Por Gustavo de la Torre Morales
Desde hace mucho se vienen avizorando las nefastas consecuencias que acarrean los cambios climáticos producidos por el calentamiento global, los cuales afectan indistintamente a todos los sistemas naturales de nuestro planeta. Las concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera supera la cifra natural de los últimos 650 mil años, lo cual lacera la capa de ozono, genera rangos de temperaturas en determinadas zonas donde el calor supera el promedio mundial y el deshielo del Ártico crea cambios en el nivel de los mares. El resultado es la aparición de fenómenos climatológicos de carácter irreversibles. A las causantes anteriores se suman la desforestación indiscriminada, el sobreuso de químicos y la conversión de extensos terrenos, se inunda la tierra con desechos sin procesar debido al sobreconsumo, la sobreexplotación de los recursos marinos y la contaminación de las aguas conllevan a la pérdida de la biodiversidad.
La supervivencia futura del planeta se intentó debatir en la Cumbre Climática de las Naciones Unidas, en diciembre, en Copenhague, Dinamarca, pero se deslumbró evidentes contradicciones entre un mundo aposentado en el poderío económico frente a otro que por siglos ha sufrido conquistas y explotación; contraposición expresada por el Presidente Venezolano Hugo Chávez en dicho evento: “Hay un grupo de países que se creen superiores a nosotros los del Sur, a nosotros el Tercer Mundo, a nosotros los subdesarrollados, o como dice el gran amigo Eduardo Galeano, nosotros los países arrollados como por un tren que nos arrolló en la historia”.(1)
El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, pasó con aires de supremo por la Cumbre, y con un escogido grupo de mandatarios y representante de algunos países, de forma muy selecta, conspiró un documento donde se sanciona el futuro avance de los países subdesarrollados y dejando a los verdaderos culpables de la actual catástrofe climatológica fuera de responsabilidades. El látigo de la desvergüenza venía ya orquestado por el llamado primer mundo y subvalorando indignamente al resto y mayoritario de la comunidad internacional.
Sin embargo, Obama, en su brevísimo discurso, no tuvo la valentía de exponer los datos sobre la mesa; pero el canciller cubano Bruno Rodríguez sí lo hizo y cito sus palabras:
“…desde el Protocolo de Kyoto hasta la fecha las emisiones de los países desarrollados se elevaron 12,8%… y de ese volumen el 55% corresponde a Estados Unidos.”
“Un estadounidense consume, como promedio, 25 barriles de petróleo anuales, un europeo 11, un ciudadano chino menos de dos, y un latinoamericano o caribeño, menos de uno.”
“Treinta países, incluidos los de la Unión Europea, consumen el 80% del combustible que se produce.” (2)
Aún cuando Estados Unidos ha sido reacio a firmar el Protocolo de Kyoto y a la vez ser el mayor contaminante de nuestro planeta, ahora intenta ponerse como salvador al comunicar que se compromete a reducir sus emisiones en solo un 2%, como si eso lo exonerara de todo el desastre causado hasta el momento. ¿Hasta dónde llega el cinismo? No tiene límite la deshonrosa actitud de Obama, incluso cuando, poco después de su fugaz pase por la Cumbre, se atrevió a anunciar a la prensa lo siguiente: “Hemos producido un sustancioso acuerdo sin precedente aquí en Copenhague. Por primera vez en la historia, las mayores economías hemos venido juntas a aceptar responsabilidades.” (2) ¿Cuál sustancioso acuerdo? ¿El que ha llevado al fracaso esta Cumbre? Cuando se hizo evidente que su farsa se convirtió en ineptitud frente a la comunidad internacional, quiso auto justificarse planteando públicamente por la televisión CBS que al menos la situación se mantenía al mismo nivel donde estábamos.
Sí, eso es más que evidente que nos mantenemos y vamos a empeorar por el sistema desigual que impera en nuestro planeta. La especie humana tiene un inmenso desbalance al valorar los niveles de vida en las diferentes latitudes, lo cual expuso con datos indiscutibles el presidente venezolano Hugo Chávez en la Cumbre:
“Señor Presidente, el cambio climático no es el único problema que afecta hoy a la humanidad; otros flagelos e injusticias nos acechan, la brecha que separa a los países ricos y pobres no ha dejado de crecer, a pesar de todos los Objetivos del Milenio, la Cumbre de Monterrey sobre financiamiento, todas esas cumbres -como decía aquí el Presidente de Senegal, denunciando una gran verdad, promesas y promesas y promesas incumplidas, y el mundo sigue su marcha destructiva.
