Cómo los ricos destruyen el planeta, de Hervé Kempf. Por eso fue que Cristo lo dijo: “Más fácil será que un camello entre por el ojo de una aguja, a que un rico entre al reino de los cielos.” Eso lo dijo Cristo nuestro Señor (Aplausos).

Los ricos están destruyendo el planeta. ¿Será que piensan irse para otro cuando destruyan este, tendrán planes para irse a otro planeta?; hasta ahora no se ve ninguno en el horizonte de la galaxia.

Apenas este libro me ha llegado -me lo ha regalado Ignacio Ramonet, que está por ahí también en esta sala-, y terminando el prólogo o el preámbulo esta frase es muy importante. Dice Kempf lo siguiente: “No podremos reducir el consumo material a nivel global si no hacemos que los poderosos bajen varios escalones, y si no combatimos la desigualdad; es necesario que al principio ecologista, tan útil a la hora de tomar conciencia: pensar globalmente y actuar localmente, le sumemos el principio que impone la situación: consumir menos y repartir mejor.” Creo que es un buen consejo que nos da este escritor francés Hervé Kempf.

Bien, señor Presidente, el cambio climático es, sin duda, el problema ambiental más devastador del presente siglo: inundaciones, sequías, tormentas severas, huracanes, deshielos, ascenso del nivel medio del mar, acidificación de los océanos y olas de calor, todo eso agudiza el impacto de las crisis globales que nos azotan.

La actual actividad humana supera los umbrales de la sostenibilidad, poniendo en peligro la vida en el planeta; pero también en ello somos profundamente desiguales, quiero recordarlo. Los 500 millones de personas más ricas, ¡quinientos millones!, esto es el 7%, ¡siete por ciento!, seven por ciento de la población mundial. Ese 7% es responsable, esos 500 millones de personas más ricas son responsables del 50% de las emisiones contaminantes, mientras que el 50% más pobre es responsable de solo 7% de las emisiones contaminantes. Por eso a mí me llama la atención, es un poco extraño llamar aquí a Estados Unidos y a China al mismo nivel. Estados Unidos llegará si acaso a 300 millones de habitantes; China tiene casi cinco veces más población que Estados Unidos. Estados Unidos consume más de 20 millones de barriles diarios de petróleo; China llega apenas a 5 o 6 millones de barriles diarios. No se puede pedir lo mismo a Estados Unidos y a China. He allí temas que hay que discutir. Ojalá pudiéramos los jefes de Estado y de Gobierno sentarnos a discutir de verdad, verdad, sobre estos temas.

Luego, señor Presidente, el 60% de los ecosistemas del planeta están dañados, el 20% de la corteza terrestre está degradada. Hemos sido testigos impasibles de la deforestación, la conversión de tierras, la desertificación, las alteraciones de los sistemas de agua dulce, la sobreexplotación de los recursos marinos, la contaminación y la pérdida de la diversidad biológica. La utilización exacerbada de la tierra sobrepasa en un 30% la capacidad para regenerarla. El planeta está perdiendo la capacidad para autorregularse, eso lo está perdiendo el planeta; cada día se liberan más desechos de los que pueden ser procesados. La supervivencia de nuestra especie martilla en la conciencia de la humanidad.

A pesar de la urgencia, han transcurrido dos años de negociaciones para concluir un segundo período de compromisos bajo el Protocolo de Kyoto y asistimos a esta cita sin un acuerdo real y significativo.

Y, por cierto, acerca del texto que viene de la nada -como algunos lo calificaron, el representante chino-, Venezuela dice y los países del ALBA decimos, la Alianza Bolivariana, que nosotros no aceptamos, desde ya lo decimos, ningún otro texto que no sea el que venga de los grupos de trabajo, del Protocolo de Kyoto y de la Convención, son los textos legítimos que se han estado discutiendo con tanta intensidad en estos años y en estas últimas horas. Creo que ustedes no han dormido; además de que no han almorzado, no han dormido, ¿eh?, no me parece lógico que salga un documento de la nada, como dicen ustedes.

