sábado, 30 de abril de 2011

Omisiones y un paralelismo equivocado por Xavier Batalla.

Xavier Batalla
Para no dejarme de sorprender, hoy en la mañana del sábado 30 de abril, me encuentro en el diario “La Vanguardia”, en la página nueve, a Xavier Batalla, Corresponsal Diplomático y Director Adjunto del Diario, el cual en su sección de “Nueva Agenda” escribió un artículo titulado. “El Poder del General”.

Este licenciado en periodismo, filosofía y letras, en su cotidiano arrebato de criticismo, expone paralelismos en el devenir de diferentes personalidades de carrera militar. En su artículo habla del General turco, Isik Kosaner; del General pakistaní, Ashfaq Parvez Kayani; del Mariscal Supremo de Egipto, Mohamed Husein Tantaui; y para no dejar atrás su manía contra Cuba, también señala al General y actual Presidente de la Isla caribeña, Raúl Castro Ruz.

Este letrado, intencional u “olvidadizamente”, hace analogías con referencias a Raúl Castro que no tienen correspondencia alguna con los restantes militares citados en el artículo. Como tampoco la tiene Cuba con los países árabes, hoy con conflictos internos.

Primero que todo, porque el presidente cubano no es propietario de empresa cubana alguna (como la revista Forbes sádica y engañosamente cada año acostumbra adjudicarle a Fidel Castro, sin basamento probatorio alguno) ni la Constitución cubana, aprobada en 1976 y ratificada en el 2002, permite la creación de monopolios privados ni tampoco la concesión de grandes propiedades estatales a particular alguno, sea militar o no.

No haré mención a los demás citados por Xavier, ya que mi interés es corregir la errónea e inducida idea que seguramente quedará en lectores de dicho diario, sobre el tema Cuba.

Cuba no logró su independencia total al terminar su conflicto bélico contra la metrópoli española; ya que España y el injerencista Estados Unidos se fueron juntos a Paris a realizar acuerdos de traspaso de poderes de las colonias (Cuba y Puerto Rico) sin que en dicho encuentro participasen los verdaderamente afectados en dicha transición.

A partir de 1898 Estados Unidos dejó a la isla forzada e impositivamente inmersa en un nuevo estatus: neocolonia; donde el gobierno de la Isla podría ser con miembros nacionales, pero siempre respondiendo a las condiciones e intereses del Tío Sam.

En los gobiernos de turno que sucedieron a las intervenciones norteamericanas en Cuba sí se crearon castas militares con títulos propietarios de grandes valores capitales. Uno de los más favorecidos, además de sanguinario, fue Fulgencio Batista. A éste si le pudiera servir el saco de militar con traje de empresario (quien abarcó grandes fortunas y además se robó los fondos del banco de Cuba, cuando huyó el 31 de diciembre de 1958), pero al corresponsal Xavier se le “pasó” este “minúsculo” dato histórico.

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias ((FAR) formadas con el triunfo de la Revolución, 1959) adoptó la concepción de la defensa del país en el plano militar junto a la participación de todo el pueblo en dicha tarea; necesariamente impuesta como respuesta a la política agresiva de los gobiernos norteamericanos.

Fidel Castro, el 10 de octubre de 1991, lo expresó abiertamente en su discurso al decir: "En cualquier circunstancia estaremos siempre preparados para la Guerra de Todo el Pueblo y para defender hasta el último rincón de nuestro país mientras haya un revolucionario y un arma con qué defenderla. Cada hombre, cada revolucionario debe decir: yo soy el ejército, yo soy la patria, yo soy la Revolución".

Sin embargo, ya en la temprana edad de la Revolución, y paulatinamente, la dirección de las FAR también fue concientizando su papel activo en la contribución al desarrollo del país en el plano económico junto a las fuerzas trabajadoras del pueblo. Magistralmente Fidel dejaba claro que no había divorcio entre la defensa y el desarrollo productivo, en su discurso del 1 de enero de 1984: "Producción y defensa son nuestras consignas fundamentales de hoy. Ambas no se contradicen en lo más mínimo y se complementan una a otra. Mientras más combativo es un pueblo, mientras más consciente y dispuesto a luchar por su patria, más trabajará, más se entregará a la obra de la Revolución y el desarrollo del país; mientras más se desarrollen la producción y los servicios, mientras más luchemos por el bienestar, el porvenir y la felicidad de nuestros compañeros, con más decisión y heroísmo nuestro pueblo defenderá la patria y la Revolución".

De esta manera el ejército se volcó a satisfacer requerimientos de la economía nacional, haciendo uso de sus capacidades productivas, las cuales iban más allá de los reales y necesarios proyectos de la defensa. El 3 de agosto de 1973 nació el Ejército Juvenil del Trabajo, fuerza militar vinculada simultáneamente a ambas tareas: defensa y producción. Los objetivos de esta fuerza juvenil militar son:

- Realizar actividades productivas en interés del desarrollo económico-social del país.

