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martes, 20 de noviembre de 2018

El próximo gobierno de Brasil no tiene la menor autoridad moral para cuestionar a Cuba


Tomado de Trabajadores.
Entrevista concedida por Bruno Rodríguez Parrilla, Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, a Telesur y Prensa Latina, al culminar la Cumbre Iberoamericana, Guatemala, el 17 de noviembre de 2018, “Año 60 de la Revolución”.
Versiones Taquigráficas – Consejo de Estado.
Periodista (Telesur).–  Bienvenido a Telesur y Prensa Latina.
¿Nos puede dar sus impresiones y sus comentarios en el contexto de esta Cumbre, en su capítulo número 26, acá en la ciudad La Antigua Guatemala?
Bruno Rodríguez.-  Creo que ha sido una excelente Cumbre, muy bien organizada por la República de Guatemala, ha sido un evento de avenencia, de discusión sobre verdaderas prioridades para nuestros pueblos, como es el Desarrollo Sostenible y la inclusión social.
He escuchado atentamente los discursos de los Jefes de Estado y Gobierno, de los Jefes de delegaciones y me parece que consolida el acervo de las Cumbres iberoamericanas y establece, al mismo tiempo, un programa hasta la próxima que se realizará en el Principado de Andorra.

Los que marcan la diferencia

Fotografías de Araquém Alcântara sobre el Programa Más Médicos, contenidas en el libro Branco Vivo, de Antonio Lino.

Tomado de Razones de Cuba
Por Lisandra Aguilar Wong.
El miércoles 14 de noviembre no fue un día común para los que viven en Brasil. La noticia de que Cuba se retiraba del programa Más Medicos, luego de cinco años de cooperación, hizo que la inquietud se notara en quienes recibieron tanto de los galenos.
Una enfermera brasileña agradecida por todo lo que ha aprendido, una ciudadana bahiana que rechaza el oportunismo de algunos médicos de su país y colegas de la salud que sentirán la falta de gente comprometida en el Gigante del Sur, despertaron los deseos de esta periodista, que está de visita en Brasil y es hija de un médico cubano, por escribir sobre el impacto de lo que está pasando en la vida de los residentes allí.

viernes, 19 de junio de 2015

Senado uruguayo condona la deuda a Cuba: “Médicos cubanos hicieron miles de operaciones aquí”, alega

Operacion-Milagro
Tomado de CubaDebate.

El argumento del gobierno para pedir la condonación es que médicos cubanos hicieron miles de operaciones en Uruguay.
 
La Cámara de Senadores de Uruguay aprobó un proyecto de ley por el que se autoriza al Poder Ejecutivo a condonar la totalidad de la deuda del Banco Nacional de Cuba, informó el diario El País de Montevideo. El 20 de febrero del 2015 el Poder Ejecutivo había pedido autorización al Parlamento para perdonarle a Cuba una deuda que, a diciembre de 2013, ascendía a 31,5 millones de dólares.

El proyecto del Ejecutivo fue votado por el Frente Amplio, el senador Pablo Mieres, del Partido Independiente, y los nacionalistas Sergio Botana, Carlos Enciso, Andrés Peña y Martín Laventure. Los colorados y el resto de los blancos no lo votaron. La iniciativa pasó a la Cámara de Representantes.

El argumento del gobierno es que Cuba apoyó con médicos la Operación Milagro, programa por el cual se realizaron miles de operaciones de ojos en el Hospital Oftalmológico José Martí sin costo para los pacientes.

Varios senadores opinaron en la red social Twitter sobre el perdón de la deuda cubana. La senadora frentista Ivonne Passada dijo que el Frente sabe de la solidaridad de Cuba, “otros no”.

Según reseña El País, la Operación Milagro uruguaya comenzó en 2007 y Cuba se hizo cargo de los salarios de los médicos y demás profesionales cubanos que participaban del programa hasta diciembre de 2011. Desde entonces, Uruguay pasó a cubrir los costos básicos. El acuerdo con Cuba para que médicos de ese país operen de cataratas a pacientes uruguayos provocó una fuerte reacción de la Sociedad Uruguaya de Oftalmología (SUO).

Sin embargo, desde la inauguración del Hospital Oftalmológico en el complejo hospitalario del Saint Bois, el 29 de noviembre de 2007, “se han practicado más de 50.000 operaciones de ojos y más de 130.000 pesquisas gratuitas”, menciona el gobierno en su mensaje al Parlamento.El costo promedio en Uruguay de cada una de estas operaciones –unos 1500 dólares, según el gobierno–, “se puede apreciar fácilmente que supera ampliamente el monto de la deuda a condonar” por 31,5 millones de dólares.

El mensaje que acompaña el proyecto de ley detalla el proceso que lleva a proponer ahora la condonación de la deuda de Cuba. El marco es un programa de canje de deuda por educación e inversiones sociales que se acordó en la Cumbre Iberoamericana de 2005 en Salamanca, España. La deuda de la isla caribeña con Uruguay se originó en 1986 en el marco de la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), con la firma de un convenio de créditos recíprocos entre el Banco Nacional de Cuba (BNC) y el Banco Central del Uruguay (BCU) por 5 millones de dólares.

Uruguay y Cuba habían restablecido relaciones diplomáticas en 1985, cuando Julio María Sanguinetti asumió el primer gobierno democrático tras una década de dictadura. En 2002 el presidente Jorge Batlle rompió relaciones con Cuba, luego de que el régimen castrista lo llamara “trasnochado y abyecto judas” por el voto de Uruguay en la ONU a una condena a las violaciones de los derechos humanos en la isla.

En marzo de 2005, cuando Tabaré Vázquez asumió la presidencia, uno de sus primeros actos de gobierno fue restablecer las relaciones diplomáticas con Cuba. El convenio firmado en la Aladi en 1986 funcionó normalmente hasta abril de 1990, cuando el BNC no pudo pagar su saldo deudor al cierre del primer cuatrimestre.

A finales de 1990 la deuda cubana ascendía a 14 millones de dólares. Entonces Cuba y Uruguay acordaron reprogramarla en once pagos. El banco cubano pagó los cinco primeros vencimientos y el sexto parcialmente. En diciembre de 1992 se suscribió un nuevo convenio, con la deuda ya en 33,3 millones de dólares. “Dicho convenio, que sería revisado al año de celebrarse, expiró sin la revisión prevista, en razón de incumplimiento por parte del BNC”, explica el gobierno uruguayo.

En agosto de 1994 y octubre y noviembre de 1995, el banco cubano ofreció distintas alternativas para pagar la deuda, pero nunca se llegó a negociar con Uruguay, señaló el matutino uruguayo.

En mayo de 1996, Uruguay rebajó la deuda en 850.000 dólares, correspondientes a una importación de vacunas. Y en diciembre de 2002 hubo una segunda importación de vacunas cubanas, por lo cual el BCU dedujo 7,3 millones de dólares de la deuda. Sin embargo, Cuba no aceptó la rebaja “insistiendo en que se trataba de una donación”. La deuda del banco cubano con el BCU ascendía, al 31 de diciembre de 2013, a la suma de31,5 millones de dólaresmás intereses.

En 2012 Cuba planteó al gobierno uruguayo que la cooperación gratuita en la Operación Milagro debía llegar a su fin en función de lo ofrecido al cabo de tres años y esperaba el reintegro de sus gastos anuales.Ese mismo año el Ministerio de Salud Pública y el Banco de Previsión Social (BPS) firmaron un convenio para continuar con las operaciones de ojos a los jubilados. El BPS dispuso de 250.000 dólares para mantener el plan en el Hospital Oftalmológico José Martí.

(Fuente original: Página 12, Argentina)

viernes, 19 de octubre de 2012

Envió Fidel mensaje a graduados de prestigiosa institución médica cubana.

Tomado de CubaDebate.

El líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, envió hoy una felicitación a todos los graduados del Instituto de Ciencias Básicas y Preclínicas Victoria de Girón, de quienes dijo cumplieron con honor su deber.
 
En un mensaje leído por Roberto Morales, ministro de Salud Pública de la isla, Fidel Castro recordó que hace cinco décadas fue inaugurado ese centro docente en respuesta a la criminal acción del vecino imperio, que se llevó con promesas de empleo a la mayoría de los seis mil médicos con que disponía el país en ese entonces.

El Instituto marcó el inicio de la formación masiva de galenos y apenas iniciado el curso vinieron los azarosos días de la crisis de octubre y la escuela, con sus alumnos, tras un breve e intenso entrenamiento, se convirtió en una fuerte unidad de fuego antiaéreo, señala el texto.

Así nació y creció la tradición de esa institución médica, que superados los días mas críticos fue capaz de fraguar decenas de miles de profesionales y llevar a nuestro país a los niveles mas altos de prevención y salud, agrega.

Muchos de sus egresados cumplieron honrosas misiones en apartados rincones del mundo en muy difíciles condiciones, en la mayoría de las naciones Cuba prestó esos servicios sin costo alguno. Tal conducta le ha dado a nuestra patria un justo prestigio, indica Fidel Castro.