“El ingreso total de los 500 individuos más ricos del mundo es superior al ingreso de los 416 millones de personas más pobres. Los 2 800 millones de personas que viven en la pobreza, con menos de dos dólares al día, y que representan el 40% de la población global, ¡ese cuarenta por ciento de la población global!, obtiene solo el 5% del ingreso mundial.
“Hoy mueren al año unos 9,2 millones de niños antes de alcanzar el quinto año de vida, y el 99,9% de estas muertes ocurren en los países más pobres. La mortalidad infantil es de 47 muertes por 1 000 nacidos vivos; pero es de solo 5 por cada 1 000 en los países ricos. La esperanza de vida en el planeta es de 67 años, en los países ricos es de 79, mientras en algunas naciones pobres es de solo 40 años.
“Adicionalmente existen 1 100 millones de habitantes sin acceso al agua potable; 2 600 millones sin servicio de saneamiento; más de 800 millones de analfabetos y 1 020 millones de personas hambrientas. Ese es el escenario del mundo”. (1)
Independientemente del escenario anterior, el capitalismo continúa haciendo propaganda con lentejuelas sobre las expectativas e ilusiones a encontrar en su sistema político-económico; pero con ello sigue engañando solamente a los ilusos. Es un sistema que exacerba las diferencias y su individualismo encarnizan la competencia, donde el sostén se basa en la economía bursátil y especulativa en vez de la producción planificada y necesaria; donde se incrementa el negocio ilícito, el tráfico de personas y de órganos, donde el mercado negro de estupefacientes y narcos crea toda una red mercantil, donde la desideologización es el factor para enajenar la sociedad y solamente el dinero es la palanca de poder.
El imperio presume y pulula engañosamente un discurso de democracia y libertad, sin embargo dispone de millones de dólares para incentivar la industria más destructiva del planeta: la armamentista. Chalmer Johnson, escritor norteamericano y profesor de la Universidad de California, en su libro “Blowback: Costes y Consecuencias del Imperio Americano”, escribió lo siguiente: “El gobierno (norteamericano) emplea a unas 6.500 personas sólo para coordinar y administrar sus ventas de armas en un programa donde participan altos funcionarios de las embajadas estadounidenses en todo el mundo, que pasan la mayor parte de su carrera diplomática profesional como vendedores de armas.” (3)
Los impuestos de los ciudadanos norteamericanos van dirigidos mayoritariamente a los gastos de guerras que a proyectos de la salud, educación y el bienestar de sus propios ciudadanos. Según datos de Wikipedia, el presupuesto total para lo que el Pentágono llama “defensa” en el año fiscal 2010 será de al menos 880 mil millones dólares y podría llegar a un máximo de $ 1 billón…
Joseph Henchman, director de proyectos estatales de la Tax Foundation, afirmó que combinados todos los gobiernos locales de EEUU (ciudades, condados, etc.) reúnen cerca de $ 500 millones en impuestos. Si a eso se añade la contribución estatal podrían obtener algo más de $ 1,3 billones. Esto significa que el Pentágono dispone casi tanto dinero como todos los estados, condados, ciudades y otras dependencias gubernamentales para garantizar el gobierno del país. (3)
La industria armamentista de los Estados Unidos conforma la cuarta parte del PIB de dicho país. ¿Cómo un país que afirma luchar por la democracia y contra el terrorismo, dedica tanta inversión en hacer guerras? Las botas norteamericanas han pisoteado tierras de Cuba, Panamá, Santo Domingo, Guatemala, Nicaragua, Granada, El Salvador, Chile, México, Haití, Puerto Rico, Indonesia, Irak, Afganistán y tantos otros.
Las ansías de ejercer una dominación económica mundial ha hecho que los gobiernos norteamericanos dediquen esfuerzos y fondos, no solo a la producción de armas, sino también a la creación de centros de desestabilización política en otros países.
