jueves, 31 de enero de 2013

31 de enero: Hace 51 años, Cuba fue expulsada de la OEA


Tomado de la web del PSUV.


El 31 de enero de 1962, Cuba es expulsada de la Organización de Estados Americanos (OEA). Estados Unidos ejerció toda su presión sobre gobiernos lacayos de Latinoamérica, y en la octava Reunión de Consulta de dicha organización regional, celebrada en Punta del Este, Uruguay, se acordó la exclusión de Cuba por “incompatibilidad con el Sistema Interamericano”. El pueblo cubano respondió enérgicamente expresando aún más su apoyo a la Revolución.

Elegante y fresca. Cubanísima.

Aunque no es discutible su procedencia cubana, sí lo es su nacimiento y popularidad. Aun chocan algunas versiones al respecto. 
La Guayabera cubana, una prenda que brinda con toda seguridad una altísima elegancia, ha sido usada por  Fidel Castro, Hugo Chávez (con el típico rojo de la Revolución bolivariana), el príncipe de Mónaco o el cantante Sting; por citar algunos.
Hasta el propio Barack Obama, en un gesto de congraciarse, tuvo la intensión de participar en la Cumbre de las Américas (2012), Cartagenas, con una guayabera, una prenda cubana, mientras Cuba tuvo la participación negada por parte del Imperio. Independientemente que durante el evento, el presidente norteamericano no la llevó puesta; por cierto, el hecho de que muchos mandatarios y participantes sí la llevaran consigo en los plenarios y otras actividades, trajo aparejado la mofa del Comandante Fidel Castro, al decir que si se cumplían las promesas con las que ilusionaba Obama, se le podría llamar al evento: "La Cumbre de las Guayaberas".
Foto: El Universal
Cuba estableció el 1ro de julio como el día de la guayabera, por coincidir con el natalicio del poeta cubano Juan Cristóbal Nápoles Fajardo (el Cucalambé); siendo, si no es el primero, quien escribió unas décimas a la guayabera.
¡Oh Guayabera! camisa
de alegre botonadura,
cuatro bolsillos, frescura,
de caña brava y de brisa.
Fuiste guerrera mambisa
con más de un botón sangriento
cuando el heroico alzamiento,
y por eso la bandera
tiene algo de guayabera
que viste al galán del viento.
________________
Invasora espirituana,
comenzaste tu invasión
y entre Júcaro y Morón
te llamaban La Trochana.
Te quiso Camagüeyana
el Camagüey noble y bravo,
hasta que al fin, desde el Cabo
de San Antonio a Maisí,
Cuba no viste sin ti,
Onda fresca del Yayabo.


A modo de seguir jugando con la historia, un poco real otra imaginada, les dejo este artículo a continuación, donde hay parte de la realidad de esta cubanísima prenda.

"Verdades y Mentiras sobre la Guayabera."
Por Ciro Bianchi Ross.


Circula en estos días con profusión, gracias al correo electrónico, una nota con una historia de la guayabera. Está tan bien escrita y apoyada, aparentemente, en datos tan sólidos, que los muchos amigos y lectores de aquí y de allá que me la remiten, no se percatan de sus errores e inexactitudes. Se alude en ella al remoto y oscuro origen de la guayabera en Sancti Spíritus, en 1709, y a la presencia de esa prenda en la manigua durante nuestras guerras por la independencia. Hace referencia a la guayabera del mayor general Calixto García y para rematar repite aquellos versos en los que el Cucalambé llama «guerrera mambisa» a la guayabera. Aunque ya abordé este tema antes, quiero retomarlo ahora a fin de poner, hasta donde es posible, claridad en el asunto.
Lo del Cucalambé cae por su propio peso. No pudo hablar de guerrera mambisa alguna un poeta que desapareció en 1862, seis años antes de que Céspedes diera inicio a la Guerra Grande. Nada hay de cierto, por otra parte, en la pretendida guayabera de Calixto. Su guerrera, que usaba por fuera del pantalón, lucía cuatro bolsillos, pero uno de estos, el superior derecho, era interior y más largo que el de la izquierda. La versión que ubica el origen de la guayabera en Sancti Spíritus, en 1709, no parece pasar de ser una mera propaganda comercial. La echó andar con fuerza en los años 50 del siglo pasado
una sastrería espirituana, La Casa Vázquez, propiedad de Valeriano Vázquez, que se proclamaba «el rey de la guayabera de las mil alforcitas», establecimiento sito entonces en la calle Máximo Gómez, 21, de esa ciudad, aunque el anuncio reconoce como autor de la versión a un hoy olvidado Pedro Carballo Bernal, quien la incluiría en su libro Tradiciones antillanas, que este escribidor no sabe si se llegó a publicar.

La leyenda
Se dice que en 1709 arribó a la villa de Sancti Spíritus un matrimonio conformado por los andaluces José Pérez Rodríguez y Encarnación Núñez García. Un buen día el matrimonio recibió una pieza de tela de lino o hilo que le llegó desde España y José pidió a Encarnación que le confeccionase con esta camisas sueltas, de mangas largas, para usar por fuera del pantalón y con bolsillos grandes. La mujer acometió el encargo y a los pocos meses aquellas camisas se popularizaron en la comarca.
Este suceso tiene varios detractores. Aseguran que en dicha fecha las disposiciones de la Real Compañía de Comercio que regían entre la metrópoli y la colonia, prohibían tales envíos y que, por otra parte, tampoco había comunicación entre España y Sancti Spíritus. Esa prohibición resulta a la larga poco significativa, a mi juicio, pues los andaluces pudieron haber obtenido su paquete de tela por la vía del contrabando, tan en boga entonces. Lo que sí resulta inconcebible es que un hecho meramente doméstico quedara registrado en la historia, y con tanto lujo de detalles: fecha, nombre de los protagonistas, 
diseño de la ropa… como para que los historiadores del futuro pudieran proclamar, sin sombra de duda, que ahí nació la guayabera. Es una historia tan perfecta que no deja más alternativa que la de dudar de su veracidad. Pero marca el inicio de la leyenda de la guayabera o fija la entrada de esta en la leyenda.

Nuestros guajiros del siglo XIX no la usaron. La literatura de la época los describe cubiertos con camisas azules o «de listado», que usaban generalmente por fuera del pantalón. Constantes de su ajuar cotidiano eran el sombrero de yarey, el machete, los zapatos de vaqueta y un pañuelito atado al cuello para enjugar el sudor. Esteban Pichardo no recoge la palabra guayabera en su Diccionario provincial casi razonado de voces cubanas (1875) y hasta donde sé tampoco lo hace Manuel Martínez Moles en su vocabulario del espirituano. Aparecerá, sí, en Leonela, novela de Nicolás Heredia publicada en 1893, pero que cuenta una historia anterior al estallido, en 1868, de la Guerra de los Diez Años. Desconozco si hay en la literatura menciones a la guayabera anteriores a esta de Heredia, pero es la más antigua que logré localizar, y que nos dice que no era en ese tiempo camisa de ciudad, pero tampoco de campesino pobre.
Para este, lo usual en ese entonces era la chamarreta, una prenda con faldillas y mangas estrechas. Y fue la chamarreta y no la guayabera la que se vistió para luchar contra España. En la Guerra Grande, el Ejército Libertador careció de uniforme. El mambí se vestía como podía, con las ropas de la ciudad o del campo a su alcance. Ya en 1895, al inicio de la Guerra de Independencia, Martí alude a la chamarreta en su Diario. Charito Bolaños cosió para los libertadores durante toda la Guerra de Independencia. Los generales Alberto Nodarse, Mayía Rodríguez y García Menocal se vestían con lo que esa patriota les enviaba. Jamás, precisaba Charito, remitió una guayabera a la manigua; solo chamarretas. María Elena Molinet, hija de un 
general de la Independencia, investigó este asunto desde dentro, pues fue la directora de vestuario de películas como Baraguá y La primera carga al machete, y acopió más de 120 fotos de mambises en la manigua. Ninguno viste de guayabera. Manuel Serafín Pichardo escribió a comienzos de la República el soneto Soy cubano, que gozó de una popularidad enorme y que todavía en los años 50 se incluía en los libros de Lectura de nuestra enseñanza primaria. Dice en su estrofa inicial: 

Visto calzón de dril y chamarreta
que con el cinto del machete entallo.
En la guerra volaba mi caballo
al sentir mi zapato de vaqueta.

A  partir de la camisa
Resulta muy difícil enmarcar el surgimiento y evolución de la ropa popular tradicional. En lo que atañe a la guayabera, ninguna otra región cubana discute la paternidad de la prenda a la villa del Yayabo. Se llamó yayabera a esa guayabera primitiva y desde allí invadió las zonas vecinas. Fue trochana en Ciego de Ávila; camagüeyana, en Camagüey… En 1866, don Nicolás Azcárate es electo por Güines como delegado a la Junta de Información de Madrid y sus electores organizan una fiesta en honor del político reformista triunfante. Los campesinos de los alrededores acuden a la cita, dice Azcárate, «con clásicas guayaberas de botones de nácar y sombreros de jipijapa». El testimonio gráfico más remoto que de la prenda llega a nosotros data de 1906. Pero la palabra guayabera, como cubanismo, no se legitima hasta 1921, cuando Constantito Suárez la incluye en su Vocabulario cubano.
De Cuba saltó a Yucatán. Yucatecos de clase alta la adquirían en La Habana hasta que después de 1960 comenzó a confeccionarse en ese estado mexicano y Mérida se convirtió en la capital mundial de la guayabera hasta que los asiáticos, con sus imitaciones elaboradas en Japón y Taiwán, dieron al traste con la industria local. Nada tiene que ver la guayabera cubana con la filipina, que no lleva bolsillos y que se usa con el botón de cuello cerrado. En países de Centroamérica, se da a la guayabera el nombre de habanera.
La guayabera desciende de la camisa, la prenda de vestir más antigua que se conoce. Cuándo esa camisa se transformó en guayabera, quién cosió sus pliegues hasta convertirlos en alforzas, reforzó sus bordes y aberturas, e hizo los tres picos al canesú del frente y al de la espalda, se pregunta María Elena Molinet. Precisa la prestigiosa diseñadora: «El nacimiento de la guayabera no es obra de una sola persona y todavía falta por determinar a partir de qué momento se convirtió en prenda elegante, fresca, blanca, muy bien almidonada y planchada, que se podía llevar sin corbata».
De la chamarreta y la camisa campesina empieza a surgir, en la década de 1920, la guayabera actual, que mucho debe a la labor de camiseros y costureras de Sancti Spíritus y Zaza del Medio. Se confeccionó entonces de dril caqui hasta que, ya en los años 30, empezó a utilizarse el hilo. La prenda, en su nueva versión, gana pronto las ciudades del interior del país, pero no le resulta fácil conquistar La Habana. Su uso en la capital era tan limitado que puede casi calificarse de nulo. No se ve a nadie vistiéndola en el cine ni en las fotos de prensa de la época y Abela no vistió de guayabera al Bobo.
Con la caída de Machado (1933) las costumbres experimentan cierta modificación. Ya en los años 40 empieza a generalizarse e imponerse en La Habana. Su uso se hace cada vez más frecuente y se complementa con un lazo de mariposa. Con la ascensión al poder del doctor Ramón Grau San Martín (1944) la guayabera entra en el Palacio Presidencial. A Carlos Prío, su sucesor y discípulo, en cambio, le parece poco apropiada para los actos protocolares y la destierra de los eventos del Gobierno. Pero ya la guayabera se había apoderado de las vitrinas de las mejores tiendas y conquistaba espacio en los anuncios comerciales. A esas alturas, la capital era un inmenso almacén de guayaberas que amenazaba desplazar cualquier otro estilo de traje varonil, algo que no tenía antecedentes históricos ni tradición y tan serio y grave que alteraba hasta nuestros modos de vivir, dice en 1948 la periodista Isabel Fernández de Amado Blanco. En 1955, una disposición de la Sala de Gobierno del Tribunal Supremo saca a la guayabera de los juzgados. Para entonces una buena guayabera de 
bramante de hilo puro valía tanto como un traje barato. Es en esta época que la guayabera se abarata; no es ya solo de hilo; puede ser de algodón. Su hechura se simplifica. Deja de ser blanca, la manga no siempre es larga y los habituales botones de nácar pasan a ser corrientes.

Triunfa la Revolución y la guayabera se repliega hasta desaparecer. Para algunos representaba una época superada de politiqueros y manengues. El país sufre agresiones económicas, sabotajes, invasiones y actos terroristas y padece carencias de todo tipo. Hay movilizaciones constantes. Lo mismo se convoca a un trabajo productivo que a un entrenamiento militar. El uniforme de las Milicias Nacionales parece resultar válido no solo para cumplir con las exigencias de ese cuerpo popular armado, sino para todas las tareas cotidianas, e incluso para asistir a ceremonias tan solemnes como una boda o un velorio. A finales de los 70 la guayabera reaparece tímidamente. De manga larga. Con pliegues y alforzas, pero no ya de hilo, sino de 
poliéster, y no siempre blanca. No demoró en volver a abaratarse. Y los jóvenes empezaron a verla como símbolo del burócrata en funciones. Hoy renace de nuevo.