En el acto fueron entregados diplomas, firmados por el líder de la Revolución, y la moneda conmemorativa Aniversario 50 a profesores, trabajadores y estudiantes fundadores del centro.
Asimismo, le fue enviado a Fidel Castro un diploma de reconocimiento por su condición de fundador y máximo impulsor al desarrollo de la salud pública cubana.
Mensaje de Fidel
A los graduados del Instituto de Ciencias Básicas y Preclínicas
“Victoria de Girón”que cumplieron con honor su deber.
Queridos compatriotas:
Permítanme recordar que hace cinco décadas, en presencia de los primeros estudiantes de esa prestigiosa institución, los de otras carreras universitarias y los alumnos de las escuelas de enfermería en acto publico, se inauguró ese centro docente en respuesta a la criminal acción del vecino imperio, para llevarse, como se llevó con promesas de visas y empleo, a la mayoría de los seis mil médicos que disponía el país.
El Instituto de Ciencias Básicas y Preclínicas “Victoria de Girón” marcó el inicio de la formación masiva de médicos. Apenas iniciado el curso, vinieron los azarosos días de la Crisis de Octubre y la escuela con sus alumnos, tras un breve e intenso entrenamiento, se convirtió en una fuerte unidad de fuego antiaéreo.
En ese espíritu nació y creció la tradición de esa institución médica que superados los días más críticos fue capaz de fraguar decenas de miles de profesionales, y llevar nuestro país a los niveles más altos la prevención y salud.
Muchos de sus egresados han cumplido honrosas misiones en apartados rincones del mundo y muy difíciles condiciones.
En la mayoría de los países Cuba prestó esos servicios sin costo alguno. Tal conducta le ha dado a nuestra Patria un justo prestigio.
Los felicito a todos en este 50 aniversario, y particularmente, a los fundadores, del Instituto de Ciencias Básicas y Preclínicas “Victoria de Girón”, los cuales merecen una especial felicitación. Ellos hicieron honor a los que hace más de medio siglo y al costo de numerosas vidas, demostraron al poderoso imperio yanqui la respuesta que tendrán los que intenten esclavizar a nuestro pueblo. En menos de 72 horas, derrotaron la invasión mercenaria organizada, entrenada, equipada y escoltada por su marina de guerra hasta nuestras costas; solo 6 u 8 de más de mil hombres pudieron escapar.
Les deseo que continúen cosechando éxitos en la noble y humana tarea a la que ustedes consagraron sus vidas.
Fraternalmente,

Fidel Castro Ruz
Octubre 17 de 2012
1 y 20 p.m.

sábado, 4 de agosto de 2012

Cuba, la isla de la salud

Por Salim Lamrani

Desde el triunfo de la Revolución en 1959, el desarrollo de la medicina ha sido la gran prioridad del gobierno cubano, que ha transformado la isla del Caribe en una referencia mundial en este campo. En efecto, hoy día, Cuba es el país del mundo que cuenta con el mayor número de médicos por habitante.

En 2012, Cuba formó más de 11.000 nuevos doctores, los cuales cumplieron su carrera de seis años en sus facultades de medicina reconocidas por la excelencia de sus enseñanzas. Se trata de la mayor promoción médica de la historia del país, que ha hecho del desarrollo de la medicina y del bienestar social las prioridades nacionales. Entre estos médicos recién graduados, 5.315 son cubanos y 5.694 proceden de 59 países de América Latina, África, Asia e incluso de Estados Unidos, con una mayoría de bolivianos (2.400), nicaragüenses (429), peruanos (453), ecuatorianos (308), colombianos (175) y guatemaltecos (170). Así, en un año, Cuba formó casi el doble de médicos que la cifra total de la cual disponía en 1959.[1]

En efecto, tras el triunfo de la Revolución Cuba sólo contaba con 6.286 médicos. De ellos 3.000 eligieron abandonar el país para ir a Estados Unidos, atraídos por las oportunidades profesionales que les ofrecía Washington. En nombre de la guerra política e ideológica que oponía al nuevo gobierno de Fidel Castro, la administración Eisenhower decidió vaciar la nación de su capital humano, hasta el punto de crear una grave crisis sanitaria.[2]

Frente a ello, Cuba se comprometió a invertir masivamente en la medicina. Universalizó el acceso a los estudios superiores e instauró la gratuidad en todas las carreras. Así existen hoy día 24 facultades de medicina (frente a una sola en 1959) en trece de las quince provincias cubanas, y el país dispone de más de 43.000 profesores de medicina. Desde 1959 se formaron cerca de 109.000 médicos en Cuba.[3] Con un médico por 148 habitantes (67,2 médicos por 10.000 habitantes, 78.622 en total) según la Organización Mundial de la Salud, Cuba es la nación del mundo mejor dotada en este sector. El país dispone de 161 hospitales y 452 policlínicas.[4]

Para el año universitario 2011-2012, el número total de graduados en Ciencias Médicas, que incluye 21 perfiles profesionales (médicos, estomatólogos, enfermeros, psicólogos, tecnología de salud, etc.), se eleva a 32.171, tanto cubanos como extranjeros.[5]

La Escuela Latinoamericana de Medicina de La Habana

Además de los cursos brindados en las 24 facultades de medicina del país, Cuba forma a estudiantes extranjeros en la Escuela Latinoamericana de Medicina de La Habana. En 1998, tras el huracán Mitch que asoló América Central y el Caribe, Fidel Castro decidió crear la Escuela Latinoamericana de Medicina de La Habana (ELAM) –inaugurada el 15 de noviembre de 1999– con el fin de formar en Cuba a los futuros médicos del mundo subdesarrollado.

