REFLEXIONES SOBRE LA DERECHA Y LA ULTRADERECHA EUROPEA: OCTAVA

 

Por Gustavo de la Torre Morales

La derecha y ultraderecha europeas nunca han cesado de verter falsas acusaciones contra Cuba, todas ellas siguiendo la línea editorial imperialista de EE.UU, como medio para justificar que Cuba siga bajo la asfixia del criminal bloqueo económico impuesto, por más de 6 décadas, por los gobiernos estadounidenses.

La repercusión en las relaciones internacionales de Cuba tiene un importante efecto en la comunidad de naciones. El uso de la sucia propaganda, como instrumento de agresión contra cualquier país, consiste en crear una matriz de opinión, que aparente ser autorizada, y genere un estado de rechazo hacia el país “denunciado”. En el caso particular de Cuba, ese estado de opinión puede abrir la puerta para otras decisiones, que son revestidas como “legales”, “democráticas” y en “defensa de los derechos” del pueblo cubano; cuando en la realidad, nada tiene que ver con estos temas, sino en esparcir manipulaciones que ayuden a justificar el recrudecimiento de la realidad económica de la familia cubana. Y, por ende, conlleve al tan ansiado cambio de “régimen”, que se aclama desde el norte brutal de América y la Comunidad Europea, en claro acto de injerencia.

Hagamos un breve esbozo, más diáfano.

La derecha española ha tenido sus idas y venidas en las relaciones con Cuba; pero desde la llegada de José María Aznar (cercano al guerrerista ex-presidente norteamericano George W. Bush) al gobierno, incluso ha mantenido relaciones con organizaciones terroristas ancladas en EEUU, como es el caso de la Fundación Nacional Cubano Americana, que fue dirigida por Jorge Mas Canosa, y que junto a empresarios, intelectuales y políticos de la derecha española crearon la Fundación Hipano-Cubana; que como se publicó en El País, en octubre de 1996, ésta nació “con la vocación de ser un lobby anti-castrista y de articular políticas en favor de una transición democrática en la isla”.

A partir de junio de 1996 la política española cambió con referencia a Cuba: se suspendió la cooperación y conllevó a que en la Unión Europea se aprobara la aberrante “Posición Común”, la cual se convirtió en el brazo extensor de la política de asfixia de EEUU (el bloqueo económico, financiero y comercial), bajo la excusa de “acompañar a la Isla en una transición democrática pacífica”: pura injerencia.

Incluso, el Sr. José Coderch, entonces Embajador de España en La Habana, en una entrevista a ABC, el 30 de octubre de 1996, tuvo el descarado de decir que mantendría las puertas de la Embajada abiertas de par en par a los sectores de la disidencia, porque era su obligación. Pero no quedaba ahí todo, sino que también esperaba instrucciones del Consulado de España en Miami, para decidir la relación con la “oposición” cubana en EE.UU. Es decir, violar las regulaciones establecidas sobre las relaciones diplomáticas, para aupar a la contrarrevolución en abierta exposición de injerencia en los asuntos internos de la Isla.

La cantaleta de “ayudar al pueblo cubano a alcanzar su libertad”, se traduce en no más que injerencia colonialista y servilismo al imperialismo. Ese “pueblo cubano” no es más que el grupúsculo de la contrarrevolución, que actúa de mercenarios y que acude al llamado del Tío Sam, para recibir órdenes y orientaciones, en la Embajada de EE.UU en La Habana.

Como una expresión de lo anterior, de revestir a la contrarrevolución como “patriotas” por la libertad, el parlamento Europeo entregó los premios “Sajarov” a Berta Soler (Damas de Blanco), en 2005, y a Guillermo Fariñas (el Coco, del Foro Antitotalitario Unido (FANTU)), en 2010.

El paso de Donald Trump por la Casa Blanca, quien recrudeció el bloqueo económico con la aplicación de 243 medidas (aún vigentes con la administración Biden), la puesta en marcha del Título III de la Ley Helms-Burton y la inclusión de Cuba en una espuria lista de países patrocinadores del terrorismo, le dio vuelo a la derecha europea_ y más a la española_, para centrar sus ataques y torpedear cualquier posibilidad de diálogo y cooperación con Cuba.

