Por Gustavo de la Torre M
La escalada militarista de EEUU en el área del Caribe, con sus operaciones letales contra supuestas embarcaciones de "narcotraficantes" (sin pruebas), la concentración de embarcaciones militares, encabezadas por el mayor buque del ejército estadounidense, el Portaaviones USS Gerald R. Ford, y las crecientes amenazas lanzadas desde la Casa Blanca con total desprecio por el derecho internacional, establecidas por organismos internacionales, son las malsonantes actuaciones de la administración de Donald Trump y su séquito mafioso encabezado por Marco Rubio.
Todo ello indica a una confrontación belicista que promueve el gobierno de EEUU, en su arrogante posicionamiento de supremacía imperialista.
No era un escenario previsto, pero sí se esperaba que hubiera otro desenlace.
Todo se ha ido orquestando desde el norte brutal. Antes de las falsas acusaciones que se vertieron sobre Nicolás Maduro como cabecilla de un cartel de drogas (de los Soles) inventado en Washington, ya las operaciones de injerencias en las últimas elecciones venezolanas comenzaron desde gobiernos europeos (España entre ellos) y de Latinoamérica, serviles a intereses de EEUU; lo que conllevó a la demanda venezolana de que 7 países de su entorno retirarán sus misiones diplomáticas y que la República Bolivariana de Venezuela rompiera sus relaciones diplomáticas con varios países.
Ahora, varias aerolíneas han cancelado sus vuelos a Venezuela y hasta han suspendido que sus vuelos trascurran por corredores aéreos venezolanos.
Toda esta escalada, tanto de MENTIRAS sobre el tan fantasmódico Cartel de los Soles, como la progresión militarista frente a las aguas de la República Bolivariana de Venezuela han generado disímiles de declaraciones de rechazo en el ámbito internacional, incluyendo en la ONU.
Tres expertos en los campos de promoción de un orden internacional democrático, sobre lucha antiterrorista y en ejecuciones extrajudiciales, señalaron en un comunicado conjunto que "estas medidas constituyen una escalada extremadamente peligrosa, con graves implicaciones para la paz y la seguridad en la región del Caribe".
Ni son legales ni son legítimas estas operaciones estadounidenses. Estas no son la primera vez que EEUU se aboga el derecho de invadir bajo falsos pretextos construidos previamente, ni será la primera vez que un pueblo sufre las brutales consecuencias de las guerras de rapiña de EEUU.
Sólo la unidad de los pueblos logrará frenar cualquier agresión militar y desde la ONU se puede lograr que el gobierno de Trump-etilla cese en su empecinada guerra para apoderarse de los recursos naturales de la República Bolivariana de Venezuela.
¿Se permitirá que otra MENTIRA genere otra guerra y que el pueblo venezolano sufra la barbarie que padeció Vietnam, Laos y Camboya?
¿Dejará el mundo que allí ocurra otra masacre como la que sufrieron la ex República Federal de Yugoslavia, Irak, Libia, Afganistán y Siria, por citar algunos ejemplos?
Tengamos bien claro que el genocidio de Israel sobre Palestina recae, también, en las manos manchadas de sangre del Sr. Donald Trump.

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