“Formar médicos prestos a ir adonde más se les necesita y a quedarse todo el tiempo necesario, tal es la razón de ser de nuestra escuela desde su fundación”, explica la doctora Miladys Castilla, vicerrectora de la ELAM.[6] Actualmente, 24.000 estudiantes procedentes de 116 países de América Latina, África, Asia, Oceanía, y también de Estados Unidos (500 por promoción) cursan una carrera de medicina gratuita en Cuba. Entre la primera promoción de 2005 y 2010, 8.594 jóvenes doctores salieron de la ELAM.[7] Las promociones de 2011 y 2012 fueron excepcionales con cerca de 8.000 egresados. En total, cerca de 15.000 médicos se formaron en la ELAM en 25 especialidades diferentes.[8]

La Organización Mundial de la Salud rindió homenaje al trabajo de la ELAM:
“La Escuela Latinoamericana de Medicina recibe a jóvenes apasionados de los países en desarrollo y los devuelve a casa formados como médicos. De lo que se trata es de impulsar la equidad sanitaria […].

La ELAM […] ha hecho suya la premisa de la «responsabilidad social». La Organización Mundial de la Salud define la responsabilidad social de las facultades de medicina como la obligación de dirigir sus actividades de formación, investigación y servicios hacia la satisfacción de las necesidades prioritarias de salud de la comunidad, región o país al que tienen la obligación de servir.

La finalidad de la ELAM es formar a los médicos principalmente para que presten servicio público en comunidades urbanas y rurales desfavorecidas mediante la adquisición de competencias en materia de atención primaria integral, que van desde la promoción de la salud hasta el tratamiento y la rehabilitación. A cambio de la promesa no vinculante de ejercer en zonas desatendidas, los alumnos reciben una beca completa y un estipendio pequeño, y cuando se gradúan no tienen deudas escolares.

[En cuanto al proceso de selección] se da preferencia a los candidatos de bajos recursos, que de otra manera no podrían costearse los estudios médicos. «Como consecuencia, el 75% del alumnado proviene del tipo de comunidades que necesitan médicos, en particular de una gran variedad de minorías étnicas y pueblos indígenas» […].

Los nuevos médicos trabajan en la mayor parte de los países americanos, incluidos los Estados Unidos, varios países africanos y una buena parte del Caribe de habla inglesa.

Escuelas como la ELAM plantean un desafío al sector de la educación médica de todo el mundo para que adopte un mayor compromiso social. Como comenta Charles Boelen, quien fuera coordinador del programa de Recursos Humanos para la Salud de la OMS: «La idea de la responsabilidad social (merece) atención en todo el mundo, incluso dentro de los círculos médicos tradicionales… El mundo necesita con urgencia gente comprometida que genere los nuevos paradigmas de la formación médica»”.[9]
La solidaridad internacional
Del mismo modo, en el marco de sus programas de colaboración internacional, Cuba forma también cada año cerca de 29.000 estudiantes extranjeros en ciencias médicas en tres carreras: medicina, enfermería y tecnología de salud, en ocho países del mundo (Venezuela, Bolivia, Angola, Tanzania, Guinea Bissau, Guinea Ecuatorial, Timor Leste[10]).

Desde 1963 y el envío de la primera misión médica humanitaria a Argelia, Cuba se ha comprometido a curar a las poblaciones pobres del planeta, en nombre de la solidaridad internacionalista y de los siete principios de la medicina cubana (equidad, gratuidad, solidaridad, accesibilidad, universalidad, corresponsabilidad y justicia).[11] Las misiones humanitarias cubanas se extienden por cuatro continentes y revisten un carácter único. En efecto, ninguna otra nación del mundo, incluso las más desarrolladas, ha tejido semejante red de cooperación humanitaria a través del planeta. Así, desde su lanzamiento, cerca de 132.000 médicos y otro personal de salud trabajaron voluntariamente en 102 países.[12] En total, los médicos cubanos curaron a más de 85 millones de personas en el mundo y salvaron 615.000 vidas.[13] Actualmente 31.000 colaboradores médicos ofrecen sus servicios en 69 naciones del Tercer Mundo.[14]

Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), “uno de los ejemplos más exitosos de la cooperación cubana con el Tercer Mundo es el Programa Integral de Salud para América Central, el Caribe y África”.[15]

