Doctrina Monroe |
Por José Luis Alonso Lanza.
Uno de mis amigos, conocedor de mi gran afición por la lectura y por anotar datos e informaciones en hojas sueltas, me ha pedido que dirija mi discurso al desarrollo de las nuevas relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Lo primero que me pregunté al enfocar el tema fueron los objetivos: ¿son estos nuevos en verdad? Pero más que esa pregunta me he cuestionado ¿en qué han cambiado las relaciones?
Es cierto que después de haber transcurrido más de medio siglo sin relaciones diplomáticas “amistosas”, algo se ha adelantado; no obstante, aún existen puntos bien delimitados por parte de Cuba, como la no injerencia en los asuntos internos, el fin del bloqueo y la devolución del territorio de la Base Naval de Guantánamo. Claro, a pesar de esto, EE.UU. sigue aferrado al pronunciamiento presidencial de 1823, cuando se definió una “América para los Americanos” [1].
La doctrina Monroe y su único hijo, el Destino Manifiesto, junto a los corolarios presentados en 1899 por el presidente Hayes y en 1904 por el presidente Roosevelt [2], son, a mi entender, el centro de toda la política de los EE.UU. para el resto de los países del continente.
A pesar de todo lo que hoy se ha construido, todavía continúan vestigios obsoletos que no han ofrecido los resultados esperados. Es por esta razón que hoy se habla de pasar a otros métodos, y continúo preguntándome ¿para qué? Parecería que pretenden reorganizarnos e imponer la democracia estadounidense, que lo mismo asesina a los que se le enfrentan ideológicamente [3] o limitan a aquellos que se atreven a pensar diferente, como a los 10 de Hollywood.
A pesar de algunos aspectos admirables en el accionar del presidente Obama, creo que como objetivo central, se mantiene la idea promulgada en 1899 de que el Caribe y Centro América forman parte de la esfera exclusiva de los EE.UU. No por gusto a las alturas del 1823, el ciudadano chileno Diego Portales se pronunció ante el hambre de expansión del país norteño, y advirtió que “Hay que tener mucho cuidado, para los americanos del norte, los únicos americanos son ellos”.
No me cabe duda de que el objetivo central de las relaciones diplomáticas y amistosas, están sustentadas por el famoso Destino Manifiesto [4], idea que es presentada en el 1845 en el Democratic Review de Nueva York, el cual expresa de que los EEUU es una nación destinada a expandirse, algo que se resume adecuadamente en el: América para los Americanos.
A partir de su propaganda hegemónica, EE.UU. ha determinado que América es de ellos, al punto que nos han despojado, además de nuestras riquezas, del gentilicio de “americanos” que nos pertenece a todos los que hemos nacido, crecido y vivido en este continente.
Otra de las frases célebres utilizadas por todos los presidentes de los EE.UU. ante contextos determinados, es la de: Dios Bendiga a América. Sin embargo, no dicen a Venezuela, mucho menos a Cuba o Nicaragua, a Bolivia o Ecuador,Guatemala, Costa Rica… a América, con la lectura de Dios bendiga a EE.UU. Se debe dejar de considerar que, a 524 años del descubrimiento de América por Colón, solo existe una nación americana.
Algunos ejemplos demuestran cómo se ha llevado a la práctica el Destino Manifiesto, con la sed expansionista estadounidense. En 1835, se produjo el ataque del USS Lexington a Puerto Soledad, Islas Malvinas, territorio de la República Argentina, arrasando con todo. En 1845, la ocupación de Texas. Apenas un año más tarde, invaden México, apropiándose de 2 millones 100 mil kilómetros cuadrados, el 55% del territorio mejicano e ese entonces. En 1848, ocupan California. En 1898, le toca a nuestro país con la injerencia en la independencia de Cuba y la ocupación de territorio cubano de Guantánamo, imponiendo a la constitución republicana la enmienda Platt en contra la voluntad del pueblo.
El presidente Obama ha emprendido acciones que admiramos por su valentía, pero, ¿han sido suficientes? ¿califican las relaciones diplomáticas como amistosas? Claro que no, el bloqueo sigue ahí, creando dificultades al estado cubano.
Por solo citar algunos ejemplos, el bloqueo hoy influye en la adquisición de medicamentos de primera línea para el cáncer de los niños de la sala infantil de Hospital Oncológico o cualquier sala oncológica de un Hospital Cubano. Esa aptitud y actitud dada tanto por la Doctrina Monroe o su predecesor Destino Manifiesto, la tenemos también en las acciones llevadas a cabo por la USAID, con el World Learning, para confundir y provocar la desestabilización de nuestra juventud, como punta de lanza de una 5ta columna en contra de la Revolución.
Hoy todo se trata de intentar destruir nuestra revolución, reimponer su falsa democracia, sus conocidísimas elecciones libres, desparecer la educación y la medicina gratis para todo el pueblo y para ello, piensan en ahogar al país con un bloqueo económico, bancario, destruir todo lo logrado e imponernos de nuevo el yugo, el cual solo utilizaremos para ponernos de pie sobre él y alzar más alto la estrella que ilumina y mata.
Recordemos entonces aquella frase del Che de que a los Americanos, ni un tantico así. Y digo bien, a los americanos, pues ya nosotros nos hemos acostumbrado a que nos hayan despojado de nuestro gentilicio de americanos, de norteamericanos; preferimos ser cubanos, simplemente Latinoamericanos, la gente del sur y pa´lante compay…
[1] No nos cabe duda de quién es América y sobre todo, quienes son los americanos.
[2] El presidente Hayes manifiesta que para evitar injerencia de cualquier país europeo, EEUU debe ejercer control sobre todo canal interoceánico que se construyera, mientras que en 1904, el presidente Roosevelt, amplia la idea de esta doctrina, alegando que el gobierno de los EEUU, está obligado a intervenir en los asuntos internos de cualquier país de América, para reorganizar a ese país
[3] Los 10 de Chicago, Sacco y Vanzetti, los esposos Rosenberg, otros que dejaron su juventud en las cárceles de EEUU por promulgar sus ideas independistas como la boricua Lolita Lebrón y el último liberador de América, Pedro Albizu Campos
[4] Este documento manifiesta que: “el cumplimiento de nuestro destino manifiesto es extendernos por todo el continente que nos ha sido asignados por la providencia…”
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