Recientemente el presidente
mexicano Andrés Manuel López Obrador, al inaugurar la 21 Conferencia de
Cancilleres de la CELAC, realizó duras críticas a la OEA, calificando su
actuación de servil y lacayuna, y propuso sustituirla por una nueva
organización regional que propicie la igualdad soberana de todos los miembros y
contribuya a su desarrollo. Las siguientes líneas pretenden mostrar, en
apretada síntesis, algunas consideraciones sobre la evolución del llamado
Sistema Interamericano, que demuestran la justeza de la postura del mandatario
azteca.
La Organización de Estados Americanos (OEA) que encabeza el golpismo en diversos países de América Latina, con la abierta implicación del Secretario General Luis Almagro, intenta ahora aplicar la llamada “carta democrática” a Nicaragua, en una respuesta desesperada ante la revelación de una cantidad de documentos en Estados Unidos, sobre las implicaciones reales de Washington en el cruento intento de golpe militar en 2018, en ese país.
Periodistas de medios públicos cubanos recibieron la semana pasada mensajes y llamadas telefónicas del Instituto de Prensa y Sociedad (IPYS), una ONG vinculada a campañas políticas contra gobiernos y organizaciones progresistas en América Latina, particularmente obsesionada con las líneas de ataque a la Revolución bolivariana. Sorprendentemente, un funcionario de IPYS informó a nuestros compañeros que habían sido seleccionados algunos de sus trabajos para un concurso de crónicas sobre asuntos cubanos en el que no habían participado y que auspicia este Instituto.
Gráfica del sitio web de la UNESCO, donde se reflejan los países donde se han asesinado profesionales del periodismo desde 1993. Ninguno fue asesinado en Cuba.
Por Gustavo de
la Torre Morales.
Este
pasado 20 de agosto de 2019, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
anunció en su Comunicado de Prensa 205/19, que emitirá un nuevo Informe de “valoración”
de los DDHH en Cuba. Según la CIDH, la emisión de dicho informe (que será el
octavo en 60 años) se ha decidido después de la “evaluación” de los DDHH en Cuba y que el mismo incluirá las diversas
temáticas que cuestionen desde la institucionalidad del Estado cubano, su marco
constitucional y legal en materia de derechos humanos, la valoración sobre
grupos (que llaman ahora prioritarios), hasta el señalamiento de personas
víctimas de tratas.
Este 9 de abril, nuevamente fue convocada una sesión del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) para tratar la cuestión venezolana. Como en otras oportunidades, la sesión violentó uno de los aspectos rectores de la carta fundacional del organismo regional: discutir y/o tomar decisiones sobre un Estado miembro, en este caso Venezuela, sin su consentimiento u aprobación.
Tomado de ALAI. Agencia Latinoamericana de Información.
Atilio Boron. Coordinador del Ciclo de Complementación Curricular en Historia de América Latina-Facultad de Historia y Artes, UNDAV. Director del PLED, Programa Latinoamericano de Educación a Distancia en Ciencias Sociales del Centro Cultural de la Cooperación "Floreal Gorini", Argentina.
La Secretaría General de la OEA está promoviendo la aplicación de la Carta Democrática Interamericana en contra del gobierno de Nicaragua. Este instrumento fue creado como un dique de contención en contra de los recurrentes golpes de Estado que atribularon la historia de los países latinoamericanos. Supuestamente debería ser un mecanismo de defensa para gobiernos que se encuentran bajo la amenaza de una ofensiva desestabilizadora que podría tener como resultado la quiebra del orden institucional. Su Artículo 17 dice explícitamente que
Licenciado en Ciencias Jurídicas. Ms. Comunicación Social.
Miembro de la Asociación de Juristas de Cuba.
A propósito de haber
concluido apenas hace unas horas la vigésima séptima ocasión de la presentación
de Cuba, en la Asamblea general de Naciones Unidas, de la resolución sobre la
“Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto
por los Estados Unidos contra Cuba”, una mirada hacia la histórica y obcecada
política estadounidense en relación a Cuba nos traslada a los días de la
intervención yanqui, finalizada la guerra hispano cubana.