- Ejecutar medidas para la protección del medio ambiente y el uso racional de los recursos naturales.

- Preparar militarmente a sus integrantes y participar en la realización de la lucha armada.

- Contribuir a la educación y formación patriótica, militar, laboral, deportiva y cultural de los jóvenes.

Los resultados alcanzados en el plano productivo tuvieron su impacto en la disminución de los gastos para la defensa, en la producción de bienes y servicios para el pueblo y en la creación de una considerable fuerza laboral cualificada para diferentes sectores, incluyendo los civiles. Lo cual no es sinónimo de generar “élite militar” alguna paralela al gobierno (como deja entender el letrado corresponsal Xavier).

Además, para alejar cualquier posible diferencia, los miembros de la EJT reciben íntegramente los salarios o haberes establecidos para la labor que realizan, al igual que el resto de los trabajadores del país.

En la Cuba socialista, la implicación del ejército en la economía del país no ha traído de vuelta ninguna casta militar para que se adueñe nuevamente del capital nacional, como tampoco ha creado ninguna otra nueva. Pero sí ha demostrado que la mejor defensa de un país no radica en la creación de conflictos entre los diferentes sectores sociales, sino en la cohesión de TODOS por defender la soberanía e independencia nacional en el plano económico, también. Algo que implica a todo el pueblo y sus fuerzas armadas.

Los resultados de las FAR en la acción productiva de la economía ha conllevado a otros sectores a implementar el método de Perfeccionamiento Empresarial, lo cual proporciona a toda empresa convertirse en más eficiente y rentable para las reales necesidades del país; máxime cuando Cuba enfrenta un genocida bloqueo económico, financiero y comercial impuesto ilegalmente por los gobiernos de Estados Unidos, y que la Unión Europea (incluyendo en ella a España) ha prolongado en su relación con la Isla (algo también omitido por el licenciado Xavier Batalla).

Hoy las fuerzas productivas del ejército también están presentes en el turismo, junto a otras compañías cubanas que también brindan servicios hoteleros, transporte, náuticos y de restauración (Cubanacán, Gran Caribe, Havanatur, Habaguanex, Horizontes, Islazul, Transtur, Grupo Empresarial Campismo Popular). Por lo tanto, no siendo Gaviota S.A (perteneciente al MINFAR) la única ni la de más volumen. De igual manera se comporta en otras ramas de la economía.

Curioso es asimismo, como en el artículo, el corresponsal de “La Vanguardia” hace mención de golpes militares que usurpan el poder, haciendo una inferencia a algún posible suceso ocurrido también en Cuba. Claro está, aunque Xavier evidentemente no lo pone de forma clara, lo lógico es que se refiriera a los golpes de estados que propinó Fulgencio Batista en 1940 y en 1952; ya que la Revolución cubana llegó al poder mediante la lucha armada de todo el pueblo contra la dictadura batistiana, que era apoyada y financiada por los Estados Unidos (pero fue otro dato omitido por el ilustre).

Finalmente encuentro que las referencias que toma el articulista son del Institute for Cuba and Cuban American Studies, toda una cátedra miamense de la política hostil que ampara el gobierno norteamericano y que resguarda a organizaciones paramilitares, creadas por esbirros batistianos o traidores de la Revolución, y que constantemente están procreando proyectos para derrocar la Revolución por cualquier medio (aunque conlleven la mutilación de vidas humanas) e implementar la “democracia” yanqui.

Creo, que Xavier pudiera darle a sus lectores opiniones basadas en datos de sitios más dignos moralmente y más cercanos a la realidad cubana.

Raúl Castro, anteriormente General de Ejército y hoy presidente del país, ha inculcado en las filas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias que no hay ejército fortalecido si no está estrechamente vinculado al pueblo que nutre sus propias filas.

En Cuba, el verdadero y único propietario y gobernante del país es el mismo pueblo cubano.

Por tanto, para confirmar lo anterior, le recuerdo, como otro dato histórico de Cuba, al ilustre corresponsal de “La Vanguardia” las palabras pronunciadas el primero de diciembre por el actual presidente cubano Raúl Castro Ruz: “Las FAR seguirán estando firmemente fundidas con el pueblo, seguiremos siendo, como dijo Camilo, “el pueblo uniformado”. Con él participamos cotidianamente en cada combate de la actual batalla de ideas y del esfuerzo por elevar nuestra preparación en todos los sentidos, en el conocimiento de la historia patria, en la formación política-ideológica y por alcanzar una cultura general integral, algo esencial para vencer los retos del siglo XXI.”



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