El
2 de julio del año pasado, se realizó en Poble Nou, Barcelona, España, la Festa
D’Avant del Partido de las y los Comunistas de Cataluña (PCC); donde también se
celebró la Primera Conferencia de la Federación de Solidaridad
Internacionalista del Partido.
Este
año, en el mismo mes de julio, pero el sábado 7, nuevamente se reunieron los
comunistas para realizar otra celebración de Avant, con una gran comida
colectiva con un poco más de medio millar de personas; donde nuevamente el
compañero Joan Josep Nuet, Secretario General del Partido y Diputado de Izquierda
Unida y Alternativa (EUiA, según siglas en catalán).
Dando
seguimiento los artículos discutidos en la Primera Conferencia, la Célula de Solidaridad Internacionalista
Che Guevara, del Partido, sigue dándole continuidad a los temas tratados en la
anterior.
Cuba, uno de los temas debatidos, vuelve a estar
reflejada en sus documentos.
Célula de Solidaridad Internacionalista del PCC "Che Guevara" , 2012.
Actualización
de la economía cubana y los Lineamientos de la Política Económica
y Social analizada por la población y aprobados en el VI Congreso del Partido
Comunista de Cuba.
El triunfo de la
Revolución cubana produjo en el vecino del norte: Estados Unidos; una reacción
de hostilidad contra la Isla, el cual también se manifestó a través de
organismos internacionales que respondían a los intereses imperialistas, como
el caso de la Organización de Estados Americanos (OEA). Organismo que expulsó a
Cuba a principios de los años 60 por maniobra orientada desde los Estados
Unidos, con el único objetivo de aislar a la Revolución y entorpecer todo
intercambio comercial que posibilitara desarrollo para Cuba bajo el nuevo
sistema político.
El otrora campo
socialista de Europa le dio a Cuba la posibilidad de abrirse paso y continuar
con el avance de las nuevas medidas revolucionarias y el desarrollo de las
conquistas del socialismo. Por esta vía se le proporcionaba a Cuba precios
justos que permitían evadir todo tipo de intercambio desigual, muy
característico de las relaciones con el bloque capitalista.
El desmoronamiento de
este campo socialista de Europa y el recrudecimiento de la política agresiva
imperial de bloqueo contra Cuba, con las nuevas leyes Torricelly (1992) y la
Helms-Burton (1996), dio un duro golpe a la economía de la Isla, sostenida en
un 85% por las relaciones comerciales con este bloque socialista.
Igualmente, se perdió
el aseguramiento del suministro de tecnología y la posibilidad de adquirir
créditos en términos y plazos satisfactorios, con de bajos intereses.
El fracaso del
socialismo en Europa desencadenó la euforia imperialista y la de grupos
mafiosos y contrarrevolucionarios basificados en Estados Unidos (en Miami
principalmente). Las incitaciones al vandalismo desde Radio y TV Martí (cadenas
orientadas a instigar la subversión interna) crecieron. La incitación al
secuestro de aeronaves o embarcaciones con el objetivo de llegar a suelo
norteamericano y ser recibidos como “héroes” provocó una nueva oleada de actos
vandálicos por parte de la delincuencia contrarrevolucionaria cubana y la
llamada “crisis de los balseros”.
Ya desde 1989 el
compañero Fidel Castro Ruz había alertado sobre las adversas condiciones
venideras a afrontar por la sociedad cubana, tanto en el plano económico como
político; así como la disposición que debía tener el pueblo en defender a toda
costa el desarrollo y mantenimiento de la Revolución. De esta manera nacieron
las directivas para enfrentar el llamado Periodo Especial en Tiempo de Paz.
El análisis de la
situación económica del país se llevó a análisis al IV Congreso del Partido
Comunista de Cuba con el objetivo de salvar la Patria, la Revolución y el
Socialismo. En el mismo se adoptaron acuerdos que conllevaban modificaciones a
la Constitución de la República, los estatutos del Partido y se plantearon las
nuevas estrategias que posibilitaran el sostenimiento del sistema socialista y
la recuperación económica, sin perder las conquistas esenciales ni traicionar
los principios que fundamentan la Revolución cubana.
El aseguramiento de
la eficiencia económica, el mejoramiento de la competitividad, el saneamiento
financiero y la reinserción en la economía internacional_ gracias a la
confianza y seguridad que brinda Cuba en sus relaciones_ permitió que la
economía cubana se reanimara, rompiendo todos los pronósticos fatídicos de los
enemigos de la Revolución.