El objetivo científicamente sustentado de reducir la emisión de gases contaminantes y lograr un convenio de cooperación a largo plazo, a todas luces, hoy, a esta hora, parece haber fracasado, por ahora. ¿La razón cuál es? No tenemos duda, la razón es la actitud irresponsable y la falta de voluntad política de las naciones más poderosas del planeta. Nadie se sienta ofendido, recurro al gran José Gervasio Artigas cuando dijo: “Con la verdad ni ofendo ni temo”; pero, en verdad es una actitud irresponsable, de marchas de contramarchas, de exclusión, de un manejo elitesco de un problema que es de todos y que solo podremos resolver todos.

El conservadurismo político y el egoísmo de los grandes consumidores, de los países más ricos denotan una alta insensibilidad y falta de solidaridad con los más pobres, con los hambrientos, con los más vulnerables a las enfermedades, a los desastres naturales.

Señor Presidente, es imprescindible un nuevo y único acuerdo aplicable a partes absolutamente desiguales, por la magnitud de sus contribuciones y capacidades económicas, financieras y tecnológicas y que esté basado en el respeto irrestricto a los principios contenidos en la Convención.

Los países desarrollados deberían establecer compromisos vinculantes, claros y concretos en la disminución sustancial de sus emisiones y asumir obligaciones de asistencia financiera y tecnológica a los países pobres, para hacer frente a los peligros destructivos del cambio climático. En tal sentido, la singularidad de los estados insulares y de los países menos desarrollados debería ser plenamente reconocida.

Señor Presidente, el cambio climático no es el único problema que afecta hoy a la humanidad; otros flagelos e injusticias nos acechan, la brecha que separa a los países ricos y pobres no ha dejado de crecer, a pesar de todos los Objetivos del Milenio, la Cumbre de Monterrey sobre financiamiento, todas esas cumbres -como decía aquí el Presidente de Senegal, denunciando una gran verdad, promesas y promesas y promesas incumplidas, y el mundo sigue su marcha destructiva.

El ingreso total de los 500 individuos más ricos del mundo es superior al ingreso de los 416 millones de personas más pobres. Los 2 800 millones de personas que viven en la pobreza, con menos de dos dólares al día, y que representan el 40% de la población global, ¡ese cuarenta por ciento de la población global!, obtiene solo el 5% del ingreso mundial.

Hoy mueren al año unos 9,2 millones de niños antes de alcanzar el quinto año de vida, y el 99,9% de estas muertes ocurren en los países más pobres. La mortalidad infantil es de 47 muertes por 1 000 nacidos vivos; pero es de solo 5 por cada 1 000 en los países ricos. La esperanza de vida en el planeta es de 67 años, en los países ricos es de 79, mientras en algunas naciones pobres es de solo 40 años.

Adicionalmente existen 1 100 millones de habitantes sin acceso al agua potable; 2 600 millones sin servicio de saneamiento; más de 800 millones de analfabetos y 1 020 millones de personas hambrientas. Ese es el escenario del mundo.

Ahora, la causa, ¿cuál es la causa? Hablemos de la causa, no evadamos responsabilidades, no evadamos la profundidad de este problema. La causa, sin duda -vuelvo al tema-, de todo este desastroso panorama es el sistema metabólico, destructivo del capital y su modelo encarnado: el capitalismo.

Aquí hay una cita que quiero leerles, brevemente, de ese gran teólogo de la Liberación, Leonardo Boff, como sabemos, brasileño, nuestro-americano.

Leonardo Boff dice, sobre este tema, lo siguiente: “¿Cuál es la causa? ¡Ah!, la causa es el sueño de buscar la felicidad a través de la acumulación material y del progreso sin fin, usando para eso la ciencia y la técnica, con las cuales se pueden explotar de forma ilimitada todos los recursos de la Tierra”, y cita por aquí a Charles Darwin y su selección natural, la sobrevivencia de los más fuertes; pero sabemos que los más fuertes sobreviven sobre las cenizas de los más débiles.

