El Paraguay del 2008 se vio marcado por la acusación contra el entonces presidente Fernando Lugo, acusado por la Cámara de Diputados de Paraguay de “no cumplir con sus funciones” y propiciar los enfrentamientos entre campesinos y policías (hechos ajenos a su gestión; pero no de otros factores)… donde el juicio político al que fue sometido tuvo un período sólo de 48 horas y pleno de irregularidades... Sin embargo, Europa y EEUU vieron como visto bueno el golpe parlamentario… ¡No intervinieron!
Al siguiente año, 2009, el entonces presidente hondureño Manuel Zelaya, con el ánimo de realizar una consulta popular (recordemos y enfaticemos, una consulta popular no vinculante para saber si el pueblo aceptaba una Asamblea Constituyente, y por ende propiciar cambios en la Constitución y alcanzar la reelección presidencial) fue expulsado de su cargo por medio de un golpe de Estado, donde EEUU tuvo incidencia y la Unión Europea aplaudió (muy a pesar de la enorme crisis vivida en ese país por las fuerzas militares que apoyaron el golpe y que las represiones conllevaron varios muertos; sin contar el alza de suicidios, el asesinato a personal de la prensa y un largo etcétera que tiene al país en la debacle económica)… sin embargo, seis años después se deroga del artículo 239 de la Cara Magna, permitiendo entonces la reelección presidencial, y ni EEUU ni la Unión Europea emitieron criterio al respecto… ¡Y no hubo Golpe de Estado! ¿Por qué? Simplemente, porque la reelección era de un candidato que contaba con el visto bueno occidental y yanqui: Juan Orlando Hernández.
Venezuela, desde la llegada del Comandante Hugo Chávez a la presidencia, y la posterior elección constitucional de Nicolás Maduro ha contado con casi dos décadas de constantes ataques de todo tipo: tanto mediático como económico: dentro y desde fuera del país…(y no olvidemos el intento de golpe de Estado del 2002 y la guerra contra PDVSA) desde la Unión Europea se ha incentivado la guerra mediática hasta el punto de lo ridículo y servilmente manipulador, y desde EEUU se ha contado con todo tipo de asesoramiento y financiación para derrocar a la Revolución Bolivariana… sin dejar de contar con los ejercicios militares en fronteras aledañas, poniendo en riesgo la seguridad de ese país.
Hoy en día, la oposición venezolana, la cual ya lleva un largo expediente de acciones violentas y con cabecillas que han llamado al terrorismo, ha impuesto un plebiscito con todas las irregularidades indescriptibles y que no hoy en día no pueden probar su "validez", porque hasta se les ocurrió quemar las papeletas que podrían servirles frente a un organismo internacional. ¿Qué ha dicho EEUU o la UE al respecto? Cada titular ha estado dirigido a amparar el intento de la derecha venezolana de montar un gobierno en paralelo y derrocar por medio de un fraude (como de acciones violentas) al actual gobierno del país.
Cada artículo o programa radial o televisivo ha estado dirigido a validar un fraude y a criminalizar la Constituyente que sí ampara el Consejo Nacional Electoral de la República Bolivariana de Venezuela al hacer la convocatoria a la misma y que este domingo 16 de agosto realizó un ejercicio de ensayo electoral. Pero este paso constitucional, democrático y soberano no es del agrado de las potencias económicas capitalistas... por eso la belicosa y agresiva derecha venezolana sigue contando con el apoyo de EEUU y la Unión Europea… ¿Qué apoyaría la EEUU y la UE? Por supuesto que sería la ilegalidad del plebiscito de la derecha, porque responde a los intereses imperialistas.
Tanto EEUU como los gobiernos de los países de la UE siempre se han “movilizado” para apoyar sus intereses, no los de los pueblos… siempre han movido los hilos para crear conflictos o “torcer el brazo” a los molestos… y no les importará si hay legalidad o no, constitucionalidad o no, democracia o no, libertad o no en todo aquello que no responda a sus intereses… para crear la “constitucionalidad”, la “legalidad”, lo “democrático” y la “libertad” están todos los instrumentos que engranan la maquinaria propagandística de los grandes medios de comunicación.
El imperialismo mentirá y los medios al servicio del gran capital también mentirán en consonancia. Siempre diabolizarán a los gobiernos que no sigan los dictados del gran capital, criminalizarán los gobiernos que se proyecten un camino propio y soberano, atacarán con desmesura y desproporcionalidad cualquier alternativa que enarbole una posibilidad de justicia social e igualdad... mucho más si son molestos al Tío Sam.
La estrategia impulsada por los gobiernos de EEUU es el restablecimiento de la derecha neoliberal en la región, de reapoderarse de lo que aún creen su patio trasero… y para ello no les importa que un pueblo entero muera por hambre o la guerra o un país entero arda bajo la lluvia del fuego provocado por las armas, aunque las balas y bombas se parezcan al fuego que cayó en Sodoma y Gomorra.
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