sábado, 3 de julio de 2010

Luchar por la vida es nuestro deber.

Tomado de http://bloguerosrevolucion.ning.com/profiles/blog/show?id=2522192%3ABlogPost%3A53563&xgs=1&xg_source=msg_share_post


Entrevista al doctor Armando Caballero, jefe de los Servicios de Terapia Intensiva del Hospital Universitario ArnaldoMilián Castro, de Santa Clara. Consideraciones sobre el estado desalud del paciente Guillermo Fariñas.

Por Deisy Francis Mexidor

Ciencia, humanismo, profesionalidad y los más avanzados y costosostratamientos se han empleado en la lucha por salvarle la vida alpaciente Guillermo Fariñas. Ciencia, porque se le han aplicado losúltimos adelantos para atender su caso; humanismo y profesionalidad,porque recibe los servicios de prestigiosos especialistas, quienesenarbolan la máxima de que luchar por la salud del ser humano es loprimero; y los más avanzados y costosos tratamientos, porque elEstado cubano no ha escatimado esfuerzos por garantizarle a estapersona los medicamentos necesarios de última generación, que seemplean en los más reconocidos centros asistenciales, muchos de loscuales son adquiridos en el exterior.

Fariñas fue ingresado el 11 de marzo en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Universitario Arnaldo Milián Castro, en laciudad de Santa Clara. Desde hace más de 120 días inició un ayunovoluntario que pone hoy en peligro su vida.

Interesados en su actual estado de salud nos dirigimos a la instituciónasistencial ubicada en la central provincia cubana y conversamos conel doctor Armando Caballero, jefe de los Servicios de TerapiaIntensiva del hospital.

La primera interrogante que le hicimos al especialista de Segundo Grado y fundador de esa unidad asistencial, es que nos explicaradesde su experiencia cómo es posible que esta persona, transcurridoscuatro meses en ayuno aún sobreviva.

"Es la pregunta que se hace todo el mundo —expresó—, realmente una persona sin ingerir alimentos por vía alguna no puede sobrevivirtanto tiempo, pero este no es el caso de Fariñas".
Explicó el doctor Caballero que "este paciente se niega voluntariamente a comer por vía oral. Lleva 125 días en estasituación, pues estuvo dos semanas en su casa durante las cualesdice que no ingirió alimentos antes de ser internado en nuestroservicio, donde lleva 110 días. Lo recibimos con cierto deteriorofísico y por esa razón fue internado. Él aceptó, estaba conscientede que le aplicáramos nutrientes, alimentación por vía parenteral, osea, por las venas.

El paciente está recibiendo aminoácidos que conforman las proteínas que todo el organismo necesita, también se le provee delípidos, vitaminas y minerales, "todo lo que requiere una dietabalanceada para cualquier ser humano", señaló el galeno y acotó: "Atal extremo que Fariñas llegó a nuestra sala con 63 kilos de peso yen la actualidad está oscilando entre los 67 y 69 kilos. Haaumentado su peso corporal durante su ingreso y ha sido precisamentepor la alimentación parenteral que está recibiendo".

¿Cuán comprometida está la salud del paciente en este momento?

Para hacer la alimentación por vía parenteral se requiere que algunos nutrientes que tienen una alta osmolaridad (peso molecular)pasen por vías centrales del organismo humano. Es decir que serequiere cateterizar venas importantes de la parte superior delcuerpo como son las subclavias y las yugulares internas, lo quetiene sus peligros y complicaciones, particularmente cuando por esoscatéteres parenterales van alimentos hiperosmolares, tales comoaminoácidos y dextrosa hipertónica.

En tales casos, los riesgos de infecciones en la sangre aumentan en los pacientes que tienen de forma prolongada ese tipo dealimentación, quienes son propensos a contaminarse e infectarse conbacterias o con hongos, incluso pueden contraer otras complicacionescomo la que ahora ha desarrollado este paciente.

Pero esas complicaciones ¿Tienen que ver con los procederes médicos o con la atención que ha recibido?

En lo absoluto. Esas complicaciones son comunes en los pacientes sometidos a una alimentación de esta naturaleza.

Por ejemplo, a Fariñas en los 110 días que lleva en nuestra sala hemos tenido necesidad de cambiarle el catéter diez veces. Durantesu ayuno de 251 días en el 2006 —cuando también estuvo ingresado eneste servicio— hubo que pasarle 37 catéteres. Yo llevo 37 añostrabajando en terapia intensiva y jamás atendí a un paciente al quese le haya aplicado tantas veces este proceder.

A este caso le hemos combatido cuatro infecciones que se detectaron a tiempo y se resolvieron con los medicamentos adecuadoscuando se trata de estafilococos áureos que se desarrollan en lasangre. El germen en cada ocasión fue aislado de forma inmediata ycombatido eficazmente por los antibióticos y medidas específicas.

