jueves, 24 de junio de 2010

Es la enfermedad del mundo


Los países del mundo están siendo devastados por un monstruo implacable. Es un fenómeno que succiona, sin remedio a escape, todo lo que de una manera u otra esté entrelazado a él. Es un problema natural de su ciclo, el cual acrecienta cada vez más la bocanada: la crisis del capitalismo.

Los factores proclives del ciclo existencial de la crisis del sistema son cambiantes en su forma superficial de enunciarse y aplicarse, pero estructuralmente sostenidos en una misma base sin transformación: La vieja sobreacumulación excedentaria, las modernas especulaciones de la bolsa con la inserción de capital ficticio y el aflore de burbujas como la inmobiliaria, entre otras. Movidas de los tambaleantes e indecisos mercados financieros, manejados por el pequeño grupúsculo de ricos de este mundo.

Lo más diabólicamente paradójico es que son los países ricos del primer mundo quienes más se quejan, a pesar de ser quienes crean estas crisis con su sistema económico de desigualdad sobre la producción; sin embargo, son los pobres de la tierra quienes más la sufren y padecen, sin llegar a tener suficiente tiempo para lamentarse por ello.

El capital desborda su furia acusando a los pobres de la desgracia y estructura nuevas medidas que intentan seguir garantizando su precaria subsistencia a costa de la explotación y el robo de recursos.

Recortes en los servicios sociales, revisiones salariales de los funcionarios estatales y trabajadores del sector privado que sólo conllevan a la disminución de sus ingresos a costa de salvaguardar sus puestos laborales, la afectación a las pensiones de los jubilados, el alargamiento de la vida laboral y el despido son, entre otras más, las medidas de salvaguardar la economía del capital. Como otra medida está la promulgación de invasiones y las guerras escondidas en un paraguas de excusas sobre presuntas violaciones de derechos humanos en otros confines del planeta, pero la verdadera razón radica en la búsqueda de nuevos recursos naturales que sigan alimentando a los grandes consorcios capitalistas del primer mundo.

Como simples ejemplos cito: España aprobó el recorte salarial de los funcionarios hasta en un 5%; Alemania anunció el reducir los funcionarios en 10 mil plazas hasta el 2014, despojando de posibilidades a los futuros aspirantes a una fuente laboral. En Italia, empresas como la automovilística FIAT amenaza con el despido de 5 mil empleados si no aceptan las nuevas y desventajosas condiciones contractuales. Sin embargo, a pesar de todo el embrollo armado, es risorio conocer que la banca sigue obteniendo beneficios millonarios.
Estados Unidos en su celo de dominio del crudo llevó una guerra a Irak y hoy sostiene otra en Afganistan, donde sorpresivamente se han detectado recursos naturales valiosos.

En todo el proceso de rescate de la economía mundial capitalista las clases más desprovistas pagan a los ricos con sudor y el despojo de sus derechos elementales.

A pesar de que se juega con la suerte de la clase trabajadora, partidos políticos se aprovechan de las circunstancias para cavilar sus tajadas futuras. No son gobiernos populares los que deciden su futuro, sino que son fuerzas políticas pujando por sus intereses de poder quienes juegan con la suerte de los pueblos en el mundo capitalista.

Ejemplo de esto último es el tan escandaloso Partido Popular (España), el cual se pronunció contra las medidas de recortes de actual gobierno (mayoritariamente del PSOE) por el simple hecho de conocer de antemano el impacto que se generaría en la población y los posibles beneficios del próximo proceso electoral. Pero para demostrar que su actitud es sólo un rejuego estratégico, el PP se mantuvo inmóvil, al abstenerse, frente a la aprobación forzada de la reforma laboral, a sabiendas que la misma sólo beneficia a los empresarios por abogarse el derecho de proceder al despido de trabajadores cuando el propietario “alegue problemas económicos” y conllevando indemnizaciones por debajo de las anteriores vigentes. ¿Esto es pensar en el pueblo y defenderlo de las injusticias del actual gobierno?

¡Quién calla, otorga! Así reza un proverbio popular que le viene como saco al PP con su abstención en el tema de la reforma laboral, como también le sirve justito al CIU (Convergencia i Uniò) al abstenerse frente a los recortes sociales, alegando “sentido de responsabilidad”_ ¿Responsabilidad con quién? Es muy gracioso ver como el CIU lanza su campaña con pancartas en los metros de Barcelona, con el dibujo de una supuesta sonrisa si ellos estuvieran de mando en el gobierno. Pero_ ¿De quién sería la sonrisa si ellos no defendieron a la población de los recortes sociales y se quedaron al margen?_ ¡Ah!, claro, será solamente la de los “nacionalistas” (derechistas) catalanes que logren el poder, porque el resto de la población catalana sólo podría expresar una amarga lágrima con el futuro de que les depararía.

En resumen, que estas son las soluciones factibles que impone el capitalismo como el sistema político-económico “más justo y democrático” del mundo. Evidente, España sonríe con estas medidas porque cuenta con el beneplácito del Fondo Monetario internacional, el Banco Central Europeo, Bruselas y las palmaditas en la espalda de aprobación del carismático, y ya muy im-popular, Barack Obama, teniendo en cuenta que las medidas eran aplaudidas por el sector que representan verdaderamente: los empresarios. Por eso, otras crisis se avecinarán con peores consecuencias.

Como una burla a la inteligencia, en nombre de los “derechos humanos”, estos imperios (Estados Unidos y la Unión Europea) se gastan millones en el sostenimiento de guerras, financiando organizaciones terroristas para el derrocamiento de gobiernos constitucionales en otros países y salvaguardando grandes empresas (como la automovilística); sin embargo decapitan al pueblo con mayores impuestos, menos salarios y con recortes al desarrollo o de beneficios sociales.

¿El irracional despido de trabajadores y el recorte de sus ingresos con el objetivo de salvaguardar el capital, aun cuando esto exponga a gran parte de la población en las penumbras de la pobreza, no es una violación de derechos humanos?

¿El sometimiento impositivo a las imprevisibles y nefastas derivaciones que genera una injusta y genocida guerra, no es una violación de los derechos humanos de los pueblos?

Sin embargo, países que se declinan por otra alternativa diferente a lo que dictan los imperios, son blanco de ataques propagandísticos, actos bélicos de organizaciones terroristas pagados desde el exterior o bloqueos económicos que impidan que el mundo se dé cuenta que hay otras opciones.

Cuba, que lleva desarrollando su propio camino. Desde hace 50 años es un ejemplo de la posibilidad de un camino diferente. El imperialismo yanqui en su afán hegemónico de destruir la Revolución cubana o de mostrar la incompatibilidad del sistema socialista, somete al pueblo cubano a un crudo y genocida bloqueo económico y financiero; sin embargo, a pesar de los esfuerzos del imperio por ahogar la Isla y las consecuencias que el bloqueo refleja en la economía de Cuba, se sienten rabiosos y frustrados con las constantes conquistas sociales de la Revolución, sin tener que renunciar a la independencia y a la soberanía, ni tampoco ceder frente a las presiones del imperio y sus lacayos.

En la América del Sur se han despertado los pueblos con los cambios que se generan en Venezuela, Bolivia, Nicaragua y otros países. El imperio también intenta ahogarlos; pero para sostener su política hostil contra ellos tiene que destinar fondos_ ¿Por qué no destina esos fondos para superar la crisis y mejorar las condiciones de los pueblos?_ No puede, porque está en la esencia del sistema capitalista: es la enfermedad del mundo.

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