En Cuba, los organos policiales custodian a las Damas de Blanco para evitar enfrentamientos de la población con estas mercenarias. |
Para la prensa extranjera que
responde a los monopolios mediáticos capitalistas, Cuba es un "infierno
dictatorial”, por el simple hecho que una contrarrevolucionaria (con ansias de
protagonismo mediático; lo que es igual a salario) se declare falsamente en
"huelga de hambre" para reivindicar “libertades y derechos” al estilo
American way de antes de 1959.
Igualmente, corresponsales de
dichos medios, tanto desde fuera como los que radican en la Isla, corren despavoridamente
para darle cámaras y micrófonos al “paseo” propagandístico que se montan las eufemísticas
“Damas de Blanco” (deberían llamarlas Damas-del-Dólar) para aclamar la atención
y así poner en práctica la política de desestabilización que le orientan desde
la SINA (Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana).
El cotilleo y el vandalismo mediático
contra Cuba se encrudece contra la dirección de la Revolución y sus órganos policiales,
cuando estos últimos se ven en la obligación de intervenir, con el objetivo de
evitar que la respuesta de la propia población contra este fardo de mercenarias
llegue a confrontaciones físicas. Entonces, los “periodistas” extranjeros
presentes traducen la intervención de las autoridades en “brutales agresiones”…
aunque dichas mujeres de “blanco” lleguen a sus casas sin rasguño alguno.
Sin embargo, estos mismos
medios, que se prestan a viles tergiversaciones y que tanto se desgarran en
criticar el socialismo cubano y la dirección del gobierno del país, asumen con
pura tranquilidad el descontento existente en sus propios países.
Ejemplo de esto se está
viviendo en España, con la existencia de un gobierno dirigido, principalmente,
por el Partido Popular y la asistencia de la derecha del país, el cual sólo
atina a imponer medidas de recortes sociales para salvar a bancos, alcanzar la sonrisa
de los mercados financieros y lograr la complacencia de la cúpula de la Unión Europea.
Las marchas como esta de
España, también se llevan a cabo en Grecia, Francia, Italia, Inglaterra y demás
países, y terminan con las cargas policiales que se vuelven “normales” en estos
sistemas “democráticos”.
Pero… estas cargas no se
realizan en Cuba.
La sociedad española se
levantó nuevamente en una manifestación pacífica este 25 de septiembre en las
mediaciones del Congreso, con los reclamos de dimisión del Gobierno, disolución
de las Cortes y la apertura de un proceso Constituyente, y como era de esperar,
se sumaron a los manifestantes sólo los diputados de la Izquierda Plural
(IU-ICV-CHA), Esquerra Republicana (ERC), Amaiur y el Bloque Nacionalista Gallego
(BNG), los cuales salieron del Congreso. El resto, se quedó sin inmutarse en
sus funciones.
Eso sí, de pacífico pasó
a una andanada de “estímulos forestales” (palos) que esparcieron los
antimotines y la policía presente a los manifestantes, como respuesta a las
solicitudes del pueblo. La jornada de golpes terminó con 64 personas heridas y
34 detenidas.
Ahora, lo más curioso
de comparar ambos métodos de actuación policial: el cubano y el español; es que
Cuba la propia policía resguardan a los mercenarios para evitar que sufran
daños frente a la respuesta de la propia población y sólo infiltra agentes para
descubrir los planes del enemigo de la Revolución; pero en el Estado Español se
infiltran agentes en las manifestaciones para que inciten y provoquen los
enfrentamientos y después los órganos represivos, tengan su tan jugosa excusa
de intervención.
No han sido pocos los
casos que agentes se mezclan con manifestantes para después propiciar escenarios
donde los antimotines intervengan. En esta misma manifestación del 25 de
septiembre, los enfrentamientos comenzaron cuando aparecieron algunos grupos
con capuchas que traspasaron el perímetro de seguridad del Congreso y se
enfrentaron a los policías. Pero esos mismos encapuchados fueron fotografiados
un poco después deteniendo a otras personas junto a los antidisturbios.
Si la misma respuesta
policial que se dio en Madrid se hubiera llevado a cabo en Cuba ¿Cómo se
hubieran manifestado los medios y corresponsales al servicio de los monopolios?
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