Desde el pasado fin de semana el paciente ha hecho otra complicación, que no es solo una infección, es un poco más seria. Enesta ocasión hizo una tromboflebitis del componente yugulo-subclavioen las venas del cuello. Ese trombo tiene un gran peligro, puespuede desprenderse e ir directo al corazón y de ahí a los pulmones,y provocar un tromboembolismo pulmonar que puede matar a unapersona.

Ese inconveniente se ve con relativa frecuencia en los hospitales y es una de las causas de muerte súbita, cuando los trombos songrandes, pero también puede no desprenderse y ser disuelto con eltratamiento que estamos aplicando de anticoagulantes y antibióticos.En esta oportunidad también hemos logrado aislar el germen queprovocó esa flebitis de venas centrales, que en este caso se asociaa la presencia de un trombo venoso en el segmento yugulo-subclavio.

Desde el domingo hasta hoy hemos visto una discreta mejoría, aunque no podemos afirmar que se descarte una complicación másseria. Nadie lo puede saber, ni aquí ni en ninguna parte del mundo,si ese trombo se desprenderá o no.

Disponemos para esto de todos los medicamentos necesarios; además, cuando el sábado pasado detectamos esta complicación delpaciente discutimos colectivamente el diagnóstico y tratamiento, yconfirmamos la patología con tecnología de punta.

¿Son estos los límites de la medicina en la lucha por la vida de este paciente?

Estamos en los límites, sobre todo ahora; un tema que hemos hablado mucho con él —con quien tenemos buenas relacionesmédico-paciente— es que abandone su ayuno voluntario y comience aalimentarse para poder recibir las energías que necesita por lasfiebres presentes a causa de esta infección.

Estamos casi imposibilitados de alimentarlo por otro catéter, porque podrían aparecer otras complicaciones, cuando ya hay una encurso. Ingerir alimentos en su caso es un elemento importante en lalucha por la vida.

¿Cuáles son los efectos que podría causar esta conducta de Fariñas?

Consideramos que podría ser un empeoramiento de su cuadro, particularmente nutricional, el cual hasta este momento lo hemosmantenido bastante estable pese a su negación de ingerir alimentospor vía oral.

¿Y si decidiera comer?

El paciente está perfectamente preparado para la ingestión de alimentos. No hay ninguna contraindicación al respecto. Solamente sudeseo puede ser un factor médico importante en la solución de suproblema de salud.

¿Qué establecen las normas médicas ante la actitud de un paciente que ha decidido no ingerir alimentos?

Como ya dije anteriormente, en mis 37 años en terapia intensiva he visto casi 20 mil pacientes, pero Fariñas es el único que heatendido en dos ocasiones porque se ha negado voluntariamente aingerir alimentos oralmente de forma prolongada. Eso no es habitual.He visto muchos casos en este servicio, incluso he sido el médico depersonas que han hecho intentos suicidas por determinadas razones yal final la mayoría quiere la vida. Eso es lo que los médicos deesta sala le estamos pidiendo a Fariñas: que contribuya a la luchapor su vida.

Respondiendo la pregunta, no existen normas, solo es la ética médica lo que vale. Uno de sus principios fundamentales es el de laautonomía, que establece no aplicar algún proceder a un paciente sinsu consentimiento. Eso lo respetamos mucho.

Fariñas es un paciente que está consciente, orientado, en pleno uso de sus facultades mentales y por tanto está en su derecho deaceptar o no, por propia voluntad, la ejecución de cualquier actomédico. Es, a mi criterio, un mal derecho que tiene la gente amatarse. Yo le he dicho a Fariñas que tiene una conducta que atentacontra su integridad física.

Somos médicos para salvar vidas; sin embargo, la norma ante un caso como este es respetar la voluntad de los pacientes. No podemosluchar contra esa voluntad, a menos que éste se encuentreinconsciente y sea aprobado por sus familiares allegados.

¿Explicaría usted más detalles sobre la atención que está recibiendo Guillermo Fariñas?

Esta persona, como todos nuestros pacientes, es privilegiado. Dispone de un acompañante las 24 horas. Tiene un televisor donde veel mundial de fútbol y lo que le gusta; además, cuenta con unteléfono directo, al igual que el resto de los ingresados en lasala. Fuera del contexto médico, esas facilidades son importantespara la espiritualidad del enfermo.

La terapia intensiva es cara en el mundo. Fariñas, como todos los cubanos que necesitan de este servicio, no paga un centavo, graciasa nuestro sistema sanitario.

Yo he tenido la oportunidad de trabajar en el extranjero, en países subdesarrollados y en naciones del primer mundo. En Franciaestuve un año y medio y pude observar lo costoso que resulta laatención de una persona ingresada en cuidados intensivos. Cuesta muycaro mantenerlo.

¿Y en cuanto a calificación médica, los equipos que se disponen, los exámenes adicionales que se le han practicado?

Ahora en el tratamiento médico tiene a su disposición a todo el equipo de terapia intensiva. Son diez médicos especialistas, de loscuales la mitad son de Segundo Grado en Medicina Intensiva y Emergencia. Todos ellos trabajan con Fariñas. Día por día se discute colectivamente el caso de este paciente, cómo evoluciona, qué hacer,si falta algo para buscarlo...

