Las relaciones de Cuba y
Estados Unidos se han visto condicionadas a la continua andanada de agresiones
que los diferentes gobiernos estadounidenses han puesto como una variable fija,
en la fórmula de su política hacia Cuba.
La prensa al servicio
del imperialismo, puso todas sus herramientas en crear la ilusión de una Cuba
próspera antes del triunfo revolucionario, únicamente para desacreditar el
naciente proceso revolucionario; omitiendo totalmente que esa época antes de
enero de 1959 realmente estuvo caracterizada por gobiernos de turno, salpicados
por la corrupción, políticas de desamparo social, abusos, represión y la
presencia de la mafia, controlando una parte de la economía del país, usando a
Cuba como epicentro de casinos, juego, prostitución y puente en el tráfico de
drogas desde países sudamericanos hacia los propios Estados Unidos.
Aun hoy en día, esbirros
y prensa defienden desde Miami o Madrid el gobierno de Fulgencio Batista como "próspero" y lujoso; excluyendo la realidad sanguinaria que se vivió.
Sin embargo, el entonces
senador, J. F. Kennedy en su campaña electoral, 6 de octubre de 1960, en un banquete ofrecido por el
Partido Demócrata en la ciudad de Cincinnati, Ohio, señaló: “Quizás el más
desastroso de nuestros errores fue la decisión de encumbrar y darle respaldo a
una de las dictaduras más sangrientas y represivas de la larga historia de la
represión latinoamericana. Fulgencio Batista asesinó a 20 000 cubanos en siete
años, una proporción de la población de Cuba mayor que la de los
norteamericanos que murieron en las dos grandes guerras mundiales (…) Voceros
de la Administración elogiaban a Batista, lo exaltaban como un aliado confiable
y un buen amigo, en momentos en que Batista asesinaba a miles de ciudadanos,
destruía los últimos vestigios de libertad y robaba cientos de millones de
dólares al pueblo cubano.”(1)
Entonces, ¿Dónde estuvo
la prosperidad en esa época matizada por asesinatos, una población altamente
analfabeta y aplastada por el desamparo social; pero también con una economía
dependiente, padeciendo la fuga de capitales y con concesiones beneficiosas
para empresas extranjeras (mayoritariamente norteamericanas)?
El lingüista,
filósofo, politólogo y activista estadounidense Naom Chomski, señaló: "Cuando
algún país tiene éxito en desembarazarse del sistema global dominado por
Estados Unidos, la respuesta inmediata ha sido (sin excluir el terror y el
sabotaje), evitar lo que, algunas veces, ha sido llamado en documentos internos
‛éxitos ideológicos’ (…) el temor de los planificadores ha sido siempre que el
éxito de la revolución o de la reforma social pueda influir en otros para
seguir el mismo ejemplo".(2)
Es por lo anterior que el
imperialismo vio como inaceptable que a sólo 90 millas de sus narices, un
pueblo decidido se encare con firmeza e imponga una política domestica que
beneficie a la mayoría social y defienda su soberanía y autodeterminación de
construir su propio camino. Para el imperialismo era una ofensa que un pueblo
no se doblegue, no permita que nuevamente “le tuerzan el brazo”. El
imperialismo se creyó con el “derecho” de castigar tal atrevimiento de rebeldía
y pusieron en práctica todo tipo de complot que pudiera conducir al
derrocamiento de la Revolución: actividades subversivas, lanzamientos y desembarcos de armas y explosivos,
organización de invasiones, filtración de espías y saboteadores, ataques
piratas, guerra bacteriológica; como también planes de asesinatos a líderes
políticos, diplomáticos y representantes de diversas ramas. Pero como política de asfixia económica contra el pueblo cubano se aprobó en forma de Ley, y con carácter prolongado, el bloqueo económico,
financiero y comercial.
No faltaron socios que se sumaron a
la aplicación de dicha política de acorralamiento y entre ellos estuvo la Unión
Europea que a partir de 1996 aprueba el llamado "Acuerdo de Posición Común",
impulsado por el gobierno español de José María Aznar, quien en acto servil al
gobierno de George W. Bush, apoya el estrangulamiento económico del pueblo
cubano.