Juan Jacobo Rousseau -siempre hay que recordarlo- decía aquello: “Entre el fuerte y el débil la libertad oprime.” Por eso es que el imperio habla de libertad, es la libertad para oprimir, para invadir, para asesinar, para aniquilar, para explotar, esa es su libertad. Y Rousseau agrega la frase salvadora: “Solo la ley libera.”

Hay algunos países que están jugando a que aquí no haya documento, porque precisamente no quieren una ley, no quieren una norma, porque la inexistencia de esa norma les permite jugar su libertad explotadora, su libertad arrolladora.

¡Hagamos un esfuerzo y presionemos, aquí y en las calles, para que aquí salga un compromiso, salga un documento que comprometa a los países más poderosos de la Tierra! (Aplausos.)

Se pregunta, Presidente, Leonardo Boff -¿usted le ha conocido, a Boff? No sé si pudo venir Leonardo, yo lo conocí hace poco en Paraguay; siempre lo hemos leído-: “¿Puede una Tierra finita soportar un proyecto infinito?” La tesis del capitalismo: el desarrollismo infinito, es un modelo destructivo, aceptémoslo.

Luego nos pregunta Boff: “¿Qué podríamos esperar de Copenhague?” Apenas esta sencilla confesión: así como estamos no podemos continuar, y un propósito simple: ¿Vamos a cambiar de rumbo? Hagámoslo, pero sin cinismo, sin mentiras, sin dobles agendas, sin documentos salidos de la nada, con la verdad por delante.

¿Hasta cuándo, nos preguntamos desde Venezuela, señor Presidente, señoras, señores, hasta cuándo vamos a permitir tales injusticias y desigualdades? ¿Hasta cuándo vamos a tolerar el actual orden económico internacional y los mecanismos de mercado vigentes? ¿Hasta cuándo vamos a permitir que grandes epidemias como el VIH/SIDA arrasen con poblaciones enteras? ¿Hasta cuándo vamos a permitir que los hambrientos no puedan alimentarse ni alimentar a sus propios hijos? ¿Hasta cuándo vamos a permitir que sigan muriendo millones de niños por enfermedades curables? ¿Hasta cuándo vamos a permitir conflictos armados que masacran a millones de seres humanos inocentes, con el fin de apropiarse los poderosos de los recursos de otros pueblos?

¡Cesen las agresiones y las guerras, pedimos los pueblos del mundo a los imperios, a los que pretenden seguir dominando el mundo y explotándonos! ¡No más bases militares imperiales ni golpes de Estado! Construyamos un orden económico y social más justo y equitativo. Erradiquemos la pobreza. Detengamos de inmediato los altos niveles de emisión, frenemos el deterioro ambiental y evitemos la gran catástrofe del cambio climático. ¡Integrémonos en el noble objetivo de ser todos más libres y solidarios!

Señor Presidente, hace casi dos siglos un venezolano universal, libertador de naciones y precursor de conciencia, dejó para la posteridad un apotegma pleno de voluntad: “Si la naturaleza se opone, lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca.” Era Simón Bolívar, El Libertador.
Desde la Venezuela bolivariana, donde un día como hoy, por cierto, hace 10 años exactos vivimos la tragedia climática más grande de nuestra historia, la tragedia de Vargas, así llamada; desde esa Venezuela cuya revolución intenta conquistar la justicia para todo su pueblo, solo posible por el camino del socialismo… El socialismo, el otro fantasma del que hablaba Carlos Marx, ese anda por ahí también; más bien es como un contrafantasma. El socialismo, ese es el rumbo, ese es el rumbo para la salvación del planeta, no tengo yo la menor duda. Y el capitalismo es el camino al infierno, a la destrucción del mundo.

