Tomado de la cuenta de FB de Gustavo de la Torre Morales
El repitente presidente de EEUU, en esta ocasión el número
47, culpable de 34 delitos, se toma la arrogancia de revocar la retirada de
Cuba de la espuria lista de países supuestamente "patrocinadores del
terrorismo", para volverla a incluir sin ningún reparo, incurriendo
nuevamente en una injusticia, que lleva en sí la barbarie y el odio de la mafia
cubanoamericana radicada en ese país.
Era de esperar que el ladronzuelo y corrupto de Marcos Rubio, anticubano, sionista y del lobby belicista de los poderes estadounidense, empujara al Sr. Trump-etilla a firmar esa directriz como una de las primeras, en su nuevo mandato.
Trump es xenófobo, racista y fascista con grandes ínfulas de
supremacía. Ya como presidente, indultó a los asaltantes al capitolio, aboga
por leyes que favorecen la venta y circulación de armas en su propia sociedad
(amen de las grandes tragedias que esto ocasiona), que brinda todo su apoyo al
sionismo israelí (culpable del genocidio que lleva cometiendo por más de 7
décadas contra el pueblo palestino) y se atreve con total descaro a calificar a
Cuba de "país terrorista".
¡Vaya paradoja, vaya hipocresía, vaya barbarismo, vaya inmoralidad!
Es más que visible que los tiempos son duros para Cuba y,
seguro, se avecina un periodo con mayor crueldad, frente al lunático de
flequillo rubio, que una vez comentó curar la COVID-19 con lejía.
Incluir a Cuba en esa lista, es implementar una palanca de
presión y amenaza hacia todo gobierno o empresa que tenga intenciones de
comercializar con Cuba. Es un instrumento para seguir cerrando canales
comerciales, impedir vías de suministros y obstaculizar la posibilidad de que
se lleve adelante un desarrollo normal de la economía para toda la nación.
El imperialismo ha aprendido de la capacidad de resistencia
del pueblo cubano, busca adaptarse y renovar su política de agresiones, ha
aprendido a cómo dificultar aún más las gestiones desde y hacia Cuba y a
recrudecer la situación económica de la población; porque sabe que sus
objetivos van dirigidos a crear desaliento en las nuevas generaciones (que
están sufriendo la época con las consecuencias más severas del bloqueo vividas
hasta ahora), en generar enajenación y derrotismo, que de las causas de esas
necesidades y carencias surjan factores propicios que afloren las conductas
individualistas y delictivas dentro de la sociedad cubana: un resultado
propicio para que desde dentro se derroque a la Revolución (algo que ya alertó
Fidel).
La inclusión de Cuba en esa falsaria lista es con toda
intencionalidad, una mezquina maniobra de engaño propagandístico a escala
mundial y así desmerecer la obra solidaria y humanista de la Revolución cubana:
es querer borrar sus conquistas.
Las grandes vicisitudes que genera el criminal bloqueo
económico, no es un producto de la poca valía e incapacidad de muchos
dirigentes dentro de Cuba ni la tesis probatoria del fracaso del socialismo;
sino todo lo contrario.
En Cuba hay un pueblo que lucha por su derecho soberano de
existir en paz, de alcanzar crecientes parámetros de vida por obra del esfuerzo
propio y que hay alternativa posible, frente a tanta barbarie capitalista.
Si, por desgracia, la Revolución se cae (ojalá nunca
ocurra), que nadie se llame a engaño ni se haga masturbaciones mentales que
habrá algo mejor en el capitalismo; porque el imperialismo se encargará de que
Cuba sufra tanto, como lo que viven los pueblos de Haití, República del Congo,
Somalia, Libia, Puerto Rico, Yemen, Palestina y Siria, todos juntos,
concentrado.
Ya no se plantearán que Cuba sea ese garito de casinos,
neón, sala de juegos, prostitución y turismo para los yanquis, de antes de
1959... ¡Noooo! Convertirán a nuestra Patria en un infierno a cielo abierto,
porque será la manera de castigar su resiliencia y, a su vez, de seguir
sosteniendo, el engaño, que eso es el resultado del "fracaso" del
socialismo.
En mayo 5 de 1959, en Montevideo, Uruguay, Fidel expresó y cito textual:
“¡Revolucionarios son los que forjan una obra, revolucionarios son los que
llevan adelante a sus pueblos, revolucionarios son los que saben vencer los
obstáculos para marchar adelante!”(1)
Pero, también expresó, en otra ocasión, que "en los tiempos difíciles el número de vacilantes aumenta; en los tiempos difíciles —y eso es una ley de la historia— hay quienes se confunden, hay quienes se desalientan, hay quienes se acobardan, hay quienes se reblandecen, hay quienes traicionan (...) en los tiempos difíciles es cuando realmente se prueban los hombres y las mujeres; en los tiempos difíciles es cuando se prueban, realmente, los que valen algo." (2)
Yo me mantendré, desde la realidad en que vivo, entre los y las que forjan, van adelante y vencen obstáculos.
¿Cómo serás tú en estos tiempos difíciles que vienen?
Referencias:
(2) http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1992/esp/f050992e.html
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