Resumen Medio Oriente/Colombia Informa
Facebook brindó a sus más de 1.230 millones de usuarios en todo el mundo la posibilidad de acompañar su imagen de perfil con los colores de Francia, después de los atentados del viernes. Google adoptó la bandera de ese país como insignia para sus productos, y ofreció un servicio de llamadas gratis a Francia desde cualquier parte del mundo. Pero nada de eso promovieron estas corporaciones hegemónicas de la comunicación virtual en ocasión de las ya incontables masacres en el mundo árabe. “Utilizar el filtro de Facebook (con la bandera francesa) para solidarizarse con las víctimas de los atentados en París es apoyar una visión del mundo en la que sólo preocupan las muertes de ciudadanos occidentales”, afirma el periodista catalán Eric Lluent, en un artículo crítico con la política de la principal red social que se volvió viral. A continuación, brindamos un repaso por algunas de las masacres en el mundo árabe, por las que ni Facebook ni Google se mostraron sensibles.
-Garissa, Kenia. 2 de abril de 2015. Un ataque en la Universidad de Garissa, en el noreste deKenia, dejó al menos 147 muertos y 80 heridos. Al Shabab, la organización armada islamista somalí, se atribuyó responsabilidad por el ataque ante periodistas y publicó una declaración en su página web.
-Diyala, Irak. 18 de julio de 2015. Un atentado con coche bomba cometido por Estado Islámico contra un mercado de esta provincia al este de Irak mató a 115 personas, muchas de ellas mujeres y niños, en uno de los ataques más letales registrados en el país en la última década. Las víctimas, en su mayoría chiíes, estaban reunidas en el mercado para celebrar el final del mes sagrado del islam, el Ramadán.
-Península de Sinaí, Egipto. 31 de octubre de 2015. Un avión de pasajeros ruso se estrella sin sobrevivientes, en lo que se especula haya sido un atentado. Estado Islámico se atribuye el ataque, aunque las autoridades rusas aún no dieron crédito a esa versión. 224 muertos.
-Damaturu, Nigeria. 20 de septiembre de 2015. Al menos 100 personas murieron en un ataque en la aldea de Kukuwa Gari, en el noreste de Nigeria. El atentado fue reivindicado por Boko Haram.
-Ankara, Turquía. 10 de octubre de 2015. Una manifestación por la paz fue atacada frente a la estación de trenes de la capital por dos explosiones simultáneas. El saldo fue de 86 muertos y 186 heridos, 28 de ellos graves.
-Borno, Nigeria. 11 de agosto de 2015. Al menos 50 personas murieron y otras 52 resultaron heridas después de una fuerte explosión registrada en un mercado local en el noreste de Nigeria, una de las regiones más azotadas por el terror del grupo yihadista Boko Haram.
-Bagdad, Irak. 13 de noviembre de 2015. Al menos 17 personas murieron y 32 resultaron heridas cuando un atacante suicida se inmoló en un cortejo fúnebre en el suroeste de Bagdad. Estado Islámico se adjudicó el ataque, afirmando que se dirigió a milicias chiítas como venganza contra las operaciones militares que se adelantan en Salaheddin, Anbar y Falluja.
-Mogadiscio, Somalía. Un ataque explosivo contra un hotel de la capital somalí dejó como saldo al menos 20 muertos. El atentado fue reivindicado por el grupo islamista Al Shabab.
-Los grupos terroristas promovidos por occidente, los bombardeos de la OTAN, EEUU, Francia, Israel y Arabia Saudí
Las centenares de víctimas cotidianas -de todos los días- en ataques de grupos como Estado Islámico o Boko Haram, de conocidos vínculos con las potencias de occidente, no conmueven a las ciudadanías de los países cuyos gobiernos son promotores de la guerra por el petróleo en Medio Oriente. Sin embargo, difundir sus cifras resulta funcional para la estrategia de las grandes cadenas de noticias de los países centrales, que buscan alimentar una idea abstracta y lejana del terror.
Hay además otras miles de muertes igual de cotidianas, pero aún más invisibilizadas. Los bombardeos y ataques de la OTAN sobre Libia, los de la coalición internacional comandada por los EEUU en Siria o de Israel sobre Palestina (que sólo en lo que va de noviembre ya causó más de 70 muertes), dejan regueros de civiles masacrados y destrucción de ciudades enteras en toda la región.
Hasta la fecha la campaña militar de Arabia Saudí, estado aliado de los EEUU en la región, contra Yemen, causó la muerte de más de 6.000 yemeníes -entre ellos, 1700 niños y más de 1000 mujeres-, y dejó más de 13.500 heridos, según cifras anunciadas por la Coalición Civil de Yemen.
“Conocieron ayer en París lo que vivimos aquí desde hace cinco años”, dijo el presidente sirio Bashar al Assad a una delegación de diputados franceses después de los ataques. La afirmación es tan trágica como cierta, aunque los medios hegemónicos de comunicación en el mundo pretendan no enterarse.
“Con gestos como este lo único que hace Facebook es establecer una estructura hegemónica de prioridades en la que los muertos occidentales preocupan y las víctimas, por ejemplo, del atentado en Beirut de hace dos días, simplemente no cuentan. ¿O es que nos dieron la opción del filtro con la bandera del Líbano?”, se pregunta Eric Lluent en su nota crítica con la red social.
Y no, no hay filtro libanés, ni sirio ni palestino para nuestras fotos de perfil. Queda a la prensa alternativa, y a los ciudadanos críticos, dar la batalla por no naturalizar las tragedias ajenas mientras se lamentan las propias, no asumir como natural las injusticias y la desigualdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario