martes, 18 de abril de 2017

La Revolución, la gran hazaña (Parte I)

Fidel y los pioneros
Tomado de Razones de Cuba
Por Martha Eugenia López Villeda*
El primero de enero de 1959, irrumpe, en la Región de Latinoamérica y el Caribe, el triunfo de la Revolución Cubana, una gesta con características nuevas. Surgió como un rayo de luz de esperanza para los luchadores de izquierda, mostrando las posibilidades de acciones, de caminos factibles de triunfos, proclamando que procedería a la construcción de una sociedad donde lo principal sería el ser humano, la independencia y soberanía del país, así como su solidaridad hacia otros pueblos. Han transcurrido 58 años, ha sobrevivido y se ha desarrollado lo que amigos y enemigos creían no sería posible después del derrumbe del campo socialista en Europa del Este.
Una Revolución en un país subdesarrollado, a 90 millas de un gobierno anticomunista y más poderoso del mundo. La Isla de Cuba, que abarca apenas el 1.13 por ciento del territorio de Estados Unidos y el 4 por ciento de su población, se ha hecho un gigante por su obra alcanzada.
Un suceso premeditado, fundamentado, dirigido por Fidel que conoce las luchas, condiciones políticas, económicas y sociales del país, de la región y del mundo. Con esa base actúa, y los golpes recibidos en diferentes acciones quedaron convertidos en peldaños para seguir adelante.
Los ataques a los cuartes de la tiranía, Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, inician la última etapa de lucha independentista. No logra el objetivo, pero muestra, a través del alegato de Fidel, el programa y camino que seguiría, su ideología revolucionaria, martiana y marxista leninista.
Al ser amnistiados y salir de prisión, Fidel constituye el Movimiento 26 de Julio, pero la dictadura les cierra la posibilidad de actividad política. Se exilian en varios países. Fidel, Raúl y un grupo van a México por las relaciones de pueblo hermano, así como por cercanía a Cuba para volver en una expedición, llevar a cabo la lucha y derrocar a la dictadura. Una dictadura que contaba con un ejército entrenado y equipado por el Gobierno de EE.UU.
El 25 de noviembre de 1956 sale de México la expedición que llegaría días más tarde a tierra cubana, el ejército de la dictadura los ataca, asesina a un grupo y otros se dispersan. A los dieciséis días se encuentran, Fidel y Raúl y al conocer Fidel que llevan 5 fusiles y dos que él tiene -hacen siete-, exclama, “ahora si ganamos la guerra”. Tal parecería una utopía, sin embargo, fue una hazaña.
El ejército Rebelde que logra formarse en la Sierra Maestra y extenderse por varias provincias, junto con las fuerzas revolucionarias del llano, después de 25 meses de guerra civil, derrotan la tiranía. Si esto sucedía, el gobierno de los EE.UU. tenía planificado un golpe de Estado, pero Fidel logra frustrarlo. Las fuerzas revolucionarias toman el poder e inician  una  revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes; Fidel lleva al pueblo a tener un nuevo papel: ser participativo, a que haga suyo el proceso.
Fidel proyecta, guía, orienta, dirige; es  El Comandante en Jefe, que aglutina a su alrededor a personas con condiciones para seguir sus pasos, para dirigir, organizar y accionar hacia un objetivo. Siempre Raúl está a su lado. Proceden al saneamiento político, dictan leyes para su funcionamiento, soberanía política y económica, así como para salir del subdesarrollo.
El pueblo, de inmediato siente los beneficios. Va cumpliéndose el programa planteado en La Historia me Absolverá. Se proclama una Revolución democrática popular, pero las hostilidades del imperialismo la llevan a radicalizarse y tomar más pronto el camino del socialismo.
El gobierno de Estados Unidos aumentaba sus presiones y acciones terroristas junto con la contrarrevolución de Cuba y de Miami para derrocar a la Revolución. El gobierno revolucionario creo las estructuras militares y preparó a los miles de sus integrantes para enfrentar los ataques del imperialismo. Propicio la participación masiva del pueblo en la defensa, a través de una estructura que llegaba hasta la comunidad, inclusive armándolo, entrenándolo, pasando a ser prácticamente un pueblo uniformado, unido a las Fuerzas Armadas y el Ministerio del Interior. Así se derrota la invasión contrarrevolucionaria a Playa Girón, la destrucción de bandas armadas, a evitar ataque terroristas, frustrar los atentados contra Fidel y otros dirigentes. No obstante, cientos de vidas han costado sus criminales ataques terroristas.
Muchas hazañas de un pueblo, hazañas de Fidel.

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