El socialismo, desde esa Venezuela que enfrenta por ello las amenazas del imperio norteamericano, desde los países que conformamos el ALBA, la Alianza Bolivariana, exhortamos, yo quiero, con respeto, pero desde mi alma exhortar, a nombre de muchos en este planeta, a los gobiernos y a los pueblos de la Tierra, parafraseando a Simón Bolívar, El Libertador: si la naturaleza destructiva del capitalismo se opone, pues luchemos contra ella y hagamos que nos obedezca, no esperemos de brazos cruzados la muerte de la humanidad.

La historia nos llama a la unión y a la lucha. Si el capitalismo se resiste, nosotros estamos obligados a dar la batalla contra el capitalismo y a abrir los caminos de la salvación de la especie humana. Nos toca a nosotros, levantando las banderas de Cristo, de Mahoma, de la igualdad, del amor, de la justicia, del humanismo, del verdadero y más profundo humanismo. Si no lo hiciéramos, la más maravillosa creación del universo, el ser humano, desaparecerá, ¡desaparecerá!

Este planeta tiene miles de millones de años, y vivió este planeta miles de millones de años sin nosotros, la especie humana; es decir, no le hacemos falta nosotros para que él exista. Ahora, nosotros sin la Tierra no vivimos, y estamos destrozando la Pachamama, como dice Evo, como dicen nuestros hermanos aborígenes de Suramérica.

Finalmente, señor Presidente, ya para terminar, oigamos a Fidel Castro cuando dijo: “Una especie está en peligro de extinción: el hombre.” Oigamos a Rosa Luxemburgo cuando dijo: “Socialismo o barbarie.” Oigamos a Cristo, el Redentor, cuando dijo: “Bienaventurados los pobres, porque de ellos será el reino de los cielos.”

Señor Presidente, señoras y señores, seamos capaces de hacer de esta Tierra no la tumba de la humanidad, hagamos de esta Tierra un cielo, un cielo de vida, de paz y de hermandad para toda la humanidad, para la especie humana.


Señor Presidente, señoras y señores, muchísimas gracias y buen provecho (Aplausos).

martes, 8 de diciembre de 2009

Aplastante victoria de Evo en los comicios


Por Sergio Rivero Carrasco el diciembre 6, 2009



La aplastante victoria del presidente Evo Morales en los comicios generales de Bolivia sobre los otros siete contrincantes al lograr más del 60 por ciento de respaldo, es el resultado por el que los bolivianos, a boca de urna, ya están celebrando y esperan ansiosos las palabras del ratificado presidente en la Plaza Murillo.


Aunque no están los últimos datos, se precisa que Evo Morales y el Movimiento al Socialismo (MAS) que él lidera, ganaron, según esa indagación, en siete de nueve departamentos (La Paz, Oruro, Chuquisaca, Potosí, Cochabamba, Pando, y Tarija).Esta victoria una muestra del apoyo popular, de la profesionalidad alcanzada por todos los que en cada puesto, han hecho posible que transcurran estos comicios sin incidente de envergadura y se hayan catalogado como los de mayor participación de los que se haya conocido en la historia del país andino.


Los bolivianos saben por qué lo hicieron, ya recogen los frutos de esta Revolución que ha traído el bienestar y la posibilidad de decidir sus propios destinos sin que medie potencia alguna.


Son depositarias las grandes mayorías, de los mayores beneficios de este proceso que en difíciles condiciones por el acoso yanqui, ha tenido que emprender un inteligente programa de protección de los recursos naturales, la nacionalización del capital extranjero que chupaba al país las mayores ganancias a la vez que se ejecuta un amplio programa social que tiene en cuenta ante todo, equiparar cada vez más las oportunidades y hacer realidad la justicia social.


Es una hermosa coincidencia que este triunfo sea coincidente con el X Aniversario de la Batalla de Ideas, un hecho que marcó un estadio superior para la Revolución cubana en el ejercicio de la justicia social y el desafío de alcanzar la total libertad con el alcance de una Cultura General Integral por el pueblo.


En los resultados preliminares de los comicios, según varias fuentes de agencias, “aún no se informaron con precisión los resultados en la votación de los 166 miembros de la Asamblea Legislativa Plurinacional, donde el MAS aspira a ganar los dos tercios de los futuros parlamentarios, sobre todo en la cámara alta (Senado).


