Foto: TeleSur |
Por Marco A. Gandásegui h.**
Hace
apenas un lustro las filtraciones que hizo Wikileaks del intercambio de correos
electrónicos del gobierno norteamericano con sus embajadas en el mundo
provocaron uno de los escándalos más grandes de la historia. El director de la
operación - Julian Assange - se encuentra aún asilado en la embajada de
Ecuador en Londres donde el largo brazo represivo de Washington lo tiene
privado de libertad. Acaba de aparecer el libro "The WikiLeaks Files: The
World According to U.S. Empire" revelan
la habitual mecánica de intervención política de EEUU en América Latina. Los
autores del libro – Alexander Main y Dan Beeton – demuestran como EEUU apoya a
la derecha política, a pesar de ser violentos y anti-democráticos. Según los
autores “los cables dibujan una imagen viva de la mentalidad ideológica de
Guerra Fría de los altos emisarios de EEUU y muestran cómo éstos usan medidas
coercitivas”.
En el
caso de Panamá, Wikileaks hizo públicos los correos electrónicos que enviaba la
embajadora de EEUU al Departamento de Estado en 2010 solicitando consejos de
cómo enfrentar al entonces presidente Ricardo Martinelli quien quería utilizar
el equipo de escuchas de la Embajada para espiar a la oposición política.
El
libro de Main y Beeton se concentra en los correos electrónicos enviados por
los diplomáticos (espías) en las embajadas de EEUU en Bolivia, Nicaragua,
Ecuador, Haití y Venezuela. En el caso de Bolivia, apenas dos días después de
su toma de posesión, el presidente Morales recibió una visita del embajador
David Greenlee. El embajador fue directamente al grano: la asistencia
multilateral a Bolivia supervisada por EEUU dependería del buen comportamiento
de su gobierno.
Según
el correo enviado y filtrado, “el embajador mostró la crucial importancia de
las contribuciones de EEUU a las financieras [sic] internacionales claves.
Cuando piense en el BID, debe pensar en EEUU. Esto no es un chantaje, es la
simple realidad. Espero que usted, como presidente de Bolivia, comprenda la
importancia de esto”.
Los
métodos empleados en Bolivia se reprodujeron en Nicaragua. Tras el retorno de
los sandinistas al poder, la embajada de EEUU en Managua se reforzó el apoyo al
partido de la oposición de derecha, Alianza Liberal Nicaragüense (ALN).
En
febrero de 2007, la embajada se reunió con la directora de organización de la
ALN y le sugirió que la ALN coordinara con organizaciones no gubernamentales
(ONG) amigas que pudieran recibir fondos de EEUU.
La
líder de la ALN dijo que “remitiría una lista completa de las ONG que apoyan a
su organización”. La embajada organizó “las reuniones con los directores del
IRI [International Republican Institute] y con el NDI [National Democratic
Institute for International Affairs]”.
En el
caso de Ecuador, un correo enviado por la embajada señalaba que había
“advertido a nuestros contactos sobre la amenaza que representa (el presidente)
Correa y había desaconsejado alianzas políticas que pudiesen dar estabilidad al
radicalismo percibido en Correa”. Después de la elección de Correa, la embajada
mandó un correo al Departamento de Estado diciendo que “esperamos maximizar
nuestra influencia trabajando en concierto con otros ecuatorianos y grupos que
comparten nuestra visión”.
En
Haití, la embajada trabajó en estrecha colaboración con grandes empresas
petroleras para impedir que el gobierno de René Préval se uniera a PetroCaribe,
a pesar de reconocer que "ahorraría 100 millones de dólares
estadounidenses por año", como informó “The Nation”.
En
abril de 2006, la embajadora Sanderson escribió: "Continuaremos
presionando al presidente Préval en contra de unirse a PetroCaribe. El
presidente Préval conoce nuestras preocupaciones y es consciente de que un
acuerdo con Chávez podría causarle problemas con nosotros".
Los
correos filtrados de Wikileaks desde 2004 denunciaban los planes de Washington
en Venezuela. En agosto de 2009, un cable secreto cita a un contratista de la
AID/OTI, Eduardo Fernández, diciendo que "las calles están
calientes", en referencia a las protestas, y "toda la gente (que
organiza las protestas) son nuestros financiados".
Un
correo también revela que en 2002 el dirigente estudiantil Nixon Moreno lideró
un grupo que intentó linchar al gobernador del Estado de Mérida. En 2004 otro
correo afirma que el mismo "Moreno participó en el Programa de Visitantes
Internacionales”, del Departamento de Estado en Washington. Moreno sería
buscado más tarde por intento de asesinato y por amenazar a una agente de
policía, entre otros cargos.
Assange
espera recuperar su libertad este año, gracias a las gestiones de Ecuador.
Continuará trabajando filtrando los correos del gobierno de EEUU.
**Marco A. Gandásegui, hijo, profesor de Sociología de la Universidad de Panamá e investigador
asociado del Centro de Estudios Latinoamericanos Justo Arosemena (CELA)
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