¿De cuál hablamos?
Consta la guayabera de cuatro bolsillos y se adorna con hileras de alforzas; dos hileras al frente y tres en la espalda. En un tiempo el canesú trasero terminaba en un pico único, que lo asemejaba a un triángulo que con las tres hileras de alforzas remedaba la bandera cubana. Era siempre blanca y de manga larga y lucía 27 botones. Entonces, la guayabera era ligeramente entallada en la cintura. Con el tiempo el canesú trasero se vio rematado por tres picos de los que salían igual número de hileras de alforzas y conservó los 27 botones. Hoy la guayabera ha variado en estructura, materiales y colores. Las hay bordadas y deshilachadas, con más o menos alforzas y botones, pero sigue siendo la misma prenda elegante y fresca. Cubanísima.

miércoles, 30 de enero de 2013

Tu aporte solidario a una causa justa. Convocatoria de la Brigada Internacional José Martí.

La Brigada Internacional José Martí convoca a trabajo voluntario del 1 al 19 de julio del presente año en Cuba, con la participación en actividades culturales.

Organizado por el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP) y en colaboración con la Brigada y entidades solidarias con Cuba en Cataluña.

Los interesados, ver datos a continuación:




¡CUBA, NO ESTÁ SOLA!

EEUU se niega a cerrar Guantánamo


Tomado de Libre Red.

El cierre de la prisión, calificada como ilegal y donde los detenidos son sometidos a cruentas torturas, fue una de las principales promesas de del presidente, Barack Obama, en 2009.
 
El diario The New York Times indicó este lunes que el Departamento de Estado clausuró la oficina creada para desmantelar la cárcel de Guantánamo.

El matutino agregó que el encargado de esa dependencia, Daniel Fried, fue reasignado como coordinador de la oficina encargada de la política de sanciones que impone Estados Unidos a través de su política exterior.

Esta decisión se contradice con las declaraciones efectuadas la semana pasada por el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, quien había asegurado que Obama seguía “comprometido” con el cierre de Guantánamo.

El funcionario declaró que el mandatario ya había acordado con las fuerzas militares la clausura de la prisión, aunque reconoció que “hay obstáculos obvios en el Congreso” para el cierre.

Carney dijo que Obama busca el desmantelamiento de la cárcel porque “va en el interés de nuestra seguridad nacional”, aunque con la información revelada por el New York Times se descarta esa posibilidad.

La prisión de Guantánamo funciona en una base militar estadounidense en un territorio cubano anexado por Washington.

La cárcel fue creada en 2002 por la administración del ex presidente George W. Bush bajo el argumento de recluir en el lugar a detenidos que habían cometido supuestos actos de terrorismo.

En la actualidad en Guantánamo hay entre 160 y 170 prisioneros, de los cuales la mitad están autorizados a abandonar el lugar pero todavía se les prohíbe la libertad.

Los detenidos en la prisión son sometidos a extensas sesiones de torturas, que han sido denunciadas a escala internacional.
AVN

martes, 29 de enero de 2013

A 160 años del nacimiento del Héroe Nacional de Cuba.


La huella de Martí en "The Cuban Wives"
Tomado de Rebelion.

Intervención de la Plataforma Canaria de Solidaridad con los Pueblos en la presentación del documental The Cuban Wives, en Las Palmas, el jueves 24 de enero.


En una jornada en la que volvemos a reclamar la libertad de Los Cinco revolucionarios cubanos presos en EEUU por combatir el terrorismo, les transmito, en nombre de la Plataforma Canaria de solidaridad con los Pueblos, nuestro agradecimiento a todas las personas que han respondido a esta convocatoria y, en su nombre, al Cónsul General de Cuba y al cuerpo consular cubano en Canarias presentes aquí.

Nuestro agradecimiento también a los familiares de Los Cinco, a las representantes del Consejo General de la Abogacía Española y de las asociaciones de juristas de Canarias, así como a las organizaciones políticas y sindicales de las islas que nos acompañan (1).
La música de Carlos Puebla nos ha dado la bienvenida al entrar en esta sala, en un homenaje que hemos querido rendir al 54 aniversario del triunfo de la Revolución cubana, que se conmemorara el pasado 1 de enero. (https://www.youtube.com/watch?v=M7HK2TxS_mM)

Asimismo, este acto, dedicado a denunciar la injusta prisión de esos cinco revolucionarios cubanos, encarcelados en EEUU desde 1998, se desarrolla en vísperas de otra conmemoración que nos honra al pueblo de Cuba y al resto de los pueblos del mundo: la de los 160 años del natalicio de José Martí, ideólogo, escritor y combatiente cubano que como se doliera el poeta nicaragüense, Rubén Darío cuando supo de su caída mortal en el campo de batalla, "no te pertenecía (Cuba), pertenecía al porvenir".

Son las enseñanzas de Martí, recogidas por la generación del Centenario, que las heredó y renovó, las que hoy recogemos y hacemos también nuestras, en esta presentación.

Dijera Julio Antonio Mella, predecesor de los combatientes del Moncada, imprescindible para Cuba y para el mundo, de cuyo asesinato se acaban de cumplir 84 años : "Martí —su obra— necesita un crítico serio...., no con el fetichismo de quien gusta adorar el pasado estérilmente, sino de quien sabe apreciar los hechos históricos y su importancia para el futuro, es decir, para hoy". Eso es lo que vamos a intentar aquí esta noche, intentar ser capaces de ver la huella de la obra martiana , en la realidad que vivimos cotidianamente.
El Héroe Nacional de Cuba afirmó: "Todo ser humano debe sentir en su mejilla el golpe dado a cualquier mejilla de otro ser humano" .

Compañeros, compañeras, el pueblo de Mali está siendo hoy, quién sabe si ahora mismo, duramente golpeado por las garras del imperialismo y de todo su aparato político y militar.

Porque nos duele Mali y porque sobre ese país, como antes sobre Libia, Irak, Afganistán, se ceban hoy la UE y la OTAN (con Francia y EEUU como principales valedores), desde aquí expresamos nuestra más rotunda condena a esta nueva maniobra imperialista sobre un pueblo africano.