En el marco del Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América (ALBA), Cuba y Venezuela decidieron lanzar en julio de 2004 una amplia campaña humanitaria continental con el nombre de Operación Milagro. Consiste en operar gratuitamente a latinoamericanos pobres víctimas de cataratas y otras enfermedades oculares, pero que se encuentran en la imposibilidad de financiar una operación que cuesta entre 5.000 y 10.000 dólares según los países. Esta misión humanitaria se ha extendido a otras latitudes (África, Asia). La Operación Milagro dispone de 49 centros oftalmológicos en 15 países de América Central y el Caribe.[16] En 2011, más de dos millones de personas de 35 países recobraron la vista.[17]
La medicina de desastre
En cuanto a la medicina de desastre, el Centro por la Política Internacional de Washington, que dirige Wayne S. Smith, antiguo embajador estadounidense en Cuba, apunta en un informe que “no hay ninguna duda en cuanto a la eficiencia del sistema cubano. Sólo unos cubanos perdieron la vida en los 16 huracanes más importantes que golpearon la isla en la última década, y la probabilidad de perder la vida en un huracán en Estados Unidos es 15 veces superior a la de Cuba”.[18]

Este informe agrega que “contrariamente a Estados Unidos, la medicina de desastre en Cuba forma parte integrante de la carrera médica, y la educación de la población sobre el modo de actuar empieza en la escuela primaria […]. Incluso los niños más pequeños participan en los ejercicios y aprenden los primeros auxilios así como las técnicas de supervivencia, muchas veces a través de dibujos animados, así como el modo de plantar hierbas medicinales y encontrar comida en caso de catástrofe natural. El resultado es la adquisición de una fuerte cultura de prevención y de una preparación sin equivalente”.[19]

Un índice de desarrollo humano elevado

Esta inversión en el campo de la salud –un 10% del presupuesto nacional– ha permitido a Cuba conseguir resultados excepcionales. Así, gracias, entre otros, a su medicina preventiva, la Isla del Caribe dispone de la tasa de mortalidad infantil –un 4,9 por mil (frente a un 60 por mil en 1959) – más baja de América –inferior a la de Canadá y Estados Unidos– y del Tercer Mundo. Del mismo modo, la esperanza de vida de los cubanos –78,8 años (frente a 60 años en 1959) – es similar a la de las naciones más desarrolladas.[20]

Las más importantes instituciones internacionales alaban este desarrollo humano y social. Así, el Fondo de Población de las Naciones Unidas señala que Cuba “adoptó hace más de medio siglo programas sociales muy avanzados, que han posibilitado al país alcanzar indicadores sociales y demográficos comparables con los de países desarrollados”. El Fondo agrega que “Cuba es una evidencia que permite concluir que las limitaciones de las economías en desarrollo no constituyen necesariamente un obstáculo insalvable en el progreso del estado de salud, el cambio demográfico y el bienestar”.[21]

Cuba sigue siendo una referencia mundial en el campo de la salud, particularmente para las naciones del Tercer Mundo. Demuestra que es posible alcanzar un alto nivel de desarrollo social, a pesar de los recursos limitados y de un estado de sitio económico sumamente severo que impone Estados Unidos desde 1960, con tal que se ubique al ser humano en el centro del proyecto de sociedad.


 *Doctor en Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la Universidad Paris Sorbonne-Paris IV, Salim Lamrani es profesor encargado de cursos en la Universidad Paris-Sorbonne-Paris IV y en la Universidad Paris-Est Marne-la-Vallée y periodista, especialista de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Su último libro se titula Etat de siège. Les sanctions économiques des Etats-Unis contre Cuba, París, Ediciones Estrella, 2011, con un prólogo de Wayne S. Smith y un prefacio de Paul Estrade. Contacto: Salim.Lamrani@univ-mlv.fr