Para el éxito de tal magnicidio era
necesario el apoyo o, al menos, el consentimiento de la opinión pública
internacional. Por tanto, era necesario crear una visión distorsionada de la
realidad cubana, haciendo creer que era necesaria la liquidación de la
“dictadura” cubana. Los lobbies "Think-Tanks" de la propagada anticubana se
enfocaron en hacer pasar por sus instrumentos, los massmedia, la concepción de
que el gobierno cubano justificaba, en arrebato oportunista, el “fracaso” del
socialismo con un bloqueo "inexistente", o simplemente lo edulcoraban como si
fuera un “embargo” que tenía un carácter "bilateral".
¿Si fuese un acuerdo bilateral, por
qué el gobierno cubano presenta en la ONU cada año su Informe sobre la
Resolución titulada "Necesidad de poner fin al
bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de
América contra Cuba"?(3)
Pero como el mismísimo novelista, poeta y dramaturgo español, Miguel
de Cervantes, dijo, “La verdad se elevará por
encima de la mentira así como el aceite flota sobre el agua”.
El diciembre de 2017, el entonces presidente
de EEUU, Barack Obama, daba una alocución al mundo donde sentenciaba lo habían "hemos hecho principalmente a través de
políticas que apuntaban a aislar la isla, evitando los viajes y el comercio más
básicos que los estadounidenses pueden disfrutar en cualquier otro lugar. Y
aunque esta política ha estado enraizada en la mejor de las intenciones, ninguna
otra nación se une a nosotros para imponer estas sanciones”, para poco
después sentenciar que “después de todo, estos 50 años han demostrado que el
aislamiento no funcionó."(4)
Entonces ¡El bloqueo, con el objetivo de aislar a Cuba, a través del ahogo
económico, es real!
Claro, de lo anterior, lo único que se
pone en duda es lo de "las buenas intenciones".
Después de más de 50
años de implementación de una guerra psicológica contra el pueblo cubano, a
través de las dificultades económicas y las carencias materiales, en la última
etapa del mandato de Obama se abrió una puerta de posibilidades a nuevas
relaciones entre ambos países; donde se establecieran acuerdos basados en la
cooperación mutua y no en las restricciones que los gobiernos de EEUU estaban
implementando, incluso, contra sus propios ciudadanos; quienes tenían prohibido
el viajar a Cuba si no cumplía estrictos requisitos.
Nuevamente, esa gran prensa que tanto aclama por la "libertad" de expresión y la "verdad", volvió a tergiversar la
realidad, dando informaciones a sus seguidores que daban a entender que el
bloqueo se había eliminado. ¡Otra mentira más!
Por culpa de las cotidianas torpezas
del actual presidente Donald Trump, se ha vuelto a descubrir que esa agresiva
política de asfixia económica contra Cuba aún existe. Por ello, para esa prensa
sensacionalista que ha mentido durante todo este tiempo, deben haber sentido como
jarro de agua fría las palabras de la alta
representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea
(UE),
Federica Mogherini, quien afirmó este jueves 4 de enero de 2018: "El bloqueo no es la solución.
Se lo hemos dicho así muchas veces a nuestros amigos estadounidenses y lo hemos
afirmado repetidamente en las Naciones Unidas. El único efecto del bloqueo es empeorar la calidad
de vida de las mujeres, los hombres y los niños cubanos".
Entonces ¡El bloqueo, con
el objetivo de aislar a Cuba, a través del ahogo económico, aún existe!, como razón tiene el gobierno de Cuba al denunciar en la ONU que: ¡El bloqueo ocasiona millonarias pérdidas
directamente a la economía del país, como a la economía de toda la población
cubana!
Lo anterior deja claro
que Cuba nunca miente.
Pese a todas las
perretas del imperialismo y las mentiras de los medios a su servicio, simplemente
el pueblo cubano sigue respaldando la construcción del socialismo como una
alternativa posible y de plena justicia social; aunque por ello haya que seguir
afrontando dificultades y sorteando obstáculos, porque como expresó el apóstol
cubano, José Martí:
“Pero la noción del bien flota sobre
todo y no naufraga jamás.”(5)
NOTAS:
(1) The American Presidency Project. Speech of Senator John F. Kennedy, Cincinnati, Ohio,
Democratic Dinner. October
6, 1960.
(2)
Noam Chomski, “La Administración Carter: mito y
realidad”, Cuadernos Semestrales (CIDE), Estados Unidos, perspectiva
latinoamericana, no. 2-3, México, p. 195.
(5)
José
Martí, “El Presidio Político en Cuba”. España. Madrid, 1871. O.C. 1:52
No hay comentarios:
Publicar un comentario