Eurodiputada del PNV Izaskun Bilbao interviene en la Eurocámara. Foto: @IzaskunBilbaoB
Por Gustavo de la Torre Morales
La gran "demo-crack-CIA", en occidente (dígase EEUU y Comunidad Europea), carga con nueva oleada de trompetas llamando al mundo para llevar a Cuba al matadero.
En el Parlamento Europeo, la manada de la derecha y ultraderecha arremete, con nuevo intento, en la busqueda que a Cuba se le crucifique, simplemente, porque no acaba de arrodillarse a los intereses imperialistas del Tío Sam.
También otras voces, como Dirá Charanzova, José Ramón Bauzá, Francisco Millán Mon o Hermann Tertsch, se lanzaron a reproducir los tópicos utilizados por fuentes que son subcontratadas para crear informes y noticias con matrices de opiniones adversas a Cuba y su proceso político (cabe señalar que dicho proceso político se ratificó por medio de referéndum popular, al aprobarse la nueva Carta Magna, en 2019).
Este último mencionado, el Sr. Tertsch, se desbocó llamando al gobierno cubano como "mafia comunista", cuando es bien sabido que la mafia es un producto del capitalismo y que aún existe en ese sistema; además, este Sr. olvida (dígase omite) que la mafia de Meyer Lansky (que fue amparada en EEUU) campeaba en La Habana, en el gobierno de Fulgencio Batista, como campea desde 1960 en Miami, dentro de las organizaciones terroristas que conviven bajo el amparo de los gobiernos de EEUU.
Es más que comprobado, que en el Parlamento Europeo se le abren las puertas a todo tipo de jauría anticubana, que ayudan a calzar toda la farsa montada por la derecha y la ultraderecha.
Este es el caso del Instituto Internacional sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (concretamente denominado “Raza e Igualdad”), asociación residente en Miami, que se ha unido a la comparsa de la guerra mediática, diplomática y política contra Cuba.
El "argumentario", como siempre, trillado, manipulado, forrado de mentiras, embustes y manipulaciones, donde se trata de disfrazar como “presos políticos y de conciencia” a toda la delincuencia sancionada, por los disturbios del 11 y 12 de julio de 2021 en Cuba.
Igualmente, destilan con odio, culpando al gobierno cubano como único responsable de la cruda situación que afronta la familia cubana, pasando por alto todo el andamiaje impuesto por el imperialismo estadounidense para generar carencias y serias necesidades, de las cuales, muchos gobiernos y organizaciones políticas del ala derecha y ultraderecha europeas, sirven como cómplices. Una política de guerra económica, para recrudecer, aún más, e impedir el normal desarrollo de Cuba y, así, generar descontento en la sociedad cubana.
Los objetivos son claros: boicotear el acuerdo de diálogo político y cooperación entre la Unión Europea y el gobierno de Cuba, como justificar la asfixia económica al pueblo cubano. Es disfrazar las medidas de restricciones y bloqueo, como si fuesen "sanciones dirigidas al régimen cubano".
Por tanto, no es una motivación humanitaria ni solidaria para velar por los derechos humanos ni las libertades del pueblo cubano, sino el cumplir mezquinos intereses de poderío y control imperialista; porque no se logró doblegar al gobierno ni el pueblo revolucionario, desde su triunfo en enero de 1959.
Estos teatros dramatizados de "presos de consciencia", "régimen y dictadura", "mafia comunista" y resto de sandeces, no es más que la intención de naturalizar la política de colonización y saqueo, de injerencia e intervencionismo militar, de expolio de recursos y de expansionismo militar.
Es un acto engañadizo, que quienes justifican el criminal bloqueo económico a Cuba, como si fuera una "lucha por la democracia", puedan llevar adelante esa "lucha" con financiación de organizaciones, entidades, empresas y gobiernos, cuyos intereses se reflejan en crear conflictos entre los pueblos, financiar grupúsculos mercenarios, generar caos sociales, organizar y/o asesorar golpes de Estado en países de interés geopolíticos.
Es incomprensible, que políticos de EEUU como de la Comunidad Europea, se desboquen tanto en el Macartismo, en pleno siglo XXI, sin reparar en gastos, para darle créditos a la doctrina monroista de la "fruta madura"; mientras en sus propios países se viven grandes revueltas sociales por la falta de libertad y derechos, donde diversos sectores del pueblo salen a las calles para protestar por las políticas de despido fácil, del desahucio forzoso para beneficiar a bancos o fondos buitres, de la judicialización a las protestas pacíficas, a la censura de la libertad de opinión, de los grandes recortes a los presupuestos para la salud y la educación públicas, de socializar las deudas privadas y de dirigir mayor inversión a la industria bélica y no a la seguridad social.
Estos politiqueros deberían sentir vergüenza y, al menos, dedicar más energía a los justos reclamos de sus propias sociedades. Y si tan "solidarios" quieren llegar a ser, que se atrevan a condenar y sancionar (ya que les gusta tanto hacer el papel de gendarme supremacista) el genocidio del sionismo israelí contra Palestina.
Señoras y señores, dejen el vomitivo acto de ser siervos del imperialismo y, por una vez, miren la viga que suspende sobre sus propios ojos.
Quiten el bloqueo económico y ya verán que la única excusa de la difícil situación en Cuba, radica en esa aberrante política de estrangulamiento.
¡No más bloqueo a Cuba!
¡Mejor sin bloqueo!
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