lunes, 3 de abril de 2023

¿Bloqueo “interno”?

 

Por Gustavo de la Torre Morales

El rol de la prensa capitalista, como negocio e instrumento de reforzamiento a intereses políticos de dominación, ha sido fundamental para inocular las masas con enajenación, conformismo y resignación.

Para ello fue de vital importancia jugar con la información, hasta el punto de generar tópicos que faciliten la "aceptación" de determinadas matrices de opinión, según los intereses en juego.

Una de las metodologías usadas, es el manejo de la semántica, hasta el punto de vaciar de sus conceptos y acepciones originales a palabras y expresiones que han servido de expresión de lucha contra todo acto de dominación y coloniaje, con el objetivo de manipular y tergiversar sus significados.

No es nada nuevo. Es una práctica que viene de siglos pasados, una inclinación, se puede decir perversa, para amansar a las masas: sea por ignorancia o por esa enfermiza comodidad de asumir todo lo que se diga, sin tener un atisbo de esfuerzos para discernir la información recibida y que termina siendo, incluso sin pensar, parte de un rayado discursillo.

Como escribió el intelectual mejicano, Fernando Buen Abad, “algunos no se percatan de que hablamos los lenguajes colonizadores que nos imponen; que compramos compulsivamente sus tecnologías; que relatamos la historia con las premisas lógicas de ellos; que financiamos sus monopolios mediáticos; que regimos nuestras vidas con “valores” y “cultura” que nos infiltran.” (1)

Para aterrizar un poco lo expresado anteriormente, veamos como el descarado uso de los eufemismos apalancan las tropelías de la prepotencia imperialista.

El bloqueo económico, financiero y comercial impuesto a Cuba, por los gobiernos de EEUU durante las últimas 6 décadas, ha estado destinado a generar severas necesidades a través de crudas carencias y afectaciones, a desmotivar por medio del desaliento y a promover el disgusto e indignación.

Sin embargo, como se expresa más arriba, la realidad manipulada por medio del lenguaje, provoca también un dañino efecto en la percepción de la realidad cubana.

Para atenuar el efecto psicológico de rechazo que produce la palabra "bloqueo", el imperialismo estadounidense y la prensa servil capitalista, usan el término "embargo"; tratando de esconder que la real razón de esta política es imponer un cambio de sistema político en Cuba, contraviniendo la voluntad del pueblo cubano, y para alcanzar dicho objetivo, se disfraza este crimen, sin importarles las penurias que ocasiona, o las violaciones de regulaciones internacionales y de derechos humanos que ello acarrea.

Por supuesto, para justificarlo, dejaron una pequeña abertura que propiciara un tenue comercio entre ambos países; pero bien ajustado a estrictas condiciones comerciales, inusuales en los normales tratados comerciales a nivel internacional, imperceptibles por la cotidianidad social, y que solo pusiera al gobierno cubano en la tesitura de hacer difíciles malabares, con el objetivo de adquirir productos de prioridad. Eso sí, en insuficientes cantidades para seguir manteniendo las necesidades y ello sirviera para demonizar las gestiones del gobierno cubano.

Son más de 60 años para Cuba, sufriendo duras condiciones y, que indudablemente, buscan que termine teniendo su efecto psicológico, principalmente, en las nuevas generaciones; también bombardeadas por la "cultura" del consumismo capitalista: más ahora con el auge de las TIC's.

Una descarada manipulación usada por el gobierno de EEUU y repetida por sus instrumentos de propaganda, es plantear que el "embargo" es un asunto bilateral. Por supuesto, es un vano intento de obstaculizar el pronunciamiento o la demanda de la ONU y/u organizaciones internacionales sobre la eliminación de esa aberrante y genocida política.

También se ha manejado el tópico de que el "embargo" se aplica al "gobierno" cubano y no al pueblo; pero todas esas medidas restrictivas que están dirigidas a entorpecer e impedir el normal desarrollo de Cuba, inciden directa y proporcionalmente en la familia cubana, dejando inconclusa o imposibilitando el alcance de aspiraciones personales y colectivas dentro de la sociedad, provocando que personas, incluyendo niñas y niños, fallezcan por falta de medicamentos o reactivos que son necesarios para tratar enfermedades.

¿Cómo se puede decir que el “embargo” es contra el gobierno cubano, si Cuba no pudo adquirir ventiladores pulmonares durante la pandemia de la COVID-19, porque los fabricantes IMT Medical AG y Acutronic habían sido adquiridas por la empresa estadounidense, Vyaire Medical Inc. con sede en Illinois, y comunicaron que "la directriz corporativa que tenemos hoy día es suspender toda relación comercial con Medicuba, entidad exportadora e importadora del Ministerio de Salud Pública de Cuba?

¿Cómo se puede decir que el “embargo” es contra el gobierno cubano, cuando los gobiernos de EE.UU han regulado, incluso hasta el punto de impedir, que a nacionales en Cuba, les lleguen remesas de sus familiares residentes en el extranjero?

Se debe mencionar, que en los últimos años ha aparecido un nuevo término: "bloqueo interno", el cual ha sido acompañado, en muchas ocasiones, por el de "Estado fallido", para dar por sentado como hecho tajante, que toda culpa de la situación económica del país es responsabilidad, única y llanamente, del gobierno cubano y el "empecinado" sistema político al que se "aferra" la "cúpula castrista", queriéndose dejar fuera de la ecuación, las consecuencias del criminal bloqueo económico de EE.UU; como también, se intenta obnubilar que el pueblo cubano sigue decidiendo con libre voluntad su camino y que esa supuesta "cúpula", no son más que personas que pasaron por todo el proceso electoral vigente y respaldado por la Constitución aprobada en 2019; incluso, el de ser elegidas y elegidos en cada nivel, desde las votaciones en el barrio hasta la general y parlamentaria.

Sin embargo, se exacerba la situación de Cuba, pasando por alto las realidades catastróficas que se vive en países capitalistas, inclusos aquellos desarrollados: manifestaciones sociales de protestas, expolio de derechos, corruptela política y un largo etcétera.

Un Estado fallido es aquel donde las políticas gubernamentales están dirigidas a favorecer a una minoritaria clase social privilegiada, a seguir generando beneficios a grandes inversores y financistas en detrimento de los derechos de la mayoría, aplicándose profundos tijeretazos a políticas sociales para fortalecer el negocio privado, socializando las deudas privadas en detrimento de presupuestos públicos, donde es conveniente la presencia del caos y las controladas explosiones sociales para poderlas apaciguar con migajas y así darle oxígeno al depauperado sistema capitalista. Un Estado fallido es aquel que aún sin resolver sus problemas internos, destina millones a campañas bélicas contra otros pueblos.

La prensa capitalista y sus espacios alternativos cómplices en internet son rampas de manipulación, y logran engatusar y confundir con sus manipulaciones, tergiversación de la realidad cubana e, incluso, con las miles de fake news que se propagan a diario con total impunidad.

La burocracia, la corrupción, el despilfarro, el inadecuado uso de los recursos materiales, humanos y económicos y la demagogia no se pueden ni justificar ni encubrir con el eufemismo de “Bloqueo interno”; porque realmente lo que conlleva es a enmascarar el bloqueo económico imperialista que le cuesta tanto al país y al pueblo. Estos flagelos, realmente, son conductas ilícitas que hay que combatir; pero que el disgusto desde la distancia y la apatía a salirle al paso, no sean excusas para repetir, como papagayos, el disfraz que el imperialismo tiende sobre su criminal política de genocidio contra Cuba.

(1) https://rebelion.org/guerra-mediatica-una-guerra-que-no-hemos-entendido/

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