La reciente alianza de la derecha con la ultraderecha, en febrero de 2024, presentó una propuesta de Resolución (RC-B9-0144/2024) que llevó la firma de los eurodiputados del grupo Partido Popular Europeo, del Grupo Renovar y del Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos.

En la misma se demanda "resultados concretos" en Cuba, en materia de Derechos Humanos. Para “defender” la Resolución, los partidos de la derecha y ultraderecha (Partido Popular, Ciudadanos y Vox) lanzaron graves acusaciones. El eurodiputado Gabriel Mató habló sobre la “persecución a disidentes” y con gran desfachatez, preguntó al Parlamento Europeo que ¿hasta cuándo van a permitir que los criminales que gobiernan la Isla sigan oprimiendo al pueblo cubano?

Es de esperar que el sr. Mató, con una retorcida visión de la realidad cubana, llame “pueblo” a esos edulcorados delincuentes y mercenarios que ofrecen sus shows mediáticos para servir de carnaza a la propaganda anticubana, mientras cobran migajas por el papelón de sus dramas.

El Sr. José Ramón Bouza, de Ciudadanos, le dio por recordar la muerte de Osvaldo Payá, omitiendo por completo que falleció en un accidente de tránsito, provocado por la insensatez del entonces líder de las Jóvenes Generaciones del PP, Ángel Carromero; pero como siguiendo el libreto imperialista de EE.UU, el Sr. Bouza culpó del hecho al gobierno cubano.

Tampoco se queda atrás el Sr. Hermann Tertsch, de Vox, que se ha rasgado las vestiduras y sancionó que la “mafia comunista tiene a Cuba en la indigencia”. Sin embargo, es tremendamente contradictorio lo que este Sr. califica de “mafia” y lo que entiende por “prosperidad”.

En el Parlamento Europeo, exponiendo su rechazo a un intento de homenaje a Salvador Allende, en 2023, tuvo el desafortunado y disparatado comentario de que “Gracias a Dios, gracias al ejército chileno y gracias al pueblo chileno que apoyó esa intervención para acabar con el régimen de pesadilla de Allende, gracias a eso, ha vivido 50 años Chile de una prosperidad sin parangón en el continente”.

¿Las más de 30 mil personas que murieron, incluyendo ejecutados políticos, detenidos desaparecidos y víctimas de prisión política y tortura en la dictadura de Pinochet es una visión de “prosperidad” para el Sr. Tertsch?

¿El intervencionismo militar de EE.UU, con el golpe de Estado a un presidente constitucionalmente elegido es una visión de “prosperidad” para el Sr. Tertsch?

Tampoco faltó, en el Parlamento Europeo, las puertas abiertas para esa representación de la “sociedad civil” cubana y en más de una ocasión se han recibido a personajes que para nada representan al pueblo cubano, sino a los mandatos foráneos imperialistas.

Recientemente, se emitió una carta dirigida al Sr. Borrell, por parte de la “disidencia”, la cual también contó con la firma de Dita Charanzová, Leopoldo López Gil, María Soraya Rodríguez, Maite Pagazaurtundúa, Pilar del Castillo, entre otros.

Sin embargo, ninguno de los “premios Sajarov” ni los del espectro de la “oposición” cubana; como tampoco las señoras y señores de la derecha y ultraderecha europea y española, se estrujaron un milímetro de indignación, cuando el 23 de mayo de 2012, la policía española le propinó una  buena dosis de “amabilidad” a las cubanas y cubanos que se encontraban apostados frente al Ministerio de Asuntos Exteriores de España, en Madrid, solicitando que se cumplieran las promesas que se les hizo.

Pero, en el fondo de todo, fue el Sr. Mató, finalmente, demandó lo que se busca como resultado de tanto asedio contra Cuba: romper el “Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación”.

Estos políticos de la derecha y ultraderecha, que tanto defienden los DDHH, no pestañaron con la Operación Fuerza Aliada, que consistió en lanzar más de 9 mil toneladas de bombas sobre la otrora Yugoslavia, entre ellas unas 30 toneladas contenía uranio empobrecido.

Estos políticos de la derecha y ultraderecha, que tanto defienden los DDHH, justifican con reverencia el millonario gasto de "ayuda" militar a Ucrania o Israel, sabiendo que eso repercute directamente en la sórdida subida de precios de alimentos y combustibles en sus propios países (afectando severamente a sus propios conciudadanos), en vez de rechazar el servilismo otanista a los intereses expansionistas de EE.UU, con sus bases militares y de inteligencia, por toda Europa.

Estos políticos de la derecha y ultraderecha, que tanto defienden los DDHH, todavía hoy en día aplauden y vitorean que en el 2014, grupos de neonazis incendiaran y quemaran vivos a personas en la Casa de los Sindicatos, en Odessa, Ucrania, y se diera un golpe de Estado, para servir a los intereses imperialistas de EE.UU contra Rusia.

Ninguno ha denunciado los 8 años de asedio, bombardeos y asesinatos del gobierno pronazi de Kiev a la zona del Donbass. Se sigue culpando a Rusia de defender sus fronteras, mientras EE.UU desea expandir sus bases militares con la OTAN en Ucrania.

Tanto han deseado acusar a Cuba, bajo la falsedad de que el gobierno revolucionario cubano “alista personal” al ejército ruso, para criminalizar a la Isla, que con gran descaro omiten que al ejército ucranonazi se han alistado más de 13 mil mercenario de más de 80 países*: entre ellos Polonia con 2960, EE.UU con 1113, Georgia con 1042, Canadá con 1005, Gran Bretaña con 822, Colombia con 430, entre otros tantos (ninguno es cubano).

Quizás si el Sr. Hermann Tertsch, de Vox, se informara adecuadamente, dejaría de plantear falsedades y se muerda la lengua por sus propias especulaciones, las que hizo públicas a través de un twit (hoy post “X”), el pasado 24 de marzo de 2024, al escribir sobre el Partido Comunista de Cuba (PCC) que “como aliado de Rusia que envía cubanos a combatir del lado ocupante en Ucrania”.

El Sr. Tertsch, que tanto acusa a Cuba de “narcocomunismo”, pero se reunió con Álvaro Uribe, exgobernante colombiano, catalogado como paramilitarista y con fuertes relaciones con los carteles del narcotráfico. Incluso, en un documento de la CIA de 1991, desclasificado en el 2004, el Sr. Uribe aparece con el número 82 en una lista que contiene los nombres de "los narcotraficantes colombianos más importantes".

Si tanto se preocupa la derecha y ultraderecha por los temas de DDHH y libertades, por qué no se pronunciaron contra las injustas condenas a los 6 jóvenes (entre ellos 2 menores) de Zaragoza, en enero de 2021, criminalizados por participar supuestamente en una manifestación de rechazo a los discursos de odio de la extrema derecha; donde todas las instancias de justicia (desde la Audiencia Provincial hasta el Tribunal Superior de Justicia de Aragón) rechazaron todas las pruebas e ignoraron a los testigos que demuestran la inocencia de los jóvenes.

Si tanto se preocupa la derecha y ultraderecha por los temas de DDHH y libertades, por qué no se pronunciaron contra el asesinato del adolescente Nahel M, en Francia, o por las sucesivas protestas que se dieron en ese país, principalmente por las barriadas periféricas que son las más desprovistas de sus DERECHOS.

Si tanto se preocupa la derecha y ultraderecha por los temas de DDHH y libertades, por qué no se pronunciaron a favor de las protestas que se dieron en Alemania, en las ciudades de Berlín, Múnich, Colonia, Dortmund, Karslruhe y Suttgart, convocadas por 230 organizaciones de la sociedad civil.

¡Ah! Por supuesto, que no dijeron nada, porque las protestas se dieron como condena y rechazo a la creciente oleada de xenofobia y la ultraderecha en ese país.

En realidad, tanto la derecha, la ultraderecha como esa “oposición” cubana tan aupada en el Parlamento Europeo, lo que hacen no es defender los DDHH del pueblo cubano, sino hacer apología al capitalismo y al desarrollo de la propiedad privada y la economía de mercado, abogando por una democracia burguesa excluyente y discriminatoria, defendiendo a ultranza la subyugación de Cuba a los Estados Unidos.

Pero esto último, sólo ocurrirá si la mentira y el engaño pueden más que la razón de resistencia y lucha del pueblo cubano, al derecho que le asiste al pueblo cubano de conducir su proceso político por los caminos que determinó y fijó en su Carta Magna, aprobada en referéndum popular realizado en 2019.