miércoles, 15 de julio de 2020

Rosa María Payá, pide muerte y guerra para Cuba

Rosa María Payá y Donald Trump
Tomado de La Borra de Abuela.

Luego de la evidente pleitesía a quién paga las cuentas (Mr Donald J Trump) por la contrarrevolución cubana radicada en Miami; la supuesta líder de la plataforma subversiva Cubadecide, Rosa María Payá, en acto de servilismo pleno, pide más y mayores medidas contra su pueblo, incluso la posibilidad de un enfrentamiento bélico entre ambas naciones.
En su discurso ante la visita del mandatario estadounidense a la Florida, solicitó incluir a Cuba como Estado que promueve el terrorismo, al considerar al Partido Comunista cubano (PCC) junto a los órganos de seguridad y las Fuerzas Armadas (FAR) como organizaciones terroristas.

Nada más electorero, trivial y falso para solicitar a un mandatario. Nada más bajo para pedir contra su nación.
La Srta Rosa omite las esencias y como ya es sabido en cada uno de sus discursos de víctima, acude a la muerte de su padre en su versión 2.0 de verter la culpa al Gobierno cubano. Olvida o pretende hacer olvidar que todas las investigaciones realizadas desde la Unión Europea apuntan a causas ajenas a fines político (Exceso de velocidad).
Su incapacidad política quedó demostrada al no conocer las implicaciones de su propuesta, siquiera analizarlas, como si se tratara de un discurso a la carrera; más si se dirige al presidente de los Estados Unidos.
Solicitarle incluir a un partido político como organización terrorista (Sin pruebas algunas) , es abrir un camino al calvario internacional, donde partido en el poder considerará terrorista a su oponente si los fines son distintos a los suyos.
Es abrir el camino a lo interno de los EE.UU. a que disímiles y variadas organizaciones de Izquierda o centro sean consideradas terroristas por derechas extremas hoy en el poder. ¿Qué sucederá entonces? Guerra civil probablemente, persecuciones, asesinatos selectivos de los cuales Hollywood revela sus esencias.
Por otra parte, su osadía fue mayor y puso en evidencia su miopía estratégica al solicitar con mismos slogan de “terrorismo” para los órganos de seguridad cubanos y sus fuerzas armadas.
De encausar el presidente Trump las recomendaciones de Rosa María y la mafia de Miami; los EE.UU. estaría considerando a Cuba como enemigo de guerra. Se abren así las puertas para acciones de mayor peso de ambos lados. Todas muy peligrosas.
Un ejemplo palpable es que uno de los dos bandos o ambos a la vez, dejarían de mantener vínculos, quedando atrapados en medio del conflicto los cubanos residentes en Miami. De inmediato, por leyes estadounidenses, no se pudieran establecer vuelos directos o intercambio comercial de ningún tipo. Las familia quedarían totalmente aisladas.
Por si fuera poco, tampoco abría el intercambio exiguo comercial que aun pervive y sirve de auxilio a tantas familias en Cuba (Incluye las remesas) , menos las comunicaciones telefónicas, correo, mensajería o vía internet donde los EE.UU. optaría por suspenderlas, incluso evitar su acceso por nacionales cubanos a estas. Capacidades tienen de sobras para hacerlo.
Más y fuertes sanciones vendría de inmediato para someter al (enemigo), pudiera llegarse al punto de un bloqueo naval que traería mayor complejidad a la vida de los cubanos de la Isla.
Rosa María Payá incluso no piensa con sensatez, empuja deliberadamente a ambos países a la guerra y todas sin excepción llevan muertos. En este caso se habla de una masacre de proporciones históricas para la región.
Se calcula que entre las Fuerzas del Orden Interior en Cuba y sus órganos de seguridad existen más de 90 mil efectivos, las FAR posee uno 120 mil, miembros que tienen como doctrina de guerra vencer o morir.
Se suma que el PCC posee 600 mil militantes también dispuestos a tomar las armas de ser necesario y la aplicación de la doctrina de la “Guerra de todo el pueblo” lo que activaría las reservas elevándolas al número de 3 millones de personas implicadas por salvar su independencia.
Estas cifras las conoce bien el Comando Sur, como conoce de la alta preparación militar de su oponente. Una guerra hacia Cuba por EE.UU. implica el luto y dolor a familias estadounidenses y cubanas.
Y qué sucedería con los grupos de izquierda del continente. No quedará apacible.
Todos de inmediato serían cuestionados y estigmatizados como terroristas o haber mantenido vínculos con el terrorismo. Comenzaría la persecución de cada uno de sus miembros y serían enjuiciados por terrorismo, se fulminarían democracias al acusarse unos a otros de terrorismo y la derecha continental despertaría renovados Planes Condor en nombre de la Libertad.
Sin embargo, no sería ese el único escenario. Las Izquierdas se verían tan amenazadas que sus fines políticos de partidos hoy, se vería obligada por las circunstancias a trasladarlas a la temida lucha de guerrillas.
Se trataría de la lucha por someterse o sobrevivir y a un alto costo en vidas, recursos y dinero para las ya complicadas arcas del Departamento del Tesoro de Washington y su enfrentamiento al Covid-19.
No cabe dudas, la jauría de Miami se mantiene alterada, afilando garras para algo que no tiene sensatez, menos sentido. Sus fines como se puede ver son lo más alejado posible de la libertad y son sus ansias las del odio y destrucción al costo de la muerte.

¡Rosa María Payá pide muerte y guerra para Cuba!

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