Los cubanos elegirán el 3 de febrero de 2013 a los 612 diputados al Parlamento y los casi mil 270 delegados a las asambleas provinciales del Poder Popular, como continuidad de un proceso “particular y profundamente democrático”.
Así opina el vicedecano de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana,
Juan Mendoza, quien en diálogo con Prensa Latina aclaró dos importantes
interrogantes: ¿De qué forma se eligen los candidatos para ocupar estos
escaños?, ¿Cuál es su labor después de ser electos?
El especialista explicó que las candidaturas a diputados y delegados
provinciales están integradas en un 50 por ciento por concejales
elegidos durante los comicios parciales.
Entre octubre y noviembre pasados, se seleccionaron los 14 mil 537
representantes a las 168 asambleas municipales del Poder Popular del
país, un proceso que que contó en su primera vuelta con la participación
de más del 94 por ciento de los ciudadanos con derecho al voto.
“Esos concejales pasan a formar parte del órgano de poder inmediato a
nivel del municipio, que es el centro territorial y político
fundamental del país, por lo cual se convierten en un protagonista del
sistema político en la base de la población, de la ciudadanía y del
sistema de gobierno”, señaló.
La mitad restante de la candidatura la nomina la sociedad civil,
según Mendoza, en comisiones de candidatura integradas por
organizaciones sociales y de masas como la Federación Estudiantil Universitaria, la Central de Trabajadores de Cuba, la Federación de Mujeres Cubanas y la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños.
Estas comisiones, continuó, trabajan con propuestas que vienen desde
los colectivos en la base y manejan un universo extraordinario de
nombres para conformar las candidaturas, las cuales luego se aprueban en
las Asambleas Municipales del Poder Popular.
De acuerdo con el jurista, son los concejales los encargados de
decidir quienes van a estar en las boletas de candidatos a delegados
provinciales y a diputados.
“Ese proceso garantiza que nuestra Asamblea Nacional
sea tan rica; en ella lo mismo se encuentra a un artista famoso, un
deportista de altísimo rendimiento, un médico, un agricultor, un obrero,
un estudiante, es decir, representantes de ese mosaico tan rico de la
sociedad”, consideró.
Cuando finaliza el proceso y se definen los elegidos, explicó
Mendoza, estos delegados y diputados adquieren la responsabilidad
fundamental de representar a sus electores en los distintos niveles.
En este sentido, por ejemplo “las asambleas tienen a su cargo una
elección tan importante como es la de los jueces, que son quienes
deberán impartir justicia en las diferentes localidades”, apuntó.
Un elemento destacado por el vicedecano se refiere a que ni delegados
ni diputados dejan de lado sus profesiones, sino que simultanean ambas
responsabilidades, y tampoco son retribuidos, es decir, no reciben
salarios por ocupar esos escaños en el Poder Popular.
Mendoza resumió que el modelo electoral cubano es peculiar y tiene
que ver con una experiencia y una tradición que se ha ido consolidando
en el país.
“¿Es perfectible? Claro que sí. Se estudian mecanismos y formas de
perfeccionar nuestra ley. En estos momentos en que el país perfecciona
el modelo económico y fortalece su institucionalidad, uno de los
mecanismos es justamente este: el análisis de la ley electoral para
perfeccionarla”, señaló.
(Con información de Prensa Latina)
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