Una nueva faceta de la actual guerra ideológica y subversiva de la derecha norteamericana contra las naciones progresistas en Latinoamérica parece estar saliendo a la luz. Dos conocidos reaccionarios políticos norteamericanos –Roger Noriega y Otto Reich– están amasando cuantiosas fortunas personales a cambio de usar su influencia para provocar cambios hacia un supuesto cambio democrático en tres naciones de nuestra región: Cuba, Venezuela y Nicaragua. Estas fortunas obtenidas de forma secreta son independientes del dinero que les desembolsa el gobierno norteamericano a través de la USAID, la NED, el IND, el IRI y otras tapaderas para cumplir la misma finalidad. De hecho, es una burda mercantilización del pretendido espíritu democrático que pretenden profesar. Aunque ambos son enemigos jurados y guardan recelos el uno del otro, son socios de encomienda común.
A finales de 1889, el gobierno estadounidense de Benjamin Harrison convocó la Primera Conferencia Panamericana, que fue el punto de partida del «panamericanismo», ya entonces expresado como el dominio económico y político de América bajo la supuesta «unidad continental». Era la actualización de la doctrina de James Monroe del 2 diciembre de 1823, en el momento en que el capitalismo norteamericano arribaba a su fase imperialista.
José Martí, testigo excepcional del surgimiento de ese monstruo imperialista,
Es muy sabido que la política hacia Cuba, por parte de las administraciones
de EEUU y sus instrumentos de colonización, es de descalificación de la
Revolución cubana, de manipulación mediática, de desinformación sobre la
realidad interna del país y de la verdadera actuación de la mayoría de la
sociedad cubana en el desarrollo de su sistema político.
La Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de
la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que en su propio sitio
web declara ser un “órgano principal y autónomo de la Organización de los
Estados Americanos (OEA)”, y cuya función es ser el “encargado de la promoción
y protección de los derechos humanos en el continente americano”, en más
de una ocasión, ha lanzado mensajes, en los cuales enarbola defensas hacia
miembros de la llamada “disidencia” cubana (tan edulcorada por la prensa al
servicio del gran capital).
Es necesario esclarecer que esa “disidencia”, dentro
de Cuba llamada como contrarrevolución, no es más que grupúsculos financiados
desde EEUU y Europa para cumplir los objetivos propagandísticos anticubanos
dirigidos desde la CIA, y puestos en marcha desde los primeros años del triunfo
de la Revolución cubana.
Si usted estuvo frente a su televisor, escuchó la radio, leyó periódicos, o navegó por internet durante la última semana, habrá consumido mucha información sobre la VIII Cumbre de las Américas, que tuvo lugar en Lima, Perú.
Se trata de la segunda en la que participa Cuba desde que en el 2015 el Gobierno Revolucionario decidiera tomar parte en ese espacio, conquistado gracias a la resistencia del pueblo cubano y a la presión unánime ejercida por las naciones de la región y su amenaza a la Organización de Estados Americanos (OEA) con dejar de asistir a las Cumbres si permanecía la exclusión de la Isla.
Sin embargo, a pesar de los muchos datos que circularon, hay personas que pudieron no entender lo sucedido durante los últimos siete días. Experiencias de comunicación de grandes y controvertidos eventos como este –plagados de denuncias, reclamos, declaraciones y discursos fuertes que han tenido lugar en diferentes partes dentro del mismo–, demuestran la necesidad de sistematizarlo todo una vez que la tormenta se apaciguó.
Por eso, Granma invita a repasar la respuesta a estas 15 preguntas frecuentes sobre lo que sucedió con Cuba en Perú.
Una nueva provocación anticubana se ha intentado orquestar desde el exterior, mediante el otorgamiento de un “premio”, con el objetivo de interferir en los asuntos internos de Cuba, generar inestabilidad, afectar la imagen del país y las relaciones diplomáticas de Cuba con otros Estados.
La
Revolución Bolivariana de Venezuela se ha desarrollado en situaciones de
constantes ataques por parte de la oposición interna, de la prensa occidental,
de la complicidad de políticos y gobiernos occidentales y algunos
latinoamericanos (como el caso muy particular de Colombia), pero también de la
injerencia del gobierno de los Estados Unidos, del cual se inyecta financiación
a la oposición venezolana.
No se puede
pasar por alto la sonada “Operación Venezuela Freedom-2, donde el SouthCom (US
Southern Command) o también llamado Comando Sur, contemplaba las orientaciones específicas de las maniobras a realizar para la
continuidad de la inestabilidad en dentro de Venezuela. Como parte de lo
anterior también estuvo el Decreto
Ley emitido por anterior gobierno de Barack Obama, “Premio Nobel de la Paz”, donde
se calificaba a Venezuela como “una amenaza inusual y
extraordinaria a la seguridad nacional y la política exterior de los Estados
Unidos”. Todo proyectado con un solo objetivo: justificar frente a la opinión
pública una invasión militar contra el país sudamericano, utilizando para tal
ejercicio las bases militares de EEUU ancladas en Colombia. Aunque aún no han podido
llevar a cabo el intervencionismo, hoy en día el gobierno estadounidense no
descarta todavía el llevar a cabo su objetivo militar, sólo esperan el momento “propicio”.
La
Revolución Bolivariana, en los últimos 16 años, ha pasado por 22 procesos
electorales o referéndums que mayoritariamente han obtenido la votación popular
a favor de las propuestas del gobierno bolivariano; todas éstas caracterizadas
por las acusaciones de fraude por parte de la oposición, el llamamiento a la
repulsa en las calles y actos violentos con las connotadas intentonas golpistas
de 2002 y 2014. La oposición sólo han reconocido convenientemente los
resultados únicamente en los que han sido ellos los ganadores (las elecciones
municipales de 2000, donde Henrique Capriles obtuvo la gobernación del estado
de Miranda, el Referéndum
constitucional de2007 y los comicios legislativos de 2015).
Twits de Capriles; en el primero festeja su triunfo en Miranda y señala “este era el camino”; pero no faltó mucho para que después incitara a salir a las calles, como se aprecia en el segundo, cuando fue inhabilitado (https://twitter.com/hcapriles/status/850710972440477698).
El inmenso
carácter democrático del proceso bolivariano se manifestó, no solo en la
votación, también en el reconocimiento del gobierno en los resultados. En los
últimos comicios legislativos el propio presidente Nicolás Maduro expresó al
referirse a su fuerza política, "Nosotros, viendo estos resultados, hemos venido con
nuestra moral, con nuestra ética, estos resultados adversos, a decirle a
Venezuela que ha triunfado la democracia" y poco después en entrevista a
TeleSur también dijo, “Lo más hermoso de la fiesta de hoy es la paz, en
barrios, comunidades, urbanismos". No hubo acciones violentas por parte
del gobierno, sino reconocimiento. No ha sido así por parte de la oposición, la
cual no reconoce cuando pierde, pero además trama y comete actividades de
violencia y desorden.
Pero al constatar
la oposición que la vía pacífica no les proporcionaba los resultados esperados,
se lanzan a una escalada de agresiones y actividades delictivas e ilegales
constantes. No se puede olvidar que en el 2002 dieron la intentona de golpe de
Estado contra el entonces presidente, el comandante Hugo Chávez Frías, y de las
actividades que desde el 2014 desencadenaron en las llamadas guarimbas, las
cuales sesgaron la vida a 43 personas y produjo más de un centenar de heridos.
Tampoco se puede olvidar la treintena de personas asesinadas desde el 2013
hasta el 2016, identificadas con la revolución bolivariana, eranlíderes políticos locales,
funcionarios públicos, periodistas, escoltas de dirigentes de izquierda,
militares y oficiales delServicio Bolivariano de Inteligencia Nacional(Sebin), los cuales cayeron siendo
víctimas por fuerzas paramilitares que han gozado del apoyo jurídico-político de
la oposición (como Voluntad Popular y Alianza Bravo Pueblo), del apoyo
financiero del narcotráfico y el sector empresarial privado, del apoyo
mediático de medios financiados desde el exterior (como la Patilla, NTN24 y
Sumarium) o de factores políticos internos (como el Patinazo , el Cooperante y
Caraota Digital).
La escasez alimentaria y de productos básicos, provocada
por el acaparamiento, fue un ardid tramado por empresarios, dueños de grandes
almacenes y empresas importadoras, con el objetivo de crear necesidades, provocar
irritación en la población y propiciar un argumento que asegurara la
inviabilidad de la economía del país. De igual manera ha sido la orquestación
del robo de billetes venezolanos, acaparados en almacenes dentro del país y
otros de los alrededores (Colombia, Brasil o Paraguay), que llevaba el objetivo
de provocar escasez de efectivo en manos de los ciudadanos y que el gobierno se
viera en la obligación de emitir medidas al respecto (como fue el retiro de
circulación de los billetes de 100 bolívares). Éstas, entre otras maniobras
económicas, han sido fructífera lasca que le ha servido de gran negocio a los grandes
medios para estructurar sus “noticias” de descrédito contra el gobierno
bolivariano y sus líderes.