En el marco de la Guerra Fría y bajo la excusa de la Doctrina de Seguridad Nacional, en 1946, en Port Amador, Panamá, nació el centro: “Latin American Training Center. Ground Division” (en inglés, “Centro de Entrenamiento para Latinoamérica. División de Tierra”), denominado después, en julio de 1963, como “United States Army School of the Americas” (USARSA), o más popularmente conocido como “Escuela de las Américas”. Centro creado por el gobierno norteamericano con la misión de establecer y definir determinadas acciones de política exterior de los EE. UU para combatir aquellas ideologías, organizaciones o movimientos que dentro de los países de América Central y del Sur favorecieran o apoyaran al comunismo. De esta manera legitimaron por la fuerza armada la violación sistemática de los derechos humanos en la zona.
Gobiernos totalitarios y militares que impusieron dictaduras sangrientas nacieron de la “Escuela de las Américas”. El asesinato, la tortura y la opresión fueron el resultado de lo que implementaron en los países de América del Sur y fueron validados, amparados y respaldados económicamente por los gobiernos norteamericanos.
A finales de los años 70, por los tratados Torrijos-Carter, se decidió trasladar dicho centro a suelo norteamericano. Años después y debido a tantas polémicas, por la mala imagen creada por este centro, se decidió cerrarlo para abrir uno nuevo. Solo una cuestión de cosmética que sigue chupando los impuestos de los norteamericanos; el nuevo centro, inaugurado el 17 de febrero de 2001, está ubicado en el mismo lugar, con los mismos edificios, los mismos instructores y los mismos programas. Ahora este centro se llama "Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación de Seguridad" (Western Hemisphere Institute for Security Cooperation (WHISC)).
Otros aparatos son La Agencia del Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID) por las siglas en inglés) y la National Endowment for Democracy (NED), fachadas de la CIA, las cuales destinan fondos a subvencionar económicamente a sus aliados opositores en Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador. Sólo en Venezuela, invirtieron más de 50 millones de dólares en ese tiempo para alimentar a los grupos de la oposición, promoviendo adicionalmente la creación de más de 400 nuevas organizaciones y programas para filtrar y canalizar esos fondos. A diferencia de Cuba, Washington tenía entrada directa dentro de Venezuela, y así comenzaron a ampliar las redes de penetración e infiltración dentro de las comunidades populares, intentando debilitar y neutralizar a la Revolución Bolivariana desde adentro.
Del 2005 al 2006, la USAID reorientó más de 75% de sus inversiones en Bolivia a los grupos separatistas que buscaban socavar el gobierno de Evo Morales. Para el año 2007, el presupuesto de la USAID en Bolivia llegó a casi 120 millones de dólares. El financiamiento a los partidos políticos de oposición y los movimientos separatistas era su trabajo principal.
(…) El golpe de estado en Honduras el pasado 28 de junio de 2009 es un claro ejemplo. Honduras ha sido el centro de operaciones de la CIA y el Pentágono en Centroamérica desde los años cincuenta. Las inversiones multimillonarias que ha realizado Estados Unidos en la base militar de Soto Cano (Palmerola), ocupada desde el 1954, la ha convertido en el punto de lanza para las distintas operaciones y misiones de desestabilización en la región. El golpe de estado contra Jacobo Arbenz en Guatemala en 1954, la invasión a Playa Girón en Cuba (1961), y el entrenamiento de la Contra para neutralizar y destruir a la Revolución Sandinista en Nicaragua y aplastar cualquier otro movimiento izquierdista en la región, fueron planificados y realizados desde Soto Cano. La ocupación militar y el control político y económico de Honduras garantizaban a Washington la imposibilidad del regreso del socialismo en Centroamérica, hasta que llegó Manuel Zelaya a la presidencia. (4). Como maniobra más reciente y para reforzar el golpe contundente que Estados Unidos prepara contra el ALBA, el gobierno de ese país destina fondos a la construcción de 7 bases militares en Colombia y cercanas a la frontera con Venezuela.