“Este domingo también los departamentos de La Paz, Oruro, Cochabamba, Chuquisaca y Potosí votaron de manera positiva en un referendo sobre autonomía y la provincia Gran Chaco (Tarija) se pronunciará sobre su autonomía regional.


“Además, 12 municipios decidieron sobre la autonomía indígena (Huacaya, Tarabuco, Villa Mojocoya, Charazani, Jesús de Machaca, Chipaya, San Pedro de Totora, Pampa Aullagas, Salinas de Garci Mendoza, Curahuara de Carangas, Chayanta y Charagua).”


El MAS obtuvo escaños para 25 senadores, cifra que le permitirá controlar con amplia mayoría la cámara alta de la futura Asamblea Legislativa Plurinacional, con una amplia ventaja a los demás Partidos.


Esta victoria de Evo Morales no es solo de Bolivia sino de Latinoamérica, en momentos de altas tensiones, de intromisión norteamericana pero de grandes desafíos para nuestros pueblos en la consolidación de los proyectos regionales que traerán para nuestros pueblos la verdadera independencia y la garantía de desarrollo.

domingo, 6 de diciembre de 2009

Bolivia, comicios por el futuro



Pareciera una utopía en este mundo asegurar que los comicios que hoy se realizan en el hermano pueblo boliviano no solo representarán un ejercicio para ratificar la lucha por equiparar las oportunidades, hacer más sólida la justicia conquistada y apostar por un país mejor desde todo punto de vista, sino que en ello va también la demostración de que no todo es desajuste en la región.

Sin dejar de sufrir la acción desestabilizadora yanqui en el país y en algunos municipios en particular, los comicios han transcurrido hoy con absoluta normalidad, desde las ocho de la mañana en que abrieron los 23 000 colegios al que asistirán poco más de cinco millones de pobladores para elegir al Presidente entre ocho candidatos, al cargo de Vicepresidente y 166 legisladores, además de decidir si se establecerá o no el régimen autonómico en cinco de las nueve regiones con que cuenta el país andino.

Evo Morales, representante por el partido MAS, está como favorito para ratificarse en el cargo de Presidente de la República para el período de 2010-2015, al poder alcanzar con buena ventaja, superior a los 30 puntos por encima de su adversario más cercano, según han informado fuentes del país y agencias extranjeras en sus reportes.Indiscutiblemente el país se ha preparado para realizar unos comicios impecables demostrativos de que un país pobre puede tener acceso a la tecnología, mantener la ética que ha caracterizado al gobierno y no tener que acudir a los fraudes acostumbrados en algunos países del hemisferio en procesos similares.

El colombiano el colombiano Horacio Serpa, jefe de la representación de observadores por la Organización de Estados Americanos (OEA), afirmó que “el padrón biométrico que guía las elecciones generales en Bolivia es confiable” y consideró que la inédita nueva base de datos implementada en Bolivia, que se estrena en este evento, fue construido “legalmente y de la forma más correcta”.

Al cierre del mediodía todo se encontraba en calma y la población acudía a los colegios que se mantendrán abiertos hasta las cuatro de la tarde.

Estamos en presencia de un proceso autóctono que ninguna agresión mediática ni directa ha podido amedrentar y ellos con su gobierno de participación han logrado enrumbar al país hacia estadios superiores en el desarrollo y en la consolidación de la nación.

La Asamblea Legislativa Plurinacional, nombre que adopta el Congreso en 2010, será una muestra de la participación indígena en las riendas del nuevo gobierno, de las políticas económicas y sociales en bien de las mayorías y trazará pautas referentes y paradigmáticas para otros gobiernos de la región que también proyectan sus democracias con características similares.

Es por ello que estos comicios bolivianos son por el futuro, porque consolidando el presente se labra con esmero el futuro en un continente avalanchado y hostigado por las pretensiones yanquis de volver sobre él.

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