Igualmente, aprovechamos la referencia a África para repudiar la maniobra de la Fiscalía del Estado, pidiendo la revocación los autos de una jueza de Las Palmas, para facilitar la expulsión inmediata (antes de que estos puedan prestar declaración sobre lo ocurrido) de los inmigrantes que sobrevivieron, el pasado diciembre, al choque, en extrañas circunstancias, de la patera en que viajaban con una patrullera de la Guardia Civil, que los interceptó cerca de las costas de Lanzarote.
Compañeras, compañeros, dentro de unos días, el 1 de febrero, en los territorios ocupados del Sáhara Occidental, un tribunal militar marroquí va a juzgar a los presos civiles habidos durante el desmantelamiento, a sangre y fuego, del campamento de Gdeim Izik, en noviembre de 2010, campamento que, a día de hoy, constituye uno de los hitos recientes de la lucha histórica del pueblo saharaui contra la ocupación de su país por parte del régimen monárquico de Marruecos, que ha contado siempre con el apoyo de Francia y EEUU pero, hay que decirlo, también con el abrazo cómplice del Estado Español, de sus Gobiernos y de su monarquía corrupta. En honor a Martí, expresamos nuestra condena a ese juicio y a la ocupación del Sáhara Occidental y reclamamos como nuestro el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui.
En otras coordenadas, hace poco más de dos meses, cuando aquí la clase obrera se preparaba para enfrentar la jornada de Huelga General del 14 de N, el imperialismo yanqui, una vez sorteada su última mascarada electoral, daba el beneplácito a una nueva  agresión del sionismo israelí contra Palestina, causando 126 muertos (de ellos 27 niños y niñas). En esa jornada nacional de lucha obrera, la Plataforma Canaria de Solidaridad con los Pueblos hizo visible su rechazo a la política imperialista y de genocidio de Israel sobre Palestina, sacando a la calle la misma pancarta que hoy preside este acto "Por un mundo antiimperialista. Solidaridad con los Pueblos en lucha" y junto a ella la bandera del heroico pueblo palestino. Sirva dicho recurso para ratificar, ahora, nuestro repudio a todas los ataques el sionismo contra Palestina.
Al tiempo que todo esto ha ocurrido y sucede, a miles de kilómetros de Canarias, aunque en el entorno histórico y emocional más cercano a nuestro pueblo, de nuevo el imperialismo yanqui, no cesa en su afán por desestabilizar Venezuela, aprovechando la ausencia por enfermedad del presidente Hugo Chávez, al que desde aquí deseamos la mejor recuperación posible y a cuyo pueblo abrazamos por su lealtad a la Revolución Bolivariana, demostrada mil veces en las calles en este último tiempo tan difícil. Saludamos, a la vez, como no podía ser de otra manera, la lucha titánica de los médicos cubanos y de la ciencia reunida en Cuba que, infatigablemente, libran otra batalla durísima por salvar la vida del presidente de Venezuela.
Dijo Julio Antonio Mella, cofundador junto al canario José Miguel Pérez, del Partido Comunista de Cuba, al que mencionamos antes en esta intervención, que Martí tenía razón cuando afirmaba que mientras hubiera derechos que conquistar o defender, había que seguir luchando, y añadió al pensamiento del apóstol: "mientras no haya justicia económica, no puede haber justicia".
El ejemplo que nos llega del pueblo griego, y de su vanguardia obrera, es muestra clara de la traslación a nuestros días de la huella de ambos revolucionarios. Con la lucha griega nos solidarizamos hoy desde esta tribuna, valiéndonos de ella para asegurar que la crisis capitalista que sufrimos todos y todas, en mayor o menor grado, no es pasajera y que los gestores del capitalismo sólo tienen dos caminos para intentar remontarla: 1. oprimir la vida del pueblo trabajador y 2. lanzarse al pozo sin fondo de las guerras imperialistas.

Compañeras, compañeros, ambos caminos están siendo transitados por el capitalismo, a galope tendido, delante de nuestros ojos.
Precisamente porque parte de la opresión que se hace a los pueblos tiene que ver con la manipulación, o la burda ocultación de la realidad, hoy hemos organizado este acto para difundir la verdad sobre el caso de Los Cinco revolucionarios cubanos, presos desde hace 14 años, en cárceles de máxima seguridad estadounidenses, por enfrentarse al terrorismo y evitar muertes en Cuba. Porque Martí nos advirtió: "(..) .la guerra mayor que nos hacen es de pensamiento, ganémosla a pensamiento"
Los Cinco comparten con Martí la distinción de ser Héroes de la República de Cuba, un rango al que uno y otros han sabido hacer honor. Martí dictara: "...los derechos se toman, no se piden se arrancan, no se mendigan"y eso hicieron Los Cinco, no mendigar, no pedir, sino vivir "en las entrañas del monstruo", penetrando en las organizaciones contrarrevolucionarias de Miami, amparadas y financiadas por los distintos gobiernos de EEUU, durante los 54 años que han transcurrido desde el triunfo revolucionario, para arrancar de ellas el derecho a la vida del pueblo cubano. (2)

"(...) Mientras la justicia no esté conseguida -concluía Martí su argumento- se pelea". Pues bien, el documental que hoy veremos, The Cuban Wives (Esposas Cubanas), dirigida por el realizador italiano Alberto Antonio Dandolo, es parte de la batalla de millones de personas en el mundo por lograr que se haga justicia y verlos libres.
Muchas gracias.

Notas:
(1) A la presentación de The Cuban Wives en Las Palmas asistió Inés Miranda, delegada del Consejo General de la Abogacía Española para el Sáhara Occidental junto a Ana Pérez Nordelo, abogada, miembro de la Asociación Juristas por la Paz y los Derechos Humanos (JUPADEHU) y prima de Gerardo Hernández Nordelo (uno de Los Cinco revolucionarios cubanos presos en EEUU), cuya madre nació, y vivió parte de su vida, en esta ciudad canaria.

(2) Los atentados terroristas perpretados contra el pueblo cubano por parte de organizacionesncontrarrevolucionarias de Miami, con el poyo de los gobiernos de EEUU y con la intervención de la CIA y el FBI, han causado un total de 3500 víctimas mortales y 2100 heridos con secuelas permanentes (Demanda del pueblo de Cuba al Gobierno de EEUU por daños Humanos, 1999. http://www.cuba.cu/gobierno/DEMANDA.html)

Declaración Cumbre de los Pueblos, Santiago de Chile.

En el marco de la Cumbre de los Pueblos realizada entre los días 25, 26 y 27 de Enero de 2013, en Santiago de Chile, las organizaciones y movimientos sociales y políticos de los diferentes países de América Latina, el Caribe y la Unión Europea declaramos lo siguiente:


Hoy, somos testigos de cómo los bienes naturales, los derechos y las personas han sido mercantilizadas en las naciones y pueblos de América Latina, Europa y el Caribe, producto de la lógica capitalista, que en su vertiente neoliberal y machista, permite su instalación y profundización a través de aparatos cívicos, políticos, militares.



Las relaciones existentes entre la Unión Europea y América Latina y el Caribe que priorizan los privilegios y ganancias de los inversionistas frente a los derechos de los pueblos a través de acuerdos comerciales y acuerdos bilaterales de inversiones, profundizan este modelo que perjudica a los pueblos de ambas regiones.

Es así, que estos Estados mercantilistas, las transnacionales y las corporaciones continúan siendo administradores y profundizadores de la pobreza y la desigualdad social en el mundo, amparados por un tipo de democracia representativa, de mano de la elite, que se aleja de los intereses de las grandes mayorías de nuestro pueblo.

Esta hegemonía del capital financiero se manifiesta entre otros en la privatización y mercantilización de los servicios públicos, el desmantelamiento del Estado de bienestar, la precarización del trabajo, el extractivismo, la usurpación, la destrucción y mercantilización de los bienes naturales y sociales propios del pueblo y el desplazamiento forzoso de los pueblos originarios, provocando las crisis alimentarias, energéticas, climáticas.