Estados Unidos, como parte del anterior gobierno de George W. Bush, también destina fondos y supervisa la construcción del muro de hierro de 11 Km de longitud que se levanta en las fronteras de Egipto con la Franja de Gaza. Dicho muro tiene como objetivo obstaculizar los túneles que enlazan ambas naciones, los cuales posibilitan el tránsito de "una amplia gama de materiales, incluyendo alimentos, bebidas, ganado, medicamentos, combustible, cemento, papel, piezas de repuesto y otros bienes”. (5)
Es increíble que con la profunda crisis económica mundial, nacida en los Estados Unidos, éste país continúe gastando tantos millones en guerras y espionajes.
Es nauseabundo tanta destrucción del planeta con bombardeos, aniquilación de especies bajo el fuego de las guerras (incluyendo el propio ser humano) no haga reaccionar concienzudamente al gobierno de los Estados Unidos en adoptar una posición pacifista, de cooperación conjunta y de salvar al planeta donde todos vivimos. Simplemente que el ansia de convertirse en el gendarme mundial y dictador de leyes es enfermizo.
El presidente Obama ha engañado hasta a sus propias hijas Malia y Sasha, cuando en los primeros días de su mandato les escribió las siguientes palabras: “Quiero forzar las fronteras humanas para ir más allá de las divisiones de raza y región, género y religión que nos impiden ver lo mejor en cada uno”; ya que lo mejor que ha mostrado de sí mismo para con el resto de la humanidad, no es más que la continuidad del proceso de destrucción y dominación impuesto por el imperialismo norteamericano al mundo con su prepotencia económica y guerrerista.
En la medida con que se va degradando el planeta, en el 2050 las consecuencias serán irremediables. Para esas fechas las hijas de Obama tendrán 47 y 50 años de edad, seguramente con descendencias. ¿Cuál será el futuro que su propio padre ayuda a dejarle a sus hijas y posibles futuros nietas(os)? Por supuesto que será el mismo que le depara al resto de la humanidad de seguir por ese camino de destrucción; por tanto, debería sentir vergüenza.
Tamaña infamia la del imperio norteamericano que Obama ayuda a consolidar por encima de la existencia de la humanidad y a expensas del futuro. El presidente de los Estados Unidos debería de aprender de esos soldados que han ganado conciencia, como el caso de Mike Prysner, que hace su arrepentimiento público, mientras denuncia la barbarie de su gobierno. (Vídeo más abajo).
Pero Europa no escapa de igual actitud denigrante por su posición de cómplice. Las principales potencias del área también tienen culpas que deberían enmendar. Para empezar con actitud digna, España debería corregir el divagar de la Ministra Española de Medio Ambiente, Elena Espinosa Mangana, que en declaraciones al diario “Público” intenta volcar la culpa del fracaso de la Cumbre en Venezuela, Bolivia y Cuba; lo cual pone en claras aguas el total despiste de la Ministra Española sobre lo verdaderamente ocurrido en la cita de Copenhague o simplemente desea hacer el papel de servilleta del mandatario norteamericano.
Lo más sensato hoy en día es frenar toda esta locura y sentar acuerdos con la participación de todos, sin exclusión alguna como se hizo en Copehnague. Solo así, con la participación de todos, podremos hacer verdad los siguiente sendos mensajes, el del presidente Hugo Chávez: “… seamos capaces de hacer de esta Tierra no la tumba de la humanidad, hagamos de esta Tierra un cielo, un cielo de vida, de paz y de hermandad para toda la humanidad, para la especie humana” (1) y el expresado desde hace mucho por el compañero Fidel Castro: “Un mundo mejor es posible”. (6)
(1)http://www.cubadebate.cu/hugo-chavez-frias/2009/09/24/chavez-en-la-onu-nada-podra-detener-la-revolucion-en-america-latina/
(2)http://www.granma.cubaweb.cu/secciones/ref-fidel/art10.html
(3) http://www.inteldaily.com/news/173/ARTICLE/13219/2009-12-25.html
(4) Jean-Guy Allard, Eva Golinger: USAID, NED y CIA. La agresión permanente. Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información. Caracas-Venezuela. Octubre 2009.
(5)http://www.telesurtv.net/noticias/secciones/nota/64256-NN/estados-unidos-financia-muro-construido-por-egipto-en-la-franja-de-gaza/
(6) http://sp.rian.ru/analysis/20070123/59583241.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario