miércoles, 6 de julio de 2011

Es la hipocresía del imperio y sus secuaces.

La política de los gobiernos de Estados Unidos ha sido la de aparentar una responsabilidad divina para fomentar la “paz” y la “democracia”, ¡claro está!, al estilo norteamericano; como si su fórmula fuese el elixir divino; aunque verdaderamente es narcotizar por hipnosis a toda la humanidad en un dogma servil, de resignada humillación.

La aparente libertad va condicionada en la oscura manipulación y todo el sistema se mueve en ese vicioso círculo de engaño. No por menos cierto es que tanta gente en el globo terráqueo se adormecen frente a las virulentas noticias que los monopolios mediáticos manejan.

Para el imperio, el “derecho” de los pueblos no radica absolutamente en las razones humanas que le asisten para trazarse un camino acorde a sus reales necesidades, sino a los objetivos emanados desde una minúscula y significativa élite que amasa el poder en sus manos.

Por eso, el imperio (des)informativo de los medios masivos trueca el vocablo pueblo con el de fardo burgués, los reclamos de las mayorías por el de las apetencias de los poderosos, la emancipación de la cultura autóctona con la excusa “civilizadora” de colonizadores, la solicitud de ayuda solidaria y humanitaria con la imposición de la presencia militar y la lluvia de metrallas, la mejoría de la economía pública con la acumulación de la riqueza por la economía privada, beneficios sociales con la inevitable aparición de desigualdades generadas por la palanca del “libre mercado”, el control y ahorro de gastos con la implementación de férreas medidas de austeridad únicamente en los gastos sociales, el establecimiento del diálogo respetuoso por la obligación de tributar intereses bajo el chantaje, los acuerdos por condicionamientos, el estado de paz con la aplicación de la guerra fría… y así sucesivamente.

El derecho a la libertad, para la mentalidad imperialista, está en venta; ya que la misma se establece según los patrones del estilo “americano” expuestos en el “Destino Manifiesto”… es decir, en correspondencia con los dictados de la América del Norte o de aquellos con los que la misma acepte convivir (por conveniencia): como el caso de Israel.

Recientemente el gobierno Obama reclamó el derecho de Israel a “defenderse” (¿¿??) de una flotilla de ayuda humanitaria con rumbo a Gaza; sin embargo, ni el presidente norteamericano ni su gobierno se pronuncia en contra de las barbaridades que se cometen contra el pueblo palestino.

En todas las gestas invasoras de los Estados Unidos ha estado siempre la excusa de defender los derechos de los ciudadanos norteamericanos, aunque éstos estuvieran en suelo ajeno; pero, en esta ocasión que ciudadanos norteamericanos forman parte de la tripulación que desea viajar rumbo a Gaza con ayuda solidaria, quedarán desprovistos del resguardo de su gobierno porque no interesa legitimar la defensa de los pueblos a su independencia, como es el caso de Palestina. Ahora es conveniente apoyar al régimen israelita y su política de marginación, desplazamiento, asedio y asesinatos que cometen sobre la población palestina.

Claro, en Palestina no hay intereses que les importe a los Estados Unidos. No hay canales trasatlánticos (como en Panamá), no hay oro (como hubo en la antigua California_ anterior territorio de México), no se nacionalizaron trasnacionales yanquis (como en Cuba después de 1959 o en el Chile de Salvador Allende, entre otros lugares), no hay un régimen que apoyar (como en la Sudáfrica del Apartheid, la Nicaragua de Somoza, el Chile de Pinochet o la dictadura militar de la Argentina de mediados de los 70 al principio de los 80 del siglo pasado), no hay petróleo (como en Irak o la República Bolivariana de Venezuela), ni es la Libia llena de yacimientos naturales que es "urgentemente necesaria liberar" del “régimen” de Gaddafi, con bombas y más bombas.

No es verdaderamente importante para el gobierno de los Estados Unidos apoyar la causa palestina de liberación, ni brindarles la oportunidad de construir su propio porvenir. Nunca le ha importado al imperialismo(*) la Libertad y la Democracia de los pueblos. Los territorios palestinos no representan ningún interés para los Estados Unidos, pero sí representan de interés para Israel (siendo éste último el ahijado del imperialismo que le secunda en el militarismo y el genocidio), pues hay que apoyar los derechos del régimen sionista de Israel a continuar con las ignominias y su terrorismo.

Ahora, Estados Unidos plantea que Israel tiene el derecho a "defenderse" de barcos sin armas; barcos que no representan peligro alguno, únicamente portan ayuda humanitaria.

Grecia, en la convulsa situación de protestas del pueblo frente a las medidas de recortes empujadas desde la Unión Europea, y en plena posición de sumisión, le ha cerrado la salida a los barcos de ayuda que intentaron zarpar de puertos griegos, con la excusa de que estas embarcaciones incumplirían con el bloqueo de Israel impuesto sobre la franja de Gaza.

La Segunda Flotilla de la Libertad está conformada por embarcaciones, tales como: Gernika (España), Dignity (Francia), The Audacity of Hope (EUA); así como las embarcaciones que han sufrido sabotajes: Juliano (Grecia) y MV Saoirse (Irlandes).

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