En la Unión Europea la crisis capitalista ha significado un verdadero golpe de estado financiero que ha impuesto políticas de austeridad en contra de los derechos de los pueblos, de los derechos laborales, ambientales, etc. La troika europea (FMI, BCE, Comisión Europea) obliga los estados a endeudarse para salvar los bancos para que seamos los pueblos los que paguen la crisis provocada por ellos mismo.

Al mismo, es necesario visibilizar la creciente opresión y discriminación hacia las mujeres en América Latina, el Caribe y Europa.

No obstante, a este panorama que parece adverso, reconocemos procesos históricos y recientes a partir de las luchas de nuestros pueblos en el mundo, que han logrado tensionar y agrietar las actuales lógicas y nos dan la esperanza de que otro mundo es posible.

De este modo, surge la necesidad de construir las bases para un nuevo modelo de sociedad que transforme las actuales lógicas y coordenadas políticas, económicas, sociales y culturales en todas nuestras naciones y pueblos de ambos lados del continente las luchas de los diferentes actores y organizaciones del campo popular.

Para alcanzar estos objetivos proponemos que:

Los derechos y bienes naturales arrebatados a nuestro pueblo deben ser recuperados, por medio de la nacionalización, la comunitarización de los bienes y servicios y los medios de producción y el reconocimiento constitucional de la naturaleza como sujeto de derecho. Esto implica pasar de ser resistencia y movimientos reivindicativos a una alternativa que contenga una propuesta política-social integral de país.

Promover el paradigma del buen vivir basado en equilibrio del ser humano con la naturaleza y el medio ambiente y los derechos de la tierra, al servicio de los pueblos, con una economía plural y solidaria.

Democracia directa, participativa y popular y su concretización desde las bases sociales. Para ello, es necesario la integración de actores sociales y políticos del mundo, valorando prácticas territoriales y haciendo el dialogo entre las instancias locales y globales.

Promover la integración en la participación política de los niños y niñas y las juventudes, desde un enfoque de género. Respeto a la libre determinación de los pueblos originarios del mundo, entendiéndolos como pueblos hermanos no sometidos a la territorialidad impuesta por la colonización. Esto, sumando a la promoción de la soberanía alimentaria en perspectiva de una autotomía territorial que a los pueblos y comunidades decidir qué y cómo producirlo.

En cuanto al avance de la represión y la criminalización de la protesta, movimientos sociales y populares, debemos articularnos de tal manera de generar la fuerza necesaria para frenar el avance de leyes antiterroristas y la inserción en las comunidades indígenas de nuestros pueblos, como a su vez la militarización imperialista que ha instalado bases militares en América Latina, Europa y el Caribe.

Sensibilizar, agitar y promover luchas contra las transnacionales, mediante campaña de denuncias y boicot en todos los niveles.

Posicionar el feminismo con un proyecto político antipatriarcal y anticapitalista. Reconocer y promover los derechos de los migrantes y los derechos de los pueblos de libre tránsito entre las naciones.

Plena solidaridad con el pueblo Palestino y todos aquellos pueblos y naciones oprimidos por el poder colonizador y el imperialismo, así como el repudio a las intervenciones cívicos-militares en Honduras, Haití y Paraguay. Apoyamos los procesos de paz, con la participación de los actores sociales y políticos en Colombia. Solidaridad con el pueblo cubano en contra del bloqueo, con Argentina en el proceso de recuperación de las Malvinas, con Bolivia y su demanda por salida al mar, con el pueblo Venezolano en el proceso Bolivariano y con los movimientos sociales en Grecia y España. En el caso de Chile, solidaridad con el movimiento estudiantil en defensa de la educación pública, gratuita y con el pueblo-nación mapuche contra la represión realizada de parte del Estado.

Acompañando la lucha por la soberanía de nuestros territorios en América Latina, es necesario luchar por el respeto de la soberanía de nuestro cuerpo como territorio propio de las mujeres.

Entendemos que la superación de la precarización laboral a la que se ven expuestos las mayorías de trabajadores en América Latina y el mundo, pasa por un cambio estructural que altere las relaciones de propiedad y producción de bienes y servicios valorando la labor esencial que desempeñan los trabajadores y trabajadoras como sustento sobre el cual se construye toda sociedad.

De manera transversal, debemos avanzar en la construcción de plataformas de lucha comunicacional que no sólo permitan develar y difundir las demandas y alternativas de nuestros pueblos frente al modelo hegemónico, sino también como forma de explicar las verdaderas causas de los problemas que hoy nos aquejan.

Debemos ser capaces de construir demandas unitarias que aglutinen a todos los actores sociales y pueblos en disputa y que a su vez nos permitan trazar un horizonte estratégico hacia el cual avanzar, articulando y organizando la unidad entre el movimiento sindical, social y político en América Latina, el Caribe y Europa. Esto debiera traducirse en una hoja de ruta de trabajo y de movilizaciones para el presente periodo, pero con perspectivas a largo plazo.

Al mismo tiempo, fortalecer la organización social y popular en cada sector de inserción, potenciando la amplificación de nuestras demandas a las grandes mayorías por medio de la politización y la movilización.

No podemos dividir más las instancias organizativas en las que estamos, conducir hacia un proyecto en la diversidad es el mayor desafío que se nos presenta para la generación de una alternativa real de poder popular. Romper con los sectarismos que fragmentan, dividen e impiden la construcción de unidad del campo popular, es una tarea urgente.

Frente al poder del bloque dominante sólo la unidad y la solidaridad entre nuestros pueblos nos darán la fuerza necesaria para alcanzar nuestros más alto objetivos y vencer.

Santiago de Chile, Enero 2013

El inquieto Martí en Isla de Pinos.

http://www.islavision.icrt.cu/images/personalidades/Marti/Mart%C3%AD4.jpg

Tomado del blog El Pinero.

Por Diego Rodríguez Molina   
                         
Nuevas referencias históricas sobre José Martí dan una imagen diferente con que algunos identifican al joven en la Isla de Pinos de 1870, y que mucho contradice la visión del muchacho apacible y aislado que se tenía hasta ahora de su estancia aquí, uno de los pocos lugares de Cuba donde residiera.


Su inquietud traspasa las restricciones del tránsito al destierro en España y las limitaciones de su salud, afectada por las canteras y el presidio habaneros, a donde lo confinaran los colonialistas por sus tempranas ansias libertarias.


Tras su arribo el 13 de octubre de ese año y registrarse como deportado, los primeros días son de relativo reposo a pocos kilómetros de Nueva Gerona, en la finca El Abra, junto a la familia del catalán José María Sardá, su esposa Trinidad e hijos. Allí recupera su salud cuando apenas tenía 17 años, alivia las llagas y cura los ojos dañados por la cal y el sol sobre las blancas piedras por él cortadas y cargadas.

TAN NIÑO ENTRE AQUELLOS HOMBRES

De esos poco más de dos meses resulta novedoso el testimonio de la muchacha que lo conociera al llegar a Isla de Pinos, a quien Martí regala unos aretes de carey, junto a la novedad de dar información de sus vínculos con otros patriotas.


