Represión policial en España
Tomado del FB de Gustavo de la Torre Morales
La derecha y ultraderecha europeas, asumiendo los cánticos de la "democracia" burguesa e imperialista occidental, señalan a Cuba de "régimen represor" y "dictadura"; pero omiten que en países de la Comunidad Europea se sufren las cargas de los "anti"disturbios con porras y pistolas taser.
Represión policial que le costó la vida a George Floyd, como a tantos otras personas en EEUU
En algunos países de la democracia europea (se puede citar a Francia o España), las fuerzas policiales han disparado balas de gomas y han propinado palizas, bajo el paraguas de la Ley y la “democracia”, provocando graves lesiones o discapacidades a personas (mutilación del globo ocular o pérdidas de visión). Ningún agente ha sido condenado por esto.
¿Ya se ha olvidado que en 2014, murieron 14 personas ahogadas en la playa del Tarajal (Ceuta), porque la Guardia Civil les disparaba balas de goma a emigrantes que trataban de llegar nadando a la orilla?
¿Qué se podría decir de los señores del norte brutal: EEUU? Un país, donde el racismo y la violencia en la policía ya es “cultura” doméstica.
En las democracias de la derecha y ultraderecha europeas, se realizan desahucios (desalojos) forzosos con el uso de esas fuerzas del "orden público", se realizan detenciones arbitrarias en manifestaciones pacíficas o por llevar adelante un referéndum social sobre la soberanía de un territorio o por condenar las políticas de recortes sociales.
La derecha y ultraderecha europeas son las que también destinan fondos para apoyar la desestabilización política en otros países; incluso, aplauden ciegamente, cuando EEUU interviene en los asuntos internos de otro país de América Latina, Asia o África, asesorando golpes de Estado, derrocando a gobiernos constitucionalmente elegidos y erigiendo dictaduras paramilitares.
La derecha y ultraderecha europeas se “horrorizan” de los actos cometidos por organizaciones terroristas que campean por el mundo; pero se vuelven tuertos cuando hay que señalar a los gobiernos de EEUU como creadores y financistas de esos grupos fanáticos y criminales que han cometido actos contra la humanidad o cuando se señalan a individuos que buscan en la violencia y la delincuencia (edulcorada como “disidencia”) un modo de vida para satisfacer intereses capitalistas.
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