Usted ha dicho algo que me interesaría resaltar: "si falta algo para buscarlo". Pregunto: ¿buscarlo dónde? ¿aquí? ¿en el exterior?

Aquí y en otros países. Se han comprado medicamentos para este y para otros casos, porque muchos de los medicamentos tenemos queadquirirlos en el exterior.

Por ejemplo, todos los nutrientes parenterales de Fariñas que son aminoácidos, lípidos, vitaminas y oligoelementos vienen de Europa yeso lo compra Cuba, no solo para el caso en cuestión, sino paraotros cubanos que lo necesitan; sin embargo, el único que lo precisaporque no quiere comer, es Fariñas.

¿Tiene idea de los costos al país por el tratamiento de este paciente?

Comparar los costos de Cuba con otros lugares es casi imposible. La medicina cubana es, quizás, la más barata del mundo y tal vez unade las más eficientes, porque aquí no se lucra con la medicina.

De lo que sí doy fe es que un día en una unidad de cuidados intensivos, en cualquier país del primer mundo, no baja de mil 300dólares, sin contar los medicamentos y exámenes complementarios, yestamos hablando en este caso de 110 días y más de 300 pruebas delaboratorio.

Por ejemplo, nosotros le hacemos a este paciente el control de la glicemia. Hasta hoy le hemos realizado 96, casi uno diario.

Ya le tratamos cuatro infecciones vasculares bacterianas graves que han requerido antibióticos como vancomicina, ciprofloxacina,gentamicina y rocephin; le hemos practicado 66 ionogramas para medirlos electrolitos en sangre y corregir cualquier alteración; lecalculamos casi a diario la urea de 24 horas para evaluar el gastonitrogenado de su organismo y garantizar un balance adecuado.

Constantemente hemos monitoreado su sistema para evitar cualquier tipo de alteración; es lo que nos ha permitido que el estado deFariñas, después de 125 días, se mantenga nutricionalmente bastanteaceptable, pero siempre con peligro, porque eso como quiera que searesulta antifisiológico, lo ideal sería comer.

A esta persona se le han efectuado electrocardiogramas, radiografías, ultrasonidos, tomografías multicortes. Hemos estudiadotodo lo que ha sido necesario.

Comentó que la relación médico-paciente ha sido buena. ¿Cómo evalúa el vínculo médico-familia?

He conversado con la madre, la esposa y un tío, así como otras amistades. Hay una buena comunicación medico-paciente, que logratodo menos que coma, una petición casi constante que le estamoshaciendo.

En resumen, yo creo que la relación que han tenido Fariñas y su familia con el equipo médico y de enfermeras de nuestro servicio esadecuada. En el tiempo que lleva ahí no he recibido la más mínimaqueja de la atención que se le brinda. Todo lo contrario, él siemprehabla de la profesionalidad del personal que lo atiende, de lacalidad de los médicos¼ incluso, dice queno quiere irse para ninguna parte —pese a que le han hecho, segúnrefiere— propuestas para llevarlo al extranjero. Sin embargo, afirmaque no se va porque aquí está la gente que le ha salvado la vida. Élconfía en nuestra medicina.

¿Cómo evalúa la situación actual de Guillermo Fariñas?

Hoy el paciente tiene un peligro potencial de muerte, porque depende de la evolución de ese trombo que tiene alojado en elconfluente yugulo subclavio izquierdo, el cual se está tratandoadecuadamente. Ojalá desaparezca, se convertiría en una complicaciónmás resuelta por nuestro equipo de médicos y enfermeras, lo quecontinuaremos haciendo para preservarle su vida.

Nota personal: He aquí el sistema "sanguinario" del Cuba, que depone de todos sus recursos, aún a costa de grandes gastos por la adquisición de medicamentos en el exterior, para salvar la vida de un ser humano; muy a pesar de la tozudes de esta persona al seguirle el juego a los criminales que lo manipulan desde el exterior, poniendo su vida en peligro de muerte.

Fariñas debería recapacitar y finalmente darse cuenta que aun sigue con vida gracias a la capacidad profesional de los galenos cubanos, formados en la Revolución socialista; pero también, del esfuerzo que hace el gobierno cubano en adquirir medicamento, con altos costos debido al bloqueo genocida norteamericano.

Bloqueo impuesto por quienes no piensan en la vida humana de los milones de cubanos que viven en la Isla; sino que sólo piensan en destruir la noble obra que hoy lucha por mantenerlo con vida; es cuestión de ética y verdadero humanismo, porque como dice la autora de este artículo: Luchar por la vida es el deber de la Revolución.

¿El capitalismo salvaje ha puesto alguna vez como prioridad el salvar vidas humanas? Espero que Fariñas haga acto de honestidad y recapacite con justicia por salvaguardar la vida: empezando por la suya propia.

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