Pero no solo da nuevas luces Cora Bellido de Luna, hija del deportado José Bellido de Luna, hermano de quien fundara un periódico clandestino en Cuba, escapara de prisión y escribiera en la emigración en EE.UU.–, sino también la nieta de la niña confinada, con quien conversé en su casa de Santiago de Las Vegas, en La Habana, luego de donar esas joyas al Museo Casa Natal.


– El iba el primero… Parece que lo estoy viendo… ¡Tan muchacho, tan niño, entre aquellos hombres!... Con su pantaloncito de dril blanco y un saquito negro… Llevaba sombrerito de pajilla y la cabeza así… como pensando…”, dice Cora, quien ese día estaba con su padre en el singular muelle del río Las Casas, en ocasión de la llegada de Martí a territorio pinero, en entrevista realizada por el periodista J. R. González-Reguera y publicara en el centenario del natalicio de Martí en 1953 el periódico capitalino Ataja.


– El iba el primero… --subraya la anciana que entonces tenía nueve años y falleciera en 1961 con casi 100—Y, luego , de dos en dos… todos los demás. Hasta sesenta… Saladrigas, Montero… ¡Lo mejor de La Habana! Médicos, abogados… los revolucionarios desterrados que iban a sufrir en Isla de Pinos…


“Después nos cuenta –relata el periodista— cómo su padre, impresionado…, se dirigió a él:
“¿Qué edad tienes, muchacho?...”.


“Diecisiete años”


“¿Y por qué estás aquí?”


“Vengo deportado por querer la libertad de mi Cuba”.


“¿Cómo te llamas?...


“José Martí, señor.”

ESCENAS CLANDESTINAS

Aclara ella luego del permiso que debía concederle Sardá, al que da jerarquía de coronel, para que el muchacho los visitara, y enfatiza:


“Mi papá le tomó cariño enseguida… y lo hacía venir … a nuestra casa para que se entretuviera entre cubanos… Venían muchos…


“Leíamos periódicos –precisa al responderle al periodista sobre lo que allí hacían--. “Todas las semanas mi papá recibía periódicos de La Habana: El Diario de la Marina, El Diario de Cuba y el Moro Muza…. Pero sus amigos mandaban, escondido entre los periódicos españoles, otros periódicos de los revolucionarios. Hojas impresas, proclamas... Entonces unos cuantos se ponían en el portal, …mientras José Martí, que era el que mejor leía, se ponía en el último cuarto de la casa para leer en voz alta…


“… Cuando ya lo había leído todo, los de atrás se cambiaban con los del portal y Martí volvía a leerlo todo, para los demás… ¡Había días que tenía que leer seis tandas!...


Y la ancianita ríe como una chiquilla, al recordar aquellas escenas clandestinas, destaca las páginas de Ataja, lo cual refuerza evidencias de los Sardá acerca de que el adolescente no va sólo a buscar cartas, ni se aísla, todo lo contrario.


La mujer, de largas trenzas en su niñez, está ciega cuando narra sus vivencias, pero advierte el entrevistador que sus azules ojos brillan con la luz interior del recuerdo imborrable sobre el muchacho, de quien dice además:


– Los odios y las injusticias de los españoles lo habían hecho un revolucionario… Pero era un revolucionario alegre y sano… ¡un muchacho!… Mi papá trataba siempre de tenerlo entretenido para que no se pusiera triste…


“…Ayudaba a mi papá a hacer trabajitos manuales… Le gustaba mucho pulir piezas de carey, que mi papá hacía…


– Estos aretes los guardo como si fuera de oro… Martí los pulió para  mi… Me los regaló cuando ya estaban terminados…, subraya la anciana mientras saca de una cajita un par de aretes de carey retocados por Martí, los acerca a las orejas con femenil coquetería, sonríe en silencio y llena de alegría sus ojos, para describir mejor que yo ese momento, refiere González-Regueral en 1953.

CON LA NIETA Y OTROS MOMENTOS

Cuando Martí puede salir a pasear por la campiña y escribir o leer cartas de su familia, imposible también dejara de meditar sobre la reciente experiencia y bocetar “su primer gran texto”, al decir de Roberto Fernández Retamar: El Presidio Político en Cuba, publicado apenas llegó a España.


En El Abra, además, los niños descubren la palabra sobrecogedora de quien recordarían personas como la joven Adelaida, cuya identidad borraría el tiempo, mas deja huellas en Martí, a juzgar por la dedicatoria en una fotografía:


“Señorita…Cuando se pierde de vista la patria, es muy dulce hallar quien, con su amabilidad se empeñe en recordarla…”, le dice en lo que devendría uno de los pocos documentos escritos salvados de esa etapa.


De ahí que las fuentes orales de primera mano, si bien no suplantan a la documental, alcanzan mayor valor por su aporte sobre la decisiva estancia.


Por eso no pierdo la oportunidad de seguir hablando con la nieta de Cora: Rosa María Andréu Fonseca, quien con más de 70 años, mantenía en plena juventud el orgullo revolucionario de la familia.


“En su lecho de muerte mi abuela me dijo –revela– que esos aretes no los vendiera ni permitiera que alguien especulara con ellos, que conservaran la pureza de quien los obsequió y que los pusiera en las manos más seguras…, y que mejor que en una institución de la Revolución, por eso entré en contacto con el Museo de la Casa Natal y los doné con confianza…”.  


Con sencillez que dan vida a los versos del Apóstol, me pide que no le tome fotografías, pero se desvive por mostrarme las que conserva de sus descendientes, junto a los periódicos que dan fe de patriótica herencia.


“Ella –rememora Rosa María sobre la abuela—siempre hablaba con gran orgullo de Martí, a quien dijo que volvió a ver en Cayo Hueso, Estados Unidos, a donde fue la familia emigrada, coincidiendo con los preparativos de la guerra de 1895, para la que aportaron cuantiosos recursos…”.


“Y se admiraba de ver a aquel muchacho hecho ya gran guía por la independencia, que unía con fuerza de imán y sobrecogía a todos con sus argumentos a favor de la Patria, de Latinoamérica…”, prosigue la nieta.


Entre sus anécdotas, sobresale su evocación de la visita hecha por Cora  “a la finca El Abra en 1948, donde se quedó maravillada del museo que encaminaba con enormes sacrificios allí Elías Sardá, hijo del generoso catalán, con apoyo del pueblo pinero y sin respaldo de los gobiernos de la época, que no hacían otra cosa que humillar al Héroe Nacional con su politiquería, negocios y demagogia,–enfatiza Rosa María– al igual que hicieron los bandidos que huyeron a Miami…”


“La admiración por Fidel –insiste– venía de sentirlo digno continuador del Apóstol…”.
 

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Museo Finca El Abra, Isla de la Juventud, Cuba.

