viernes, 8 de enero de 2016

Sistemas políticos: la democracia representativa vs la participativa.

Por Gustavo de la Torre Morales.

Dicen que las comparaciones nunca son buenas; por lo general es preferible ver las particularidades. Sin embargo, por mucho que no se quiera, con Cuba siempre hay que poner todo en una balanza, y mucho más cuando se trata de defender la soberanía de las cubanas y cubanos y el proceso social socialista.
Y digo defender, porque no faltan quienes intentan desacreditar a la Revolución, adjudicándole la responsabilidad total de todas las deficiencias y carencias existentes, que el pueblo cubano se ve obligado afrontar.
Claro, cuando aparecen los hiper-críticos, los argumentos de sus ataques están matizados en minimizar o ignorar totalmente los impactos que provoca el bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por Estados Unidos por más de 50 años (principalmente después que ha sido rechazado por 22 años consecutivos en la ONU, contando en el último año sólo con el voto favorable de Israel (cómplice natural) y los propios EE.UU); así como las pérdidas millonarias provocadas por esta política de ahogamiento y por reconstruir infraestructuras económicas dañadas por atentados llevados a cabo por inescrupulosos pagados por organizaciones terroristas ancladas en ese país y asesorados por la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
Pero hoy no comentaré sobre este tema tan denunciado por Cuba en los foros internacionales, e incluso en el seno de las Naciones Unidas, sino que aceptaré el reto de las comparaciones; tomando en cuenta a quienes defienden una transición de Cuba al capitalismo, apoyados en la teoría que el desarrollo democrático radica, exclusivamente, en la existencia de la pluralidad partidista; por tanto, acusan a Cuba de no alcanzar la “democracia” pululada por tener un solo partido político: el Partido Comunista de Cuba (PCC).
Por lo tanto, dando un vistazo comparativo entre el sistema político en cualquier país del llamado 1er mundo y, según tanto se afanan, “democrático” (tomemos de ejemplo a España, Inglaterra o Estados Unidos) y el sistema político cubano, podemos señalar como ejemplos 10 cuestiones muy esenciales:
(1)
· El Sistema Político Capitalista basa sus elecciones regionales y nacionales en la promoción de candidatos políticos propuestos mayoritariamente por la cúpula de los partidos. Es decir, los ciudadanos no votan a individuos, sino a partidos. Por ende, no se escoge a la persona más capaz.
· Mientras del Sistema Político Cubano la gran prensa, precisamente al servicio de ese Sistema Político Capitalista, omite que el proceso electoral cubano no se basa en la elección partidista; ya que el PCC no propone ni elige candidatos en los procesos electorales. Las elecciones en Cuba son llevadas a cabo por el Consejo Nacional Electoral, el cual está formado por miembros de diversas organizaciones sociales no gubernamentales. Un proceso electoral que no es dirigido por el partido ni se inicia en éste, sino en el núcleo de la sociedad: el barrio.
(2)
· En el Sistema Político Capitalista las elecciones se centran en fanfarronas campañas publicitarias, en la divulgación de promesas que una vez en el poder no se cumplen bajo diversas y oportunas excusas camufladas en convenientes culpas que desvían la atención de la verdadera cronología histórica de los problemas.
· En el Sistema Político Cubano no se permiten campañas, no se permite el favoritismo electoral a partidos, no se ejecutan millonarios gastos en campañas publicitarias que favorezcan a quién pague más. Todos los candidatos elegidos por el pueblo tienen el mismo derecho y las mismas posibilidades, sin importar el capital económico con el que cuentan.
(3)
· En el sistema Político Capitalista la corrupción se adormece en truculentos procesos judiciales que no llegan a su fin o prescriben por el oportuno cambio de jueces; finalmente el favoritismo a las grandes empresas facilita las puertas giratorias a los políticos encausados y destituidos.
· En el sistema Político Cubano se analizan los problemas en su real contexto, tomando en cuenta las causas y consecuencias, llevando a cabo la crítica sincera y las correspondientes medidas judiciales y administrativas a los responsables.