Alimentos confiscados de almacenes que acaparaban productos para provocar escasez.
Los sacos con al menos 25 toneladas de bolívares fueron encontrados en la casa de un comerciante de armas paraguayo.
Foto BBC
La violencia en las calles, el saqueo de negocios, la
creciente delincuencia, las agresivas manifestaciones llamadas por la fuerza “pacíficas”,
los atentados contra servicios e instalaciones públicas (centros
de salud y escuelas), el bloqueo
de vías públicas, de principales
arterias viales, destrozos al sistema de transporte colectivo, saqueos, uso de
explosivos, colocación de alambres de acero para degollar motorizados", y sumado a lo anterior están los ataques realizados
últimamente contra instituciones fuera del país, son las acciones descritas por
el famoso documento del Comando Sur. Están siguiendo el guión.
A esta andanada se ha sumado otro instrumento
imperialista: la Organización de Estados Americanos (institución que pone en
práctica su servilismo a través de la figura de Luis Almagro Lemes, su
Secretario General) y otros gobiernos de la región que responden al llamado del
Tío Sam: Brasil con Temer, Argentina con Macri y Colombia con Santos (y otra
figura del narcoestado y el paramilitarismo colombiano es Álvaro Uribe).
Esta es una de las tantísimas imágenes que se manipularon por las redes y en medios, con el único objetivo de condenar al gobierno bolivariano. Ver más en el enlace: http://www.telesurtv.net/analisis/Golpe-de-estado-de-los-medios-de-comunicacion-social-La-vil-viralidad-de-la-oposicion-en-Venezuela-20150212-0019.html
No ha faltado la injerencia extranjera en los asuntos
internos de Venezuela. El gobierno de España ha sido un activo efectivo desde Europa.
Recientemente el Partido Popular, secundado por Partido Socialista Obrero Español,
Ciudadanos y el Partido Nacionalista Vasco, ha presentado una moción de condena
contra el gobierno legítimo y constitucional de Venezuela, ejerciendo
exigencias sobre libertades y respeto a principios democráticos que en España
no se cumplen mínimamente.
La oposición va buscando otros terrenos de acción, como
sus manifestaciones en el exterior o el ataque a figuras afines con el proceso
socialista y bolivariano de Venezuela; es decir, a todo aquello que dé indicios
de “chavismo”. Se ha conocido del secuestro del embajador de Venezuela en
España, Mario Isae, en un local de la embajada, el cual fue asediado por una
turba de violentos de la extrema
derechaque no permitieron la salida de
aquellos que participaban en un foro con el Comité de Víctimas de las
Guarimbas.
La propia canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez,
expresó que “este odio lo ha sembrado la oposición venezolana que anda por el mundo
denigrando de nuestra Patria Sagrada con sus aliados internacionales”, y no le
faltó razón cuando los violentos que asediaron la
embajada en España confundieron a uno de sus simpatizantes como un chavista y faltó
poco para que le agredieran (y eso que al parecer el susodicho simpatizante tenía
la misión de agredir al embajador).
Hoy más que nunca es necesario todo acto de solidaridad con el hermano
pueblo venezolano, de explicar el contexto que se vive en ese país con claridad
meridiana y denunciando todo sesgo o manipulación que salga a la luz por los
medios de (des)información y redes al servicio de la oposición derechista.
Hemos sido testigos, una vez más, de otra decisión infame e
inmoral de la desprestigiada OEA, en contra de la Revolución Bolivariana, que
reedita las bochornosas páginas escritas contra la Revolución Cubana en la
década del sesenta del pasado siglo.
La convocatoria de una Reunión
de Consultas de Ministros de Relaciones Exteriores, para continuar hostigando
al gobierno venezolano, constituye otra acción coherente con el tradicional
papel de esa organización como instrumento de dominación imperialista en el hemisferio;
a fin de resquebrajar la soberanía, la independencia y la dignidad de Nuestra
América.
