Todas las administraciones estadounidenses que gestionaron esa ofensiva (Destino Manifiesto) reforzaron su presencia multifacética e intervencionista, con particular agresividad en Centroamérica y el Caribe.
Foto: ContrahegemoníaWeb
Tomado de GranmaPor
El analista internacional venezolano Sergio Rodríguez Gelfenstein afirmó hace algunas semanas que el momento político que vive América Latina, el de la restauración conservadora –alentada tanto por factores internos, entre ellos el ascenso de una nueva derecha que aprendió de las derrotas del ciclo progresista de inicios del siglo XXI, como externos (principalmente la victoria electoral de Donald Trump y la radicalización imperial de la política exterior de Estados Unidos)– supone la mayor regresión de la historia latinoamericana.
«Volvimos a comienzos del siglo XX», precisaba Gelfenstein; a los tiempos de «creciente intervención militar y económica de la potencia norteamericana en América Latina, sobre todo en el Caribe». Lleva razón en sus palabras.