(4)
· En el Sistema Político Capitalista los partidos intentan ganar las elecciones mediante promesas; aunque una vez se cuente con el poder dichas promesas se tuercen en respuestas a los intereses de los mercados financieros y las grandes sociedades mercantiles; las cuales, paradójicamente, benefician el sector privado y no estaban en la lista de propuestas de la fuerza política ganadora en el proceso electoral.
· En el Sistema Político Cubano no se proyecta la solución de los problemas a través de promesas electorales, sino con responsabilidad política hacia la sociedad, con planes de trabajo objetivos, con la planificación de tareas y el ordenamiento de prioridades de la sociedad. Por tanto, no se promocionan programas, cual cumplimiento de los mismos dependerán de los intereses partidistas, de los grandes poderes económicos o de monarquías.
(5)
· El en Sistema Político Capitalista las leyes que se aprueban están dirigidas a favorecer a los grandes capitales, a los mercados financieros, a quienes dirigen la banca y la bolsa y a las instituciones regionales e internacionales (Troika Europea, FMI, BM, BEI), que sirven de instrumentos de control o a través de los cuales se dictan las políticas de restricción; lo cual deja a la mayoría social fuera de los beneficios generados por los grandes negocios.
· En el Sistema Político Cubano las leyes no se pactan, al no permitirse que el órgano estatal se subordine a los dictados de los grandes negocios inversores, sino que se acuerdan con la coordinación de los diferentes ministerios con el consenso de la Asamblea Nacional; lo cual define que todo esfuerzo está dirigido a reforzar los sectores económicos de mayor  beneficio al país.
(6)
· En el Sistema Político Capitalista los partidos de derecha y llamados de centro, después de arrepticios y bizantinos enfrentamientos en las campañas electorales, siempre convergen en pactos que socializa la deuda privada y castigan a la mayoría social más desfavorecida económicamente; donde las grandes sociedades mercantiles son bonificadas con la reducción de impuestos, bajo la excusa de incentivar planes de inversión, mientras la población es castigada con la subida de impuestos y obligada a afrontar las crisis con las consecuencias del despido.
· En el Sistema Político Cubano no se promueven trifulcas públicas ni enfrentamientos subrepticios; sino el análisis diáfano y el estudio concreto que promuevan el fortalecimiento de la economía nacional, el mantenimiento de las conquistas sociales y todo el esfuerzo se realiza en las actividades productivas que van dirigidas a alcanzar nuevos logros.
(7)
· En el Sistema Político Capitalista se afrontan las crisis con reformas laborales que facilitan los despidos, bajada de salarios, adopción de contratos basuras, reducción o eliminación de las indemnizaciones y la implementación del miedo al reclamo a través del despojo de derechos.
· En el Sistema Político Cubano, antes de adoptarse medidas que represente reducción alguna en la actividad productiva o beneficio económico, se cuenta con varias alternativas o incentivos que no generen merma en la producción, pero tampoco en las políticas que blindan a las trabajadoras y trabajadores de sus derechos correspondientes.
(8)
· El Sistema Político Capitalista, debido a la “pluralidad” partidista, los debates parlamentarios o congresuales se disocian en trifulcas partidistas, en intereses grupales, donde los discursos se centran en ver quién desacredita mejor al/los contrario(s), en minimizar el impacto de quienes se encuentran en la llamada oposición.
· En el sistema Político Cubano se afrontan las crisis con el trabajo político que fortalezca la consciencia de clase, en el debate y el consenso con el pueblo que posibilite la adopción de alternativas, con la directa participación popular en la búsqueda de alternativas que respondan objetivamente a la realidad del país.
(9)
· El cotidiano pluripartidismo (bipartito) del Sistema Político Capitalista promueve leyes que recortan los servicios públicos para justificar la privatización, aludiendo la ineficiencia de los primeros, lo cual no resuelve las necesidades demandadas por la mayoría social, sino que siembra con tal política la desigualdad y la discriminación social. Estos flagelos también se incrementan con la adopción de políticas de libre mercado como vía de forzar la desigual competencia.