La OEA ha permanecido siempre
de espaldas a los pueblos de América, con una historia de casi 70 años de
subordinación a los intereses oligárquicos e imperialistas. Ha estado ausente
cuando nuestra región ha sido víctima de intervenciones y agresiones políticas,
económicas y militares, o de graves violaciones a la democracia y a los
derechos humanos.
Es tiempo ya de reconocer que
la OEA resulta incompatible con las necesidades más acuciantes de los pueblos
de América Latina y el Caribe. Es incapaz de representar sus valores e
intereses. Impuso un falso credo democrático, responsable de la muerte de
cientos de miles de latinoamericanos y caribeños y de la pobreza y exclusión de
millones. La OEA agrede e impone, y no concilia ni dialoga; desprecia la
igualdad y la autodeterminación de los Estados. Conspira y subvierte a
gobiernos genuinos y legítimamente constituidos con demostrado respaldo
popular. Merece el más profundo repudio.
Venezuela ha adoptado la digna
decisión de retirarse de la OEA, que firmemente apoyamos, luego de haber
enfrentado con valentía el acoso, la injerencia y la ignominia de la que ha
sido objeto en esa institución y por parte de su enfebrecido Secretario
General. En aras de la defensa de los intereses colectivos de la región, tanto
Chávez en su tiempo, como hoy el presidente Maduro, enfrentaron sus traiciones
con dignidad y valor. Pero la OEA nunca se propuso aceptar a un gobierno
popular y mucho menos ayudar a Venezuela, como predican algunos. Por el
contrario, se alineó cada vez más con los propósitos de derrocar a la
Revolución Bolivariana.
Las agresiones contra
Venezuela y la despreciable conducta de la OEA en su contra, confirman que
dondequiera que haya un gobierno que no convenga a los intereses de los
círculos de poder imperial y a sus aliados, será atacado. Los nuevos métodos de
desgaste, más sutiles y enmascarados, sin renunciar a la violencia, para
quebrar la paz y el orden interno, no ocultan la vieja estrategia de demostrar
la inviabilidad del progresismo, de las izquierdas y de sus luchas por el
desarrollo económico y social de nuestra región.
Cuba ratifica su firme
compromiso de acompañar a Venezuela y la posición digna, valiente y constructiva
del presidente Nicolás Maduro al frente de la Revolución Bolivariana.
Expresamos nuestro apoyo y solidaridad al pueblo y gobierno venezolanos en este
nuevo capítulo de resistencia y dignidad, convencidos de lo mucho que nos queda
por batallar para alcanzar la unidad y mantener vigentes los fundamentos de la
Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, firmada en 2014.
La paz y la democracia están amenazadas en América Latina. De eso no cabe la menor duda. El riesgo real de que la región se convierta en una zona políticamente inestable y socialmente convulsiva no procede de grupos subversivos como los llamaría el establishment estadounidense, sino de las acciones adoptadas -sin el menor apego a los fines formalmente establecidos ni a su larga institucionalidad construida, pero si congruente con su larga historia-, por la Organización de Estados Americanos (OEA) y su actual Secretario General, Luis Almagro.
La decisión de la República Bolivariana de Venezuela de salirse de la OEA no es la confirmación de la “tendencia autoritaria” del gobierno de ese país, al que se lo acusa de haber violado hasta su propia Constitución, sino más bien es una demostración de lo mal que está el organismo regional constituido en la pos guerra, en 1948, como una expresión muy clara de la hegemonía conquistada por el imperialismo estadounidense.La OEA se está inhabilitando –aún dentro de sus estrechos márgenes históricamente formulados- como espacio de concertación y de resolución de conflictos. Y quizá sea esto último –la hegemonía- lo que nuevamente está en juego en la región, donde desde 1998 se ha agudizado la contradicción entre emancipación y dominación.
La naturaleza de la OEA se ha puesto en evidencia en varios momentos de la historia del continente: ser un instrumento de los intereses imperiales en la región o, como dijo el canciller cubano Raúl Roa García, un Ministerio de Colonias de los Estados Unidos. Pero, los niveles a los que ha llegado estos dos últimos años, en pleno siglo XXI, es algo que no se le habría ocurrido ni al mejor de los futurólogos o al más grande de los pesimistas.
Y si bien los individuos no cambian, por sí mismos, el carácter de las instituciones, si pueden desnudar, ocultar o matizar la naturaleza de las mismas. Y esto es lo que hace su actual Secretario General, quien desvela con claridad las razones geopolíticas y políticas que tiene la burguesía imperial y la derecha continental para destruir la revolución venezolana y cualquier intento de proyecto reformista o emancipador en América Latina. El matiz que le agrega a la línea formulada en Washington, es la obsesión personal –que tampoco puede descuidarse al momento del análisis político- que el uruguayo tiene acumulado contra el presidente Nicolás Maduro y la Revolución Bolivariana, a pesar de que de Venezuela se sirvió para llegar al organismo regional. De manera ya grosera, Almagro no desaprovecha ningún hecho político ni renuncia a ningún espacio para lograr respaldo a su propuesta de activar la Carta Democrática Interamericana, que en lenguaje común es un llamado a que Estados Unidos intervenga en la nación sudamericana.
Almagro quiere que el debate se focalice entorno a Venezuela, cuando en realidad la situación es mucho más compleja y peligrosa para la región. La “toma de partido” del uruguayo –un otrora izquierdista al que le se atribuye como sus mayores debilidades la búsqueda permanente del poder y la fama, además de su tendencia por el alcohol-, no da lugar a las dudas cuando se trata de hechos objetivamente verificables. La OEA bajo su mando hizo todo lo que está a su alcance, a pesar de las resistencias de varios países (Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Ecuador, El Salvador y otros), por bajar de intensidad informativa y política a la denuncia de “golpe congresal” contra la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, en 2016. Almagro tampoco impulsó ninguna comisión ni pronuncio ningún criterio luego que la realidad comprobara que detrás del golpe en Brasil estaba una verdadera redde corrupción del ahora presidente Temer. Pero si de inacción se habla, es el silencio cómplice del Secretario General de la OEA sobre la situación de la democracia en El Salvador, donde si hay más de una decena de sentencias que confirman el papel golpista de la Sala Constitucional contra el gobierno del presidente Salvador Sánchez Cerén.
Por eso, Venezuela no puede quedar aislada. Eso es lo que busca el Secretario General de la OEA. La reacción de los países contra ese plan no solo debe estar motivada por la solidaridad con un país que ha contribuido mucho al renacimiento del espíritu latinoamericanista, cuya única expresión hasta antes del triunfo de Chávez a fines del siglo XX solo se mantenía viva a nivel de estados a través de Cuba, una revolución que resiste heroicamente desde hace 57 años un criminal bloqueo estadounidense, a pesar que durante veinticuatro veces consecutivas la Asamblea General de la ONU ha aprobado resoluciones que piden el fin del denominado embargo comercial y financiero.
Los países de América Latina deben reaccionar antes que sea tarde. Lo que está en peligro no es solamente los gobiernos progresistas y revolucionarios (pues no es serio hablar de fin del ciclo progresista, como no fue serio hablar del fin de la historia o de las ideologías tras el colapso de la URSS y el campo socialista). Lo que se está poniendo en peligro es la democracia –con sus diferentes tonos- y a la propia América Latina como zona de paz.
Lejos de expresar fortaleza, lo que hace Almagro con sus torpes y obsesivas acciones es poner en evidencia la crisis de hegemonía de los Estados Unidos y el agotamiento del Sistema Interamericano de la Organización de Estados Americanos (OEA). Desde su fundación en 1948, al influjo de la “Doctrina Monroe” (América para los Americanos), la OEA nunca ha dejado de ser el instrumento por el cual Estados Unidos ha pretendido “camuflar” sus poderosos intereses en la región: en la década de los 60 a través de la Alianza para el Progreso y la expulsión de Cuba por razones ideológicas, en los 80 con el consenso de Washington y en los 90 con el Acuerdo de Libre Comercio para las Américas (ALCA) y los Tratados de Libre Comercio (TLC). Un mecanismo creado para darle oxígeno a la deteriorada hegemonía de los Estados Unidos en la región ha sido “La Cumbre de las Américas” impulsada por Clinton en 1994 en Miami.
Si bien quedan en el recuerdo el silencio cómplice de la OEA ante las invasiones militares estadounidenses a Guatemala (1954), República Dominicana (1965), Granada (1983), Panamá (1989) y Haití (1994), hay otros hechos que confirman el agotamiento de la OEA y el Sistema Interamericano: la violación de territorio ecuatoriano por las fuerzas armadas de Colombia con el objetivo, logrado, de asesinar el jefe rebelde de las FARC en marzo de 2008; los golpes de estado contra el presidente Manuel Zelaya de Honduras en junio de 2009 y contra Fernando Lugo del Paraguay en 2012; los fracasados golpes de estado contra Hugo Chávez en Venezuela (2002), Evo Morales de Bolivia en 2009 y Rafael Correa de Ecuador de 2010. A esta larga lista se pueden sumar más hechos, como la inutilidad que tuvo ese organismo regional y su mecanismo el TIAR para defender a la Argentina en la guerra de las Malvinas en 1982.
En el documento del Comando Sur de los Estados Unidos titulado "Operación Venezuela Freedom-2", y firmado por el almirante Kurt Tidd el 25 de febrero de 2016, puede leerse: "en el plano internacional hay que insistir en la aplicación de la Carta Democrática, tal como lo hemos convenido con Luis Almagro Lemes, Secretario General de la OEA y los ex-presidentes, encabezado por el ex-secretario de la OEA, César Gaviria Trujillo, pudiendo contar con algunos nexos con la Alianza Parlamentaria Democrática de América a quienes hemos sumado a la compaña en desarrollo..." [1]
De modo que Almagro Lemes, cumple las decisiones de EE.UU. al pie de la letra, vale decir es un agente asalariado del susodicho Ministerio, que tutela a los gobiernos cipayos de la región. El ex canciller de la República Oriental del Uruguay, agrede a los gobiernos que no son del agrado de Washington. Es su misión. Venezuela está en la obsesión agresiva porque no se ha plegado.
Pero, un "curioso" desenfreno en Miami lo ha volcado también contra Cuba, a la que sus amos no perdonan. Ya tuvo un pasaje en febrero, cuando La Habana, que no le debe nada a la OEA que no sea agresión y acoso, le paró la provocación. Este 19 de abril, viene Almagro a revolcarse en la cloaca de Miami y se exhibe en su Twitter.
El subalterno de Washington se ha reunido este miércoles con el congresista Mario Díaz-Balart, y los representantes Ileana Ros-Lehtinen y Carlos Curbelo. Todos, insalvables facinerosos de la política contra Cuba, además de otros personajes filoterroristas, como Orlando Gutiérrez.
Con descaro e irrespeto dijeron los temas: "el estado de los derechos humanos en la región y la represión en Cuba".
Las reacciones de Díaz-Balart y Ros-Lehtinen no tienen desperdicio.
El primero señaló en Facebook: “Me alentó nuestra reunión con el Secretario de la OEA Luis Almagro. Tenemos grandes esperanzas para el pueblo de Cuba, sabemos que usted no se confunde”.
La segunda puso en Twitter: “Nuestra comunidad cubana en el sur de la Florida informó a Almagro sobre la crueldad del régimen de Castro”.
Qué pena que estos personajes olvidaran la coincidencia con la fecha de la reunión la más bochornosa derrota de Estados Unidos propinada en Playa Girón por el pueblo cubano, liderado por Fidel Castro.
No aprenden o se hacen los suecos.
Para escuchar audio ir a este enlace: https://www.ivoox.com/oea-un-ministerio-colonias-yanqui-audios-mp3_rf_13649160_1.html
Tomado del blog de Luis Britto García
Por Luis Britto García Narrador, ensayista, dramaturgo, dibujante, explorador submarino, autor de más de 60 títulos.
-Fervorosamente invocan Estados Unidos y Canadá la aplicación de la llamada
Carta Democrática de la OEA contra Venezuela.
PERO
En ninguna publicación de la OEA ni en su página Web consta que Canadá o
Estados Unidos hayan suscrito dicha Carta, por lo cual no tienen derecho a
invocarla ni a asistir ni votar en sesiones donde se debata su aplicación.
-El Secretario general de la OEA intenta movilizar al Consejo Permanente
para aplicar la Carta Democrática contra Venezuela.
PERO
El artículo 17 de dicha Carta establece que la OEA sólo puede actuar
“Cuando el gobierno de un Estado Miembro considere que está en riesgo su
proceso político institucional democrático o su legítimo ejercicio del poder”,
lo cual no ha sucedido, sucede ni sucederá.
