La patria cubana junto a sus hijos y todos los que tenemos el corazón en ella, tenemos luto por el fallecimiento del Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque. Un gran hombre, enérgico e incansable combatiente, revolucionario desde su más adentrada célula, jefe guerrillero de primera línea, persistente batallador que consagró su vida a la Revolución cubana y a toda causa justa.
“Su especial sensibilidad humana y artística hizo posible el difícil reto de simultanear su intensa, responsable y fecunda labor como dirigente revolucionario, con una valiosa y prolija obra artística, la cual incluye más de 300 canciones y una docena de libros que constituyen un invaluable aporte al conocimiento de nuestra historia” (1).
José Martí expresó: “EL ÚNICO AUTÓGRAFO DIGNO DE UN HOMBRE ES EL QUE DEJA ESCRITO CON SUS OBRAS”. Juan Almeida dignifica a la Revolución cubana y a todos los cubanos buenos con su ejemplo, por su trabajo realizado y su intachable conducta de firmes principios.
Siento dolor profundo por su partida física, aunque siempre estará en nuestros corazones para darnos ánimo en este camino de constante lucha.
¡Perdonen! No doy una lágrima de luto, sino que doy mi más sincero aplauso de homenaje a quien considero mi compañero, amigo, hermano y maestro; aun cuando no tuve la dicha de poder cruzar mi camino directamente con el suyo, pero compartimos los mismos ideales y él me dio, junto con otros grandes hombres, una Revolución, una patria libre y un sistema social justo, humano, solidario donde nací.
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