Por Gustavo de la Torre Morales
En marzo de 1965, el New York Times informó que
la CIA había contaminado 14.135 sacos de azúcar cubano con destino a Rusia para
"sembrar discordia entre las autoridades cubanas y rusas", y el
presidente estadounidense John F. Kennedy tuvo que intervenir y dar la vuelta
al barco.
La confesión de la CIA permaneció censurada hasta este marzo de 2025, que salen a la luz documentos desclasificados por la Orden Ejecutiva 14176, firmada por el presidente Donald Trump, el 23 de enero de 2025, por la cual se hacen público los Registros Relativos a los Asesinatos del Presidente John F. Kennedy, el Senador Robert F. Kennedy y el Reverendo Dr. Martin Luther King, Jr.
Pero este tipo de operaciones de sabotajes, de
crear discordias, generar conflictos, torpedear las relaciones comerciales y
cooperación entre países, no es algo que quedó en el pasado, como un acto
"único" y "temporal".
Desde enero de 1959, la política de los
diversos gobiernos y órgano estatal de inteligencia de EEUU ha sido de
constantes agresiones contra Cuba; ya sea por la vía de acciones paramilitares,
sabotajes a instalaciones económicas y sociales, como el uso de agentes
químicos y biológicos, con el objetivo de derrocar la Revolución cubana, sin
importar un ápice el coste de vidas humanas: como siempre la justificación
esgrimida es que son "daños colaterales" o simplemente_ muy trillado
últimamente_ que es el "fracaso" del Socialismo cubano como sistema
político "fallido"; como si esas fuesen excusas válidas para restarle
el carácter criminal de las agresiones que sufre el pueblo cubano.
Infiltración de armas por las costas, bombas en
instalaciones turísticas (incluso en círculo infantil (guardería)), sucias
campañas mediáticas cargadas de engaños y manipulaciones y el genocida bloqueo
económico, son líneas de actuación que siguen en práctica desde EEUU y,
también, acompañadas con la complicidad directa o indirecta de la Comunidad Europea
y otros gobiernos serviles a la política de Washington.
Creerse que esto es ya parte del pasado es
llamarse a engaño. No han sido pocas las operaciones organizadas y asesoradas
por la CIA y organizaciones terroristas anticubanas basificadas en ese país,
que han continuado ocasionando daños al pueblo de Cuba y continúan en esa
línea, contando también con el blanqueo de esa "prensa libre"
financiada por los poderes económicos que responden a intereses imperialistas.
Las organizaciones criminales anticubanas aún
campean libremente en el norte brutal e influyen en la política internacional
de los gobiernos estadounidenses, como también la CIA mantiene sus operaciones
con el objetivo de derrocar la Revolución cubana a cualquier coste. A lo
anterior se incluye el asfixiar en carencias y necesidades al pueblo cubano,
mientras se miente descaradamente sobre la realidad cubana y los grandes
esfuerzos que hace el gobierno cubano en su gestión de dirección para sortear
los obstáculos impuestos desde el exterior.
Para descargar los archivos hacer click aquí https://www.whitehouse.gov/jfk-files/
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