-La oposición intenta utilizar su mayoría en un solo Poder, el
Legislativo, para destituir al Presidente del Ejecutivo; remover a los jueces
del Poder Judicial, imponer su voluntad al Poder Electoral y coaccionar al
Poder Moral.
PERO
Es el propio Poder Legislativo quien atenta contra la Constitución al
empeñarse en incorporar a diputados cuya elección ha sido anulada por el mismo
Poder Electoral gracias al cual están en sus curules todos y cada uno de los
diputados de la oposición.
-El almirante Kurt W. Tidd, comandante del Comando Sur de los Estados
Unidos, en su reporte al Comité de Servicios Militares del Senado de dicho
país, afirma que “la creciente crisis humanitaria en Venezuela puede
eventualmente obligar a una respuesta regional”.
PERO
El supuesto de crisis humanitaria no está previsto en la Carta
Democrática de la OEA, ni tiene una definición precisa en el orden
internacional, ni está presente en Venezuela, la cual según la ONU presenta un
Grado de Desarrollo Humano Alto, superior al de la mayoría de los países del
hemisferio, entre otros México, Brasil, Perú, Paraguay y Colombia, cuya crisis
social jamás ha movido a Estados Unidos a amenazarlos con una “respuesta
regional”.
-El delegado de Honduras ante la OEA convoca sorpresivamente una reunión
del Consejo Permanente, asume sin haber sido elegido para ello la
Presidencia de éste y 17 países de los 34 que integran el organismo adoptan una
decisión contra Venezuela según la cual ocurre en ella "grave
alteración inconstitucional del orden democrático", y se exige al
Gobierno de Nicolás Maduro reconozca "la plena autoridad" de la
Asamblea Nacional.
PERO
El delegado de Honduras no puede convocar ni disolver reuniones del Consejo
Permanente, pues la presidencia de éste le corresponde al delegado de Bolivia y
la vicepresidencia al delegado de Haití, por lo cual la "grave alteración
inconstitucional del orden democrático" donde ocurre es en la propia OEA,
a la cual cabe exigirle que reconozca la “plena autoridad” del Consejo
Permanente con la presidencia electa de Bolivia y la vicepresidencia de Haití.
-Al presentar la Memoria y Cuenta del Ministerio Público, la Fiscal General
de la República se mostró en desacato con las sentencias 155 y 156 de la
Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia alegando que “Considero un
deber histórico ineludible” denunciar “varias violaciones del orden
constitucional y desconocimiento del modelo de estado consagrado en nuestra
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, lo que constituye una
ruptura del Orden Constitucional”, coincidiendo como por casualidad con
los términos del nulo Consejo Permanente de la OEA.
PERO
El verdadero deber histórico ineludible de la Fiscalía era llevar ante los
tribunales a la docena de oligopolios responsables de la desaparición de 60.000
millones de dólares preferenciales en importaciones fantasmas y a los
culpables del contrabando de extracción, sin los cuales no habría
desabastecimiento, ni Asamblea Nacional en manos de la oposición.
-El pueblo sale a manifestar contra la derecha que llama a la OEA que llama
al Comando Sur que llama a la “respuesta regional”.
PERO
Más útil sería manifestar contra los oligopolios que desaparecen los
dólares preferenciales que les otorga el gobierno y contra los responsables del
contrabando de extracción, sin los cuales no habría escasez, ni elecciones
perdidas, ni tantas gallinas queriendo cantar como los gallos.
Intelectuales de todo el mundo, patentizan su solidaridad con la Revolución Bolivariana y el pueblo revolucionario de Venezuela ante los actos de agresión e injerencia de que es objeto por parte del gobierno de Estados Unidos y su “ministerio de colonias”, la rancia y decadente OEA.
Un clamor unánime se levanta desde el seno de lo mejor de los pueblos del mundo: ¡NO PASARÁN! Porque toda persona digna y sensible sabe que, si el fascismo triunfara en Venezuela, se repetiría la trágica historia de la República española, hace ya ochenta años, y su larga secuela de ignominia.
A partir de hoy comenzamos a publicar los pronunciamientos enviados a la Oficina de la Red en Defensa de la Humanidad en Cuba. Son nuestra señal y compromiso con el destino de la patria de Chávez y Bolívar.