Tomado de Granma
Por
SOCHI, Rusia.
Muchas han sido las hostilidades que a lo largo de más
de 55 años el pueblo cubano ha tenido que enfrentar, mas si una mantuvo en vilo
constante a millones de personas durante más de cinco meses, fue esa en que un
niño cubano fue separado de su tierra, de su familia, de sus amigos, de su
escuela.
El mismo pequeño que un 28 de junio hace 17 años
descendiera por las escalerillas del avión en brazos de su padre para ser
devuelto a su tierra después de un peliagudo proceso con la justicia
estadounidense, hoy es un joven recién graduado de una universidad cubana, que
con la verdad y la palabra como armas defiende las razones de un pueblo
amenazado por el imperialismo.
El genocida bloqueo comercial y financiero que impone
la nación norteña a Cuba; la existencia de una variedad de acciones políticas
militares, económicas, biológicas, diplomáticas, propagandísticas, de
espionaje; la ejecución de actos terroristas y de sabotaje; la organización y
apoyo logístico a bandas armadas y grupos mercenarios clandestinos; el aliento
a la deserción y emigración, y los intentos de liquidar físicamente a los
líderes del proceso revolucionario cubano, fueron las mejores evidencias que
enumeró Elián González para acusar al imperialismo yanqui. Elián está invitado
al XIX Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, e intervino en el
Tribunal Antimperialista que sesionó ayer al sur de Rusia, en la ciudad
balneario de Sochi.
« ¿Tiene alguien derecho a subvertir el orden
constitucional que mi país ha dado a sí mismo, en uso de una soberanía ganada
al precio de los mayores sacrificios? », cuestionó Elián González, y dijo que
el único «crimen» cometido por Cuba ha sido la independencia, la soberanía, la
utopía de construir un país para los humildes.
El joven cubano denunció las leyes Torricelly,
Helms-Burton y la Ley de Ajuste Cubano, la tenencia de la base ilegal en
territorio de Guantánamo, la invasión a Playa Girón organizada por la Agencia
Central de Inteligencia de Estados Unidos, la voladura del avión en Barbados,
el encarcelamiento de los Cinco Héroes, y otros crímenes cometidos contra la
Mayor de las Antillas.
La idea de destruir a Cuba ha sido una obsesión que
lleva casi 60 años –manifestó Elián- y conduce la política de ese país por los
más sucios y denigrantes caminos, llenos de desaciertos, mentiras, errores y
fracasos. «Esta política ha estado encaminada a entorpecer y obstaculizar los
impresionantes logros que la política social cubana ha conquistado».
Insistió además en las nuevas modalidades de
subversión, basadas en el ofrecimiento de becas a jóvenes cubanos, el empleo
más intensivo de las nuevas tecnologías para el envío de información
contrarrevolucionaria a través de Internet y la mensajería celular, la
promoción de una nueva contrarrevolución, con actores alternativos a los
tradicionales, entre otras vías.
Elián pidió justicia por los héroes y mártires de la
patria, por los silenciados, por las vidas truncadas, incompletas,
irremediablemente dañadas, por las víctimas del terrorismo y el bloqueo, por
los hermanos bolivarianos que sufren los embates de una política injerencista,
por el heroico pueblo de Cuba.
Elián recordó que después de llegar a Estados Unidos,
a pesar de haber sufrido la pérdida de su madre y de no poder disfrutar la
compañía de su padre, le fueron privados los derechos establecidos en la
Convención de los Derechos del Niño.
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