Antonio Muñoz, en su visita a Miami, intercambió con varios peloteros de la localidad, entre ellos cubanos que residen allí. La prensa ansiosa entrevistó a la estrella del beibol cubano; donde Muñoz demostró con gran cultura su respeto hacia otros colegas y periodistas, pero también dio por sentado que su fidelidad con la Revolución y el pueblo cubano era incuestionable e irreversible.
Aunque siempre hay quien intenta azuzar a la traición y al final apareció un "listillo" que recibió, con rotunda firmeza del Gigante del Escambray, la respuesta que de seguro le tapó la boca a unos cuantos: ¡Yo sí soy revolucionario!