La CELAC ha surgido sobre el acervo de doscientos años de lucha por la independencia y se basa en una profunda comunidad de objetivos.



Intervención del General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba en la Primera Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), Santiago de Chile, 28 de enero de 2013.
(Versiones Taquigráficas-Consejo de Estado)
Excelentísimo Señor Sebastián Piñera, Presidente de la República de Chile:
Estimados Presidentes, Primeros Ministros y Jefes de Delegaciones:
Pueblo hermano de Chile:
Sea mi primer pensamiento para honrar la memoria de Salvador Allende, insigne latinoamericano y patriota que entregó su vida por la independencia de su nación y la justicia social. Pensamos como él, cuando dijo: "la historia es nuestra y la hacen los pueblos".
La existencia de la CELAC nos permitió encarar los desafíos del 2012 con más conciencia de quiénes somos y hacia dónde nos dirigimos, en medio de circunstancias convulsas y complejas.
Vamos construyendo, en la dura realidad, trabajosamente, el ideal de una América Latina y Caribe diversa, pero unida en un espacio común de independencia política, de control soberano sobre nuestros enormes recursos naturales para avanzar hacia el desarrollo sostenible, la integración regional y el enriquecimiento de nuestra cultura.
Los obstáculos no han sido ni serán menores. Las amenazas a la paz son crecientes y la injerencia en los asuntos de nuestra región continúa. Las trasnacionales, fundamentalmente norteamericanas, no renunciarán al control de los recursos energéticos, hídricos y minerales estratégicos en vías de agotamiento. La concepción estratégica de la OTAN es cada vez más agresiva y se orienta claramente en ese sentido. A dos décadas del fin de la Guerra Fría, crecen los enormes arsenales nucleares y convencionales que, como ha dicho Fidel, no podrán matar el hambre ni la pobreza.
El orden económico internacional es injusto y excluyente, atrapado en una crisis global a la que, por ahora, no se vislumbra solución. El cambio climático avanza inexorablemente ante la falta de voluntad política de los gobiernos de los países desarrollados.
Sin nuestra unidad, nada sería posible y todo lo logrado se perdería. En la llamada Cumbre de las Américas de Cartagena, Nuestra América dio un paso decisivo, asentada en el sólido cimiento de Mar del Plata, donde en el 2005, fue derrotada el ALCA. Disipados los cantos de sirenas de Estados Unidos en la Cumbre del 2009, en Trinidad Tobago, América Latina y el Caribe brillaron por su solidez e independencia cuando reclamaron que las Malvinas son argentinas y que el bloqueo y la exclusión de Cuba deben cesar, acontecimiento que el pueblo cubano guardará siempre, con profunda gratitud, en su memoria.
El ejercicio de la autodeterminación y la soberanía de los pueblos y la igualdad soberana de los Estados son principios irrenunciables de la CELAC, establecidos en la Declaración de Caracas.
Sabemos que entre nosotros hay pensamientos distintos e, incluso, diferencias, pero la CELAC ha surgido sobre el acervo de doscientos años de lucha por la independencia y se basa en una profunda comunidad de objetivos. No es la CELAC, por tanto, una sucesión de meras reuniones ni coincidencias pragmáticas, sino una visión común de la Patria Grande latinoamericana y caribeña que solo se debe a sus pueblos.
Los incuestionables triunfos obtenidos por las fuerzas patrióticas en las elecciones presidenciales y regionales celebradas en Venezuela y las movilizaciones recientes demuestran el extraordinario liderazgo del presidente Hugo Chávez Frías, y el enorme respaldo popular al proceso venezolano. Junto al dolor y la preocupación por la salud del Jefe de la Revolución Bolivariana, ese hermano pueblo está dando, junto a los dirigentes chavistas un destacado ejemplo de lealtad, convicción y unidad para profundizar sus irreversibles conquistas.
El gobierno bolivariano está enfrentando una permanente campaña de intriga y descrédito por parte del imperio y de la oligarquía golpista; pero ha continuado su obra, consagrado a la defensa de los legítimos intereses de los trabajadores y de todos los venezolanos patriotas, de la Constitución y de su democracia revolucionaria.
Desde aquí le reiteramos a Chávez nuestro afecto, respeto y admiración, al igual que a su valiente pueblo que lucha por la mayor suma de estabilidad política, de seguridad social y la mayor suma de felicidad, como lo soñó el Libertador Simón Bolívar.
Compartimos y apoyamos la resolución y oportunidad con que UNASUR ha actuado frente al golpe parlamentario en Paraguay. En una región que ha sufrido décadas de dictaduras sangrientas, impuestas y sostenidas por los Estados Unidos, no puede permitirse impunidad a los sectores violentos y golpistas.
Nuestra Comunidad estará incompleta mientras falte en ella el escaño de Puerto Rico, nación hermana genuinamente latinoamericana y caribeña que padece una situación colonial.
No podemos olvidar que cerca de 170 millones de latinoamericanos y caribeños viven en la pobreza, de ellos 75 millones de niños, 66 millones de personas en la región están en pobreza extrema, de los cuales 34 millones son menores. ¿Qué puede significar para ellos la CELAC?
Es cierto que hemos avanzado en el desarrollo de programas económicos y de desarrollo social al interior de varios países, como Brasil. La experiencia del ALBA y PETROCARIBE en la cooperación solidaria y en la complementariedad entre nuestras naciones, es considerable.
La CELAC está en condiciones de trazar su propio concepto de cooperación, adaptado a nuestras realidades y a las mejores experiencias de la última década.
Pese a lo avanzado, podríamos hacer más en apoyo a Haití, cuyo gobierno necesita recursos para la reconstrucción y el desarrollo. Es posible hacerlo entre todos, bajo las decisiones del gobierno haitiano.
Estamos obligados a alcanzar progresos considerables en la educación como base del desarrollo económico y social. Nada de lo que nos proponemos, desde la disminución de la inequidad hasta la reducción de la brecha tecnológica y digital, sería posible sin ello. La eliminación del analfabetismo, como meta primaria, es totalmente alcanzable. Con políticas adecuadas y cooperación regional, para proveer un mínimo de recursos a los más necesitados, podríamos dar un salto en pocos años.
Debemos ser capaces de promover una arquitectura regional propia, adecuada a las particularidades y necesidades de la América Latina y el Caribe.
Podemos también conjugar nuestros esfuerzos contra la drogadicción, como se ha planteado en estos dos últimos días de la reunión, y el tráfico ilícito de estupefacientes.
Ayer se habló aquí de que había drogas en todos los países del continente, quiero aclarar que en Cuba no hay drogas, intentaron introducirla, existen más de 250 detenidos(*) extranjeros de diferentes países del continente por intentar introducir drogas. Solo un poquito de marihuana que se cultiva hasta en una maceta en cualquier balcón de cualquier ciudad de Cuba; pero drogas no hay ni habrá.
Solo quiero expresar —fuera de texto— sobre este tema, que se pueden tomar medidas.
