Por Ana Carla Jiménez Hernández
El triunfo de la Revolución Cubana en enero de 1959
reavivó un fervor independentista en América Latina, al tiempo que crecía el
temor del gobierno norteamericano por el éxito internacional de los barbudos de
Fidel Castro. Las primeras medidas de nacionalización, el creciente apoyo
popular y la admiración internacional hacia Cuba, contribuyeron a que los
Estados Unidos comenzaran a fomentar el terror hacia el proceso revolucionario,
incluyendo fuertes campañas mediáticas contra Cuba. En este contexto nació el
Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), cuya tarea principal fue
dar a conocer la realidad de la Isla al mundo.