Muy a pesar de las
adversas condiciones económicas que se vivenciaron, en 1993 se efectuaron
elecciones en la Isla, las cuales demostraron el apoyo y confianza del pueblo
cubano en sus líderes y sistema, participando el 99,7% de los electores y de
ellos sólo el 7,3% votó nulo o dejó en blanco la violeta.
Cinco años después,
en las nuevas elecciones para candidatos a diputados a la Asamblea Nacional del
Poder Popular (Parlamento) en 1998, el pueblo nuevamente le demuestra al
imperialismo y sus lacayos miamenses y mercenarios internos de la Isla, que apoyan
el socialismo cubano. En los comicios participó el 98,35% de los electores y el
94,39% correspondió al voto unido propuesto por la Comisión Nacional Electoral.
Sin embargo, la
crisis financiera y económica capitalista desatada a partir de 2008 trajo igualmente
drásticas consecuencias sobre la economía cubana, lo que conllevó a que se
replantearan nuevas transformaciones dentro del sistema económico cubano. Alternativas
que en su aplicación permitieran el sostenimiento de las conquistas de la
Revolución y el fortalecimiento de los principios de soberanía e independencia.
Otra muestra más de
la participación del pueblo cubano en la adopción de nuevas estrategias dentro
del proceso de desarrollo social, económico, cultural y político, se volvió a
ver en los recientes debates realizados en el seno de la población para
analizar, discutir, modificar y aprobar el Proyecto de Lineamientos de la Política Económica
y Social, que después se aprobaron en acuerdos en el VI Congreso del Partido
Comunista de Cuba. Lo principal de este proceso no era conocer solamente el
criterio y la opinión de la militancia, sino el sentir del pueblo en general.
La actualización del
sistema económico cubano conlleva la implementación de nuevos métodos de
trabajo que agilicen la eficiencia de la producción, se eliminen procesos
burocráticos, se profundice en la combatividad contra la corrupción, que aun
existente en algunos niveles, y se genere un proceso de distribución
verdaderamente equitativa en la población.
Se debe mencionar que
para llevar a cabo este proceso popular, se crearon 11 comisiones de trabajo
que dieron origen a 291 lineamientos. De
los mismos, existentes originalmente, mantuvieron su redacción original
solamente 94 y 181 fueron modificados, dando a conocer que el 68% de los
lineamientos fueron reformulados después de los debates. La mayor cantidad de
proposiciones fueron dirigidas a Políticas Macroeconómicas, que se llevó el
50,9% del total. Le siguen por orden descendente las Políticas para las
Construcciones de Viviendas y Recursos Hidráulicos, la Política de Transporte y
el Modelo de Gestión Económica.
Participaron 8 913
838 personas en más de 163 000 reuniones efectuadas en el seno de diferentes
organizaciones, con un registro de más de 3 millones de intervenciones, algunas
de ellas formuladas en más de una ocasión por la participación de las mismas
personas en las asambleas de su centro de trabajo y seguidamente en las
reuniones realizadas en los barrios, o de militantes que después de haberse
pronunciado en su núcleo del Partido o Comité de Base de la Unión de Jóvenes
Comunistas, también se expresaron en el barrio.
Dentro de la nueva
alternativa de actualización se encuentra incentivar el sector no estatal, el
cual comenzó años atrás con la aparición de la actividad cuentapropista en
algunas tareas de servicios, principalmente. Otra de las nuevas formas de
propiedad que surgieron en los años 90 fueron las cooperativas con el uso en
usufructo de la tierra cultivable y la propiedad extranjera consagrada (en esta
última modalidad, el estado cubano conservaba la mayoría de las acciones para
mantener y sin perder el derecho sobre el suelo).
Dentro de las
alternativas valoradas en las discusiones de los lineamientos, se reclama por
la población cubana ampliar el abanico de actividades para el cuentapropismo;
de esta manera el Estado podía centrar su atención en los medios fundamentales
de producción y desprenderse, así, de la administración de actividades no
estratégicas para el país, aunque no por ello dejaran de tener gran valor. Es
decir, el Estado seguirá centralizando todo aquello que garantice la
independencia y soberanía nacional con el apoyo del pueblo, para la perduración del proceso social Socialista.