Como se sabe, Cuba no es un país atractivo para la droga, para los traficantes; pero cuando empezó a incrementarse el turismo, y el propio año pasado ya nos aproximamos a los 3 millones de visitantes extranjeros, sí se convirtió en un objetivo de los traficantes. Además, empezaban a arribar por las costas, sobre todo por la costa norte, los paquetes de diferentes tamaños o peso, de kilogramos de cocaína que arrojaban los traficantes cuando eran presionados y perseguidos por los norteamericanos, se arrimaban a nuestras costas, eran perseguidos por nosotros y los arrojaban al mar, y las diferentes corrientes, sobre todo la del nordeste, los depositaban por las playas; en menor cuantía también por el sur. Empezó a adquirir fuerza el consumo y hasta hubo ciudadanos de algunos países de América Latina que empezaban a entregar gratuitamente dosis individuales, regaladas.
Personalmente, tuve una reunión con todos los organismos que tienen que ver con este problema y tomamos una decisión: "Vamos a combatir la droga, que nos está empezando a amenazar, a sangre y fuego." Se coordinaron todos los factores en estos aspectos, utilizamos nuestras organizaciones de masa, vinculadas estrechamente con el pueblo, con nuestro Partido gobernante y con el gobierno, dígase Central de Trabajadores de Cuba, Asociación Nacional de Campesinos, Federación de Mujeres Cubanas, Comités de Defensa de la Revolución, y se apeló a las familias, que hacía falta la colaboración de todo el país para ubicar y proceder legalmente contra los que empezaban a tratar de introducir en nuestra juventud desde marihuana hasta algunas dosis de cocaína, como dijimos.
Fueron arrestados. Si queremos vencer, estos son tipos de problemas que hay que enfrentarlos cuando son pequeños o, mejor, cuando son nonatos. Es el mejor momento, si dejamos que cojan fuerza —decíamos y razonábamos—, ahí tienen el ejemplo de varios países hermanos del continente, y, por lo tanto, esta batalla tiene que ser a sangre y fuego.
Nuestras leyes permiten la pena de muerte, está suspendida, pero está de reserva, porque una vez la suspendimos y lo único que hicimos con ello fue estimular las agresiones y los sabotajes contra nuestro país a lo largo de estos 50 años, como todos ustedes conocen.
Les razonaba a mis compañeros: ahí está el caso de México. A México lo amamos profundamente, decimos: México es México, su historia, su vinculación con nosotros. Allí recibimos asilo generoso durante 1955 y 1956; de allí salió nuestra expedición, cierto es que violando algunas leyes mexicanas, pero no violamos nunca la amistad con México, y ellos ejercieron su derecho y arrestaron a todos los compañeros, incluyendo a Fidel. Yo fui uno de los pocos que pude escaparme, y bajo la natural presión que sentíamos ya próximos a salir para Cuba, salimos en medio de una pequeña tormenta, de un poderoso norte que estuvo a punto de hacernos naufragar y conducirnos a la muerte a los 82 expedicionarios que ahí veníamos. Solo hubo un día de mar tranquilo por el sur de las islas de Gran Caimán. Tal era la tormenta que un marinero experimentado que trataba, desde la proa, esa noche tormentosa del desembarco, de ver si veía el faro de Cabo Cruz al suroeste de Cuba, una ola se lo llevó; perdimos casi una hora en su recuperación, hasta que nos lanzamos a la costa y desembarcamos en un pantano horroroso, y antes de salir de él ya estaba encima de nosotros la aviación del dictador Batista.
Yo les razonaba a los compañeros: me rompo la cabeza pensando qué solución puede tener lo de México, que no es casual que sea México, no porque los mexicanos propicien esa situación, sino ya lo dijo un expresidente mexicano en el siglo pasado: "¡Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos!" Es ahí donde está el problema, el problema fundamental, para donde se mandan las drogas, que nunca he leído en la prensa de una gran operación en Estados Unidos contra los traficantes, nunca he leído eso; solo películas de pequeñas bandas de traficantes. Y por el mismo lugar por donde entran las drogas, pasa el armamento para la venta, ese es el problema.
Yo hablé este tema con el presidente Calderón en la reunión de Sauipe, en Brasil, en el año 2008, donde ya se estaba gestando, esta organización magnífica que en estos días celebra su primera reunión, además de la reunión fundacional en Venezuela, y hablé profundamente de estos temas con el presidente Calderón, y hemos seguido, seguimos preocupados. Pero ese problema avanza como una marea terrible hacia el sur: problemas en Guatemala, problemas en los demás países de Centroamérica. Y solo puedo dar una opinión a los países a los que todavía no les ha llegado esa marea nefasta y trágica, porque es verdaderamente trágica, donde los drogadictos, como ustedes conocen, son capaces de matar hasta a un familiar para obtener dinero para comprar droga. Por eso nuestra población apoyó esa medida y nos resultó fácil capturar a cerca de 5 000, juzgados con todo lo que permitían las sanciones del Código Penal, y nos equivocamos en muy pocos casos, que fueron resueltos inmediatamente.
¿Por qué?, por la colaboración de la población, que era la más interesada en que ese problema no se extendiera. Y estos problemas —es la moraleja que podemos sacar de ello, y la sugerimos a los países que todavía no son víctimas de este flagelo— son de los tipos de problemas que hay que enfrentar cuando están naciendo y mejor, como les decía, cuando son nonatos. Por eso, en Cuba no hay drogas ni las habrá.
Perdonen este paréntesis que abrí sobre este tema.
Como ustedes ven, yo también improviso discursos hasta de dos y tres horas, pero no quiero hacer eso, lo hacía antes cuando era joven, pero prefiero ya, a esta altura, leer mis intervenciones. No critico que los demás los improvisen, el primer improvisador es mi Jefe, Fidel Castro, y el que pronuncia los discursos más largos en la ONU, tiene un récord que ni Chávez se lo ganó (Risas).
No podríamos renunciar a la protección de nuestros inmigrantes, víctimas del orden actual de la xenofobia, y de la discriminación que proliferan en el mundo industrializado.
Tenemos también la posibilidad real de constituirnos, sobre bases apropiadas y concretas, en una zona de paz, en la que complementemos nuestro tradicional rechazo a las armas nucleares de exterminio en masa y a las cada vez más avanzadas y letales que se desarrollan hoy, con la expresa y firme voluntad de resolver todas nuestras diferencias por la vía pacífica, de la negociación y el diálogo.
Concluyo con un emocionado homenaje a José Martí, hoy —como decía el compañero Maduro—, en el 160 aniversario de su natalicio. De su pensamiento aprendimos que, en tiempos difíciles como estos, "¡los árboles se han de poner en fila para que no pase el gigante de las siete leguas! Es la hora del recuento, y de la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado como la plata en las raíces de los Andes".
Muchas gracias (Aplausos).
(*) De la cifra mencionada, 114 permanecen actualmente en privación de libertad.

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