· En el Sistema Político Cubano basa su economía en la propiedad social sobre los medios de producción, insertándose en el mercado sin dejar que éste dicte las normas sobre la soberanía de Cuba; así socializa los beneficios de la actividad productiva, garantizando de esta manera el acceso del pueblo a los servicios públicos básicos. Producto de la crisis iniciada en 2008 (la cual afecto a todo el mundo y fue provocada por el capitalismo_ sea dicho de paso), conllevó a la actualización de la economía cubana, con la adopción de lineamientos aprobados por el pueblo y después por el Congreso del Partido y el Parlamento, donde se autorizó la ampliación de actividades del sector cuentapropista (autónomo) para llevar a cabo servicios no esenciales para el desarrollo económico del país, pero sin dejar de ser éstos importantes para la atención de la sociedad.
(10)
· En el Sistema Político Capitalista, los intereses de los partidos dominantes no basan el desarrollo económico del país en la necesidad material real de la sociedad, sino que manera que favorece la creación de necesidades que promuevan el consumismo desmedido. No pone las novedades tecnológicas y científicas en función del desarrollo social, sino en minimizar los costes productivos y donde la industrialización abarata la mano de obra humana.
· El sistema Político Cubano enfoca sus esfuerzos en las necesidades económicas reales del país a corto, mediano y largo plazo; planifica las inversiones e incluso hasta proyecta la formación de la fuerza laboral y profesional en base a dichas necesidades. Los recursos naturales y económicos se ponen a disposición del desarrollo y la demanda social.
La llamada “democracia” representativa está inscrita por un sistema que no cree en la equidad ni en el respeto a los derechos de la sociedad. Los medios de prensas se ponen al servicio de los sectores que controlan el poder económico_ claro está, son los que pagan millonarias sumas_ promoviendo por sus espacios la cultura de la enajenación, de la resignación, de lo banal, donde se valora por las posesiones y no por cómo se actúa: no se premian los valores humanos sino el estatus social que proporcionan las propiedades.
Esa “democracia” representativa del Sistema Político Capitalista fundamenta su desarrollo en el expansionismo, en la colonización de otros pueblos, en el expolio de los recursos ajenos, en la imposición a otros pueblos menos desarrollados a la dependencia económica, a despojar a los gobiernos del control económico a través del engañadizo “libre comercio”_ el cual más bien facilita la desregularización de las economías y abre las puertas a la desigual competencia.
En esa pluripartidista “democracia” representativa del capitalismo sólo hay que ver cómo la Troika Europea impone sus dictados de recortes (mal llamados “de austeridad”) en Grecia, España o Portugal; o como el gobierno derechista del Estado Español respondiendo a los intereses yanquis intenta dar lecciones de “democracia” al gobierno de la República Bolivariana de Venezuela de Nicolás Maduro y se posicionó a favor de las intentonas de golpes de Estado y de los cabecillas de la oposición que promovieron las guarimbas y las muertes resultantes; o como el gobierno de los Estados Unidos mantiene en pleno siglo XXI a Puerto Rico en condición de colonia o ha condenado a la destrucción por medio de guerras de rapiñas a Irak, Libia y Siria (por controlar sus recursos naturales y además cercar más a Rusia), mientras se hace el cegato con el genocidio israelí contra el pueblo palestino.
Esa pluripartidista “democracia” representativa del capitalismo no pronuncia condena alguna contra los bombardeos de Arabia Saudita contra Yemén ni tampoco contra Estados Unidos por proporcionar armas para tal magnicidio; o como la fuerza política derechista representada por Mauricio Macri ya adopta medidas que va desmantelando los derechos del hermano pueblo argentino.
Mientras la llamada “democracia” representativa responde a sectores que tienen el poder económico en sus manos, la democracia participativa emancipa a cada mujer y hombre a través de su desarrollo cultural y pone al ser humano como factor fundamental en la transformación de la sociedad, en el desarrollo económico y en la actividad política del país. Cuba es ejemplo de ello y se muestra en estos 57 años de Revolución, donde muy a pesar del genocida bloqueo económico imperialista y la acción servil de otros gobiernos europeos a los intereses del Tío Sam, el pueblo cubano sigue gozando de conquistas sociales reconocidas por organismos internacionales y que se carecen en esos países desarrollados con la "democracia" representativa.


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