[1] José A. de la Osa, «Egresa 11 mil médicos de Universidades cubanas», Granma, 11 de julio de 2012.
[2] Elizabeth Newhouse, «Disaster Medicine: U.S. Doctors Examine Cuba’s Approach», Center for International Policy, 9 de julio de 2012. http://www.ciponline.org/research/html/disaster-medicine-us-doctors-examine-cubas-approach (sitio consultado el 18 de julio de 2012).
[3] José A. de la Osa, « Egresa 11 mil médicos de Universidades cubanas », op. cit.; Ministerio de Relaciones Exteriores, «Graduados por la Revolución más de 100.000 médicos», 16 de julio de 2009. http://www.cubaminrex.cu/MirarCuba/Articulos/Sociedad/2009/Graduados.html (sitio consultado el 18 de julio de 2012).
[4] Organisation mondiale de la santé, «Cuba: Health Profile», 2010. http://www.who.int/gho/countries/cub.pdf (sitio consultado el 18 de julio de 2012); Elizabeth Newhouse, «Disaster Medicine: U.S. Doctors Examine Cuba’s Approach», op. cit.
[5] José A. de la Osa, «Egresa 11 mil médicos de Universidades cubanas», op.cit.
[6] Organisation mondiale de la santé, « Cuba ayuda a formar más médicos », 1 de mayo de 2010. http://www.who.int/bulletin/volumes/88/5/10-010510/es/ (sitio consultado el 18 de julio de 2012).
[7] Escuela Latinoamericana de Medicina de Cuba, «Historia de la ELAM». http://www.sld.cu/sitios/elam/verpost.php?blog=http://articulos.sld.cu/elam&post_id=22&c=4426&tipo=2&idblog=156&p=1&n=ddn (sitio consultado el 18 de julio de 2012).
[8] Agencia cubana de noticias, «Over 15,000 Foreign Physicians Gratuated in Cuba in Seven Years», 14 de julio de 2012.
[9] Organisation mondiale de la santé, «Cuba ayuda a formar más médicos», op. cit.
[10] José A. de la Osa, «Egresa 11 mil médicos de Universidades cubanas», op. cit.
[11] Ladys Marlene León Corrales, «Valor social de la Misión Milagro en el contexto venezolano», Biblioteca Virtual en Salud de Cuba, marzo de 2009. http://bvs.sld.cu/revistas/spu/vol35_4_09/spu06409.htm (sitio consultado el 18 de julio de 2012).
[12] Felipe Pérez Roque, «Discurso del canciller de Cuba en la ONU», Bohemia Digital, 9 de noviembre de 2006.
[13] CSC News, «Medical Brigades Have Treated 85 million», 4 de abril de 2008. http://www.cuba-solidarity.org.uk/news.asp?ItemID=1288 (sitio consultado el 18 de julio de 2012).
[14] Felipe Pérez Roque, «Discurso del canciller de Cuba en la ONU», op. cit.
[15] Programme des Nations unies pour le Développement, Investigación sobre ciencia, tecnología y desarrollo humano en Cuba, 2003, p.117-119. http://www.undp.org.cu/idh%20cuba/cap6.pdf (sitio consultado el 18 de julio de 2012).
[16] Ministerio de Relaciones Exteriores, «Celebra Operación Milagro cubana en Guatemala», República de Cuba, 15 de noviembre de 2010. http://www.cubaminrex.cu/Cooperacion/2010/celebra1.html (sitio consultado el 18 de julio de 2012) Operación Milagro, «¿Qué es la Operación Milagro?». http://www.operacionmilagro.org.ar/ (sitio consultado el 18 de julio de 2012).
[17] Operación Milagro, «¿Qué es la Operación Milagro?», op. cit.
[18] Elizabeth Newhouse, «Disaster Medicine: U.S. Doctors Examine Cuba’s Approach», op. cit.
[19] Ibid.
[20] Ibid.
[21] Raquel Marrero Yanes, « Cuba muestra indicadores sociales y demográficos de países desarrollados », Granma, 12 de julio de 2012.

jueves, 26 de abril de 2012

Sobre la historia y la leyenda de los médicos cubanos en Miami.

Fotos de diversas fuentes.

Texto tomado de Martianos: http://martianos.ning.com/profiles/blogs/sobre-la-historia-y-la-leyenda-de-los-m-dicos-cubanos-en-miami . También se puede leer en: Hermes-Cubainformación-Cubasolidaridad


Por Edmundo García.
 
El pasado sábado 21 de abril el Primer Vicepresidente cubano José Ramón Machado Ventura reconoció el trabajo de los médicos graduados en Cuba hace cincuenta años en circunstancias muy especiales; se trata de los llamados “Alumnos del Centenario” o “Médicos de la Revolución”, que el 21 de abril de 1962 empezaron a cubrir las necesidades de la salud en un país en que quedaban pocos galenos. Respecto al número de médicos con que contó la revolución en un inicio, el propio Comandante en Jefe Fidel Castro dijo en un discurso en Santiago de Cuba el 27 de julio de 1983: “Nosotros teníamos 6 000 médicos al triunfo de la Revolución, se fueron 3 000. Con los 3 000 que nos quedaron y con los que hemos formado hemos logrado estos resultados”. La política de sistemático robo de profesionales de la medicina a Cuba había comenzado con el mismo triunfo revolucionario y se mantiene hasta nuestros días, donde ha adquirido hasta una engañosa apariencia “legal”. Como recordó el Viceministro de Salud Pública de Cuba Dr. Luis Estruch en el mismo encuentro, unos 400 médicos de aquella promoción de 1962 permanecieron en Cuba todos estos años ejerciendo su profesión con honestidad, alto nivel científico y convirtiéndose ellos mismos, a través de la docencia, en formadores de otros médicos.

El deseo de reinstaurar el régimen derrotado condujo a un hostigamiento general que también abarcó el terreno médico, no dejando otra alternativa a la revolución que defenderse en dicha esfera, por lo que en los meses de septiembre y octubre de 1960 se produjeron nacionalizaciones de laboratorios farmacéuticos norteamericanos en Cuba y las mayores “boticas”, lo que provocó una intensificación de las restricciones del intercambio médico con la naciente revolución. El gobierno empezó a desarrollar entonces en el marco del naciente estado la producción de medicamentos y la formación de profesionales. Instituciones no directamente vinculadas con este tipo de servicio tuvieron que asumir tareas en este campo, como sucedió con el Instituto Nacional de la Reforma Agraria, el Ministerio de Industrias, el Ministerio de Comercio Interior y el Ministerio de Comercio Exterior, que creó por entonces la empresa MEDICUBA. Estamos hablando de una época muy temprana; tan temprana como agosto de 1961, cuando se promulga la Ley No. 959 que nombra al Ministerio de Salud Pública como rector del sistema médico cubano. Esa es la historia, o parte de ella, que muestra que la socialización de la medicina cubana no obedeció a un deseo infundado de centralizar sino a unas necesidades muy concretas donde lo social y lo político tuvieron un peso importante. Se sabe hoy, a través de documentos desclasificados, que el Consejo de Seguridad Nacional del Presidente Kennedy le aconsejó ahogar a Cuba por hambre, necesidades y enfermedades que llevaran a un malestar que justificara acciones mayores, lo que incluía planes para el deterioro de sus servicios de salud.

A pesar de la juventud de la revolución y de todas las dificultades por las que atravesaba, en esa primera etapa se sitúan también los primeros gestos solidarios con otros países más necesitados o aquejados por una emergencia. En 1960 Cuba envió colaboración médica a Chile cuando le afectó un devastador terremoto, ayuda que luego repitió en 1971 ante catástrofe similar; además a Honduras y Nicaragua cuando padecieron severos ciclones. Desde principios de los años 60 Cuba llevó servicios médicos a Argelia, Mali, Congo, Guinea y Vietnam. Y de esa época temprana datan también los intentos de intereses políticos por calumniar y malograr la labor humanitaria cubana. Cuba fue por demás el primer país que tras los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001 brindó a Estados Unidos ayuda médica, y que tras el paso del huracán Katrina ofreció el envío de brigadas de ayuda, plasma y hospitales de campaña a la zona de desastre; que Estados Unidos rechazó. Es una larga historia que conecta con las actuales calumnias propagandísticas contra las misiones médicas cubanas; uno de cuyos más bochornosos capítulos se refiere a la constante incitación a los galenos cubanos para que deserten de sus tareas en los más de 77 países donde trabajan 37 mil profesionales de la salud, facilitándoles material y legalmente la fuga, y nublando su juicio con falsas leyendas sobre el mundo idílico que les esperaría en una suerte de “grandes ligas” de la medicina norteamericana. La misma prensa manipulada y manipuladora de siempre, se presta para divulgar estos planes.

El 16 de enero del 2011 Joel Millman publicó un artículo en el periódico “The Wall Street Journal” donde revela la facilidad con que un médico cubano que colabora en el exterior puede solicitar la ayuda de una Embajada norteamericana para desertar de su misión. No importa los pacientes que deje de atender aún en medio de un tratamiento, ni la sobrecarga de su equipo por las tareas abandonadas. Cuenta el periodista Joel Millman el caso de un médico desertor que le bastó con entrar a un café internet en Gambia, llamar a la Embajada de EE.UU. en ese país y simplemente decir: “Soy un doctor cubano que quiere ir a Estados Unidos. ¿Cuándo nos podemos ver?” Al instante, por tratarse de un médico cubano, le indicaron que fuera a un mercado concurrido de la ciudad y que se acercara a una rubia vestida de verde, que sería en verdad una funcionaria del consulado de los EE.UU. El encuentro de la historia se produjo en septiembre de 2008 y el médico en cuestión llegó a Miami posteriormente con estatus legal de refugiado y posibilidades de obtener la ciudadanía. A partir de este caso “The Wall Street Journal” comenta (sin ser lo debidamente crítico) las facilidades creadas para la deserción de médicos cubanos desde 2006, estimulados por un programa llamado Cuban Medical Professional Parole Program (CMPP), que en el peor espíritu de la guerra fría trata de sabotear el trabajo solidario de un país como Cuba, al que el ala derechista de la política norteamericana considera su enemigo. Dicho programa fue concebido por el ex Coronel del Ejército de Estados Unidos de origen cubanoamericano Emilio González, quien como miembro del Consejo de Seguridad persuadió al entonces Presidente George W. Bush de que afectando los programas de ayuda médica cubana se contrarrestaba la influencia política de la isla. Si González llama “influencia política” al desarrollo de programas contra el cólera, contra la desnutrición, contra la malaria y contra el SIDA, entonces ciertamente debería alentarse el avance de dicha “influencia” con excelentes trabajos como los realizados por Cuba en Haití, que han merecido más de un elogio a nivel internacional. Emilio González está vinculado a los sectores más extremistas de la política cubanoamericana de Miami, y se ha paseado por la televisión de esta ciudad reivindicando ser el autor del referido Cuban Medical Professional Parole Program (CMPP), que además de los médicos también facilita la deserción de paramédicos, terapistas, personal de enfermería, entrenadores físicos, dentistas y técnicos de laboratorio; junto a sus familiares.

Entre los grandes cómplices de este programa, lo repito, está la prensa, que con sus historias de médicos triunfadores, millonarios, hipotéticamente empleados en los grandes quirófanos de Chicago y Long Island, convidan a los galenos a que abandonen la misión. Y son cómplices también algunos de estos mismos médicos que, una vez llegados a los Estados Unidos, se dedican a contactar a sus colegas para que sigan su camino. Un ejemplo de esto es el bochornoso programa “Barrio Afuera”, que trata de atentar contra el programa de colaboración “Barrio Adentro” proponiendo en internet información para la deserción. Por supuesto, cuando esta se produce, la ayuda de los incitadores brilla por ausencia.

Los intereses que se mueven detrás de esta campaña contra las misiones médicas cubanas en el exterior son tan grandes, que quiero confesarle a los lectores que una de las dificultades más grandes que ha tenido escribir un artículo como este se refiere al temor mostrado y declarado por los entrevistados. Además de pedir el anonimato, algunos incluso llegaron a solicitar posteriormente que no se utilizara la información brindada, porque alguien podría inferir a través del contenido la identidad de la persona que testimoniaba. Es decepcionante comprobar cómo algunos viven llenos de miedo en una tierra que se les prometió precisamente como de libertad. Por ejemplo, un neurocirujano que hoy en día trabaja como sereno en un condominio de Miami, que cuenta con 53 años y tiene pocas posibilidades de hacer una residencia por la dura discriminación que existe por índices de edad, se arrepintió de testimoniar en el mismo momento de la entrevista, por temor y por la vergüenza de confesar su sentido de fracaso profesional.

Otro médico envió un correo con fecha del 23 de marzo a la dirección del programa “La tarde se mueve” dejando saber los problemas que le traería hacer declaraciones acerca de la difícil situación de muchos galenos cubanos llegados a los Estados Unidos. Entre otras cosas dice (cito textualmente): “… decidí no poder ayudarte en ese tema por ahora motivado a que estoy haciendo gestiones para poder entrar a un hospital a una residencia… sería dañar mi relación, no sería saludable para poder lograr mi objetivo”. Entre los testimonios que me permito usar se encuentra el de otro médico cubano residente en Miami que tras pensar en la suerte de algunos colegas dijo: “… es una realidad que de 100 médicos solo 10 sacan los board y de esos solo 3 o 5 llegan a terminar la residencia y ejercer; es cierto esto”. Luego comentó: “mi memoria recuerda 59 médicos en los últimos 20 años que han llegado a USA, médicos que hicieron la residencia en el Hospital Hermanos Ameijeiras en Cuba y todo y aquí llenando bolsitas en un Sedano’s o sacando sangre… otros compran títulos de enfermeros y andan con una piedra en un zapato siempre con aquello de que nunca pudieron ejercer y ven los errores de los médicos pero no pueden decir nada pues son simples enfermeros”. También salió el tema de los fraudes, en el que alguien comentó: “otros robándole a los seguros en las famosas agencias de home health”. Se habla además del tipo de práctica mecánica, con poco margen para la creatividad médica: “te sacan el jugo, son muchas horas de trabajo y nada de docencia, lo de la mayoría de los hospitales es trabajar como un mulo para producirles billetes”.

Existen cirujanos de primera atendiendo teléfonos y llenando planillas y sin perspectivas reales en el plano científico. Destinos torcidos que, casi siempre, resultan menos amables de como los pintaron. Demasiados talentos desperdiciados por falsas promesas que no toman en cuenta los enormes recursos que un estado pequeño como el cubano empleó en formarles. Un hecho que al final de la jornada, si descontamos a algunos desagradecidos, todos acaban por reconocer cuando verifican el alto nivel de la medicina que aprendieron en las Universidades y Hospitales de Cuba.

*Edmundo García periodista cubano residente en EE.UU., conductor del programa "La Noche se Mueve".





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