En la actualidad, con
cierre de mayo de este año 2012, la plantilla de trabajadores por cuenta propia
alcanza la cifra de 387 mil 275
las personas, número que representa un incremento de 24 mil 920 personas en
comparación con el término del año 2011, de un total existente de 362 mil 920 trabajadores
(un 5% más).
Del total de trabajadores por cuenta
propia, existe un 66% que no poseen vínculos laborables con empresas estatales
y un 16% son personas jubiladas. Los afiliados al régimen especial de seguridad
social creció de 234 mil 538 personas (2011) a 261 mil 319 (mayo 2012) y más
del 80% de los trabajadores por cuenta propia se han sindicalizado. La
afiliación no presenta diferenciaciones entre los trabajadores estatales y los
cuentapropistas, teniendo en cuenta que lo esencial es la consolidación de
todas las fuerzas laborales del país de manera voluntaria.
Como ventajas a este nuevo sector,
el estado les garantiza cursos de capacitación en diversos temas; tantos
económicos (que ayuden a su vez a presentar de manera organizada y uniformada
sus declaraciones fiscales) como aspectos sanitarios, financieros, jurídicos y
demás.
Dentro de las tareas esenciales que
más participación tiene es la de venta de alimentos y servicios gastronómicos;
aunque hay otros que se han vinculado a tareas de la construcción y la
restauración en conjunto con empresas estatales pertenecientes al Ministerio de
la Construcción (MICONS) e Industrias Locales Varias. Iniciativas que rinden
frutos a ambos sectores y desarrollan la economía cubana.
Otra de los acuerdos aprobados en los
Lineamientos fue la autorización de compra-venta de inmuebles y vehículos
automotores. Con la puesta en vigor de las nuevas Legislaciones que
flexibilizaba los trámites de inmuebles (octubre 2011) y de vehículos
automotores (noviembre 2011), también se facilitó la puesta en marcha de otras modalidades
como la donación o el traspaso.
Después de la liberación de la compra de
materiales para el mejoramiento y restauración de las viviendas, el mercado
inmobiliario cubano ha tenido un efecto boom. Desde enero hasta abril del
presente año se han registrado 92 500 inmuebles. En Cuba hay cerca de 3,7
millones de inmuebles, de ellos cerca del 85% se encuentran en régimen de
propiedad particular. Con la entrada en vigor de la nueva Ley, se han efectuado
2 730 operaciones de compra-ventas de inmuebles y se realizaron 10 660
donaciones.
Igualmente, los trámites en vehículos
automotores se han registrados de la siguiente manera: 8 390 compraventas y 6
780 donaciones, en igual período.
Muy a pesar de las falsas profecías
imperiales de la cercanía del derrumbamiento de la Revolución cubana y muy a
pesar del amplio financiamiento que están llevando a cabo de la subversión
interna en la Isla, el pueblo cubano sigue apuntalando su proceso social
socialista y confiando en sus máximos líderes. El Primero de Mayo del presente
año 2012 fue la muestra fehaciente del respaldo popular a la Revolución. Hasta
el sector de los trabajadores por cuenta propia se sumaron al desfile para
sentar su apoyo al socialismo.
Cuba muestra una vez más su capacidad de
asumir nuevos cambios sin traicionar principios y anteponiendo al ser humano
frente a los valores materiales (sin restarle la importancia de estos para el
desarrollo económico).
Como se planteó en la
1ª Conferencia de la Federación de Solidaridad Internacionalista del PCC,
2011: “La Revolución cubana y su futuro es responsabilidad de todos los
cubanos; pero también es necesaria la ayuda solidaria de todos aquellos
revolucionarios que luchan en este mundo por el derecho de los pueblos a la
independencia, la soberanía y a la autodeterminación de trazarse un camino
propio, sin el dictamen prepotente de quienes no dialogan, como el vecino del
norte que tiene Cuba, sentado a 90 millas constantemente conspirando y que se
impone sin moral alguna, sólo mediante la fuerza de las bombas y el chantaje
económico y político.”
“Como dijo el poeta y ensayista Roque Dalton García: “Mis venas no terminan en mí, sino en la
sangre unánime de los que luchan por la vida…” Por tanto, ejercer la solidaridad
es sostener una actitud humanista; la misma demostrada por la Revolución cubana
con todos los pueblos oprimidos del mundo, aún teniendo que sortear con gran
esfuerzo e inteligencia a todas las prisiones y ataques del imperialismo.””
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